CLUB PONT GRUP MAGAZINE N#4 HÉROES Y VILLANOS
“Aunque no se hubiera retirado, tampoco hubiera ganado el mundial. No sabía aguantar la presión, los nervios le podían. El subcampeonato fue malo, pero siempre es mejor que quedar tercero”. El piloto de Tiana (Barcelona) acusó a su técnico de sabotear la Honda con la que sólo necesitaba haber acabado segundo en el GP de Australia, en el supuesto del triunfo de su único rival por el título, el joven estadounidense Kocinski. Fue un fin de semana de enorme presión para Carlos, nervioso y sin rendir al nivel habitual del resto de su temporada. En la carrera, Kocinski se lanzó sin concesiones a por la victoria mientras el español rodaba en quinta posición, lejos de esa segunda plaza que necesitaba imperiosamente. A dos vueltas del final, Cardús se retiró y fue entonces cuando acusó a Vukmanovich de manipular el reenvío de la palanca de cambios de la NSR 250 para evitar su coronación. Según Cardús, su jefe de mecánicos no quería verle como campeón mundial porque ya tenía firmado un contrato para el año siguiente con Luca Cadalora y su proclamación habría dejado al italiano sin la Honda oficial que deseaba. Carlos mantiene que existen imágenes de televisión en las que se ve a Vukmanovich soltar una de las tuercas del mecanismo del cambio, aunque la realidad es que nunca se pudo demostrar que tal boicot existiera. Lo indiscutible es que todo lo ocurrido sirvió para afianzar la leyenda negra de uno de los personajes más siniestros de los grandes premios. George Vukmanovich nació en California en 1950 y siendo sólo un adolescente comenzó a trabajar como mecánico tras formarse como tornero-fresador. Le apodaban Little George ya que, a causa de una malformación congénita en las caderas, su estatura se quedó en 1,20 metros. Pese a su carácter arisco y su trato difícil, sus habilidades técnicas le permitieron trabajar con pilotos legendarios como Spencer, Mamola, Gardner o Biaggi. Carlos Cardús le eligió precisamente para liderar el proyecto encaminado al anhelado título mundial de 250cc y así debió haber sido de no torcerse todo en aquel triste domingo del 16 de septiembre de 1990…
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