El número dos de Poiética está dedicado a la labor docente, a la práctica profesional y al oficio de enseñar. Ser docente es, ante todo, un compromiso ético, una oportunidad para construir conocimientos, el nuestro y el de los alumnos, un espacio libre y dinámico en que cada día se intercambian aprendizajes, experiencias, saberes, recomendaciones, descubrimientos, libros; pero también saludos, abrazos, historias y afectos.