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Capít
Hacia la profesionalización
9
Ruega a Dios pero continúa remando hacia la orilla. Proverbio ruso
En este capítulo se revisan conceptos básicos sobre profesionalización y se diferencia la naturaleza del profesional y del aficionado (amateur). Se analizan diversos modelos de desarrollo empresarial como los de Greiner, Leach, Churchill y Lewis, y se contrastan con el crecimiento que suelen presentar las familias. También se analizan las curvas de producto, así como las implicaciones del crecimiento desigual entre empresa y familia y, con modelos y ejemplos, se exponen consecuencias de este fenómeno.
Fundamentos sobre profesionalización Como comenté en el capítulo 8, las empresas familiares suelen tener una visión menos economicista que las organizaciones no familiares, por lo que suelen plantearse objetivos no económicos (Gimeno et. al. 2004) con más interés. Sus propietarios frecuentemente desean que sus parientes trabajen en ellas, por un lado, simplificando la relación entre propiedad y dirección, y por otro reduciendo los costos de agencia (Dyer, 2006). Sin embargo, esta práctica puede poner en riesgo la viabilidad de la empresa al verse superada por los inconvenientes debido a las influencias negativas de la familia sobre la organización, como es la contratación de ejecutivos poco calificados o la interacción problemática entre ellos. Todo esto puede propiciar un estancamiento o incluso retroceso de las organizaciones, que impiden un proceso de profesionalización. Ya que en esta parte del libro hablaré sobre la profesionalización, resulta pertinente antes aclarar este concepto. Según el Diccionario de la Lengua Española, un profesional es aquella persona que realiza su trabajo con conocimiento y aplicación con fines de lucro. En el deporte, hay dos grupos que lo confirman: los profesionales y los aficionados, a quienes también se les conoce como amateurs. Los primeros suelen ser expertos en la práctica de su deporte y reciben dinero por practicarlo, de lo cual hay miles de ejemplos y en diversas disciplinas. Los aficionados practican deporte fundamentalmente como diversión, aunque si destacan pueden aspirar a convertirse en profesionales. La diferencia respecto al dominio de las habilidades requeridas para practicar un deporte puede ser notable. Compare usted a Javier, Chicharito, Hernández o Lionel Messi con jugadores de una liga universitaria, o a los tenistas Rafael Nadal o Novak Djokovic con jugadores afi-