Leyenda bajo las estrellas

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LEYENDAS

BAJO LAS ESTRELLAS


Nemec y el Mañic A todos nos encanta mirar el cielo y .... dibujar con estrellas? Es simple, sólo hay que elegir un puntio brillante del cielo y unirlo con el de al lado y con otro…. y otro… Con un puñado de estrellas y mucha imaginación podemos formar figuras a las que llamamos constelaciones. Desde hace mucho tiempo, los hombres de distintos lugares del mundo, idearon dibujos con los astros del cielo. Las constelaciones son de gran ayuda si estamos perdidos y necesitamos orientarnos, porque sus estrellas nos ayudan a encontrar los 4 principales puntos cardinales. Para los habitantes del Hemisferio Norte es muy útil aprender a reconocer a Polaris, su estrella guía, que forma parte de la Osa Menor. Los que vivimos en el Hemisferio Sur nos orientamos con la gran ayuda de una constelación a la que algunos llaman Cruz del Sur, y decimos algunos…. porque estos dibujos son caprichosas creaciones de nuestra imaginación. Allí donde los antiguos nave gantes españoles vieron una cruz los habitantes originarios de nuestras tierras ven y dibujan algo muy diferente. Desde el noreste del territorio argentino llega a nosotros una leyenda, que fue contada miles de veces, de padres a hijos y así viajó a través del tiempo hasta llegar a nuestros días. Uno de los personajes de esta hermosa historia se puede dibujar en el cielo con las mismas estrella que utilizamos para conformar la Cruz del Sur y esta leyenda comienza así... Y comienza la leyenda ... Cuenta que cuentan, que hace mucho pero mucho tiempo … vivía un viejo cacique que, en sus últimos días, suspiraba por tener el más increíble de los tesoros y por las noches decía: -”Deseo las plumas de la más grande de las aves de esta Tierra. Quiero las plumas del Manic” Para conseguirlo, mandó a llamar al mejor cazador de la tribu. Su nombre era Nemec. Asombrado, el joven se preguntó: - “Cómo podré yo, cazar un animal tan veloz.” Los ancianos le respondieron: - “Tendrás que buscar la huella de un ave gigante, pero sobre todo deberás seguir el camino del Sur.” Una tarde partió... Caminó durante días y noches, con frío y con calor... con viento y con lluvia...siguiendo unas extrañas huellas que iban hacia el lugar indicado. Las huellas se escondían... subían, bajaban... se metían en matorrales y cruzaban los ríos. Y entonces, cuando el joven ya no tenía más fuerzas para continuar ... alzó su mirada y al fin lo vió. Era el ñandú, con sus largas y finas patas, con su hermoso plumaje sacudido por el viento. Movía su pequeña cabeza sostenida por el cuello largo como buscando algo allá, en el horizonte... Lo que más llamó la atención del joven, fueron sus suaves y relucientes plumas y entonces comprendió por qué el cacique deseaba tanto tenerlas.


Nemec se acercó sigilosamente... Ya casi arrojaba la lanza cuando el veloz ñandú giró su cabeza y escapó a toda velocidad. El muchacho corrió, y corrió. Sus pies casi no tocaban el suelo. Jadeante, perseguía al ave imparable - “Dónde está? Cómo se fue?... Dónde se escondió?...|” El ñandú aparecía y desaparecía. Por instantes quedaba en la mira de su lanza para luego desvanecerse en el aire. El Sol ya se ponía cuando quedaron frente a frente. Hombre y animal, ambos inmóviles. Y entonces Nemec, con sus últimas fuerzas… corrió. El ñandú giró hacia el Sur y aceleró. El muchacho tomó sus boleadoras y a toda velocidad, las lanzó. Ante sus ojos sucedió lo imposible, el Manic desplegó sus alas y se elevó. Subió y subió... continuó ascendiendo hasta que llegó al cielo y en la tenue luz del atardecer se perdió de vista. Nemec quedó mirando el firmamento, y allí, en el mismo lugar en que el ñandú había desaparecido, surgieron cuatro estrellas en forma de cruz. El joven regresó a la aldea. Por primera vez la tribu lo vió llegar con las manos vacías, pero con un brillo nuevo en los ojos. Dicen que dicen , cuentan que cuentan que esa noche, cuando todos se sentaron junto a la fogata, el joven narró su extraña aventura y todos pudieron ver las nuevas estrellas que lucían el cielo, indicando para siempre la dirección por donde Manic había escapado: hacia los cielos del Sur. Texto: Sandra Costa, Marcela lepera


YACANA

Leyendas bajo las estrellas


Si miramos al cielo algunas noches, podemos ver muchísimas estrellas, sobre todo si está despejado y nos alejamos de las grandes ciudades que con sus luces nos encandilan. Esos puntos brillantes que tanto nos gustan fueron muy importantes para nuestros abuelos ... bisabuelos…. tatarabuelos…. o sea para todos los que vivieron en épocas pasadas. En otros tiempos no había brújulas , ni gps, ni mapas para orientarse, nuestros antepasados miraban las estrellas. Para reconocerlas trazaron líneas imaginarias que las unían y así crearon las constelaciones. A diferencia de la mayoría de los otros pueblos que sólo usaban estrellas, los pueblos originarios de Sudamérica usaron también los espacios vacíos entre los puntos luminosos para componer sus dibujos en el cielo. Estas negras regiones en realidad están formadas por grandes nubes de gas que contienen mucho polvo cósmico. Son nebulosas opacas o de absorción, así las llamamos porque, precisamente, absorben la luz de las estrellas que se encuentran por detrás de ellas. Estas figuras se idearon hace mucho tiempo, cuando aún los científicos no habían logrado tantos descubrimientos. En ese entonces, en diferentes y lejanos lugares del mundo los fenómenos naturales se explicaban con leyendas: hermosas y muy antiguas historias que los padres contaron a sus hijos y estos a los suyos…. Muchas de las constelaciones dibujan a los protagonistas de estas leyendas. Desde las altas montañas de Perú, llega a nosotros la historia Inca de Yacana y hoy se las queremos contar. Dicen que dicen Cuentan que cuentan que Yacana es la guardiana (criadora) de las llamas, la fuerza vital que permite que los rebaños se mantengan saludables. Por la noche Yacana recorre el Hanan Pacha, el cielo. La acompaña su cría. Yacana la cuida, cada tanto le da de mamar.Las dos van caminando siguiendo un río que cruza todo el cielo (nosotros ahora lo llamamos la Vía Láctea). Adelante va Yutu, la perdiz. Toda la noche caminan. A medida que caminan y va avanzando la noche Yacana se va poniendo cada vez más negra, hasta que se funde con la oscuridad y ya no es visible. Sólo se pueden ver sus dos ojos brillantes. Cada tanto Yacana baja a tomar agua al Kai Pacha, la tierra. Le gusta beber en cualquier manantial. Allí donde baja, si algún pastor anda cerca, lo cubre con su lana. Si el pastor logra arrancar delicadamente un mechón de lana de Yacana su buena fortuna está asegurada. Por la mañana encontrará una montaña de lana de muchos colores. En agradecimiento tiene que comprar una pareja de llamas, hembra y macho, y así tendrá un hermoso rebaño y nunca le faltará lana para vender.


Yacana es generosa, y a lo largo del tiempo ayudó de esta manera a muchos pastores en muchos lugares. Por eso tiene su lugar en el Hanan Pacha. Yacana no bebe agua sólo de los ríos, arroyos y manantiales. También cada noche bebe agua del océano. Si no lo hiciera, el océano podría inundar la tierra entera. El océano se llena con el agua de los ríos, pero también con el agua de las penas y las necesidades de los hombres y las mujeres que pueblan la tierra. Al beber, la bondadosa Yacana nos libra de esa triste inundación. Dicen que dicen que tal vez por eso se va poniendo cada vez más oscura en su recorrido nocturno por el río del cielo. Esta leyenda viajó través del tiempo, y atravesó también largas distancias hasta llegar a nosotros, ahora que la conocemos , ya podemos mirar al cielo para buscar el dibujo andino. Dicen que dicen, cuentan que cuentan que es fácil reconocerla, Yacana tiene la forma del cuello y la cabeza de una llama, y en el lugar de los ojos hay dos estrellas muy brillantes. Podemos intuir su presencia contemplando los espacios vacíos entre las estrellas de un brillante camino que cruza el cielo al que nosotros llamamos Vía Láctea. ¿¿¿Se animan a buscarla????

Texto: Adriana Ruidiaz y Marcela Lepera


ORIGEN DEL SOL

Leyendas bajo las estrellas


A todos nos encanta disfrutar de la luz del Sol, todos sabemos que es la estrella más cercana a la Tierra y que la vida en nuestro planeta depende de ella. Pero se preguntaron cómo se formó el Sol, cuál es su historia? Desde hace cuánto tiempo brilla? La ciencia ya puede responder algunas de estas preguntas y desde el Planetario queremos compartirlas con ustedes. Nuestra estrella se formó a partir de una “nebulosa”, una nube de gas molecular principalmente hidrógeno pero también salpicada por elementos más pesados provenientes de estrellas más antiguas. Esta nube era inmensa, ocupaba una enorme extensión en el espacio. Hasta que en algún lugar de esa gran nebulosa, el gas comenzó a aumentar su temperatura y presión, por efecto de la fuerza de gravedad. Así es como se fue acumulando cada vez mayor cantidad de masa y después de mucho tiempo se formó nuestro Sol. Pero hace mucho tiempo, cuando aún los científicos no habían logrado tantos descubrimientos, en diferentes y lejanos lugares del mundo los fenómenos naturales se explicaban con leyendas: hermosas y muy antiguas historias que los padres les contaron a sus hijos y estos a los suyos…. y así las leyendas viajaron a través del tiempo, montadas en los cuatro vientos para atravesar también largas distancias. Desde el norte llega a nosotros una historia y hoy vamos a contarla una vez más para que su viaje continue. El origen del Sol Una versión muy libre de una antigua leyenda Azteca. Dicen que dicen…. cuentan que cuentan... que en un principio la Tierra estaba en total oscuridad, era siempre de noche. Los más “Poderosos”, que vivían en el cielo, decidieron reunirse para crear el Sol y que brillara la luz por primera vez en el planeta. Cuentan que cuentan que todos se encontraron en la ciudad celeste de Teotihuacán y encendieron una enorme hoguera. Aquel poderoso que quisiera brillar con su propia luz , debía saltar sobre el ardiente fuego para resurgir como el Sol. ¿Quién se animaría a semejante hazaña? Dicen que dicen.. que se presentaron dos candidatos: el “Primero” era grande, fuerte, hermoso, rico y además, estaba vestido con ropas de lujo y adornado con piedras preciosas. Les ofrecía a todos oro y joyas como muestra de su gran orgullo. Cuentan que cuentan que también se ofreció a dar el gran salto un “Segundo” candidato: era pequeño, débil y feo; su piel estaba cubierta de llagas, y estaba vestido con harapos. Como era muy pobre, sólo podía ofrecer su corazón y sus buenos sentimientos.


Cuando llegó la hora de saltar la enorme y ardiente hoguera, el “Primer candidato” a pesar de ser tan fuerte y tan rico no se atrevió, tuvo miedo y salió corriendo. En cambio el “Segundo candidato”, sí que era muy valiente, dio un salto enorme sobre las gigantescas llamas y salió convertido en la estrella Sol. Pero esta leyenda no termina aquí, dicen que dicen… cuentan que cuentan... que sucedió algo terrible!!!... el cobarde “Primer candidato” al ver a su oponente convertido en Sol, sintió vergüenza y sin pensarlo mucho más decidió saltar el tambíen sobre la hoguera. Y así fue como en el cielo apareció un segundo Sol. ¿Un cielo con dos soles? Los grandes “Poderosos” estuvieron de acuerdo en que no podían existir dos soles en el firmamento, así que decidieron apagar uno. ¿Qué hicieron? Tomaron un conejo por las patas y con mucha fuerza lo lanzaron contra el Segundo Sol… sí… el que se formó al saltar el candidato más temeroso. A pesar de tener tanto oro y tantas joyas fue su brillo el que disminuyó rápidamente y en muy poco tiempo, se convirtió en la Luna. Dicen que dicen, cuentan que cuentan... que si miramos atentamente a la Luna llena desde el Hemisferio Norte, aún hoy puede verse la figura del pobre conejo que dio origen a nuestro satélite. Y este si es el fin de esta hermosa y fantasiosa leyenda que cuenta cómo imaginaron el origen no sólo del Sol, si no también de la Luna los pueblos originarios de México.

Texto: Marcela Lepera y Matilde Iannuzzi


LAS TRES GUARDIANAS

Leyendas bajo las estrellas


Si miramos al cielo desde el hemisferio Sur en una noche de verano , podemos ver a las tres estrellas más famosas : las Tres Marías,. Son las más destacadas de una Constelación a la que llamamos Orión. Pero quién es Orión??? Un personaje mitológico de origen griego. Un cazador gigante!!!! … dicen que dicen, que era tan alto que podía cruzar el mar caminando sin mojarse un sólo pelo de su tupida barba. Orión lleva siempre un gran cinturón en el que brillan las Tres Marías. También en esa constelación hay estrellas de colores muy diferentes. Rigel, un pie del cazador, es una estrella supergigante blanca-azulada. Betelgeuse, uno de sus hombros, es una estrella supergigante roja. Como el gigante siempre sale a cazar lo acompañan sus dos perros, los podemos dibujar en el cielo con las estrellas que integran la constelaciones del can mayor y el can menor. Cuentan que cuentan, que a Orión lo picó un peligroso escorpión en uno de sus pies. Sintiendo el efecto del terrible veneno, Orión le pidió a Zeus, padre de todos los dioses griegos, que lo convirtiera en una constelación de estrellas. Desde entonces, se puede ver a Orión recorriendo el cielo principalmente en las noches de invierno desde el Hemisferio Norte y en las de verano desde el Hemisferio Sur . Y muy lejos de él con otro grupo del estrella podemos dibujar al Escorpión, su eterno enemigo. Cuando una constelación asoma en el horizonte cielo la otra otro no se puede ver. Dicen que dicen, cuentan que cuentan que desde el cielo nos observan, eternamente rivales, hasta que los años terminen sus días y los días acaben horas. Esta historia llega a nosotros viajando desde muy lejos... Pero en otros lugares más cercanos mirando con otros ojos las mismas estrellas nació una leyenda muy diferente que también fue narrada de padres a hijos para así poder vencer al paso del tiempo. El jardín del cielo Así llaman los integrantes de la comunidad Toba al cuadrilátero que rodea a las Tres Marías, formado por las estrellas que nosotros llamamos Betelgeuse, Bellatrix , Rigel y Saiph. Dicen que dicen... que tres mujeres son las guardianas de ese brillante jardín. Cuentan algunos que son tres ancianas, una madre de las otras dos, dicen otros que son muy jóvenes, algunos cuentan que son bellas y otros dicen que no. Pero todos las dibujan en el cielo con las mismas tres estrellas que al ser vistas desde la Tierra parecen alinearse y mantener prolijas distancias.


Las mujeres cuidan celosamente el fuego del cielo, en el que dicen que dicen se guardan los grandes secretos de la sabiduría universal. Las tres lo custodian constantemente para que las deidades malvadas no puedan descubrir los saberes y dominar el mundo. Cuentan que cuentan que... hace mucho tiempo para evitar tan terrible destino el Dios del cielo, escondió ese gran tesoro en una estrella brillante del lejano Jardín y allí envió a las , tal vez ancianas o quizás bellas jóvenes, para custodiarlo con su brillo hasta que los años terminen sus días y los días sus acaben horas. Cuentan que cuentan que... hace mucho tiempo para evitar tan terrible destino, el Dios del cielo escondió ese gran tesoro en una estrella brillante del lejano Jardín y allí envió a las tres mujeres, quizás ancianas o bellas jóvenes, para custodiarlo con su brillo hasta que los años terminen sus días y los días acaben sus horas.

Texto: Marcela Lepera


Planetario de la Ciudad de Buenos Aires Galileo Galilei

Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta Vicejefe de gobierno Diego Santilli Ministra de Educación María Soledad Acuña Subsecretario de Tecnología Educativa y Sustentabilidad Santiago Andrés Gerente Operativa PGG Verónica Espino Equipo de textos Sandra Costa, Marcela Lepera, Adriana Ruidiaz Edición Graciela Cacace y Matilde Iannuzzi Diseño y Comunicación Alfredo Maestroni Marcela Lepera Ornella Casanoba Los textos de esta compilación han sido narrados, grabados y subidos al canal @Planetario BA en Spotify


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