Después realice algunas lecturas, sobre el tema de la etnicidad, y me di con la sorpresa de que lo que yo identificaba como indígena sea ecuatoriano o peruano, no tenía sentido. Barth (1976) decía que un grupo étnico se constituye por una serie de características, por la lengua aborigen, las características físicas, por la particularidad de tener una cultura, pero principalmente por el principio de adscripción. ¿Qué significa eso?. Que las personas se identifican a un grupo dando la sensación de pertenecer a una comunidad, y el estado reconoce ese sentimiento de pertenencia a dicha comunidad. Susan Oboler (1996), señala que el grupo étnico es identificado por un rótulo (o sea una etiqueta o marcaxv), el cual contiene un significado de grupo, y las personas que la conforman se identifican de modo culposo o reivindicativo con el rótulo, a su vez el estado reconoce esa marca específica que el grupo lleva dentro de la sociedad. Barth realiza una fuerte crítica a la definición de grupos étnicos como portadores de una cultura esencial, y más bien plantea que los grupos étnicos se constituyen sobre la base de la conformación de una organización social y que genera en su interior un mecanismo de interacción que mantiene integrados a los miembros del grupo. Asimismo, la organización compite en la esfera pública para conseguir el reconocimiento de sus demandas ante el estado. ¿Y a qué viene todo esto? Pues si pensamos en los términos de Barth, efectivamente el Perú no está condenado por la historia, ni por la cultura a la inexistencia de un movimiento étnico. Pero esta alegre afirmación me lleva a la reflexión si las recientes movilizaciones que tuvimos en el país eran movilizaciones étnicas. En particular me interesó el caso de la Marcha de los Cuatro Suyos para poner aprueba el argumento de Barth.
La marcha de los Cuatro Suyos