2 / Regla del juego en reciprocidad andina
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1. Por la forma cómo se da. 2. Por la cantidad y calidad de los bienes que se intercambian. Tanto la una como la otra pueden estar culturalmente especificadas. Dar más de lo "usual" confiere prestigio al que da (a veces a expensas del que recibe); dar lo correspondiente a lo "usual" es un intercambio adecuado; y dar menos es ofensivo. 3. En tercer lugar, por la presencia de situaciones en las cuales no hay especificaciones convencionales sobre el tipo y el monto del cambio. Las partes pueden escoger libremente el intercambio. En este caso es más difícil evaluar la satisfacción individual, ya que ésta involucra mayores consideraciones subjetivas, tales como la confianza mutua, la amistad y las preferencias personales. Las diferentes formas de intercambio tienen que evaluarse por sus consideraciones morales. Algunas formas de reciprocidad son consideradas como formas más "generosas" que otras. Un regalo no solicitado, dado sin otra razón que la de demostrar "buena voluntad", es consideración superior al regalo que arrastra la expectativa de un retorno específico; como el cañoncito de plata que el presidente Castilla recibió del pretendiente a un puesto en la administración pública. En todas partes se aplican ciertas pautas morales en el comportamiento hacia otras personas según la proximidad social, o el vínculo que los une. Si el vínculo entre los intercambiantes es "íntimo" se aplicarán pautas morales superiores a las que se establecen entre personas con quienes la distancia social es mayor. Regalar es considerado superior a cobrar. Los padres no "cobran" el alimento que dan a sus hijos, en cambio una tía sí puede "cobrar pensión" a sus sobrinos