III Instrucción Pastoral

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DIÓCESIS DE CUAUTITLÁN

III INSTRUCCIÓN PASTORAL

II ASAMBLEA DIOCESANA DE PASTORAL

NOVIEMBRE 23 DE 2011 1


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“Cuando se puso en camino, uno corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: ‘Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?’ 18 Jesús le dijo: ‘¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. 19 Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre’. 20 Él le respondió: ‘Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud’. 21 Jesús lo miró con amor y le dijo: ‘Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme’. 22 Él, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes”. Mc 10, 17-22

Introducción. 1. ¿Necesitamos un maestro para la vida? Esta es una pregunta 1 que

probablemente muchos respondamos negativamente, si no es que la consideremos del todo extraña o fuera de lugar. ¿Un maestro para la vida? Y otra pregunta que podemos hacernos en la actualidad ¿Qué es eso de vida eterna? ¿Qué sentido tiene esa pregunta hoy, cuando toda satisfacción parece estar a la mano y si no la tocamos, no existe? 2. En general no pensamos en un maestro, más bien en discípulos. Creemos

saber mucho y queremos enseñar todo. Sin darnos cuenta, desde hace más de 50 años hemos tenido un maestro en casa que cada vez más cubre los

La interrogante sobre la necesidad de un maestro para la vida se traduce como: <<Búsqueda de Dios>>. El Catecismo de la Iglesia Católica afirma al respecto: El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer hacia sí al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el 1

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hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar: La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios. El hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento; pues no existe sino porque, creado por Dios por amor, es conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la verdad si no reconoce libremente aquel amor y se entrega a su Creador (GS 19,1). Cfr. CIC. 27-28.

espacios de nuestra admiración 2. La televisión, el cine, el internet y muchos medios electrónicos en red. Estamos, de hecho, metidos en la red, en medio del internet. 3. Y, sin darnos cuenta, recibimos la enseñanza de esta fuente, pues la

comunicación que recibimos es intensa en imágenes, sonidos, formas; el uso mismo de estos medios, nos va guiando hacia un estilo de vida que es característico de nuestra época3. Si el uso de los medios, en sí mismo nos está educando, no digamos el contenido, que provoca la emergencia de una nueva manera de ser persona. 4. Nosotros tenemos un Maestro, Cristo (Cfr. Mt 23, 8). Lo hemos aceptado

desde niños en el hogar, en el ambiente católico que vivimos, gracias a Dios y a nuestra Madre de Guadalupe4. Yendo al texto de Mc arriba citado 5, nos centramos en el diálogo educativo que Jesús tiene con aquél que se le acerca. 5. Es un hombre educado según la Ley, que muestra su respeto y admiración

a Jesús, se arrodilla ante Él y lo llama bueno, y muestra su deseo de alcanzar la vida eterna. Ya cumple los mandamientos desde su juventud. Jesús responde diciéndole que el único bueno es Dios, y que la bondad, la semejanza con Dios, comienza por el cumplimiento de los mandamientos.

La admiración responde a los imaginarios que por naturaleza busca satisfacer el ser humano, y que con frecuencia se puede perder. Los imaginarios más importantes que todo hombre y mujer anhelamos en lo profundo de nosotros mismos son: ir más allá de lo que ahora son: trascender, socializarnos, tener relaciones con muchos, existir en plenitud, vivir muchos años, ser mucho, poseer, valer, ser identificados, que nos conozcan y reconozcan, experimentar un éxtasis o una inmensa felicidad, ser poderosos, estar en muchas partes a la vez y dominar. Los imaginarios tienen tres características: a) Surgen sobre las masas de recuerdo por los que la gente se orienta. B) Sobre los modelos de decisión prototípicos con los que cuenta. C) Sobre las representaciones que se tienen de lo que es una vida bien lograda y realmente posible. Cfr. TORNOS CUBILLO, Andrés, Inculturación: teología y método, Desclée, Madrid 2001, pp 299-322. 3 El cambio de época hace que nuestra realidad posmoderna tenga contrastes y cambios vertiginosos; las redes de comunicación son globalizantes; los impactos son notables en todos los ámbitos de la vida; las expresiones de la realidad son cada vez más grandes y complejas y a la vez sus significados son fragmentados y limitados; las crisis de sentido crean vacio, distracción y ansiedad; los hechos son desconcertantes y novedosos; los esfuerzos pastorales orientados hacia el encuentro con Jesucristo vivo han dado y siguen dando frutos, a pesar de las deficiencias y ambigüedades de algunos de sus miembros. Cfr. DA 33-42 y 98-100 4 La fe en Dios ha animado la vida y la cultura de estos pueblos durante más de cinco siglos. Del encuentro de esa fe con las etnias originarias ha nacido la rica cultura cristiana de ese continente […] ¿Qué ha significado la aceptación de la fe cristiana para los pueblos de América Latina y del Caribe? Para ellos ha significado conocer y acoger a Cristo, el Dios desconocido que a sus antepasados, sin saberlo, buscaban en sus ricas tradiciones religiosas. Cristo era el Salvador que anhelaban silenciosamente […] La sabiduría de los pueblos originarios les llevó afortunadamente a formar una síntesis entre sus culturas y la fe cristiana que los misioneros les ofrecían. De allí ha nacido la rica y profunda religiosidad popular, en la cual aparece el alma de los pueblos latinoamericanos […] Cuando la Virgen de Guadalupe se apareció al indio San Juan Diego le dijo estas significativas palabras: “¿No estoy yo aquí que soy tu madre?, ¿no estás bajo mi sombra y resguardo?, ¿no soy yo la fuente de tu alegría?, ¿no estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis 2

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brazos?” (Nican Mopohua, nn 118-119). Cfr. BENEDICTO XVI, Discurso de la Inauguración de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, CEM, pp., 9-11. 5 Mc 10, 17-22; Cfr. Mt 19, 16-30; Lc 18, 18-30

6. Mc señala seis mandamientos referidos a la relación con los demás, en

donde podemos decir que están la justicia y el amor. No está el primer mandamiento porque el amor a Dios se expresa en el amor al prójimo. 7. Jesús avanza en el diálogo, mira a este hombre con amor y lo invita a vivir

la plenitud de la Ley, a crecer. Jesús da una respuesta que confronta a este hombre ante su opción fundamental. Aquél decide mejor dejar el diálogo con Jesús, se va apenado, está atado a sus bienes. 8. ¿Qué propone Jesús a este hombre? ¡Quedarse sin nada! Venderlo todo y

la ganancia entregarla a los pobres, significa que ya no podrá adquirir más las cosas que tenía, y que no tendrá dinero para lo necesario, pues los pobres no le van a retribuir nada materialmente. 9. Jesús invita al hombre a que se quede sin casa, ni comida, ni sustento

alguno. Le está invitando a abandonarse totalmente a Él, a ser libre interiormente para poder seguirlo y a aceptarlo como elección definitiva, como el único Maestro. Sólo seguirlo a Él, conformar su personalidad, desarrollar su existencia desde Él. Aquél hombre no escuchó la consecuencia de dejarlo todo: así tendrás un tesoro en el cielo. El cielo es algo lejano, ajeno a la atadura y esclavitud a los bienes que tenía el hombre. 10. Ese alguien que se acerca a Jesús es anónimo en el texto. Pero podemos

ponerle un nombre, una historia. Podemos ser cada uno de nosotros que ya hemos recibido una formación inicial en nuestra fe, pero no completa. ¿Cómo actúa Jesús Maestro? 11. Este texto nos permite entrar en el misterio de Cristo Maestro. En la misma

tónica trata a la multitud que lo sigue, a los discípulos, a los doce, encontramos algunos elementos fundamentales de su estilo educativo. 12. Para tocar este tema conviene notar la diferencia entre algunos términos

que con frecuencia usamos indistintamente y que referidos a la Evangelización marca una gran distancia su diversidad. Revisemos al menos tres términos: Instruir, Enseñar y Educar.

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13. Instruir es dar una información para actuar de manera práctica. Éste término

va más en la línea de ordenamientos, capacitación para el uso de un instrumento, un manual para poner un acto, una acción específica o un proceso determinado. Tiene un fuerte sentido de dirección. No exige una relación personal entre instructor e instruido. Los medios de comunicación son un instrumento adecuado para las instrucciones de muchas realidades de la vida, auxiliar en la enseñanza escolar importante. El objetivo es dar una instrucción que sea entendida. 14. Enseñar es mostrar algo, dar a conocer. Va más a la dimensión de la

información, como algo externo al docente y al alumno, que va más al intelecto que a la práctica. Los medios de comunicación son eficaces en la medida que están bajo la guía de un enseñante, que permita al pupilo recibir de manera organizada y progresiva los conceptos de la enseñanza. Los medios de comunicación social ayudan a la comprensión y a la asimilación de los contenidos. El objetivo es la asimilación de la enseñanza. 15. Educar es ayudar a la persona a que desarrolle sus facultades. Supone una

relación estrecha entre educador y educando, de tal manera que se dé un conocimiento y un trato que permita la confianza en la interacción para ayudar a crecer; de hecho en la interacción educativa crecen tanto el educador como el educando y ese es el objetivo. Los medios de comunicación serán útiles en la medida que ayuden a enriquecer la interacción directa de las personas. El objetivo es la vida en la que el educador se empeña en servir al educando. 16. En el texto que estamos meditando, el punto clave está en la atención que

da Jesús a los que lo rodean. Él va conociendo a las personas que están en torno a Él. Los mira para conocerlos, e ir a su interior. Los escucha para que le expresen sus necesidades. Dejarse tocar le permite saber quien lo busca. Así sucede con los fariseos a quienes les descubre sus pensamientos (Lc 5, 2123). Con los discípulos que discuten acerca de quién es el mayor en el Reino (Lc 9, 46-48). Con la mujer que padece de hemorragia y lo toca con fe en medio de la multitud (Mc 5, 25-33). 17. Jesús no sólo actúa, sino que habla. Sana a la hemorroisa y le señala el

camino, la fe (Mc 5, 34). A los fariseos, ante los milagros que realiza, les reprende su hipocresía y dureza de corazón para aceptar la verdad (Mt 12, 22ss). A los discípulos les explica las parábolas, les habla claro (Lc 8,9.10), les indica el estilo de vida del Reino, les da su propia existencia incorporándolos a su Sacerdocio, lavándoles los pies (Jn 13,1-5). 18. Jesús actúa en tres ámbitos. Habla a la multitud, ante la que hace prodigios

y les enseña en parábolas (Mt 5,1-2; Mc 3,7-12; 4,1-2); se dirige de manera especial a los discípulos a quienes en un momento los envía para anunciar el Reino (Mt 10;Lc 10,1-16). De entre ellos elige a doce para que sean sus 5


apóstoles (Mc 3,13-19), participándoles de su Espíritu (Jn 20,19-23), y ellos lo hacen presente enseñando a todas las gentes, bautizándolas (Mt 28,19-20). 19. Son tres maneras de relacionarse para educar. Anuncia el Reino a las

multitudes, entra en contacto directo con muchos, forma un grupo. Su única finalidad es anunciar el Reino y educar para la vida del Reino. El punto de llegada es siempre el amor, como expresión del Reino .Un amor que no es ideal, ni virtual, sino que es relación interpersonal directa con cada persona 6, cada grupo, cada multitud. 20. Jesús elige a sus discípulos quienes dejándolo todo lo siguieron (Lc 5, 11).

Cuando otros, como en este caso, se le acercan a Él, es cuando Jesús presenta de manera más clara las exigencias que los discípulos 7 sí siguieron. 21. Nuestra pastoral, que es educar al hombre de hoy para que participe en la

vida del Reino8, tiene un único método, el de Cristo Maestro. Su contenido es la vida del Reino, el mandato de amor. De modo que la catequesis 9 como educación en la fe se traduce en una acción de servicio para ayudar al discípulo de Cristo a conocerlo, seguirlo, identificarse con Él en la vivienda del Amor. En Él fundamentamos todo el quehacer que ahora nos proponemos 10. Nuestra II Asamblea Diocesana. 22. En el resultado de nuestra II Asamblea, sobresalen algunos puntos que nos

dicen que vamos logrando el camino11, que lo que estamos haciendo es lo que

El documento de Aparecida en su introducción, parafraseando la encíclica Deus Caritas Est del Papa Benedicto XVI, nos exhorta a todos los miembros de la Iglesia a recomenzar desde Cristo, reconociendo que “no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una persona que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”. Cfr. DA 12. 7 El discípulo experimenta que la vinculación íntima con Jesús en el grupo de los suyos es participación de la Vida salida de las entrañas del Padre, es formarse para asumir su mismo estilo de vida y sus mismas motivaciones (Lc 6, 40b), correr su misma suerte y hacerse cargo de su misión de hacer nuevas todas las cosas. Cfr. DA 131. 8 ¡Es urgente nuestra Conversión Pastoral! Asumir otro modo nuevo nuestra fe, salir de nosotros mismos, interesarnos por los demás. Mirar a cada sector de la población como a nuestro prójimo llamado a la salvación. Debemos comenzar por el Anuncio que ha de ser escuchado, para que ilumine y llame a la conversión y sea celebrada la vida nueva. Cfr. I Instrucción Pastoral, Cuautitlán 2008, p.4. 9 La novedad en la catequesis proviene de seguir la pedagogía de Jesús de Nazaret. Cfr. Mt 13. Él no sólo anunció el Reino de Dios por llegar, de palabra, sino que su misma persona fue, simultáneamente, anuncio y realización. Cfr. Mt 11, 2-11. Su pedagogía modela toda forma de catequesis. La Iglesia esta evangélicamente urgida de catequizar al estilo de Jesús: con palabras y obras Cfr. Hch 1, 1. En consecuencia, catequizar es mucho más que enseñar una doctrina; es dar testimonio de la persona de Jesús, para que el catequizando lo busque, lo encuentre, lo siga y mantenga la solidez de las enseñanzas recibidas Cfr. Lc 1,4. 10 En palabras del documento de Santo Domingo a esto se le denomina: “La Nueva Evangelización, y se exige la conversión pastoral de la Iglesia. Tal conversión debe ser coherente con el Concilio. Lo toca todo y a todos: en la conciencia y en la praxis personal y comunitaria, en las relaciones de igualdad y de autoridad; con estructuras y dinamismos que hagan presente cada vez con más claridad a la Iglesia, en cuanto signo eficaz, sacramento de salvación universal”. Cfr. DSD 30. 6

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La visión cristiana de la historia no consiste simplemente en creer que la divina providencia dirige la historia y nuestro camino, sino en creer en la intervención de Dios en la vida de la humanidad. Cfr. DAWSON, Christofer, Visión cristiana de la historia, en <<Pensadores católicos contemporáneos>> CAPONIGRI, Robert, Barcelona 1964, p. 289. 11

necesitamos para dar cumplimiento a la Misión12 que como Iglesia hemos recibido de Cristo13. 23. Ciertamente señalamos algunas cosas que nos están faltando. a. La formación de los agentes14. b. La comunicación y el trabajo en conjunto 15. c. Tener claridad sobre el proceso de Evangelización, que es el proceso de la Misión16. d. Qué es Kerigma17 y qué sigue de él. e. Qué implica el visiteo, la sectorización. 24. Estos elementos han sido ya presentados en el Plan Diocesano de Pastoral, en las Instrucciones Pastorales I y II. Vemos necesario hacer más claro lo que entendemos por estos elementos de la evangelización. El Kerigma. 25. Durante muchos años no tuvimos presente este paso de manera tan

urgente y en la misma formación de los sacerdotes era poco conocido. Después del Concilio Vaticano II18, a partir de la aparición de nuevos movimientos laicales, hacia mediados de los años 60. Aquí apareció el Kerigma, sin conocer su nombre, en forma de un Retiro de fin de semana. Así sucedió con Cursillos de Cristiandad, con sus similares para los jóvenes como Jornadas de Vida Cristiana; luego vino su ampliación a los matrimonios en los distintos tipos de Encuentros para los esposos. 26. En el movimiento de la Renovación en el Espíritu Santo, de raíz no católica,

pero que poco a poco, aunque aún no del todo, ha venido purificándose de influencias especialmente pentecostales. Hemos querido orientar el sentido de la fe católica en este movimiento y le llamamos Renovación Católica en el Espíritu Santo, aunque no hemos profundizado entre sacerdotes y laicos, la Teología Católica del Espíritu Santo (Pneumatología Católica), que ciertamente los Santos Padres habían profundizado. 27. Los sacerdotes, en la medida que se iban incorporando a estos

movimientos, se iban interesando por el Encuentro con Cristo Resucitado como un paso necesario en la fe, que lleva a la conversión profunda. Comenzamos a mirar Las actuales transformaciones de nuestra época representan nuevos desafíos para la Iglesia en su misión de construir el Reino de Dios. Cfr. DA 381. 13 A todos los bautizados nos toca recomenzar desde Cristo. Cfr. NMI 28-29. 14 Cfr. SD 94-100. 15 Cfr. EN 77; DP 650, 673, 703, 806-809, 866, 885, 901, 952, 1080, 1187, 1189. 16 Proceso de procesos: Encuentro, conversión y discipulado se contienen en los pasos de la misión continental. 17 Cfr. DM 8,9; RICA 9-13; EN 27.51; RM 44; DGC 64 12

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A partir del Concilio Vaticano II, la renovación de la noción de la Iglesia, como misterio de comunión y misión y como Pueblo de Dios, ha sido muy fecunda y ha introducido la nueva visión de la comunidad, del dinamismo, de la participación y de la corresponsabilidad. Cfr. LG 1.4.9 18

hacia ese momento clave del encuentro con Cristo. Aparecen los cursos de Kerigma, destacando la dimensión intelectual para contrarrestar la emotiva. 28. Todos estos movimientos y otros más que han venido apareciendo, cuando

son reconocidos por la Iglesia, han dado un aporte positivo, maravilloso, a la espiritualidad laical, aún sacerdotal, ayudando a madurar el sentido de Iglesia, de apostolado, de camino de fe, subrayando el sentido de compromiso. 29. Ahora, a partir de Aparecida, tenemos elementos 19 importantes que hemos

profundizado como Iglesia que camina en América Latina y el Caribe, para poder llegar a una mejor comprensión del Kerigma, del Encuentro con Cristo, de la Iniciación y la reiniciación cristianas. 30. El Kerigma es Cristo muerto y resucitado, hecho anuncio desde la

experiencia personal del Encuentro con Él: Cristo murió por mí, Cristo resucitó para mí, ahora lo cumple en mi historia personal. Lo vivo en la fe, en todo mí ser, sé de qué muerte Él me ha sacado y sé qué vida nueva Él me ha dado. Lo anuncio con libertad interior, con gozo, con valentía, en comunión con la Iglesia20. 31. La comunicación del Kerigma es un testimonio real de la vida propia.

Agentes de Pastoral. 32. Esto es lo que necesitamos anunciar. Si no hay contacto personal con

Cristo a través de la escucha del testimonio de quien lo ha vivido, de la meditación de la Sagrada Escritura, de la oración, de la vida sacramental, de la relación con los demás, para descubrir a Jesucristo vivo, no puedo anunciarlo. 33. Ya conocemos los mandamientos, pero tal vez no hemos dado el paso que

Jesús propone al hombre que se acerca a Él. No hemos tomado la decisión de ser sólo de Él en el camino de nuestro desarrollo integral. No es aún nuestro único maestro. 34. No basta conocer los mandamientos, es necesario vivirlos en su expresión

final, el amor. Falta dar el paso de dejar que Jesús sea el verdadero maestro de cada uno de nosotros y de todos los agentes –ordenados y seglares- en conjunto. Renunciando a los ídolos, a los falsos dioses, a la mentira de mundo.

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En el proceso de formación de discípulos misioneros, destacamos cinco elementos fundamentales, que aparecen de diversa manera en cada etapa del camino, pero que se compenetran íntimamente y se alimentan entre sí: Encuentro con Jesucristo, Conversión, discipulado, comunión y misión. Cfr. DA 278. 20 Es la presencia de Jesús, Verbo de Dios encarnado, vino de parte de Dios a anunciar y hacer presente el Reino de Dios, centro de su vida, mensaje y obras y que era esperado con ansias por el Pueblo de Israel: El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios se acerca, conviértanse y crean en la Buena Nueva (Mc 1, 14-15). 19

35. De entre los Agentes de Pastoral, el obispo, los presbíteros y diáconos

somos los primeros llamados a vivir y anunciar el encuentro con Cristo vivo 21. Nuestro anuncio es el inicio de todo el proceso de evangelización. Por eso hemos vivido este proceso a partir del Evangelio de Juan contemplando a Cristo en los textos de La Samaritana (4, 1-42), El Paralítico de Betzatá (4, 118), El Ciego de Nacimiento (9, 1-41), La Resurrección de Lázaro (11, 1-43). 36. Esta experiencia, la formación y la vivencia de la espiritualidad sacerdotal,

nos permitirá acompañarnos unos a otros y ayudar a los consagrados y laicos para que vivan el Kerigma, darles el servicio del discernimiento para que su fe madure y se desarrolle a partir del encuentro que han tenido con Cristo. 37. Muchos consagrados no ordenados y laicos han recibido el Kerigma, pero

no les hemos acompañado de manera personalizada en los escrutinios que nos permiten ayudarles a vivir su fe, a caminar sólidamente en el seguimiento de Cristo, purificando de cualquier desviación o posible duda este paso. 38. Este acompañamiento, con sus escrutinios propios, está señalado el

Programa de Catequesis Básica en la I Instrucción Pastoral (Anexo al Plan Diocesano de Pastoral). 39. Como Jesús da su tiempo, le da prioridad, nosotros estamos llamados a

estar cerca de los que van recibiendo el Kerigma y formar con ellos una comunidad básica en la circunscripción pastoral a la que hemos sido enviados22. Los Jóvenes. 40. Quiero dar una especial atención a los jóvenes 23. Ellos siempre preguntan

por algo más cuando se han encontrado con Cristo y quieren seguirlo. En la visita Pastoral he vivido el gozo de encontrarme con ellos que viven esa pregunta y le piden al obispo una respuesta. Hoy, más que nunca, debemos convencernos que la relación de la Iglesia con ellos, a través de sus agentes, ha de ser ante todo Kerigmática24. 41. Muchos

jóvenes ya han recibido el Kerigma, pero no han sido acompañados, como en general los laicos, en el proceso subsecuente. A ellos pido que demos prioridad en la atención, junto con los adultos. Incorporándolos a procesos de 21

Obispos, presbíteros y diáconos en el proceso de la Misión. Cfr. DA 187-189.199-200.205-208.

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La Iglesia no puede replegarse frente a quienes sólo ven confusión, peligro y amenaza (…) se trata de confirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evangelio arraigada en nuestra historia, desde un encuentro personal y comunitario con Jesucristo, que suscite discípulos y misioneros. Cfr. DA 11. 23 Cfr. Id., 443. 24 La etapa kerigmática es precatequética: ella “asume la función de anunciar el Evangelio y llamar a la conversión” (Cfr. DGC 61). Se distingue, pues, de la catequesis, cuyo punto de partida es la fe y la conversión (Cfr. Mc 16,16; 1,15). “La catequesis hace madurar esta conversión inicial, educando en la fe al convertido e incorporándolo a la comunidad cristiana” Cfr. DGC, 61. 22

catequesis inicial, después del Kerigma, a comunidades integradas por jóvenes y adultos, ayudará a ambos a crecer juntos25. 42. Los jóvenes, como el hombre del Evangelio, están interesados por conocer

y seguir a Cristo26, manifiestan este deseo, esta necesidad de diversa manera: se acercan a los grupos que existen en la Iglesia, quieren encontrarse con el Sacerdote, buscan a la religiosa, se acercan a los seminaristas. Son signos de su deseo de encontrarse con Cristo. No dejemos esta responsabilidad que el Señor nos pone delante. ¡Vayamos hacia ellos con Cristo! Hacia las comunidades eclesiales de base.

43. Ya, desde Evangelii Nuntiandi27, la Iglesia ha reconocido que la comunidad

no es un añadido a su identidad evangelizadora 28. Después del Anuncio Explícito de Jesucristo –el Kerigma-, viene la catequesis 29 y la formación de la comunidad30. Son dos pasos simultáneos, el uno lleva al otro. Lo hemos visto en el Proceso de Procesos que señala la II Instrucción Pastoral 31. 44. Con algunos decanatos he tenido un taller básico para iniciar la formación

de las comunidades de base. Considero que el camino no ha quedado claro para todos los sacerdotes ni para muchos laicos. Es necesario que retomemos el proceso. Especialmente para quienes han recibido el Kerigma es importante Los jóvenes bien formados en la fe y arraigados en la oración, se conviertan cada vez más en los apóstoles de la juventud. La Iglesia espera mucho de ellos. Por nuestra parte, hemos manifestado con frecuencia la confianza que depositamos en la juventud. Cfr. EN 72. 26 Cfr. DA 109. 27 En este documento se concibe la evangelización como la “dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda” Cfr. EN 14. 28 Es importante anotar que la Iglesia como comunidad tiene las dimensiones Universal, Diocesana, Parroquial y de base. Es el ambiente propio del desarrollo de la vida cristiana, distinta a los grupos de movimientos y asociaciones laicales, ni con los equipos de servicio pastoral como el de catequesis y liturgia o pastoral social. EN 23 nos recuerda que la adhesión al Señor no puede quedarse en algo abstracto y desencarnado, se revela concretamente por medio de una entrada visible en una comunidad de fieles. Medellín 8,10 nos dice que estas comunidades son el fruto de la evangelización y el signo que confirma con hechos el mensaje de salvación. El documento de Puebla 67-69, señala ya algunos frutos más claros de estas comunidades: desarrollo de la fe, capacitación y promoción de agentes, 261-262 y 641 a 648 en su proyección eclesial y social. 29 “La catequesis es un proceso de conversión y crecimiento permanente y progresivo en la fe” Cfr. DP 998. 25

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Entre las comunidades eclesiales, en las que viven y se forman los discípulos misioneros de Jesucristo, sobresalen las Parroquias. Ellas son células vivas de la Iglesia y el lugar privilegiado en el que la mayoría de los fieles tienen una experiencia concreta de Cristo y la comunión eclesial. Están llamadas a ser casas y escuelas de comunión. Cfr. DA 170. DSD 60. Ch FL 26; Cfr. Hech 2, 41-47; 9, 31-32; 11, 20-25. 31 En el anuncio del Kerigma y la vivencia de la Catequesis, están implicados tres elementos, como tres procesos que se hacen uno. El proceso de fe, el proceso de conversión y el proceso de comunión. El uno lleva al otro. Si por la fe me encuentro con Cristo esta misma fe me lleva a un cambio de vida, a la conversión; esta conversión me lleva necesariamente a una nueva forma de convivir con los demás, a buscar la comunión. Cfr. II Instrucción Pastoral, Cuautitlán 2010, p. 6. 30

vivir este Taller, de modo que puedan conducir su proceso, bajo la guía de los sacerdotes. 45. Este taller es dirigido a los sacerdotes, cuya participación incondicional es

total, todos los días y todo el tiempo que dure el Taller; a los laicos que el sacerdote considere adecuados para formar con ellos dichas comunidades de base. 46. En esta etapa, en nuestra Diócesis, las comunidades han de tener, de

manera fundamental, un sentido catecumenal, de maduración de la fe inicial. Por eso he pedido que el temario no sea otro que el de la I Instrucción Pastoral. La Sectorización 47. Es el momento de comprender el sentido de esta acción del Proceso de

Evangelización. ¿Para qué dividir el territorio de la circunscripción eclesial? Es precisamente en orden a la realización del proceso de evangelización. No podemos abarcar de un solo golpe todo el territorio. Es necesario ir paso a paso, con el sentido de integración de la comunidad de comunidades. 48. La Sectorización ha de tener en cuenta: a. La conformación actual del territorio desde el punto de vista urbano 32

y cultural. b. Los elementos de espacios naturales o acomodados de manera

sencilla, como lugares de encuentro. c. Las personas que se van incorporando a partir del Kerigma y la

reiniciación cristiana al proceso de evangelización. d. El sacerdote, con el Consejo Pastoral ha de analizar la mejor manera

de dividir el territorio geográfico a él encomendado. e. Ubicar en cada sector un centro de evangelización que puede ser

natural. Sea un templo, un espacio amplio para convocar ahí a quienes se sientan llamados a seguir su iniciación o reiniciación cristiana después del Kerigma, formando comunidades de base. f. Este centro de sector no es para la celebración de la Eucaristía. Es exclusivamente para la formación de las comunidades. El sacerdote estará presente exclusivamente para vivir el proceso catequético con los fieles convocados. Los demás elementos de la vida pastoral se realizarán en el templo, como ordinariamente. 11


g. El Sacerdote nombrará en cada sector un equipo animador que le

apoye en la comunicación, en la elaboración de los temas de la Instrucción Pastoral, en la organización de las reuniones. h. Los centros de Sector tendrán la duración necesaria para la formación de las comunidades, que han de pasar de una etapa catecumenal a la de vivencia de la fe más madura, y convertirse en El cristiano de hoy no se encuentra más en la primera línea de la producción cultural, sino que recibe su influencia y sus impactos. Las grandes ciudades son laboratorios de esa cultura contemporánea compleja y plural. Cfr. DA 509-512. 32

comunidades misioneras. No significa que todos en la comunidad han de salir de misión. Sino que de cada comunidad surgirán vocaciones y ministerios, así como misioneros que vayan a apoyar a otras parroquias o diócesis esta Misión de la Iglesia. La Formación Permanente de los Agentes. 49. La Preparación para el Año de la Fe 33 nos señala una serie de elementos

que vienen a ser como parte de nuestro Plan Diocesano de Pastoral. 50. No miremos este Año de la Fe como algo extraño a nuestro proceso. En su

providencia el Señor ha inspirado a nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI para que vivamos este regalo. 51. Pido a la Dimensión de Formación Permanente del Clero que organice la

preparación del estudio sobre el Catecismo de la Iglesia Católica con sacerdotes especializados en Teología, Sagrada Escritura, Liturgia y Moral. 52. Pido a los responsables de las Comisiones Diocesanas que, presentado el

material por el equipo anterior, organicen los cursos propios para religiosas y laicos. 53. Pido a la Comunidad de Formadores del Seminario Diocesano Guadalupano que destaquen el estudio y uso práctico del Catecismo de la Iglesia Católica en el proceso formativo, de acuerdo a la etapa que viven los discípulos de Señor. 54. Invito a las casas de formación de religiosas a que aprovechen este espacio

para la formación de sus candidatas y junioras. 55. Todos los agentes34 recibiremos la Formación Permanente en los siguientes

puntos, mismos con los que preparamos el Año de la Fe. a. Estudio dirigido sobre el Catecismo de la Iglesia Católica. b. Talleres de comunicación para todos los agentes. 12


c. Ubicar con claridad y darle todo el sentido a la Entrega del Credo en

el proceso de iniciación y reiniciación cristiana, en todos los niveles de preparación para los Sacramentos, a los candidatos a recibirlos, y a sus papás y padrinos, cuando es el caso. <<La puerta de la fe>> (cf. Hech 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada de su Iglesia, esta siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida. Cfr. “Porta fidei” de Benedicto XVI, 1. 34 La palabra agente proviene de agens y significa: el que hace, el que conduce, guía, pone en movimiento. Agente de pastoral es todo miembro de la Iglesia (Sacerdote, religioso, religiosa, laico) a quien se le asignan tareas o funciones específicas, en orden a realizar el ministerio pastoral de la Iglesia. Cfr. FLORISTAN, C., Teología práctica, Sígueme, Salamanca 1993, pp. 278356; RAMOS, J; Teología pastoral, BAC, Madrid 1995, pp. 161-188; MERLOS, F. La Pastoral. Don, tarea y desafío de la comunidad, UPM, México 1998, pp. 37-40. 33

Los Decanos. 56. Especial tarea tienen los decanos en esta etapa. No es otra que la ya

señalada en el Decreto para el Decano y el Decanato. Sin embargo, es oportuno que ellos reciban una capacitación especial en orden a realizar el quehacer señalado que parece aún poco comprendido. 57. Por este motivo, señalaremos una semana especial para ellos, con el fin no

de evaluar, aunque partiremos de ese momento, sino de descubrir los caminos que ayuden a resolver el sentido de la comunicación eclesial, de la coordinación pastoral y de la organización más plena de una Pastoral de Conjunto35 en el proceso de evangelización. La Visita Pastoral. 58. Una tarea fundamental del obispo es la Visita Pastoral, cuya finalidad

primordial es animar a las comunidades en el camino pastoral que se está llevando a cabo, conociendo la realidad de cada comunidad, sus necesidades y sus logros. 59. El sentido que estamos dando a esta Visita Pastoral, ya realizada en la

Zona Pastoral La Purísima Concepción, es la de valorar la aplicación del Plan Diocesano de Pastoral, por el diálogo con los laicos comprometidos. 60. Seguirá en este tono nuestra acción pastoral y permitirá seguir apoyando

este proceso diocesano. De manera concreta el obispo se encuentra con los fieles laicos y consagrados que en cada comunidad están más directamente incorporados a la nueva estructura pastoral, en formación permanente, en los equipos de servicio, en las asociaciones y grupos de religiosidad popular. Conclusión.

13


61. Es necesario que caminemos, paso a paso, como lo hemos venido

haciendo. Muchas cosas en la vida las comprendemos en la medida que las vivimos. Nadie nace sabiendo lo que es la vida. Eso es maravilloso así nos hizo Dios y

Antes de programar iniciativas concretas, hace falta promover una espiritualidad de comunión. Cfr. NMI 43. La organización pastoral no será un conjunto de pastorales, sino una pastoral de conjunto y orgánica, como nos invita Aparecida: el proyecto pastoral de la Diócesis, camino de pastoral orgánica, debe ser una respuesta consciente y eficaz para atender las exigencias del mundo de hoy con “indicaciones programáticas concretas, objetivos y métodos de trabajo, de formación y valorización de los agentes y la búsqueda de los medios necesarios, que permiten que el anuncio de Cristo llegue a las personas, modele las comunidades e incida profundamente mediante el testimonio de los valores evangélicos en la sociedad y en la cultura. Cfr. DA. 371. 35

vio que era muy bueno (Cfr. Gén 1,31). Descubrir la propia vida, de alguna manera inventarla cada día, con un sueño, motiva a la esperanza. 62. Nuestra esperanza es el encuentro definitivo con el Padre, siguiendo el

camino que es su Hijo Jesucristo, guiados, impulsados, asesorados por el Espíritu Santo. El gran misterio de nuestra existencia es Jesús que, de manera tan delicada y decidida a la vez, se adelanta a decirnos en qué consiste la vida y, por tanto, cómo hemos de vivirla para ser sus discípulos y, con Él, llegar al Padre. 63. Ese es el sueño de la Iglesia que camina en Cuautitlán. Desde que nuestra

Madre del Cielo llegó con los misioneros; desde que dio su respuesta Cuauhtlatoatzin Juan Diego, nuestros caminos han sido sembrados por ese sueño. 64. María, Madre de Guadalupe, se hace presente en nuestras tierras como

madre36 y nos deja, como Maestra, las pautas para recibir el evangelio y seguir evangelizando a nuestros hermanos. 65. María de Guadalupe, en su diálogo con Juan Diego Cuauhtlatoatzin,

destaca el sentido del amor, del respeto, del calor y la ternura materna para anunciar a Jesucristo, sin destruir la conciencia religiosa del indio santo sino llevándolo de la mano a los pasos siguientes que el Señor le pedía dar al discípulo de Cuautitlán. 66. Ella sea nuestra Estrella, sea nuestra Maestra, sea nuestro Consuelo y

Esperanza en esta nueva etapa del camino de Evangelización que el Señor nos pide para realizar nuestro Plan Diocesano de Pastoral. 67. Ponemos a los pies de tan dulce Madre la presente III Instrucción Pastoral,

y pidiéndole que nos guíe con su amorosa mirada y nos ayude con su materna intercesión. A los 24 días del mes de noviembre del año del Señor 2011, sexto del pontificado del Papa Benedicto XVI. 14


+Guillermo Ortiz Mondragón

Las fuentes históricas nos hablan de una situación dramática a principios de la historia de la evangelización en América, de la desesperanza y frustración trágica por parte de los indios, y de la dificultad para transmitir el anuncio evangélico por parte de los misioneros españoles. Entonces sucede algo imprevisto: una de aquellas intervenciones del Señor en el tiempo, una gracia inesperada, la presencia de Santa María de Guadalupe. Cfr. CHÁVEZ SÁNCHEZ, Eduardo, Juan Diego, El mensaje de Santa María de Guadalupe, IMDOSOC, México D.F. 2001, p. 16. 36

Anexo I Evangelizar educando El proceso de evangelización como proceso pedagógico 1. “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos y bautícenlos en el nombre

del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a poner por obra todo lo que yo les he mandado”. El verbo de este texto enseñándoles tiene varias traducciones: adoctrinar, evangelizar, amaestrar. En el caminar de la Iglesia en su reflexión pastoral apoyándose en la Pedagogía, Psicología, Antropología, ha visto más claramente hablar de Educación en la Fe. De modo que las expresiones del texto de Mt 28, 19-20 tienen todo el sentido de la Educación, de ayudar a acrecentar la semilla del Espíritu que surge de la fe por el Kerigma; un discípulo no es sólo enseñado, instruido, es sobre todo educado. El catecumenado. 2. Un camino de iniciación que comenzó con el Kerigma, como nos lo

presenta los textos del Evangelio, de los Hechos de los Apóstoles y las cartas de Pablo se fue desarrollando poco a poco en un proceso iniciático. Así, en el S IV llegó a su más alta expresión.

3.

Catecúmeno es el que escucha viene del verbo en griego que significa escuchar, hacer eco. Es la etapa en la que quien se siente impulsado por el

15


Kerigma a seguir a Jesús, se abre a su Palabra para escucharla, dejarse educar y decidirse por Cristo de manera definitiva.

4. El concilio Vaticano II lo recupera. No sólo para las tierras de misión, sino

para toda la Iglesia (SC 64-68). Esto nos lleva a revisar cada uno de los sacramentos de la Iniciación Cristiana: el Bautismo (SC 64), la Confirmación (SC 71), señalando el tiempo de la Cuaresma como el ideal para este proceso (SC 109); respecto a la Eucaristía indica que ha de incorporarse paulatinamente a Ella a quienes van siendo iniciados (PO 6,4).

5. Las etapas del Catecumenado señalan su naturaleza. Es un tiempo de

maduración en la fe, iniciando a los misterios de Salvación. Supone una fe inicial en Cristo (AG 14). Nosotros, en este sentido hablamos de Reiniciación Cristiana. Es un período de educación en la vida moral según el evangelio. Al ir comprendiendo los signos se convierte en una etapa de iniciación a la Liturgia, en donde de manera especial el catecúmeno aprende a orar.

Los escrutinios.

6. Un punto fundamental, al que hemos aludido en la II Instrucción Pastoral,

son los Escrutinios. De por sí el sacerdote, el catequista, especialmente el Padrino1, son quienes acompañan al Catecúmeno con el testimonio y el diálogo, en el que el candidato va profundizando su fe de manera personal. Antes de cada etapa, es necesario que el candidato exprese libremente su decisión de aceptar lo que ha comprendido de la fe y tomar la decisión de avanzar a la siguiente etapa.

16


7. Estos escrutinios debe hacerlos personalmente el sacerdote, porque tiene

el Pastor la responsabilidad de revisar si la fe de la Iglesia es la fe que esta asimilando y deseando vivir el candidato es quien por su misterio tienen que conocer a cada uno de sus fieles y no hay mejor momento que éste. El

1

De hecho no deberíamos hacer distinción entre catequista y padrino. En principio el Padrino debería ser el catequista de catecúmeno. Sin embargo, por ahora nuestra realidad no permite que sea así. Esperamos que, poco a poco, incorporando a papás y padrinos a la Iniciación o Reiniciación Cristiana de sus hijos, ahijados, puedan ir recibiendo la educación en la fe necesaria para su responsabilidad cristiana .

sacerdote, además puede orientar espiritualmente y animar en la esperanza cristiana al catecúmeno para que éste se decida a seguir al Señor.

8. En los Escrutinios, de hecho, es donde podemos verificar la inculturación de

la fe, el ver que se trata no de un barniz, sino de un cambio interior, de la conversión de la conciencia personal y colectiva, la vida toda de cada persona y de toda la humanidad, por la fuerza de la Palabra (Cfr. EN 18).

Las etapas. 9. Las etapas no están medidas por tiempo, sino por la respuesta libre y

decidida del candidato, bajo la guía de catequistas, del Padrino y del sacerdote. El hecho de señalar al menos un año es como sugestivo para poder recorrer el camino más o menos completo; lo importante es que cada candidato camine a su respuesta personal.

10. El Ritual de la Iniciación Cristiana ofrece una visión global de este proceso.

Lo describe como un proceso progresivo, de lo menos a lo más. El 17


Precatecumendo, el Catecumenado, la Iluminación, la vida de comunión y de apostolado. Es importante que los sacerdotes y diáconos, junto con los agentes que tengan la tarea del anuncio del Kerigma y de la Catequesis conozcan el fondo de este Ritual.

11. Después de que la Iglesia convoca a todos a través del Kerigma, viene la

incorporación a la Comunidad que acoge al candidato; esta comunidad está representada por el Padrino que, a nombre de ella, ha de acompañar al discípulo.

12. Desde ese momento, la comunidad asume la responsabilidad de educar en

la fe al catecúmeno. Las diversas entregas, después de la Inscripción del nombre (entrega de la luz, de la vestidura, del Símbolo de la fe, del Padre Nuestro…) suponen un Escrutinio, que el sacerdote debe hacer, como lo hemos dicho, de manera personal con cada candidato. Estas

entregas

suponen de parte del catecúmeno, una respuesta (traditio-reditio).

La catequesis desescolarizada 13. Para dar un sentido catecumenal a toda

la Pastoral en la Diócesis, es

necesario que resaltemos los aspectos testimonial, de escucha y meditación de la Palabra de Dios, de revisión de la propia vida (la experiencia religiosa inicial, el esquema de valores y de principios en la vida, las relaciones interpersonales en la dimensión de la familia, la comunidad, la sociedad toda), de modo que no sea el aprendizaje de datos, o el simple conocimiento de la vida cristiana lo que marque, sino la decisión del discípulo de seguir a Cristo en la Iglesia.

14. Por este motivo es importante revisar la llamada Catequesis Escolarizada

en la que de acuerdo a las etapas escolares y con métodos semejantes, se 18


transmiten los conocimientos referidos a la fe, sin una clara referencia a la vida personal de los candidatos. Está sujeta a los grados escolares y no a la conciencia y responsabilidad personal del candidato. Con poca atención a los padres de familia y a los padrinos, dando lugar a un posible conflicto en el alumno respecto a su proceso de fe y su compromiso con sus realidades personales, internas como externas.

15. De modo que hemos de tender hacia una catequesis, en este sentido,

desescolarizada, con el acento en el proceso catecumenal.

16. El Proceso de Procesos, señalado en la II Instrucción Pastoral, explica este

sentido catecumenal que consideramos urgente llevar a cabo en nuestra Diócesis. Hay muchos bautizados, pocos evangelizados. Hay una enorme necesidad de Agentes de Pastoral que acompañan la labor del Obispo, del Presbítero y del Diácono. No habrá agentes sin un proceso solido de reiniciación cristiana. Si no hay agentes, no hay tampoco vocaciones al matrimonio católico, a la vida consagrada, al sacerdocio ministerial.

17. La Iglesia tiene su propia pedagogía. Al llevar a cabo el proceso de

evangelización, va educando a los fieles en la fe. Esta educación en la fe, a partir de la opción personal por Cristo, educa para una nueva humanidad, una nueva cultura, para la vida del Reino.

Pidamos a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, nos acompañe e interceda por nosotros en este camino de fe.

+ Guillermo Ortiz Mondragón 19


Obispo de Cuautitlán

ANEXO II ITINERARIO PARA EL AÑO 2012 Para hacer operativo nuestro caminar, en el contexto del Plan Diocesano de Pastoral, queremos vivir este 2012, preparatorio al Año de la Fe, con el entusiasmo y la emoción del discípulo que se hace niño dócil en las manos del Padre para dejarnos transformar en comprometidos y maduros misioneros desde Cristo, bajo la acción del Espíritu Santo. Por esto hemos visto necesario el señalamiento de las etapas de un proceso que nos vaya llevando con pasos firmes hacia nuestro objetivo, que podríamos señalar como el de preparar el Año de la Fe profundizando los elementos propios que nuestro Plan Diocesano de Pastoral están previstos. Los pasos serán: A. Formación de Equipo de Peritos.

Para elaborar el Instrumento Pedagógico del Catecismo de la Iglesia Católica. Cada uno de los equipos enseguida señalados, elaborará un instrumento de conocimiento y manejo del Catecismo de la Iglesia Católica, marcando el enfoque Bíblico, Litúrgico, Teológico, Moral y Pastoral. El instrumento pedagógico tiene la finalidad de despertar en todos los agentes el interés por acercamiento al 20


Catecismo, inducir a un uso adecuado del mismo tomando en cuenta los enfoques de cada uno de los elementos de los que se compone. El Equipo de Peritos estará organizado de la siguiente manera: a. El P. José Rurico Vergara convoca a los especialistas en Sagrada

Escritura; b. El P. Israel Romero Tirado convoca a quienes han desarrollado una

formación litúrgica; c. El P. Javier Vázquez a los especialistas en Moral; d. El P. René Carrera a los especialistas en Teología Pastoral.

Este paso lo realizaremos durante el mes de Enero del 2012. B. Entrega del Catecismo de la Iglesia Católica de la Diócesis de Cuautitlán.

Elaborado este Instrumento Pedagógico, de manera solemne, en una Celebración Eucarística, como inicio, el obispo entregará el Catecismo de la Iglesia Católica a los Sectores siguientes: a. A todo el Presbiterio a través de las Zonas Pastorales en una

semana intensiva de estudio, programada en la misma fecha. b. A las encargadas de formación inicial y permanente de los Institutos

de Vida Consagrada Femenina. c. A los dirigentes de los movimientos y asociaciones laicales.

Este paso lo realizaremos a finales de Marzo y a principios de Abril d. En cada Zona Pastoral, el Delegado Episcopal, de la misma manera

que el obispo en una Eucaristía Solemne entregará el Catecismo de la Iglesia Católica en su Zona: i.

A los laicos comprometidos, que lo estudiarán por Decanato organizados en Comisiones. 21


ii.

A los movimientos y organizaciones laicales, que lo estudiarán distribuidos de acuerdo a las Comisiones.

Este paso lo realizarán los Delegados Episcopales de zona en el mes de Junio. En continuidad con nuestro Plan Diocesano de Pastoral, pidamos a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin nos acompañe e interceda por nosotros en esta nueva etapa.

+Guillermo Ortiz Mondragón Obispo de Cuautitlán

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