PINCHE VIDA ZINE / VISCERAL

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visceral

DIC ENE



crew L O C AS AL T I M Ó N

Pix Solís H. (Capitán) itzel.solis@pinchevidazine.com

cuatro de tripa

visceral: 1. adj. De las vísceras o

relativo a ellas. 2. [Sentimiento] muy profundo y arraigado. Cuando elegimos el tema VISCERAL, lo primero que se me vino a la mente fueron TACOS. De tripa, no tan dorada para que sepan mejor. Y es que cuando se trata de vísceras se vale pensar en órganos. De hecho es morboso y sucio, pero me gusta. Supongo que no a todos les gustan, así que por eso me gustan más. Nuestros colaboradores no pensaron tanto en vísceras, sino en ese “sentimiento visceral” que te corroe las entrañas y se aloja en lo profundo del ser. Otros cuantos, propusieron una nueva teoría que asegura que no pensamos con el cerebro como afirma la ciencia, sino con las tripas. De ahí que tomemos decisiones muchas veces con “el culo”. Y directamente de nuestras entrañas, sale el especial agradecimiento a una de las ilustradoras mexicanas más talentosas y reconocidas a nivel internacional: Ixchel Estrada quien fue la encargada de engalanar nuestra portada visceral con su increíble estilo que la caracteriza y a nosotros, nos encanta.

Nos leemos a la próxima, en nuestra APOCALÍPTICA edición. ¡ARRE!

pix

Yolo SOlís HE (Oficial Jefe) yolo@pinchevidazine.com C R E AT I V O S E N AL T A M AR

Mariel Chong (mente creativa) mariel.chong@pinchevidazine.com Alejandro Bautista [el_letritas] (Arte) T R I P U L AN T ES

Carolina Acuña (retoque digital) William Álvarez (web developer) Juan J. Galván (corrección de estilo) N AV E G AN T ES T AL EN T O SO S

Leticia Hernández C. Diego Castillo Quintero Noé Segovia Anne Rivaud Luisa Rodríguez Benjamín Peredo Jorge Adrián Cob Cristiano Gabrielli José Agustín Serda Natalia Santos Leticia Hernández González Frida Hernández

S.O .S - C O N T AC T O

hola@pinchevidazine.com F B . PINCHE VIDA / ZINE T W. @pinchevida_zine I N ST AG R AM : pinchevida_zine

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ww w . pinchevidaz ine. com P O R T ADA “ Re lle n o O c u la r”

Ixchel Estrada PINCHE VIDA ZINE es un Zine Bimestral editado por Itzel y Yolotzín Solís Hernández. Este número se terminó de imprimir en diciembre de 2015. Impreso en CORPORACIÓN DE SERVICIOS GRÁFICOS ROJO, S.A. DE C.V. Progreso no. 10 Col. Centro. Ixtapaluca Edo. de México C.P. 56530 Número de reserva en trámite expedido por la Dirección de Reservas de Derechos del Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud de Título y Contenido en trámite. Esta es una publicación para mentes inquietas. Edición 05 diciembre-enero 2016.


inteligencia visceral

(es lo de hoy)


Hemos escuchado hablar de inteligencia emocional, pero es raro escuchar hablar de inteligencia visceral. Para fines prácticos considero que estos términos van de la mano. Si nos referimos a visceral, estamos diciendo que nos dejamos llevar por la reacción de nuestras emociones, por lo que se podría decir que visceral y emocional son parte de lo mismo. Referirnos al término “emocional”, sería una forma “nice” de decir lo que estamos sintiendo con el hígado, las tripas y los intestinos enredados en el apéndice. Mi duda entonces sería, ¿Cuál de todos los órganos controla nuestras emociones? ¿Han escuchado el dicho de: me gustaría tener el cerebro en el corazón y el corazón en el cerebro? Pues sí, tal y como lo pensaron, el corazón ha sido por mucho el rey indiscutible de las emociones y los sentimientos y que ahora con esto de la inteligencia visceral le salga un competidor, rudo, amargo y traicionero como el mismísimo intestino, no se vale. Recientemente leí un artículo donde decían que los intestinos aspiraban al título del segundo cerebro. En él explicaban que “Segundo cerebro” es el nombre con que se conoce la red de neuronas que recubre todo el tubo digestivo, desde el esófago hasta el mismísimo ano. Son unos cien millones de neuronas, pocas si se comparan con el cerebro pero más que las que hay en la médula espinal o en el sistema nervioso periférico. Su función principal es liberar al cerebro de la tediosa tarea de la digestión, que requiere el control de infinidad de procesos mecánicos y químicos. Permite así, que el intestino funcione de forma independiente. Sin embargo, los investigadores creen que este segundo cerebro es demasiado complejo como para limitarse a controlar los procesos digestivos. Sospechan que influye en muchas reacciones emocionales, lo que explicaría, por ejemplo, los típicos nervios en el estómago en situaciones de estrés. No obstante, queda claro que hay tareas o funciones imposibles para este “segundo cerebro”

ya que por ejemplo, no interviene en los procesos intelectuales, ¡eso sí que sería el colmo! Aunque déjenme decirles que cuando nos dejamos llevar visceralmente tomamos decisiones que pareciera que las pensamos con los intestinos, lo digo por el resultado. Y no seré más explícita, quien lo captó, lo captó. Bueno, eso me han contado. Y no digan que no, seguramente a cada uno de los que está leyendo esto recordará una que otra reacción o decisión tomada bajo la influencia de este generador de estiércol. En conclusión: no se espanten si se dejan llevar por su inteligencia visceral, o este segundo cerebro, que a final de cuentas en esta Pinche vida y si todo esto es cierto, en lugar de pensar con el corazón, ahora lo haremos con el culo.

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Leticia H. Profesora e investigadora de profesión y pintora, escritora y poeta por equivocación. Cualitativamente, entrópica, escéptica y exotérmica.


sindrome de Stendhal 2

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Al escritor se le llena la libreta de gotitas, hace algunas anotaciones rápidas sobre Xxxxx, su personaje, y se apresura a guarecerse antes de que la lluvia arrecie.

El escritor no ha descubierto aún de dónde proviene la tristeza de su personaje. Él, que es narrador y a la vez testigo de la historia, no sabe cuál es el origen de su depresión. Cuando comenzó el cuento, la tristeza ya estaba en Xxxxx, y no se atreve a sacarla de la página para preguntarle por qué sufre.

Pero apenas cae una llovizna.

4 Por la noche la llovizna seguía cayendo, y los copos de luz permanecían en los anteojos de Xxxxx, pero ahora proyectados por las luces del alumbrado público. Era una noche de septiembre, y en esas fechas las luces de la ciudad se multiplican por los adornos de las fiestas nacionales. Xxxxx caminó bajo la llovizna. Levantó el rostro y sintió un cosquilleo en la frente y las mejillas. Sus lentes se tornaron un caleidoscopio y sus ojos no creyeron en la variedad de formas que se les presentaron. La tristeza, que no la soltaba desde hacía meses, podría describirse igual a lo que estaba viendo. Para cuando llegó a la plaza principal, las piernas le flaquearon ante el espectáculo de luces y llovizna. Su corazón sintió un desasosiego y Xxxxx se echó a llorar.

6 Estas flaquezas le comenzaron con el arte. Ella concuerda que el arte es, o debiera ser, la máxima expresión de los sentimientos. Pero en su caso, le conmueve más la belleza natural. Xxxxx considera que el arte debe funcionar igual que la naturaleza, con la adición del razonamiento humano, por lo tanto debe generar en el espectador no sólo una impresión, debe causar algún sentimiento.

Pero sí sabe por qué ella siente desmayarse si se encuentra ante grandes cantidades de belleza: padece algo llamado síndrome de Stendhal. Al escritor, entonces, se le ocurre escribir de sí mismo, esperando que ella se acerque a platicar.

8 Una vez, ella estaba molesta y triste. Xxxxx, mi personaje, se salió de una línea de mi cuento para reclamarme los malos ratos que la hago pasar. “¿Por qué no me describes más contenta?”, me recriminó. “¿Por qué aparentas que no te importo?” Estas dos preguntas no salieron de mí, pero yo tuve que escribirlas. Llorando, mi personaje regresó a la página mientras me decía adiós. Después se echó a caminar por las calles del centro. Llegó al Reloj de Pachuca y sintió un gran amor porque detrás estaba el sol y al mirar no se quedaba ciega. Xxxxx observó directamente el atardecer y sus ojos resistieron el brillo, pero su corazón flaqueó y ella sintió aquel desvanecimiento del que hablábamos.


Ilustraciones: KLAMM MOMA

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Xxxxx se dejó derrotar y se fue de espaldas, pero entonces yo, el narrador de esta historia, hago una pausa en mi texto, pongo tres puntos suspensivos… Y aparezco repentinamente detrás de ella, para evitar que caiga al suelo.

9 El escritor está sentado en algún café. Su personaje lo acompaña en la mesa. Ambos beben lo mismo, comparten un solo cigarro y no hay conversación entre ellos. Él siente la mirada inquisitiva de Xxxxx, como si ella tratara de adivinar la nueva frase que anotará en su cuaderno.

10 Xxxxx me ordena que suba a su auto. Arranca y me lleva de paseo por la ciudad. Los dos estamos tristes y no tenemos ganas de diversión nocturna. Me lleva a un café deprimente como ella, deprimente como la sombra que tiene debajo de los párpados. Me invita una copa de vino tinto y después se burla de mí al verme escribir en una libreta. Se ríe un poco. Dice que me veo ridículo mientras mira a los comensales de las demás mesas. Me descubro humillado por el personaje de mi historia. Me doy cuenta de mi ridiculez al escribir en un café, justo donde todos puedan observarme; “que todos se enteren que eres escritor”, dice Xxxxx. Me siento apenado y antes de cerrar la libreta escribo un punto final. Mi personaje se levanta de la mesa y se va. Yo me quedo solo, bebiendo un vino que me sabe a clavos.

13 “Qué poco escribes”, me dice. “Ya quiero llegar al final de este cuento”. Yo, el narrador, no sé con qué línea res-


14 Mi personaje se niega a restringirse a los bordes del párrafo, a contener el aliento si escribo un punto final, o hacer pausas si yo ordeno una coma. Ella rige en este texto y no las leyes de la gramática. Es definitivo: se me ha salido de control. Yo decido que Xxxxx debe caminar por una calle del centro. Con mueca de desprecio, se va por otro rumbo. Entonces ya no sé para dónde va mi historia, porque ella no tiene ánimos de hacerme caso.

24 A esta historia le hace falta intensidad, dice Xxxxx, aburrida de acumular líneas y líneas sin que pase nada, sintiéndose presa en un cuadro sin título y que no conmueve a nadie. Da un manotazo en el escritorio donde el narrador juega al desalmado, le revuelve los papeles, rompe el bolígrafo en dos y le arroja los pedazos en la cara, para después salir apresuradamente a la calle, donde ve escenas de otros cuentos: ve a su escritor escribir sobre Xxxxx, ve a un sujeto perseguir a la mujer cartero, ve a otro más jugando a no caer de la banqueta y ve a otro que cree estar muerto en plena revolución. Xxxxx se queda quieta en la banqueta. El escritor ha salido también a alcanzarla. Detrás de ella, en silencio, piensa en un final para su cuento:

25 —Xxxxx, estoy muy solo, quédate a vivir conmigo. —Yo no soy el personaje de nadie, Castillo; y no te voy a permitir que hagas de mí lo que tú quieras. Odio este mundo que no has creado porque no eres Dios, pero que cambias a tu antojo como si lo fueras, sin tomarme en

cuenta. No es menos que un pretexto tuyo. El síndrome de Stendhal lo tienes tú, no yo.

26 Entonces, estamos a la orilla del mar, sentados en un tronco que se aferró a la playa. Ella recarga su cabeza en mi hombro izquierdo y dice: “Me siento mal, estoy enferma de lo mucho que hablas y de lo que yo misma me invento, por favor, llévame con todos los doctores”.

27 Xxxxx me ha pedido, después de una pelea terrible entre ambos, que borre su nombre de esta historia. Porque Xxxxx no se llama Xxxxx. En el texto fue fácil resolverlo porque sólo tuve que reemplazar las letras de su nombre con puras equis, pero en la voz, para poder leerles hoy, tuve que sustituir su nombre con sonidos. Ella en realidad no fue mencionada. He logrado que se quede conmigo un tiempo más, con la promesa de que ella estará en otro lugar, uno más bello y alegre: entonces, estamos a la orilla del mar, sentados en un tronco que se aferró a la playa. Miramos las olas y el sol queda a nuestras espaldas. Y con el ocaso llegan colores que, estoy seguro, no volveré a ver jamás; incluso el mar trata de imitarlos. En aquella playa, les decía, a Xxxxx y a mí se nos mete el atardecer por los ojos y ya no sale de nosotros.

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Ilustraciones: KLAMM MOMA

ponderle, así que guardo silencio y la página se queda en blanco…

Diego Castillo Quintero Nació en Tepeapulco (Hidalgo) en 1983. Es autor de dos libros de cuentos: “La batalla de las luciérnagas” (2008) y “Las Furias” (2015). No sabe nadar, baila muy poco y odia la mayonesa con todo su corazón.


El orgasmo es el gran comedor de palabras. S贸lo permite el gemido, el aullido, la expresi贸n infrahumana, pero no la palabra.


sin palabras Es ahí, donde sin palabras, se puede ser visceral.

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Noé Segovia A.K.A. Noah “Diseñador e ilustrador, standupero espontáneo y siempre vestido de negro”. nsvxlll.tumblr.com



visceral

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RAC is an artist who works any techniques and media. She is member of the group ZERO. www.levaseclos.com racart@outlook.fr rac-artiste.tumblr.com FRANCE



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ciclos

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Ele Rodríguez, también conocida como Dj Depre. Si algún día te la topas, la mejor manera de acercarte sería invitándole un old fashioned.



obsesion floral

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Benjamín Peredo, diseñador gráfico especializado en ilustración. Originario de Pachuca Hidalgo apasionado por la música y la artes www.behance.net/ benperedo instagram: @benperedo



biologia del diseño

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Ilustración basada en los sentidos, pensamientos, ideologías, sueños, y todo lo que se nos cruza al enfrentar un lápiz con un canvas en blanco.

Kolega Soberanis, diseñador gráfico especializado en ilustración, más de corazón. Fuerte obsesión por el mar y las tortugas. Dedica el tiempo necesario al color, le gusta transmitir historias en sus trabajos.



cardiotonsura

21 Cristiano Gabrielli, artista visual independiente, docente, creativo multidisciplinario: desde Italia hasta MĂŠxico en un viaje de bĂşsqueda continuo entre las diferencias y los opuestos que matizan de significado nuestra realidad. www.cristianogabrielli.com



teatro

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José Agustín Serda, Thinker, Designer, Misfit & Firestarter. Instagram: joseserda be.net/joseserda’



-00Se cocina mucho, se sirve rápido. Impulsos, acciones, reflexiones. Se castiga de imprudencia o se alaba de valentía, Tan relativo como la sociedad lo decida. Muchas causas la provocan, Algunas de ellas contagiosas. Si usted presenta el síntoma más relevante, Considere su posición; Ya que por diagnóstico en caso de emergencia, Será mejor callarse y no expresar su opinión.

25 Natalia Santos es un alma vieja en un cuerpo joven. Cree vivir en el desequilibrio: conjuga en el día a día todas las pasiones que le hacen ser. Sin excusas, sin restricciones. El equilibrio cuesta mucho y dura poco, mejor maniobrar 7 pelotas y eventualmente lograr 10. ¡Arriba el multitasking!



desiciones viscerales

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B3rr (Leticia Hernรกndez Gonzรกlez) Creadora, directora, dibujante y entintadora de Crรณnicas del Aire, directora creativa de la Agencia de Publicidad Match, loca sin remedio; dibuja para vivir feliz.


desechos y mutuo en el encarnizado

Bribietto Franco, joven ilustradora. Internauta, escritora ocasional, mel贸mana, franc贸fila, bohemia, un poco acomplejada y altruista.


CONVOCAtoria

Si, sabemos que PINCHE VIDA / ZINE es le ley. Y sabemos también que mueres por colaborar con nosotros en el inicio del final, o sea, en nuestra próxima edición: Apocalíptico. Nostradamus predijo que enviarás fotos, ilustraciones, textos, ocurrencias y patrañas lo suficientemente apocalípticas como para destruir el mundo a puños. ENVÍA TU COLABORACIÓN A: hola@pinchevidazine.com Incluyendo título, descripción (opcional) y una breve biografía casual donde nos cuentes datos que no nos interesan.

TEXTOS: 140-3000 caracteres. ARCHIVOS: .psd, .jpg, .tiff, .ai, .pdf RESOLUCION: 300 dpis MEDIDAS DOBLE: 32.8 X 22 cm. (33.8 x 23 cm. rebase) SENCILLA: 16.4 X 22 cm. (17.4 x 23 cm. rebase) FECHA LÍMITE DE ENTREGA: Antes del 15 DE ENERO, 2016


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