Aurora de olivotomo ii definitivo

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José Hipólito Hernández Solís.

AURORA DE OLIVO. II Tomo. MMXIV.

“En el risco de silente peña, donde el viento da mordiscos y el heno abullona el suave nido, gentil baja el sol a visitarte al cantil por los mineros tan temido, polluelo de paloma o niño de pueblo desnutrido, en cuya grieta harás también tu nido, al peligro ahuyentarás cuando bajes por metal al viejo tiro” Fragmento del poema Antología Poética a , Tomas Méndez Sosa.

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Aurora de olivo. II Tomo. Primera edición 2014. DERECHOS RESERVADOS. José Hipólito Hernández Solís. Edición y diseño: José Hipólito Hernández Solís. Portada: Juan José Macías. ISBN Derechos reservados conforme a la ley, queda prohibida, sin autorización del titular del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento. Impreso y hecho en México/printed and made in México

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ÍNDICE Presentación.

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Introducción.

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Crucifixión.

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A ti Señor.

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Ave María.

13

A Nuestra Señora de las Candelas.

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Ave del Paraíso.

15

Corola de luz.

16

Salterio.

17

Suplicio.

18

Verbo Encarnado.

19

Círculo Dorado.

20

Campanas Olvidadas.

21

San Juan Pablo II.

22

Redentor.

23

Acto de Contricción.

24

Beatífico Cordero.

25

Sol de Bondad.

26

Cruento Erial.

27

Luminiscencia.

28

Luna sangrante.

29

Fascinación.

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La promesa.

31

Fontanar.

32

Sagrada Familia.

33

Embeleso.

34

Asunción.

35

Esplendor.

36

Diana de plata.

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En la ribera del río.

38

Beso matinal.

39

Adamar.

40

En tarde gris.

41

Delicada orquídea.

42

Angélica.

43

Tierra de metal.

44

Divino boceto.

45

Pescador.

46

Floresta.

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Atardecer.

48

Luz matinal.

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Armonía.

50

Candidéz.

51

Paisaje urbano.

52

Declinaba la tarde.

53

Hojarazca.

54

Lontananza.

55

La casa de Doña Olvido.

56

Actores.

57

Torerillo de la legua.

58

La copa rota.

59

Antología poética.

60

Manantial del pozo.

63

Democracia.

64

Tu figura.

65

Perverso estado.

66

El grito de la patria.

67

Vaticinio.

68

Imploración.

69

Pájaro de fuego.

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Si tu suerte…

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Sembrador.

72

Ex voto.

73

Doncel.

74

Libertad.

75

Compañero Presidente.

76

Clamor.

77

Adagio.

78

Ternura.

79

Querubín.

80

Cacai uquiriatsi.

81

Eternidad.

82

Cenit.

83

Flor celeste.

84

Belleza jerezana.

85

Bendición del cielo.

86

Regalo celeste.

87

Senda.

88

Blasón.

89

Lealtad.

90

Absurdo.

91

Vehemencia.

92

Palio.

93

Manzanares.

94

Languidez.

95

Vanidad.

96

Altivez.

97

Inmaculada.

98

¿Que sería sin ti?

99

Rosa sin espinas.

100

Artífice.

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Si tus manos expresan.

102

Raudal.

103

Soledad.

104

Agua lustral.

105

Rizoma.

106

Estirpe.

107

Plegaria.

108

Génesis.

109

Florilegio.

110

Efluvio.

111

Nueva vida.

112

Gracia plena.

113

Sublime oración.

113

In memoriam.

114

Violeta.

116

Albor.

117

Jonás.

118

Hasta siempre.

119

Mi eterna morada.

120

Eterna esperanza.

121

Fresnillero.

122

Renacer.

123

Oración por un amigo.

123

Lula.

125

Volver a jesús.

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PRESENTACIÓN. Comunicar, del latín Communicare: “compartir (información), poner en común”. El hombre es hombre gracias al lenguaje, gracias a la capacidad de comunicar, de compartir. La comunicación es una actividad netamente psicosocial. Se involucran en ella aspectos y capacidades volitivas y sociales, porque el hombre, en virtud al lenguaje deja de ser un “ente natural” y se transforma en un “ser histórico social”. Merced a ello opera la magia de transformar algo intangible como lo es el pensamiento en algo material a través de la palabra (hablada o escrita). Lenguaje y pensamiento tienen entonces una relación indisoluble. Definimos a la comunicación como el “traslado de información de un emisor a un receptor”, y es un acto tan común y tan cotidiano que nos parece ocioso detenernos a pensar en ello, pero esto cambia cuando pensamos en el hecho literario como un auténtico fenómeno comunicativo. El comunicador común se queda en el papel del informador, mientras que el poeta se convierte en un auténtico comunicador. La poesía, entonces, podemos apreciarla no solo desde las perspectivas de la “Teoría de la Literatura”, la “Crítica Literaria” o la “Creación poética” como campos propositivos en el conocimiento del fenómeno literario, sino también en el acto supremo de la “Comunicación” a través del poema mediante el cual el poeta exterioriza su ser más íntimo, más propio, más individual (a pesar de ser un proceso social). A través del poema, el poeta nos “comunica” su metafísica como visión del mundo: Universo, Dios, hombre, historia, vida: la ancestral pre-ocupación que lleva al creador, como un Demiurgo, a re-ordenar, a re-crear, a re-vivir: ”Un abismo de estrellas lleno, a mi vista se ofrece. No tienen fin las estrellas ni fondo tiene el abismo” “Lomonosov”

O una visión de la belleza, como en: “¿Que es poesía? dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es poesía, y tú me lo preguntas? poesía eres tú” “G. A. Bécquer”

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Pero no pueden quedar fuera religión y vida, que son partes de la totalidad y el poeta se ocupa de ello. Integran al ser en interacción dialéctica, se niegan y se complementan: “No me mueve, mi Dios, para quererte El cielo que me tienes prometido Ni me mueve el infierno tan temido Para dejar por eso de ofenderte” Anónimo S.XVI Se le atribuye a Santa Teresa de Jesús

Durante la Edad Media, el Mester de Cleresía consideraba a la poesía en verso como el pináculo de la creación humana, creación que los grandes maestros habían considerado privativa de aquella élite tocada por la divinidad, por la musa , ahora propia de gente culta, mientras que a la prosa la reservaba para el vulgo, de ahí la paridad entre lo vulgar y lo prosaico. A nuestro juicio no tiene sustento esta visión del quehacer literario, sin embargo, la poesía representa mucho más que el verso: el poema constituye una ventana a la intimidad del poeta, una ventana a través de la cual se asoma el alma misma, pero que, en una interacción dialéctica, permite el asomo a su interior, y es parte de la vida, y “…la vida es lo que nos pasa mientras estamos haciendo planes…” (John Lennon) Esto es lo que nos presenta ahora el autor de “Aurora de Olivo”. José Hipólito Hernández Solís, nos abre las puertas de esa ventana y nos permite atisbar en su interior: nos devela esa espiritualidad en la que se concentra su visión de Universo, Dios, Hombre, Vida: … Oh, mi Gran Señor, si al despuntar el alba aún no te diviso, a pesar de la gracia que me has tenido, es la negra soberbia que me impide saber que vives conmigo. … Le corresponde al lector apreciar, a partir de su propia individualidad, desde su subjetividad, el contenido de los poemas que se le ofrecen mediante este II tomo de Aurora de Olivo. Sea.

Jorge Luis Sánchez Aguilera.

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INTRODUCCIÓN. Desde mi tierna infancia todo me ha causado extrañeza de lo natural a lo sobrenatural; de lo terreno a lo espiritual; de lo divino a lo profano; de lo simple a lo complejo; de lo político a lo apolítico; de lo moral a lo amoral; de lo justo a lo injusto; de la miseria a lo superfluo; de la vida a la muerte; del cielo a la tierra y viceversa; lo interno y lo externo; lo material y lo inmaterial; lo objetivo y lo subjetivo; lo consciente y lo subliminal. En fin observar e interpretar los procesos e interacciones con el universo. ¿Cómo plasmar aquel bagaje percibido por mis sentidos, herencia de las palabras en el diario vivir? . Sin reflexionarlo siquiera comprendí que todo ese mundo mágico se reproduce de la misma manera y se ejerce mediante la comunicación; ese empoderamiento me permitiría ser, conocer, saber y hacer. El cosmos se develó con los significados del léxico, los misterios dejarían de serlo, producto de la historia y la cultura del hombre. La herramienta que todo lo transforma había sido producida en la constante relación con la naturaleza incluida la propia especie humana, producto de la construcción de la lengua a partir de la emisión del primer sonido intencional, que poco a poco fuese expresando los estados de ánimo, emociones y sentimientos. Por ello, recibí la influencia del habla en diferentes contextos, dejando en mi mente recuerdos imperecederos como sirlochis o guangochis. esta última expresión me permite incorporar parte de un canto nostálgico por la pérdida del padre en el medio rural: Cuando yo tenía a mi padre, me paseaban en un coche; ahora que ya no lo tengo me pasean en un guangochi. Palabras que pudieran parecernos ranciedades o eufemísticamente palabras en desuso ¿Cómo enorgullecernos por la pérdida del bagaje cultural e histórico, que nos deja cada vez más inermes ante el embate de los medios masivos de comunicación? La culpa es nuestra, ya no nos reunimos en tertulias vespertinas a la luz de los amigos a recrear la palabra; hemos dejado atrás la sabiduría de los mayores para escuchar sus relatos. Ya no nos interesa rastrear los significados, pongo por caso, lo que está de moda: “bulling”, sin remontarnos siquiera a buscar su parentesco lingüístico en nuestro idioma; por tanto, no habríamos de recurrir al inglés para explicar este fenómeno de violencia en las escuelas. Afortunadamente recordé las bromas de mi abuelo cuando me daba un coscorrón para la cisca y textualmente me decía: “tome para la cisca”. En fin ¿qué significa?. Lo más cercano es la bulla, bullanga, en fin burla. ¿Por qué no recuperar el valor de las palabras en una forma bella?, ¿Por qué no dejar el miedo a que nos etiqueten de retrogradas, o que pretendemos mantener el duelo por las palabras que se han ido?.

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Definitivamente no renunciaré a ese glorioso pasado que me hace identificarme con seres de carne y hueso como yo, que viven en otras latitudes; pero, que un solo morfema, una sola emisión de voz hace el milagro de establecer la comunicación y recrearnos en el universo simbólico; como me sucedió con una señora de una comunidad, quien al escuchar la metáfora: “Una inmaculada flor asunta vuela al paraíso”. Inmediatamente inquirió es la Virgen María.

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CRUCIFIXIÓN. Sobre una cruz de madera y unos fulgurantes rayos de resplandeciente sol, renace tu Sacratísimo Corazón.

Sereno fuiste al Calvario, coronado de espinas y dolor, impregnaste el sudario, para darnos redención.

Santa Cruz de los Tres Clavos, en la que Cristo expiró, torna la sangre del Salvador a este indigno pecador.

Por toda la humanidad Cristo en la Cruz expiró, valga su divina Sangre en gravísima aflicción.

Padeciste impasible afrentosa humillación, por todo el género humano sufriste sin compasión.

Cada vez que a tu costado imprimo una nueva herida lacero tu Sagrado Corazón, lave mis ojos la sangre de tu pasión.

¿Cuánto estuviste olvidado en aquél infausto rincón esperando imperturbable el dogma de tu pasión?

Cambiaste nuestro destino con tan loable acción, concédenos tu santísimo perdón

Ilumina mi alma con tu refulgente esplendor, llama ardiente que nace de Eterno Amor

Señor, Jesús. ¡Dadnos tu compasión de tu encendido corazón!

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A TI SEÑOR. Quiero estar en paz conmigo mismo, hacer tu voluntad, congraciarme contigo. Oh mi Gran Señor, si al despuntar el alba aun no te diviso, a pesar de la gracia que me has tenido. Es la negra soberbia que me impide saber que vives conmigo. Tu Divina Presencia mi retina ilumina y con ello, percibo; el canto del ave y el color de las cosas, la risa de los niños y tantas otras, me hacen saber que existes y llamarte Padre Mío, Creador del Infinito. Ilumina mi alma con tu refulgente esplendor, llama ardiente que nace de Eterno Amor de tu encendido Corazón, Señor, Jesús. ¡Dadnos tu compasión!

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AVE MARÍA.

que habitan el campo.

Rompe la noche la roja alborada, paciente ilumina el sol la mañana.

Dos hermosas palmas adornan el templo y las flores del cardo de extraña belleza saludan gozosas la fresca mañana.

Al fondo de suave cañada, donde alegres se mecen dos fresnos, embelesados de amor fraterno.

Con su dulces cantos las aves canoras al alba despiertan que a la noche añora.

Brota el agua del potente seno y se esparce por abrupto suelo.

Los rayos calcinan a la pradera grata, mil palomas en ella anidan en hilos de plata.

Es un suelo yerto, estéril, de entrañas fragosas, que enriquece el regio concierto del ave que intima.

Santuario bendito, rosa del desierto, le diste a Fresnillo un tenaz suelo. Alegras sus penas por el firmamento, y llenas sus venas de metal incruento. de hinojos me postro a tus plantas, Virgen de las Candelas, oh mi Madre Santa.

Su canto embelese al albo capullo, con débil murmullo. Se torna en quebranto, cuando se despiertan los múltiples seres Santuario bendito, rosa del desierto, le diste a Fresnillo un tenaz suelo. Alegras sus penas por el firmamento, y llenas sus venas de metal incruento. De hinojos me postro a tus plantas, Virgen de las Candelas, oh mi Madre Santa. 13


A NUESTRA SEÑORA DE LAS CANDELAS. Argentas danzarinas de bronceado cuerpo, al ritmo sensual de apasionada luna irrumpen la noche con arrebatados lamentos, que afligen y matan en insuflado beso. Al tañer de la tarde embelesan con su cálido canto a la Virgen de las Candelas y al devoto beato. En frenético vuelo revolotean para alcanzar el cielo, cuando el sol medroso gime sin consuelo. Empíreo caldero inflamas de gozo con amor sincero, a quien clama sin reposo.

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AVE DEL PARAÍSO. Quimérica luz de fuego divino, que alumbras al ave su destino. Cuando va por el mundo como peregrino; al fondo quedó el negro abismo, cual grave presagio de perder el destino. Quien yerra el camino pierde el gozo del cielo prometido. De nuevo renace cuando todo estaba perdido, cuando humilde y contrito retoma el camino.

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COROLA DE LUZ.

CĂşpula vetusta que a Dios alaba y al demonio asusta al despertar el alba. Cruz sempiterna en ardiente cumbre, al mundo aterras como fiera lumbre. Al cielo increpas pĂŠtalos de luz, al ir por la estepa o del cielo testuz.

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SALTERIO. Rayo refulgente del mundo misterio, desciendes a diario cual manso cordero bañado de luz al aciago madero, en el que Jesús enfilo el sendero que Santo Santiago, su fiel compañero recorre sereno, por el universo. El Valle de lágrimas es patria ardorosa de todo creyente. Por ello, te pido con fervor clemente, me inundes de gracia hoy que a mí desciendes.

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SUPLICIO. En el quicio de una puerta yace Cristo exánime y languidecente. A su lado un árbol alzase inclemente. ¿Sería acaso la cruz del cadalso esperando impaciente?

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VERBO ENCARNADO. Sobre el inmenso lago de arrebol cuelgan nubes heridas por el sol. Derraman gracia y esparcen amor, son fuego que calcina al corazón. Corola impoluta de casta flor, de nácar te bañas y rayos de sol. Ruborizas al rocío, cuando te deslizas por el bajío.

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CÍRCULO DORADO. Clamoroso nimbo que ondea sin reposo en oleado limbo sin ningún acoso. Espiga bendita color del Quetzal, a diario sucumbes y vuelves a alumbrar. Energía solar, liberas al águila imperial. Luminosa espata, pétalo fecundo iluminas de gracia el mundo. Corola de luz de augusto tallo, que forma la cruz del valle dorado. Pendón sagrado, has quedado impreso en el lábaro patrio. Unigénito grano, Verbo Inmaculado, volviste triunfante al género humano.

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CAMPANAS OLVIDADAS. Sílfides, ninfas heridas de acompasadas notas, que embriagadas tañen ignotas. Con cuanto dolor brota su canto, que acongoja a los pétalos castos, que pudorosos se sumen en rebato. Bendicen con algarabía sin ningún recato, la soberanía que nació del pacto. En la cúspide de esbelta torre de piedra edificada, como fieles cautivas viven olvidadas. Vuelan las campanas al paso del viento, son ayes de paloma en triste lamento.

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JUAN PABLO ll.

de pascua esplendente con la cruz a cuestas.

Resurrección de San Juan Pablo II en los altares.

Vicario de Cristo, sembrador de amor, derramas luz con grave furor.

Sol de resurrección fulgurante estrella tu numen de inspiración, fue la virgen bella.

Urbi et orbe legado indulgente, que liberó pueblos del yugo inclemente.

María marcó tu sino y la vocación de entrega a Jesús Divino, camino de luz en tu senda.

Los odios e inquinas, cizaña doliente, ardió con el fuego en amor clemente. Romano Pontífice, calvario doliente, que vas por el mundo amando insistente.

Lampo en rosiclada aurora, precedido en suerte por selenio fugaz el día de tu muerte. Mensajero de paz en los confines de la tierra, asciendes con el alba a la región empírea.

Proclamaste a Cristo Rey del Universo, en suelo creyente o patria silente

Ungido celeste renaces en la fiesta acuden al réquiem potentados y parias a dejar patente, que aun muerto esparces al Verbo Indulgente.

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REDENTOR. Color oro luce el trigal, hermoso tesoro del bello dogal. Pradera incendiada por grave solaz, en que la parvada baja a descansar. Ha sido extenuante la larga jornada, en cuarto menguante y en noche estrellada. Viajan por los aires a grandes zancadas y en la tierra vuelan por las madrugadas. Surcan el espacio de norte hacia el sur, son grullas y patos a ver a JesĂşs.

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ACTO DE CONTRICCIÓN. Si un corazón contrito y humillado, de inicuo pecador arrepentido; sosiega al Padre que ha ofendido, desagravia a Dios Creador, Redentor Crucificado. Hoy me postro a tus plantas con temor, imploro tu gracia y tu bondad, aunque mires mis excesos con dolor, prevalece tu infinita piedad. El perdón solicito a mi maldad, el indulto te pide un pecador que arrastra consigo perversidad, ignominia y traición. ¡Dios, Jesús, dadme tu perdón! .

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BEATÍFICO CORDERO. He caído Señor, te lo confieso, aunque sé que no buscas al justo ni al enhiesto, me levantas a diario que tropiezo. Indigno soy del amor que me prodigas, tu bondad infinita la desdeño, porque vivo en el error y del vicio prisionero. Mi gran defecto es el rechazo que por ti siento, voy dando de tumbos y yerros, tú me aceptas tal cual soy, sin mirar mis desaciertos. Cuando me sumo en la penumbra y desfallezco, cual faro de luz surges del cielo e iluminas de amor y ternura mi sendero. Con tu preciosísima sangre Beatífico Cordero sellaste nuestro pacto y no conforme con ello, fuiste al madero y con burla y escarnio que te hicieron, lavaste de pecado el universo. Hoy te plugo mi Dios, líbrame indemne del oprobio y el rencor. Cual vil tormento aprisionan mi alma y pensamiento y ya libre de encono, acércame a ti así en la tierra como en el cielo.

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SOL DE BONDAD Reflejo solar que a la vida asomas. Aurora boreal que iluminas sombras. Mítico encanto de ranas que croan, cuando al cielo van en rítmico afán. Himno fraternal que lleva a la paz, lumínico grial o sol de bondad.

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CRUENTO ERIAL Bajo un cielo ardiente crepuscular, herido por inclemente furia solar, se elevan dulces notas por el bre単al.

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LUMINISCENCIA. Lágrimas de llanto y gozo, que los dioses vierten cuando están muy tristes o están jubilosos. Lumbrera del camino, orientas al hombre a hallar su destino entre sombras como peregrino. Fulgor, en la bruma seduces a la luna y ante el sol esplendente huyes sin fortuna. Lámpara profana de lecho anhelante, donde Fauno se place de amor insano en luna menguante. Los astros nimbados de armiño se reflejan en la cuna de inocente niño, cuando altivos cabalgan en potra de nácar sobre el negro abismo.

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LUNA SANGRANTE. La luna es una princesa enamorada del sol, que todas las noches se viste de suave rubor. Cuando la luna se ti帽e de rojo, el lucero se sonroja con su desnudez. Diana de refulgido color, arm贸nica aria que arde de arrebol, cuando por las noches la acaricia el sol.

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FASCINACIÓN. En lago sacia la sed, derrama gracia por todo su ser. Esparce sueños y despierta amores, es sol brillante en el horizonte y difumina el néctar de las flores a las que llena de pasiones, es un fuego ardiente en los corazones.

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LA PROMESA.

aun cuando mi traición he conferido.

Cual luz celeste descendió Cristo a la vida agreste, de rosas y espinos.

Prodigaste amor al torvo criminal paradójicamente a ti, a la hora postrer te fue negado.

Del cadalso a la cruz, por mí has pagado, dejándonos la luz como fiel legado.

Sentimiento sublime que nos dejaste, eterno paradigma que al mundo ha transformado, el ojo por ojo del Talión quedó olvidado y a cambio de él nos has dejado: si tu mejilla por soberbia alguno ha lastimado, no dudes, ofrenda con valor el otro lado.

Me he olvidado de ti cuando te miro en el cuerpo asolado del mendigo y del que sufre olvidado en el presidio. Hoy vuelvo a tu lado, en manos de aquel que te ha ofendido, sin resabio un beso mío has recibido, Empíreo caldero, al que sufre sin consuelo y a ti clama sin reposo.

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FONTANAR. El rutilante sol canicular arranca alegĂłricos cantos a las cigarras al nuevo despertar. Implora la lluvia al cielo inclemente la lluvia, despuĂŠs de tanto bregar. Renuevase el erial y renace la vida, cuando el chorro del agua fecunda al breĂąal germinan las coplas del fontanar.

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SAGRADA FAMILIA. Adusto templo de piedra, sobre tu ara Cristo se yergue esplendente, generoso e indulgente. Como hiedra, a diario muere y a diario resucita, como el sol y la esperanza, como la fe sembrada en nuestra infancia, que al cobijarse en diáfanos murallones de nítida luz, día a día renace en tu esplendente cruz.

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EMBELESO. Mi madre sembr贸 un rosal, un rosal de rosas rosa, su aroma es tan sutil cuando su mano lo toca, que a mi vida impregna de amor y a mi alma reconforta.

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ASUNCIÓN. Agua cristálida que fluyes en agitada estriba y yaces al fondo de precipitada caída. Asunta vuelas a la región astral, precedida de la estrella matinal.

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ESPLENDOR. Brilla la luz del sol en el ara del camino, es el rocío en cada flor un pétalo diamantino. Etéreo rayo luminoso a diario enciendes fulguroso, a la lumbrera que desciende. Ahuyentas airoso a la muerte abatida, expandiéndote victorioso en la natura reverdecida. Sol de bondad, cumbre de virtud, de sublime santidad es tu diáfana luz. Iluminas cada día la negra oscuridad y llenas de alegría a la inmensidad. Las alas del alba del dulce ruiseñor, trinan de gozo a la Creación.

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DIANA DE PLATA. Luna de nácar de hermoso color, flor de ámbar llena de amor. Diosa sin mancha, cáliz de pasión, pebetero inflamante del niño corazón. Relicario de madre, tabernáculo del Señor, refugio de aves, consuelo del pescador.

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EN LA RIBERA DEL RÍO. Languidece la tarde cuando el amor florece y el río apasionado, con furor nos mece. Como dos adolescentes los abetos y los nardos sahumeran al viento que recrea tu vientre. La tierna noche viste de plata tu desnudez de nácar que de celos me mata. En la ribera del río el néctar de la noche hechizó tu cariño y el mío.

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BESO MATINAL. Aurora del día, luz de la mañana, fuego de abadía que purifica almas. Madre inmaculada cubres con tu mano a la noche estrellada con un dulce canto. Si el irreverente con yerro al mundo ofende, nunca niegas el fruto de tu santo vientre. Augusta misión, formar al hombre, en su corazón verdadero amor. Lágrimas de madre por el hijo ausente a quien espera que vuelva clemente.

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ADAMAR. El noble galpón sentíase herido, cuando en su lomo traía a un niño esculpido. Corcoveó enfurecido y deshacerse de él quiso, ante el llanto copioso del sufrido corazón de su progenitor. El gesto valeroso de una mujer vehemente salvó de la muerte al infante de cinco abriles. Quien al salir victorioso de tal suerte, que a su padre inquirió fuertemente porqué lloras ¿Qué no eres hombre? Y siguió por la vida haciendo alarde de su pertinaz destino.

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EN TARDE GRIS. A mi esposa Angélica.

En tarde gris de gélido invierno vendrás en pos de mí con brazo tierno y en rítmico candor sabor anís, llena de amor y dulce frenesí harás que vaya yo también en pos de ti.

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DELICADA ORQUテ好EA. Hoy como ayer sigue siendo maravillosa tu existencia, el sol, y la luna, nos prodigan su luz inmensa. Cuando vuelvas la mirada al cielo, disipa un dulce recuerdo en cada estrella de nuestro firmamento.

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ANGÉLICA. Son las cumbres de los árboles arreboles que lleva consigo el viento. Son cristales tan sonoros en alas del joven ciervo, que deja estelas de luces brillando en el firmamento. De noche son perlas negras de día lumínico cierzo, que esparcen alba y luz por el universo. Del cielo son la esperanza y de la tierra el pan nuestro, son aves que no sucumben ante lo adverso del tiempo. Aunque la noche presagie grave temporal incierto, las notas como las aves se deslizan por el cielo en magnífico concierto.

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TIERRA DE METAL. Ante la bruma el sol se vuelve luna y el cielo espuma. Dos coyotes ensimismados nos miran estupefactos enmedio del retablo, el que antes fuera su santuario. Las montañas azuladas, entre el verdor de los campos, se encuentran acompañadas de las nubes sin recato. Los poblados aparecen como por bíblico encanto y en el cielo los pájaros afinan su dulce canto.

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DIVINO BOCETO. Para el egregio pintor Raymundo Montes Varela.

En potra de nácar de apacible vuelo, suelo soñar con un mundo nuevo. Ciclónica ave que va por el cielo, desplegando el alba cuando todo es negro. Solo tú sabes que más alto el vuelo, hace los cimientos del mismo cielo. ¿Quién es el poeta de pincel tan cierto, que en polifonía de seres tan bellos ha hecho un concierto? ¡Es un hijo tuyo, Padre de lo Eterno, que da pinceladas por el universo

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PESCADOR. Hombre íntegro y eterna bondad, que hiciste un apostolado de la verdad. Encauzaste mi sendero con sentimiento y amor, eres tan bueno y sincero que apacientas el dolor. Hoy, es tanta mi gratitud que gozo con el placer, de verte en la excelsitud que te hacer renacer. Escucha loar al ave al recrearse en el viento, susurra monótono y suave tu nombre en el firmamento. Cuando tu cansado cuerpo quede inerte, levantaré del huerto el cayado y seguiré tu misma suerte.

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FLORESTA.

ardientes como peciolos.

Casa de la cultura “Manuel Felguerez”, Valparaíso, Zac.”

Es su cielo tan azul circundado por montañas, se entretejen con el tul a contar grandes hazañas.

Dos aceitunas doradas, perlas de la gran floresta, son de la casa las hadas en medio de la tormenta.

Vienen bajando la sierra débiles y escarnecidos a defender sus creencias de las huestes del callismo

Revolotean las canoras al amparo de las flores, sus alas son arcoíris de muy diversos colores.

Quintanar los comanda, son ejércitos de hombres que defienden a la patria de la inclemencia de Vargas.

Al centro del caserón un viejo brocal de pozo, refulge en mi corazón que muere de gozo.

Han quedado en ese Valle epopeyas de la Ilíada, que rememora Acevedo en letras de filigrana.

Hermosa luce la arcada de estípites jónicos y sus bellos capiteles

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ATARDECER. Moría la tarde en el caserío, un par de niños con suaves gritos Ie persuadían a no morir; las tenues sombras en filigrana se reflejaban entre las casas de la ciudad. En el crepúsculo las agónicas horas se perdían en monótono susurrar; corrían los rayos de luz opaca como quejidos que el alma da, por montañas y valles para perderse en la inmensidad; cien mil luciérnagas en el espacio sus cálidas luces dejaban ver, cuando jugaban con las estrellas sobre las nubes para no caer; un bobo zorro con palo en diestra soñaba que a golpes uno por uno de los luceros en esa noche del firmamento haría caer.

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LUZ MATINAL. La noche cubre ya con su regio manto al austero suelo y en lo alto del cielo, la nube de rojo desbasta su velo, bajo el ojo clemente del Divino Ciervo. El lirio inmaculado cubre de verde al erial. Y la luz matinal ondea รกgilmente el agua del adormilado lago, que se mece con garbo sin igual.

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ARMONÍA. Acaricia como espuma el placer interior, es espina que punza sin dolor, es oleaje de estigma, es esfinge de sal en sísmico trepidar, cual espora de mar, es la nube preñada por algún huracán, es la madre que añora volver al hogar.

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CANDIDEZ. Hora canicular que palideces al ritmo del canto nupcial, cuando en la copa de frondoso รกlamo, el ave dispone su casto nidal.

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PAISAJE URBANO. En tarde crepuscular del mes de noviembre, un niño a media calle gime y clama detente. Con lágrimas en sus ojos desesperado escudriña: me has roto el corazón devuélveme la ilusión. El incompasivo ladrón en el biciclo desapareció, en grave confusión. El acto impío a nadie inmutó, sólo, en medio del asfalto, un niño inerme con su dolor quedó.

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DECLINABA LA TARDE. Un niño zaherido deseoso de cariño, vaga sin rumbo fijo. Arroja su tesoro al piso y corre frenético como corre un niño. Los enamorados lo acogen en sus manos con gran cariño. Han pasado los años, los delirantes viejos esculpen en el tiempo: ¡El amor perenne unido por un niño!

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HOJARAZCA. Mujer inmóvil de Diosa apariencia, cuya mirada inconsútil abarca la floresta. Serpenteante sendero que jadeante evoca, a lo lejos el mar y el cielo besan sus bocas. Las nubes ardientes melosas se desposan, cuando florecen en la campiña las rosas.

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LONTANANZA Manuelita y Lupita, Gaitán Pérez.

Enmedio de la ciudad, cerca de cierto lugar, existe un jardín florido, donde trina el jilguerillo y da brincos un chontal, reverdecen enredaderas, jazmines, obeliscos y un toronjo; cien recuerdos se entretejen de aquél floreciente hogar.

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LA CASA DE DOÑA OLVIDO. Ha quedado sólo un fresno de aquella arcaica casona, el aire eterno y esquivo con el tiempo la desploma. Totalmente derruida se queja a ratos su alma, son lamentos que se anidan en medio de la gran calma. Ahí no habitan fantasmas ni florecen maldiciones, son los murmullos que se oyen a diario por los rincones. El alabastrino estanciero a todos franquea la entrada y en el techo los luceros reciben a la alborada. De vez en cuando aparece temprano por la mañana, se torna de blanca luz la oscuridad de su alma.

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ACTORES. Todos somos actores en la escena de la vida, hay quien sueña conquistar mil honores. Los que se embriagan de sueños proclamándose señores y aquellos que sin ser nobles van andando los caminos sin perder sus galardones. El mundo gira y gira despertando clamores y si deja de girar morirán las ilusiones. ¿Quién no va por la vida departiendo quimeras e irradiando pasiones? ¿En que han quedado las candilejas que tanto nos fascinan? En ser uno mismo sin esperar nada a cambio en el juego de la vida.

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TORERILLO DE LA LEGUA. Con especial aprecio para el gran torero Juanito Luna.

Chaval enhiesto de inusitado arte, que con afán llevaste al toro que indultaste. Émulo de cuchares, niño de arrabal, tus frustrados sueños quedaron atrás. Flamenco mocillo de triste mirar; la plaza taurina te hizo inmortal. “Morito” embestía con cálido afán, tu noble hidalguía no se hizo esperar. Tres vueltas al ruedo, orejas y rabo y al bruto indultar, decretó el tablao. Al hilvanar verónicas y pases, que te hacen triunfar; naciste para torear.

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LA COPA ROTA. Con afecto para el Sr. Juan Francisco Díaz Peralta.

Caminando sobre mis pasos en una calle enjuta, un rostro cabizbajo de mirada diminuta, inquirió presuroso, ¿Qué puedes saber de una copa rota, de una vida en desliz?; alargando su brazo un cristal me entregó, escribe te lo ruego de mi vida vacía, ya sin goce discurre infeliz; escancié el vino a los dioses, más de alguna vez enjugué sus sollozos, sentí tan profundo su dolor, que la piedad en mi alma afloró, desde entonces, abrazo con decoro mi humilde condición. Amalgamé el oro que luce el emperador, plugué por el al cielo en humilde oración. Hoy vago por las calles de aquesta mi ciudad, soñando en tu riqueza querido mineral, en espera de que florezcan los espinos a tu diario despertar.

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ANTOLOGÍA POÉTICA.

lleno de suspiros despertar llorando cuando alguien en sus sueños cruelmente me arrebató”.

De y para Tomás Méndez Sosa en el segundo aniversario de su nacimiento eterno.

Sublime paloma que ristre anidas al fondo de grave tiro tu canto triste.

Tuyos son mis temores báñalos de fe, báñalos de amor, de mar azul y ardiente clamor.

Sutil arrullo al pajarillo que está en el nido: ha sido vibrante musa para cantarle al mundo desde Fresnillo.

“El amor es un dulce vals que en suave girar nos lleva ante Dios bendito amor aunque nos haga llorar”.

Viviste entre el piar de las aves y carencias de un humilde hogar, llevaste tus ardientes trinos a las naves de la catedral a honrar a la Reina celestial.

Lloran las campanas por mi triste llanto lágrimas del alma que evoca mi canto. “Canasta en mi diestra y en la otra un guajito para que la gente me diera de a cinco y de a diez y tú te reías de mis niñerías ¡Ay! mi Plateritos que linda es la infancia y los sueños de ayer”

Con su candor maternal venciste la adversidad; se conmovió con el fervor provinciano que año con año le fuiste a obsequiar, loa que perenne vive desde aquella vez, cuando le dijiste en tu cantar: “Naciste entre rosas y cantos y un casto bendito, bendito esplendor vestida de albas, nubes y estrellas” con rayos de oro, de luna y de sol.

En el risco de silente peña, donde el viento da mordiscos y el heno abullona el suave nido, gentil baja el sol a visitarte al cantil por los mineros tan temido, polluelo de paloma o niño de pueblo desnutrido, en cuya grieta harás también tu nido, al peligro ahuyentarás cuando bajes por metal al viejo tiro.

“Entre Cucurrucucús de mil palomas entre el breñal despierta la mañana perfumes de azar y las aves engalanan el gran velo nupcial”.

“En la cruz de mi calvario en el monte solitario agoniza mi pasión y en la noche azul tristeza dos luceros negros besan

“Soñar en su pecho de un cielo estrellado 60


los clavos de mi pasión” “Que me toquen las golondrinas porque me voy lejos muy lejos hace tiempo lo que más quiero se fue muy lejos, lejos de aquí. Paloma, déjame ir no me preguntes que si te quiero.

Amor de oro luce el trigal y adorna el celaje en mi dogal. Con el silencio de una plegaria las arboledas llorando están, mientras la tarde y el río crecido nuestra aventura murmurarán.

Si lo estás viendo que por ti muero y que en tus brazos quiero morir. Cuatro despedidas las tengo para ti escritas y ay te las dejo pa' que llores cuando te digan bala perdida, bala perdida que a mano estamos y que hay murió y que hay murió, y adiós, adiós, y adiós, adiós que tengas suerte en tu vida.

“De allá del mar vendrás golondrina presumida; preferida de este amor de allá del mar vendrás” Las gotitas de agua cantan mi tristeza con melancolía, es llanto callado en la fuente de mi alma que implora tu amor.

Viene la muerte luciendo mil llamativos colores, ven, dame un beso pelona que ando huérfano de amores.

“Nadie me espera nada me queda desde que te perdí fui una sombra en el mundo una huella en el lodo sin rumbo y sin fin”

Se mira relampaguear el cielo está encapotado vaqueros para el corral arriendan todo el ganado.

“Sentí cuando se fue un beso me dejó creyendo que dormía.

Ya me canso de llorar y no amanece, ya no se si maldecirte o por ti llorar, tengo miedo de buscarte y de encontrarte donde me aseguran mis amigos que te vas, que te vas”

Sentí cuando se fue y aunque me ahogaba el llanto no quise detenerla” Con la muerte en el alma voy viviendo mi vida con mis ojos nublados de la tanto sollozar.

“Auroras que son puñaladas las rejas no matan pero sí tu maldito querer”. 61


Cantor pajarero, cantor de las aves, aprendiste del caudal y del guijarro del río, de las piedras del camino, de la prístina roca y del trémulo pedernal, ¡grítenme piedras del campo! Tu egregia obra es sonata inmortal, pintor vernáculo, escultor de arrabal, poeta del oráculo, del nocturnal, del amor de vanidad o casta santidad, como cuando exhalabas i madrecita te quiero como navidad!

Tu innoble lecho sería tu sino que labraría tu destino de triunfador impar. Quijote o gañán, a la vida prodigaste plácido cantar, al niño del aguamiel, o al Viejo en el muladar. Santo y profano fue el sentimiento que del pueblo tuviste, has sido y serás por siempre Tomás un ídolo, un bardo, aún en el más allá, por haberle dado al mundo tu canto universal.

Titán de la canción ranchera, compositor del campo, la luna y las estrellas.

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MANANTIAL DE POZO. Solo, imperturbable, azaroso, al fondo del manto, lacustre impreso qued贸 tu terso rostro.

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DEMOCRACIA. Fecunda palabra, de antaño fui en pos de ti, en el campo con ardiente calma, en la ciudad con loco frenesí. A dentelladas de los depredadores pereces, ígneo Prometeo nunca feneces, reencarnas en quienes te aman con creces. Los niños allanaron, una avenida en que a diario floreces. Libertad y justicia tu significado, el progreso y el bienestar, equidad y dicha el predicado. ¿Romperá el pueblo algún día el enigma para hallarse liberado?

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TU FIGURA. Habrás llegado caballero andante sin yelmo, sin coraza y tal vez sin rocinante. Lo único que llevas en tu ígnea alma es el amor eterno por Dulcinea, tu bella dama y la flamígera espada flagela molinos de viento y rebaños del sistema caduco. En sublime gesto elevas tu figura para darle al hombre ideales, su mejor obsequio.

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PERVERSO ESTADO. Vigilas mis pasos con acendrada saña, aflora incólume mi ánima; una sombra difusa queda incauta. El soma avistaste, más nunca el alma, la emoción y el sentimiento que perturbaste ha quedado a salva. La moza de nácar, inerme se fundió y de cazadora se convirtió en caza, no conocía el amor y quedó en la trampa. Si pretendes acallar la pasión, el amor y la esperanza, acaba con la libertad, que ha sido el don con el que Dios nos ama.

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EL GRITO DE LA PATRIA. El dolor ha llegado al altar de la patria, la sombra con su manto enlutece su morada. Dolido el coraz贸n ha dicho basta, que no caigan tus hijos ante el terror que amaga. Al inmolar la vida que desplanta, reboza en el c谩liz un ya basta. Un grito que desgarra ha dicho basta, es el grito de la patria.

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VATICINIO.

en noche inclemente.

Comenzaba la noche luego del pertinaz ajetreo del día, era tierna la noche; las desoladas calles de la ciudad nostálgicas y mudas poco habrían de indicar al hombre de tostado cobre y parsimonioso andar, acerca de lo que sus ojos hurgaban sin hallar en los quicios y en las aceras.

Sus harapos lucían en la noche cual zafiros; sus descalzas plantas ignoran la loza, cual si fueran los surcos el germen, airosas deslizábanse, sembrando esperanza donde morían las ilusiones. Pasó desapercibido con su ofrenda el curtido labrador, quien al estar frente a la recaudadora, no supo las letras descifrar, poco le importa la atávica minucia; traía de lejos los frutos; no se iba a amilanar, su fe le hacía confiar que la escuela haría progresar a las nuevas generaciones y el destino exiguo les haría cambiar.

Su humilde vestimenta contrastaba con su acerada voluntad, había algo en su mirada que reflejaba nobleza y dignidad, preocupado inquiría a los andantes ¿dónde puedo mis contribuciones pagar? Era un mísero aldeano que arrancaba del agro con denodado esfuerzo las magras simientes, luz ardiente, que a la niñez ilumina

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IMPLORACIÓN.

La imagen desoladora se advertía en el descoyuntado rostro, mancillado por el infortunio de siglos atrás.

Con admiración a la mujer campesina que anónimamente participó en el nacimiento del “Barzón” en Fresnillo, el día 11 de diciembre de 2006..

Resaltaba en su fisonomía aderezada de tristeza un dolor, un dejo de rabia y pundonor.

La casa consistorial antaño palacio municipal, ciego y sordo se quedó al lamento ancestral.

El hambre patrimonial no podía amilanar su marchita belleza de su cara angelical. Tomó la firme resolución de salir a protestar por el justo pago del grano, sustento familiar.

La mujer implorando solidaridad, extendió su ajada mano, acostumbrada a labrar la fragosa tierra y acariciar los renuevos que dios le da, cubriéndose el semblante con su chal, dolida imploraba caridad.

Para poder a sus hijos brindar un poco de bienestar.

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PÁJARO DE FUEGO. Inmarcesible Juventud de níveo plumaje, de esperanzas fúlgidas y azul miraje. Que vuelas al pináculo en aras de libertad, no importa si te han herido, tu vida ofrendarás porqué sabes que siempre renacerás. Tu vuelo es de águila imperial que va al infinito sin mirar atrás, solo te mueve el noble ideal: crear un mundo nuevo donde no haya ni violencia, ni miseria, un tabernáculo de paz. Así vas por el camino horadando en las conciencias que es hora de despertar, preguntándole a la gente ¿Qué orbe vamos a dejar? y la historia te responde es el momento preciso de marchar en unidad para enfrentar el sistema que habremos de derrotar.

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SI TU SUERTE… En honor del Sr. Omar Castañón Santa Cruz, acaecido el día 26 de diciembre de 2006, en cumplimiento de su deber.

Fresnillo sufre una pena, una pena que le embarga, ¿será porque se merece que lo gobierne esta plaga? La edad de Cristo tenía el humilde servidor, un brazo artero la vida le cegó. Faltó equipo claman los policías, externando su dolor. ¿Qué infames manos los exponían a riesgos tales sin contar con protección? Señalan al presidente, porque a un inepto el puesto le dio. ¿será posible que aún se le sostenga en la dirección? Así han caído varios gendarmes en cumplimiento de su deber, sus seres queridos vierten sus lágrimas sin comprender. ¿Por qué inermes y desvalidos sus deudos han de perder?

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SEMBRADOR. In memoriam del Sr. Esteban Solís Moreno; líder agrario.

Hoy los campos florecen de aurora y los rayos de sol refulgentes han gravado en el cielo Justicia social. Viejo luchador social, consagraste tu vida a sembrar libertad. En las tierras pródigas de las ricas haciendas, en donde el campesino se habría de emancipar. Como la brisa del alba, tu paso es firme en tu noble corcel; el ejido y la escuela, con callado silencio te lo han de agradecer.

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EX VOTO a Mariquita Peralta, luchadora social.

Asciende al sitial eterno entre rayos de cristal, su sempiterna labor congruente con su ideal. Humilde su noble cuna de guirnaldas hoy será, brillará como la luna y se reflejará en el mar. Recibe en recompensa después de tanto bregar, cinco soles, veinte estrellas y el alto cielo para mitigar.

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DONCEL.

Dios se hizo verbo…

Al señor Francisco Torres Gallegos, con motivo de aciagos momentos en el ejercicio de su profesión.

Es tan grande su misión que nada opaca su nicho.

Como quisiera decirte lo que en mi alma se anida.

La diatriba y la estulticia no vencen a la justicia.

No es la inquina ni el oprobio, lo que a la flor marchita, son la diatriba y la insidia, lo que destrozan su vida.

Si la injuria y la amenaza cual ponzoña lanzáronse para frenar tu labor.

Es tan grande su esplendor, que nada opaca su nimbo, aun cargando con su dolor seguirá fiel así mismo.

La libertad y el pundonor, son antídotos que cubren tu cuerpo y alma contra el cruel depredador.

Es tan grande su misión, que el mismo

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LIBERTAD. Si los demonios de tu mente perturban la paz, razona, enfrĂŠntalos, son producto de la perversidad de quien deroga la libertad.

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COMPAÑERO PRESIDENTE. Salvador Allende, indemne presidente, en la historia tu espíritu florece.

La Moneda testimonio tu suerte, en ella venciste a la muerte. Pasan los años y tu egregia figura alienta la lucha del pueblo inerme. ¿Qué puedo yo loarte inmolado presidente, si tu alma incólume aún sigue ardiente? La patria doliente abrigó la esperanza de un pueblo combatiente. Lealtad te juraba el ominoso sátrapa y como judas la traición perpetraba. La semilla no ha sido estéril, pasan los años y cada vez es más fértil. El mundo vierte un canto alegre, porque eres tú de los muertos que no mueren.

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CLAMOR. A la mujer campesina anónima, que forjó el Barzón el día 11 de --diciembre de 2006, en Fresnillo, Zac.

La casa consistorial de antaño es el palacio municipal, ciego y sordo al lamento ancestral. Creyendo en la solidaridad extendió su ajada mano, acostumbrada a labrar la tierra y acariciar los renuevos que Dios le da; cubriéndose el semblante con su chal, imploraba dolida caridad.

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ADAGIO. ¿Qué te depara el destino Joel Refugio? ¿Por qué te aferras a la vida con suave efluvio? tu deseo de vivir era evidente, estoico venciste en suerte. Del Olimpo recibiste apacibles presagios, el ángel del galeno llenaba tu vida de bellos adagios. Mariposas bordaban tus sueños entre lozanas rosas y celestes setos, a diario fulguran tus ensueños.

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TERNURA. Como la oveja que al cordero ama no permite que lo ataque el lobo. As铆, tu coraz贸n se queja cuando el rubor de tu alma robo. Tierno amor, al cruel dolor aparta, no compartas el despiadado desamor que destruye a quien te ama.

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QUERUBÍN. Era el 13 de septiembre del año 96, la cabina se ilumina, al recibir la llamada de un niño que no camina, vuela, venciendo su timidez balbucea una oración, que al público conquistó, todo mundo oyó cuando pidió a comentarios su derecho a ser feliz como todos los infantes, de llevar en su veliz el cuaderno, el lápiz y el derecho a ser feliz.

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CACAI UQUIRIATSI. (huaraches viejos)

Tus creencias preservas airoso a pesar de la espada y la cruz, la cultura que tienes la cifras' en el sol, en la lluvia, en el océano, en el maíz, en el venado y en el peyote, que de la vida son tu luz.

Conocí tu rostro y tu alma de huichol cuando tus pies sagrados surcaban el viento, los guijarros, las piedras y los cardos vedados estaban a producirte artero dolor.

Las raíces tradicionales, las cultivas tierra adentro como ciervo en huida.

Creí que paliarían tu ancestral infortunio, un par de zapatos viejos; los tomaste con mucha alegría, nos dejaste a todos perplejos, recibiste gustoso el obsequio como prueba de gran amistad.

En tu mente jamás ha existido el temor al infierno la visión de tu Dios es perfecta y compartes con él la creación.

Nos diste a cambio tu sonrisa, tu dicha, tu paz y tu felicidad, recurriste a la sierra escarpada a ofrendar tus reliquias aI mar.

El secreto que tienes estriba en lo santo de tu comunión con la naturaleza, con tus hermanos y con el Creador que te ayudan a vivir con valor.

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ETERNIDAD. (Yazmín) Cuando el árbol renueva sus hojas, en soleado arrebol de místicas notas, ¿qué presagio celestial abroga, que a querubes y a dulces ángeles rubora? ¿Será el anuncio del nuevo infante que en tus entrañas mora?

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CENIT. Hoy te vi sonreír trueno, tus ramas secas acariciaban al viento, como en la Meca. La savia como cervatillo retozaba en silencio, tu lánguido tallo, trozo de sarmiento les sirvió de aposento. El rosalaurel y las acacias que a tu lado crecían, gozaron contigo aquel momento, en que la bandada de ruiseñores posáronse en ti en su cansado vuelo.

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FLOR CELESTE. Que rara es tu belleza perla Jerezana, la naturaleza en ti se engalana. Delicada orquídea del vergel preciado, de celos y envidia el sol ha quedado. Cual suave gaviota del mar entornado, das a tu Jerez el mejor regalo. Si el bate viviera lo habrías hechizado y quizá Fuensanta, no fuera a su lado. Lágrima indulgente nos ha prodigado, cuando reverentes te hemos venerado. Virgen matinal en tu Soledad, haces trepidar a la impiedad. Voy a tu Santuario muy de vez en cuando, ya que en el sudario veo el dolor amargo . En mi apostasía queda indulgente, su inmensa alegría de Dios providente.

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BELLEZA JEREZANA. Tres bellos botones regozantes despuntan al alba. Se oculta el ocaso por las altas montañas y el plácido cielo al cenit desplaza. Las torres del pueblo incitan a orar y la fe del creyente por doquiera se ve. Pinos y flores la senda prohíjan y blanden murallas que de azul se fijan. Jerez, tus mujeres lindas rosas, de ojos negros como diosas.

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BENDICIÓN DEL CIELO. En silente noche de suave viento, un niño alegre bendito del cielo. Una plegaria ardiente musita sereno, un reposado canto de amor fraterno. Una bella dama de mirada serena, le ama con dulzura y pasión plena. A su paso lo saluda con cálido beso, pensaran los profanos que no hay amor en ellos. El amor es el caro alimento, que cultivan los seres que se han amado en el cielo.

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REGALO CELESTE. En silente noche de suave viento, cuando las estrellas vehementes sonrĂ­en al cielo. Un niĂąo alegre con plegaria ardiente musita sereno. Un canto doliente de amor fraterno, que a los hombres deja sin voz, sin aliento. A todos saluda con cĂĄlido acento, el amor es el caro alimento que cultivan las almas que van de regreso.

87


SENDA. Cuando la sombra llegó a mi retina y mis ojos sin vida quedaron llegaste refulgente como luz divina. Quedé como náufrago a deriva, enmedio del fosco túnel sin salida, una luz oscilante susurraba: soy consuelo caminante, hallarás la senda que triunfante te llevé en luna llena o sol candente a la región diáfana y pura de la vida, do no habrá penumbra, ni dolor, ni muerte, solo alegría y riachuelos que pululen leche y árboles que empollen madréporas y caballitos de mar, donde a diario renacerás.

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BLASÓN. Erguida cual refulgente ceiba o imponente caña; un campesino te desposa enmedio del asfalto utópica ciudad, al celebrar el fausto acontecimiento, libó el vino propiciatorio a Baco, sonriente y gallardo como pendón de la patria rindió honores a su verde maizal.

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LEALTAD. Un mosquito ardiente de amor profano, se embriaga de amor ufano en los p茅talos de casto bot贸n y tomando en sus cabos el polen, march贸 fren茅tico a besar mil flores silvestres deseosas de amor.

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ABSURDO. Croas cuervo en sol de media noche, charleas cuervo con tal parlatanerĂ­a que la rana grazna, y el sol no alumbra al medio dĂ­a.

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VEHEMENCIA. Mi cuerpo era un ardiente atabal de hielo, y mi desalentado corazón un témpano sin consuelo. Mi sangre un volcán en caótica erupción, cada átomo de mi ser un universo en armónica conjunción. Trino como ave canora en la montaña y cruzo cual vigoroso río el Himalaya. Así voy por ¡inefable senda de brillante luz! camino del Olimpo hacia el ardiente tul. Árbol perenne de la vida eterna, luz perpetua y sempiterna.

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PALIO. El sol calcinante en lo alto del cielo hacia caer sus rayos de fuego sobre el árido suelo. El desierto expele agónico lamento, los ínclitos rayos de un mundo sediento se esparcen como solio por el universo y enmedio del podio una lagartija con grave gracejo. Exánime ora: ¿Qué me importa a mí el agua o el verdor del suelo, si mi gozo estriba en exponerme al cielo?

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MANZANARES. Como ávidas chuparrosas en cálido púlpito de jaral y barro, en la cumbre de frondosa rama, las aguas taciturnas del océano presurosas ocurren a refrescar las arterias de tu dilecta alma de sembrador.

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LANGUIDEZ. Tejiste como araña paciente telaraña, que a la mosca atrapa, melosa acude, se pega, se mueve, desesperada clama, exhausta exhala, ¿qué me llevó a la muerte? ¿el amor o la traición insana?

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VANIDAD. El robledal con enramadas que al suelo besan, cuando tu cuerpo sus ramas mesan, en esas noches que los cenzontles mil voces dan, cual concierto en su intimidad, allá a lo lejos el canto lúgubre, el paso efímero por la vida me hace pensar.

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ALTIVEZ. El amo montado en fino corcel, recorre ostentoso el bello dosel. Agita su mente infausto mensaje. el fin inminente amargo pasaje. A su erguida espalda palidece el esclavo, ya que el infortunio mudo le ha dejado. Al igual que su dueño ya no cabalgará en potro de nácar ni en cresta de ensueño. En ingrávidos cascos galopan por nubes, en rayos de luz cual fueran querubes. Tras rocas de azúcar, los héroes de aire a todos impulsan a amar con donaire. Dejad de soñar, ha sido la orden, que dejéis de amar ¡Respetad el orden! Dejad de vivir, dejad de sentir, ¡la vida omitir. ha sido la orden!

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INMACULADA. No te quiero manchada, te quiero pura y santa, como cuando te desposaba, sutil y bella hada. Te quiero pura y santa cual rosa inmaculada, virgen de altar, musa idolatrada. Flor de rosal, candor de siempreviva, alma de dogal, encanto de mi vida. Vuelve tus ojos al ser que te admira, enjuga mis llanto y perdona mi inquina. El espino doloroso clavado en tus pupilas hizo brotar tus lágrimas de rosa sin espinas. Perdona madre santa que hasta hoy venga a tus plantas, pero era tal mi pena y el nudo en la garganta. Que sólo en este día de tan inmensa calma, dejé mi cobardía para decir con ganas. Que soy el más humilde de a quienes tu derramas la más sublime gracia del cáliz que me inflama.

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¿QUE SERÍA SIN TI? ¿Qué sería sin ti estrella del Cielo. rocío matinal, madre del consuelo. alba virginal? ¿Qué sería sin ti madre del Salvador, madre del criminal, torrente desbastador, agua de manantial? ¿Qué seria sin ti flor del campo, ave del paraíso, efigie de encanto, oro macizo? ¿Qué sería sin ti puesta del sol, valle dorado, casa del fistol, pasión de enamorado? ¿Qué seria sin ti, ternura y gozo el sentimiento, el alborozo que por ti siento? ¿ Qué seria sin ti, rosa del viento forjadora de mis sentimientos? ¿Qué sería sin ti estrella del cielo llama de amor ave del consuelo? ¿Qué sería sin ti raudal inquieto, nívea flor de caudal eterno

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ROSA SIN ESPINAS. Busque el amor como el náufrago al navío; algún puerto ignoto acabó mi triste desvarío. En mar abierto sangrante y desfallecido, moría la tarde y la ilusión conmigo. Allá a lo lejos brillante faro unió gozoso tu corazón al mío.

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Artífice Para el tierno Eduardo Chávez Troncoso

Si al imprimir mis poemas un joven me mira absorto y me inquiere presuroso ¿Porqué escribe con emblemas pudiendo hacerlo sin embozo? Nada esconden mis palabras son pensamientos traslúcidos no buscan algo lustroso. Han quedado en mi esculpidas con fuego muy ardoroso. Y fluyen en estampida como galpones briosos.

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SI TUS MANOS EXPRESAN.

son rosario de cuentas, son regalo de madres en espera de su hijo.

Si tus manos expresan del amor desvarío, de la noche la entrega, de la vida el sentido, tocarán los arpegios en recónditos nidos.

Si tus manos expresan el amor contenido, la dulzura de un beso o el dolor infringido. Si tus manos expresan la ardua jornada, el heroico socorro en infeliz infortunio, la tormenta impetuosa sobre un buque perdido.

Si tus manos expresan el adiós del marino, la dulzura del ave, de la nube el hastío y la núbil espera sin que llegue el rocío.

Si tus manos expresan de la agónica noche, el amor desvarío, el amante inconforme por el beso tardío.

Si tus manos son lluvia, llanto, relicario o navío, vuélcales en ardiente faro del Nilo.

Si tus manos expresan la figura del niño, la pobreza perenne en la noche de frío, los amores perdidos en el lúgubre nido. Preciso es volcarles en brillo de sol, en la noche de hastío.

Si tus manos son viento, montañas en vilo, conviértelas en volátiles que van al infinito, con un suave rubor cual si fueras niño. Si tus manos rugosas el encanto han perdido,

102


RAUDAL. Nívea flor de cauda celeste desciendes perenne con amor indemne. Estrella del cielo, flor en lozanía. bajas cada día a darnos consuelo. El mar escarlata atrae tu mirada, cuando de plata la luna se baña. El sol impetuoso de celos y rabia, se vuelve medroso cuando nace el alba. Tu fiel corazón ha sido bajel de tu ascensión.

103


SOLEDAD. Cuando el sol mesa mi cara y tomo en aurea copa el fragante nĂŠctar de las frescas rosas, mis desdichas y tristezas se vuelcan en divinas cosas.

104


AGUA LUSTRAL. A mi niña preciosa Fernanda.

Mi niña preciosa regalo de Dios, balbuceaste elocuente gracias al Señor. Cual agua lustral que del cielo cae o luz matinal de volante ave. Llegaste al mundo sonriente y amable prodigando amor a tus queridos padres. Solecito ardiente, de casto pudor, inicias la vida haciendo oración. Botón candoroso de jardín florido, depárate el Señor el mejor destino.

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RIZOMA. Como rayito de luz que desciende en la mañana, iluminas nuestra vida con sonrisa inmaculada. Tu gesto angelical colmó nuestros corazones de alegría sin igual y de grandes bendiciones. Agradeciste al Señor La vida que a ti te daba, contagiándonos de amor, la dicha te embargaba. La fragancia de las flores y el fulgor de los mil soles llegaron en pos de ti acogiéndote en sus fulgores.

106


ESTIRPE. A mi nietecito Iván Emilio Hernández Argüelles.

Reluciente sol de refulgente aurora, lampo de luz que trascendiste ahora, llegaste en oportuna hora, cuando parecía pesada mi cruz, querido niño, Emilio o Jesús; tus pequeñas manitas, son fuerte aliciente que elevan con altivez mi testuz doliente.

107


PLEGARIA. A mi niña Laura Amelí Hernández Argüelles.

Agua diluvial, fulgor reluciente, médano diluvial de cielo esplendente. Rizoma fragante de erizada cruz, que lleva ferviente al hombro Jesús. Sangre penitente, bálsamo precioso, herencia celeste, vuélcanos de gozo. Suplicio inclemente trocaste triunfante la negra penumbra en aurora viviente. Aurora naciente de silente flama, con amor ardiente purifica mi alma.

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GÉNESIS. A mi nietecito Santiago Vejar Hernández.

Suspendida en su vuelo la gaviota, con su giro embelesa al ruiseñor y extasiado el niño mira; cuando con su cuerpo quiebra al cielo en cálido arrebol. El océano también tiñe de rojo, bajo la gran influencia que ejerce el astro rey que se baña en mar abierto, seduciendo a la célibe sirena, quien avergonzada y llena de pudor sumérjese al fondo del mar a darle vida a toda la creación.

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FLORILEGIO. A mi nietecito Nicolรกs Vejar Hernรกndez.

Agua lustral de la roca savia, Divino Manรก purifica mi alma. Solera candente de vida incesante, en sabana ardiente o nube clamante. Torrente solar o canto de ave, que vas por el mundo mitigando el hambre. Agua cristalina que del cielo cae, purifica mi alma para siempre amarte.

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EFLUVIO. A mi nietecito Robertito Correa Hernández.

Octubre tenía que ser el mes en que tu nacieras, montado en fino corcel recorres la pradera. Es tan grande tu fortuna que eldía en que viniste trajiste un rayo de sol y a todos nos acogiste. Hemos tenido la suerte de contar con tu cariño, es un amor ingente que raya en lo divino. Han sido sueños de amor los que a tu vida hilvanan, nunca pierdas el candor que de tu almita emana. Es por ello, que juegas con lo divino, porque Dios te dio la gracia de estar siempre con su niño y de vivir con prestancia. Avatares del destino que brotan en el torrente, han sido y siempre serán de tu vida la simiente.

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NUEVA VIDA. Transido de dolor camina un hombre al cementerio a depositar los despojos de su padre muerto. Le acompaña en el cortejo, ironía, un ejército de muertos. Un sin fin de recuerdos se agolpan en su mente. Los primeros pasos, el consejo oportuno, el regaño eficaz, la dulce súplica. La irreparable pérdida conoce, eso le duele, aquella luz, aquél consuelo. Renueva la eterna esperanza; con él entierra los nobles jirones de su propia alma.

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GRACIA PLENA. En recuerdo del Sr. Raúl Castañeda Dávila.

La aurora naciente en místico laúd, ora impaciente por tu plenitud. Un día como éste, lleno de gratitud, partiste a la eterna luz. Radiantes alabamos tu santa decisión, de que fueras a su lado en firme contrición. Damos gracias al cielo, y a ti padre amoroso, mándanos el consuelo y danos tu bendición

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SUBLIME ORACIÓN. In memoriam de la Sra. Juanita Gallegos Rojas.

En lo alto del cielo, una luz inefable se funde al unísono con tu alma amable; renace interminable cada vez que la aurora rehace el milagro que excita en todo el orbe. Mientras haya un renuevo del árbol y un destello de los astros en el cielo, en resonancia armónica con el universo, será una hermosa señal que nos indique que partiste al templo de la Gloria, donde fulge el sol como custodia, para cuidar los pasos de quienes amaste aquí en la tierra, con un amor tan grande que solo Dios lo multiplica pleno de amor y gracia infinita.

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IN MEMORIAM He visto renacer el alba, como renace venturosa el alma.

del ilustre pintor Mateo Gallegos Campos.

He visto caer al amigo como cae la sombra en la noche.

He visto recrear tu pincel en el lienzo impasible cuando danzan las horas en tropel; plasman la historia del Fresnillo que te vio nacer.

He visto renacer el alba, como renace venturosa el alma. He visto recrear tu pincel en el lienzo impasible cuando danzan las horas en tropel; plasman la historia del Fresnillo que te vio nacer.

He visto cintilar los luceros,

como tiritan los imperecederos recuerdos, que se quedan guardados en el cofre de anta単o, de Ibarra o de Proa単o. Tu bizarra fe permanece intacta en templos y casas santas, donde los colores danzan, cofrade de plata, barretero de cata, de percal vestiste al rico mineral en tus murales que te hacen inmortal.

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VIOLETA. Has partido en el ardiente amanecer del día, has renacido cuando tu vida apenas florecía. La noche en que te fuiste, era noche de estrellas, de las noches la más bella, en pétalos quedaron las estelas. La tierra perfumada, por el éter te despedía, avemaría del firmamento, guirnaldas y rosas llevas en romería. Violeta, eres aurora, alba lozanía, el calvario de tu cruz portas airosa, tu testa coronada de luz, premonición de Santa Teresa de Jesús. Tu comisura, angelical tersura de sino, sería la clave de tu glorioso destino.

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ALBOR. In Memoriam de Berta Delgado Hernรกndez.

En noche lรณbrega de luna tierna, alumbrando despierta a la oscuridad sempiterna. Una bella hada vestida de tul, รกgil desciende para conducirte por el cielo azul. Las almas Mixes en apostolado, alaban gozosas a Dios por llevarte a su lado.

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JONÁS. A José Luis Flores Azcona, mi amigo de siempre.

A tu alma de niño nada detenía, correr por el mundo con algarabía. Enseñaste que la lucha sin Jesús estaba perdida, protegiste al obrero y a la mujer desvalida. El trabajo y la esperanza fueron siempre tu alegría, amaste la democracia cuando nadie lo creía. Se han ido los años y con ellos los días y tu endeble figura crece día con día. Amigo sincero de los pocos que hay en la vida. Por ello, te recordaré mientras viva. Demiurgo del augusto templo, donde a diario seducías con sutil ejemplo a fortalecer el alma y también el cuerpo. Si tu vida resumiera en una sola palabra sin duda diría, fue una quimera. Si el llanto de dolor afloró en tu mejilla, fue el solio que el Señora tu vida obsequió

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HASTA SIEMPRE. el producto de tu sudor. A la memoria de mi amigo Ignacio de los Santos Crespo.

Un halo divino circunda tu rostro, cuando tu dolida madre le entrega abnegada al Señor.

Permíteme escribirte el epitafio que perdure por siempre.

Tu dulce sonrisa que siempre te acompañó, es la mejor prueba que el Buen Padre, en sus brazos te acogió.

Amigo sincero que abrazó con ardiente fervor las causas del pueblo; pero siempre y en primer término, a su madre, su verdadero amor. Forjado en un hogar que a diario impulsa un corazón bendito.

Cuatro cirios y unas rosas alegran tu funeral, son presagio que en el cielo ya debes descansar.

Insigne mentor, de niño obrero, le entregabas a tu madre con esmero

El albo velo sin prisa, cual sol de la mañana, esparce tus cenizas cual retoños de alba. Así vuelan las almas justas cuando ha llegado la calma.

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MI ETERNA MORADA. Con afecto y cariño para mi amigo José Luis Márquez Dávalos.

Ha pasado la caída de las hojas, el cielo se apresta generoso en sus brazos abiertos tu alma noble y buena; como premio al niño laborioso que brego sin cesar aquí en la tierra, para alcanzar el gozo de estar a tu lado ¡Señor, mi Dios piadoso! Tu sonrisa afable y cálida es el remanso del río o el canto del ave al despuntar el alba, mil flores se abren y en sonata acompañan tu alma diáfana. A lo lejos resuenan los ecos de una dulce cantata, si no te hubieras ido, Es un himno a la pasión que emana.

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ETERNA ESPERANZA. In Memoriam de Manuel Lira Torres.

Ha llegado el otoño y te vas con las hojas que arrasa consigo el viento. Cual savia renuevas el árbol, para que en primavera haya retoños nuevos. Truncaron tus alas en tu tierna infancia, pasaste a vida pagando tus penas y hoy vives en plenitud tu ansiada libertad. Tan sólo te duele dejar a tus hijos, ¡huye!, vuela! hacia el paraíso en tu nuevo despertar.

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FRESNILLERO. In Memoriam del Sr. Profr. José Mario Pavón Zúñiga.

Le enseñaste el lenguaje que agrada al Señor.

Músico ilustre, recio minero, alegre trovador bullanguero.

No olvidaste el amor del campanero, quien al tañer de las campanas evoca su dolor.

Nos diste el son, que sale del corazón, alma del fresnillero.

Mujer Fresnillense, mujer Jerezana, madre omnipresente te alaba la creación.

Las dulces voces de los niños elevan cantos en tu honor.

Las violas y las guitarras tristes están, ¿quién las volverá a tocar? Réquiem, doblan las campanas, los coros llaman a duelo, enmedio de los cantores, Pavón vive en el cielo.

"Chogüí , Chogüí" es la voz del redentor, la Pastora Catarina es la Madre del Señor. Como ave canora, tal vez ruiseñor, una niña de pueblo rindió culto a Dios.

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RENACER. A BIas Hernández Cuellar.

Pasaste la vida buscando la luz, había recaídas cargando la cruz, a cada tropiezo aparecía en el cielo un nuevo lucero que alumbra el firmamento entero.

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ORACIÓN POR UN AMIGO. Al Dr. Vicente Maldonado Santacruz.

Como duele el paso del amigo que va en pos de la tierra prometida. Como duele el adiós imperturbable, aquel adiós de triste despedida. La jovial franqueza en tu relato será el presente para toda la vida. Que vuelen las palomas a encontrarte y el son de mil campanas en tu duelo redoblen quejumbrosas, sin consuelo, porque partes al viaje sin regreso piloteando la nave a otro puerto en do no habrá ocaso, solo gozo cerca de Dios, allá en el cielo.

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LULA. Amó absurdamente la floración de su vida, anhelada ambrosía del jardín semilla. Poemas excelsos que tu escoba deja en un mundo frágil solo de poetas. ¿Será pesada tu cruz que a diario recoges o páramo de luz de radiantes soles?

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VOLVER A JESÚS. Camina el cortejo en torno a la luz, negando la muerte llegan a Jesús. A falta de lluvia lágrimas fervientes fecundan el suelo ardiente. Mil notas al viento acompañan al féretro, mientras los dolientes lloran sin consuelo. Los muertos caminan maltrechos y los otros muertos los miran perplejos. Así son los duelos, llenos de lamentos, “que tristes y solos se quedan los muertos” “Gustavo Adolfo Bécquer"

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José Hipólito Hernández Solís 1948 -

Nació ciudad

“Participación Ciudadana en la Vida Municipal", "El Caso, 23 de Julio de 1985”, “La Cultura Huichol” y “Orígenes del Sindicalismo en Fresnillo”. colaborador de periódicos y revistas regionales; pensionado de la U.A.Z. Afiliado al Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa y Trabajadores de Actividades Similares y Conexas, Sección 48. Simpatizante del Partido Comunista Mexicano “PCM”; participó en la campaña de Valentín Campa a la Presidencia de la República para obtener el registro condicionado al 1.5 de los sufragios. Candidato a diputado federal por el II Distrito, obteniendo el 8% de los votos. Magistrado del Tribunal Electoral del Estado (1998-2002). Editor y Director de la revista “Lex Regia”, Historia Cultura y Sociedad; con cien números, quedando una colección en el Baúl de los Recuerdos, que se abrirá en Septiembre del 2054. Docente, Poeta, Escritor y Autor. Cofundador de la Colonia Emiliano Zapata, de Fresnillo, ZAc, a lado de J. Encarnación Castro García ”Chon Castro” y Emilio Alcala, del Partido Comunista Mexicano. Presidente del Colegio de Abogados "José González Echeverría" . Visitó con sus alumnos en dos ocasiones "Las Islas Marías", para conocer el sistema penitenciario en semi cautiverio; San Juan de Ulúa, y cárceles distritales. Participó en dos Foros para la Historia de Huejucar, Jal. Responsable de la preparatoria No. III de la U.A.Z.; pavimentó el acceso a la institución desde la carretera panamericana a la escuela; creo el primer centro de computo del plantel y reforestó y creó los prados del plantel . jhipolitohs@live.com.mx

en

la de Fresnillo Zacatecas, en 1948. Hijo de los señores Juan Hernández Castruita (Arpista y veterano de la Revolución de 1910-17, en la que obtuvo el grado de Tte. Co. cuyo nombre fue Juan Hilario del Río Hernández; jefe de las comisiones; Subjefe de la Policía Judicial ganadera; primer secretario general del sindicato de filarmónicos, sección 39” Alfonso Esparza Oteo” . Amigo del maestro Julián Carrillo, descubridor del sonido 13) y Ma. Clara Solís Moreno. Menor de cinco hermanos: Lola, Rafa, Gela, y Serafín. Contrajo matrimonio con la señorita Angélica Castañeda Sánchez, con quien procreo cuatro hijos: Eymi Yereni, Alejandro Iván , Vania Malinalli e Ixciuh Yamilka. Estudió la primaria en la Escuela General González Ortega de la “Compañía”. Egresado de la Escuela Secundaria y Preparatoria Federal por Cooperación “Lic. Benito Juárez”. Ex alumno de la facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas, U.A.Z “Francisco García Salinas”.; Presidente del tribunal Universitario Escuela Presidente del Círculo Universitario Fresnillense. Luchó junto con Roberto Guirette para la integración de la Preparatoria de la Unidad de Segunda Enseñanza “Lic. Benito Juárez” “USEBJ” a la U.A.Z. Y logró la construcción del nuevo edificio de la Preparatoria No.3 de la misma institución, abogado postulante; posgraduado en la misma institución, con maestría en Desarrollo Regional con Enfoque al Municipio; Diplomado en Ciencias Sociales; Miembro de Número de “AFEHYAC”. (Asociación Fresnillense de Estudios Históricos y Actividades Culturales A.C.) . Ha participado en siete foros con ponencias, el ultimo organizado por él. Tales como: “La Justicia en su Aplicación Regional” , “Orígenes del Sindicalismo y Conformación de la Burocracia Obrera en Fresnillo,” La Sociedad Huichol”, “Centro Recreativo y Literario” y “Cincuentenario” de la Escuela Secundaria General”. “Lic. Benito Juárez”.

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