Bajo el susurro del “Destino Manifiesto” Por Carlos Betancourt Cid INEHRM -Primera parteLa guerra es la manera que tiene Dios de enseñarles geografía a los norteamericanos. ¿Ambrose G. Bierce? o ¿Mark Twain? En el corrillo de los adagios célebres, muchos de dudoso origen como el del epígrafe que abre este artículo, se ha difundido la suposición de que Porfirio Díaz Mori acuñó la siguiente frase: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”. Y aunque es complicado asegurar que él efectivamente pronunció estas palabras, no le sobraría razón para generar ese sentimiento de compasión que se desprende del aforismo tantas veces repetido.
suspicacias en torno a lo acontecido entre dos pueblos que comparten frontera e historia. Fue en 1909 cuando el propio Díaz se reunió en la línea limítrofe común con su par norteamericano en turno, William H. Taft. Más allá de la parafernalia que rodeó a este encuentro, poco sabemos sobre lo que platicaron. Hubo una reunión con carácter privado. Se ha especulado que don Porfirio actuó intransigente ante las exigencias del poderoso mandatario. Se conjetura también que este desencuentro fue el
umbral del declive porfirista. Lo comprobable es que al año siguiente se liberó una marejada de insatisfacción que derrumbó al que parecía inamovible. Otra sutileza hipotética en este devenir mutuo ha sido si Francisco I. Madero, propulsor del movimiento revolucionario detonado por el famoso Plan de San Luis, recibió apoyo económico foráneo para lograr su cometido. Incluso una investigación de esos tiempos, emprendida en Estados Unidos y que es conocida por ostentar el apellido de su principal F. L. Clake, Francisco I. Madero, ca. 1911. Imagen tomada del libro: México: Un siglo de imágenes, 1900-2000, México, Archivo General de la Nación, 1999, p. 62.
promotor, el senador Albert B. Fall, indagó sobre la relación de la familia del coahuilense con la acaudalada Standard Oil Co., para profundizar sobre la injerencia que habría tenido esta empresa petrolera en el movimiento armado que trastocó el régimen de gobierno en México a partir de 1911.
Es indisoluble el destino común por nuestra proximidad territorial. Juntos hemos vivido y, si algo extraordinario no sucede, así lo seguiremos haciendo. No obstante, paradójicamente, el sino que nos entrelaza está anegado en una avalancha de rumores y murmullos, de verdades a medias, que diversos historiadores y estudiosos han buscado desentrañar, pero que se refugia a la sombra de la incertidumbre, generando
historia
Empero, el análisis concienzudo a este tipo de fuentes no ha podido afirmar nada concreto. Después de la histórica entrevista, posan para los fotógrafos de la prensa, en la Aduana de Ciudad Juárez, los presidentes de México, general Porfirio Díaz, y de Estados Unidos, Mr. William Taft, quienes se ven acompañados de sus ayudantes, el capitán Butt y el teniente coronel Pablo Escandón, 16 de octubre de 1909. Imagen tomada del libro: Gustavo Casasola, Historia gráfica de la Revolución Mexicana, tomo 1, México, Editorial Trillas, 1973, p. 140.
Continúa...