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¡Amo lAS PAlAbrAS!

Por

Lucila González

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de Chaves Maestra del idioma, periodista y escritora lugore55@gmail.com Blog: lucilagonzalezdechaves.blogspot.com

(Ramón m. del Valle-Inclán) sentimos, nos conocemos y nos amamos! yo Amo lA PAlAbrA orAl – “alada” - porque con ella he logrado comprender y disfrutar el amor.

Con la palabra “alada” he podido disipar mis cuitas de muertes, de olvidos, de soledades y silencios.

Ella me ha acompañado en mis éxitos, y es ella la hacedora de los caminos que he transitado en busca del afecto, del amor, de la amistad, de la fraternidad, del saber, del bien enseñar, de la serenidad interior al ir envejeciendo apaciblemente.

Amo lA PAlAbrA orAl porque me llevó hasta el corazón y el cerebro de mis alumnos de todos los tiempos, y con ellos pude compartir la alegría de buscar, de encontrar, de saber; ella nos recordó siempre el compromiso de vivir con dignidad y de aprender con orden, sencillez y humildad.

Fue la palabra “alada” la que me llevó a enamorarme de manera comprometida a formar un hogar, y fue ella el refugio de dos seres: él, artista y tenor lírico, solista operático y maestro de la música barroca; yo, maestra del idioma y de los valores literarios creados por la palabra.

Amo la palabra oral, porque fue ella la que nos ayudó a tejer la convivencia familiar y la tolerancia para admitir y respetar las diferencias. Nuestros hijos encontraron la manera de llegar hasta sus padres para expresar sus deseos, amores e incomodidades al empezar a descubrir y a pronunciar las palabras.

Es la palabra “alada” nuestro recurso comunicativo; el apacible refugio cuando compartimos con los seres amados en agradables encuentros, o cuando la escribimos para destejer, un poco, la apretada y dolorosa urdimbre de nuestro interior, a veces, fuerte, a veces derrotado, en tantos momentos esperanzado…

La palabra “alada” es en el diálogo, el impostergable y comprometido examen de situaciones enmarañadas para ir abriendo el camino de la solución.

En la familia, la palabra sonora, con sus inflexiones tonales, pone de manifiesto sentimientos muy escondidos, propicia benéficos acercamientos, confesiones, rectificación, perdón y recomienzo sincero.

¡cómo no AmAr, EntoncES, lA PAlAbrA orAl!

Palabras del 23 de abril, Día del Idioma.

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