Fuerza Estudiantil N° 5

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burgueses financien la educación del Pueblo, no otra cosa, ése es el lema de lucha, educación para el Pueblo con el capital de burgueses. Se debe atacar al Estado con todas nuestras fuerzas, como nuestro principal enemigo empresarial, no buscar papeles subsidiarios de parte de este. Es el Estado quien ha permitido la mercantilización de la educación y ha sido éste quien ha empuñado las armas en contra de los trabajadores de la ciudad y el campo, estudiantes, pobladores y pueblos originarios. Es así como proponemos, los primeros pasos de una lucha revolucionaria en la Educación. En cuanto a la autonomía proponemos que en primer término sea de carácter reivindicativa, consiguiendo logros en la autonomía territorial de las universidades chilenas. Pero ésta no debe ir en una dirección de aislamiento de la sociedad y de los trabajadores, sino que debe ser una estrategia de no intervención del Estado y de sus aparatos represivos en la educación de nuestro país. La autonomía académica va de la mano con la democratización, en cuanto sea mayor la participación de todos los estamentos en las decisiones, mayor será el consenso e independencia de éstos a intereses particulares. Ya en una “segunda fase de lucha” la conciencia política debe ser mayor, a través de una superior politización de los sujetos; se debe trabajar con los docentes y no docentes transformando su actual caracterización, y mostrando su identidad y carácter de trabajadores de la educación, trabajadores iguales. Ésto se logrará por medio de una convivencia de lucha permanente entre estudiantes y trabajadores, a éso se debe apostar, a la unidad de la clase trabajadora en la universidad, si se logra este punto, se dará el primer salto al Cogobierno entre trabajadores y estudiantes. La participación en la federación, centros de alumnos y demás instancias de representación estudiantil, deben tener como principal característica el ser meros instrumentos para la consecución de lo mencionado y no deben constituir un fin en si mismos, impidiendo de esta manera la burocratización de estos espacios y la

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manipulación de los estudiantes con fines incompatibles con sus intereses. En esta fase debe producirse y se debe trabajar en generar una apertura cada vez mayor de la universidad a los demás sectores sociales. Se debe invitar a los trabajadores de cualquier ámbito de la producción a participar, la lucha en la educación debe ser hacia fuera y hacia adentro a la vez. En materia de financiamiento, entendemos que mas allá del arancel diferenciado, en este sistema capitalista, ninguna propuesta beneficia a la clase. En la gratuidad, el Estado financiaría la educación de nuestro país, país en que las diferencias de clase son tan abismantes, que sólo lograríamos generar que los pobres, a través del pago de impuestos en el Estado, financiemos la educación burguesa. Sólo cuando no existan diferencias de clase, podremos gozar de la gratuidad. Debemos comprender que la gratuidad de la educación es una bandera errada. La autonomía, por su parte, debe permitir luchar contra el clientelismo en que nuestros compañeros han caído en la universidad y en especial contra la especialización del conocimiento. La autonomía de cátedras y la libertad para tomar éstas, deben ir en la senda de preparar seres integrales alejados de los valores capitalistas neoliberales o de cualquier capitalismo. La participación del estudiantado actualmente debe ser una lucha politizadora en la cual la clase comprenda que una lucha reformista no es más que una perfección del sistema capitalista y que solo una lucha revolucionaria podrá generar una educación verdaderamente popular. El estudiante con conciencia de clase no debe luchar por la estatización de la educación, debe entender que el Estado es la organización, la estructura que representa a la clase dominante y al capital. La lucha puede y debe ser de clase, debemos tener identidad, podemos luchar con ella, debemos luchar contra la burguesía que nos oprime y contra el Estado que la representa. El revolucionario no necesita esconderse tras el Estado burgués para lograr la Educación Popular.

ÓRGANO DE DIFUSIÓN DE LA FUERZA UNIVERSITARIA REBELDE

BOLETÍN N° 5

AGOSTO-SEPTIEMBRE 2007

UNIVERSIDAD PARA

EL PUEBLO (Aportes para la construcción del programa estudiantil)

La Educación a través de la Historia y en el Chile actual

Financiamiento Reforma universitaria

Nuestra propuesta

Trabajadores de la ciudad y el campo, pobladores, estudiantes. . .

¡Uníos!


Editorial E

ntendiendo que la educación es una h e r r a m i e n t a d e reproducción social, de las condiciones básicas de los sistemas económicosociales que la administran, diríamos que al ser la Historia múltiple y dinámica la educación se adapta a ella, pero siempre busca mantener las características fundamentales de las sociedades a las que pertenece. Sin embargo, esta educación no tiene vida propia, sino que como se dijo anteriormente es una herramienta, un mecanismo de control utilizado por las clases dominantes en los diferentes períodos históricos para conservar su hegemonía. Así, encontramos que dentro del capitalismo la educación es usada por la burguesía para reproducir las contradicciones sociales que encierra dicho modelo, confundiendo y ocultando los conflictos que sostiene con la clase trabajadora como forma de evitar que la lucha de clases -su contradicción principalse haga explícita y devenga en una confrontación revolucionaria. Con motivo de colaborar a la comprensión de los sistemas educativos (particularmente el chileno), y generar el debate acerca del rumbo político a tomar por el movimiento estudiantil en contra de la educación de mercado, y advirtiendo que existe, en especial, una incertidumbre respecto de la perspectiva programática a contemplar, es que nuestra organización propone en este número su visión sobre los temas antedichos, esperando con ello

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aportar al avance del movimiento popular en su expresión estudiantil. Dentro de la lógica anterior, nos gustaría plantear en primer término, a raíz de la experiencia vivida este año con la asamblea de estudiantes movilizados, algunas consideraciones que creemos son indispensables a estimar, y que claramente pueden hacerse extensivas a otras experiencias de lucha popular. En el desarrollo de la historia, vemos como todo movimiento político se origina para alcanzar algún objetivo, y también, en consideración a estos objetivos, se dota de cierta planificación, de algún derrotero político a seguir (programa). En cuanto a las partes que personifican los conflictos, hay que distinguir; por un lado, quién es el enemigo, contra quien se van a descargar las potenciales fuerzas políticas a construir, y por otro, que se debe saber medir la capacidad política del movimiento generado. A continuación, un desarrollo una poco más profundo de los elementos referidos en el párrafo anterior: 1º Los objetivos. Al comenzar a discurrir acerca de los objetivos, es menester primero que todo distinguir entre lo que podríamos llamar objetivos políticos y objetivos sociales. Un objetivo político es el que reviste una serie de consideraciones globales que buscan cambios no sectoriales, sino históricos (ejemplo claro de ello, la lucha por la constitución del

Movimiento Popular), el objetivo político intenta transformar la realidad social, en su generalidad. En cambio, los objetivos sociales buscan mejorar condiciones parciales de existencia de los individuos y en ellos no necesariamente van incorporados contenidos políticos. Lo que identifica a estos objetivos, es que responden a necesidades específicas de determinado sector social y al no ser enfrentados (por los movimientos sociales) con la claridad necesaria en cuanto a los componentes políticos de sus demandas, caen en reformismos y corto-placismos insuficientes, relegando, por añadidura, la posibilidad de unión con otros sectores del Pueblo. Hasta aquí, podemos deducir que las demandas sociales levantadas por el Pueblo, deben formularse en coherencia con objetivos políticos, de carácter general, para garantizar de esta forma grados mayores de conciencia política, que signifiquen triunfos para la clase, no sólo para los distintos mundos del Pueblo, de manera gremial. Sólo es válida la reforma como medio de acumular fuerzas en el Movimiento Popular, a fin de lograr transformaciones históricas revolucionarias. En el caso del mundo estudiantil, los objetivos sociales, dependiendo de su amplitud, van desde pedir arancel diferenciado, pasando por demandas de congelamiento de aranceles en una universidad “x”, hasta exigir el mejoramiento en infraestructura para estudiantes de una carrera en particular. Lo importante es desnudar los componentes generales (políticos) que esconden nuestras problemáticas y hacerlas medulares en nuestro discurso; sólo así podremos crear vínculos con otros sectores del Pueblo, ya que estas características generales son también las que afectan a los pobladores y a los trabajadores del campo y la ciudad. Si pretendemos unirnos con las otras fracciones del Pueblo sin politizar nuestro propio movimiento, estaremos cayendo en una incoherencia que nos llevará irremediablemente a la derrota. 2º El programa. Es la explicitación de los objetivos, una especie de itinerario

elemental o carta de navegación en la que se hacen ciertos diagnósticos claves al momento de enfrentar la lucha políticosocial. Como en el ítem anterior se identificaron objetivos políticos y objetivos sociales, el “programa” al estar en conformidad a los objetivos, adquiere igualmente esta clasificación. Por una parte, estaría el programa político, el programa de la Revolución, respecto del cual, debido a nuestra incapacidad para tratarlo y a lo poco pertinente de ser desarrollado en este boletín, nos conformamos con mencionarlo. Por otra parte, estaría el programa social, programa que sería diferente dentro de cada segmento de la sociedad, dada la diversidad de objetivos específicos en el entramado social. Como se comentó precedentemente, la intención de este número de fuerza estudiantil es aportar en los sucesivos artículos a darle forma a este programa, el que para nosotros debe alejarse de ser simplemente un programa estudiantil social y configurarse en realidad como un programa político-social, cuyas cualidades sectoriales estén en plena correspondencia y cohesión con nuestras necesidades políticas históricas como clase explotada y seres humanos. 3º La contraparte. No nos sirve, en lo absoluto, construir movimiento estudiantil o popular por construirlo, sin darle una orientación política que justifique su existencia. La probabilidad de conformar una fuerza política efectiva en la práctica, debe identificar la necesidad de encauzar su potencialidad contra una contraparte. Tampoco se debe pensar que los objetivos sociales son irrelevantes, un movimiento político requiere nutrirse de pequeños triunfos para así ir adquiriendo credibilidad y permanencia, de esta manera podrá por una parte masificarse y por otra, existir por el tiempo suficiente como para politizarse de manera progresiva con alguna perspectiva de éxito. La discusión de cuan válidas sean las formas legales o ilegales de enfrentar un desafío político-social, deberían estar resueltas por cuan capaces sean de

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prestar utilidad a la lógica del programa político-social que las contiene y que por lo tanto contiene a tal o cual movimiento. No obtenemos nada con evadir conductos formales -al afrontar una lucha política- por el simple hecho de ser formales, argumentando que al hacerlo estaríamos “vendiéndonos”; si los conflictos están en estas instancias es allí donde debemos combatirlos, si huimos de los núcleos de conflicto (de nuestra respectiva contraparte) estaremos dando vueltas en círculos, encarnando una lucha estéril y permitiendo que nuestras fuerzas sean absorbidas por quienes estén dispuestos a hacerlo, llevándose el crédito de conseguir demandas sociales por las que no lucharon y desvirtuando las auténticas intenciones del movimiento responsable en realidad de dichos procesos. En este sentido, podemos diagnosticar que la posibilidad de triunfo que ostenten nuestros objetivos políticosociales van a depender de si reconocemos o no los espacios donde disputar el poder. 4º La comprensión de la fuerza propia. Esto es, aprender a medir las fuerzas y la capacidad de presión que tenga una colectividad popular en lucha. En este sentido, nos permitimos distinguir entre lo que podría calificarse como lo moralmente correcto y lo tácticamente correcto. Lo moralmente

correcto, estaría definido por la coherencia que tenga la práctica de alguna iniciativa movilizadora con el significado crítico que la identifique cualitativamente; lo tácticamente correcto, corresponde a cuan efectiva sea determinada práctica en cuanto a los objetivos que se proponga un movimiento, y es en este aspecto en que cobra vital importancia la medición de la capacidad política, ya que es tremendamente contraproducente plantearse formas de movilización que superen la fuerza política que tenga una colectividad estudiantil o del Pueblo. La radicalidad en la práctica (no ideológica), debe emplearse fundamentalmente de acuerdo a la capacidad política y también a los objetivos de determinado movimiento. Por último, y para darle sentido al programa, es necesaria la práctica que llevemos a cabo en cada uno de nuestros espacios. Sin ella, todo programa, por muy bien elaborado que sea, será sólo letra muerta. Por tanto, dotados de programa y práctica, (organización y conciencia) aseguraremos triunfos en la construcción del movimiento estudiantil. De lo anterior, nos queda claro que, en el marco de la experiencia de los estudiantes movilizados, "una cosa es ser radical, y otra diferente es ser simplemente exaltado".

Reconocer el uso de la Educación a través de la Historia “Nosotros no pretendemos que la escuela se adopte a este sistema, sino que deje de ser.”

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Fuerza Estudiantil Boletín N° 5 Agosto-Septiembre 2007 Fuerzauniversitariarebelde@gmail.com

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l uso de la educación a través del tiempo, ha servido para traspasar la cultura y mantener los conocimientos necesarios para que las distintas sociedades se reproduzcan y perduren en la historia. Luego, con la división de la sociedad en clases, la educación también sirvió para acrecentar la división del trabajo y la especialización, donde sólo algunos podían optar por la educación formal, dando paso a una separación más acentuada entre el trabajo intelectual y el trabajo material, siendo antiguamente inseparables, estos ahora se contraponen llegando a ser opuestos.

En los tiempos de Roma y otras culturas coetáneas, a la educación formal, solo accedían las elites gobernantes y sus semejantes, perpetuando la forma de dominación política, ya que la administración suponía cierto conocimiento previo que sólo podía ser adquirido por la educación. Más tarde, en la época feudal, la educación pasó a ser el foco de la cultura donde ésta presentaba rasgos marcadamente religiosos, ya que los centros más grandes de educación como las “universidades” o bibliotecas, fueron manejadas por monjes en los monasterios, estancando, parcializando y reservando el conocimiento a cierto grupo de la sociedad, reduciendo la enseñanza a los parámetros religiosos. Ya con la creación de centros especializados de promoción de la educación, la burguesía, en el marco del Renacimiento, centra sus esfuerzos en las

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formas de producción inmaterial o intelectual a raíz del estudio formal, y genera pequeños focos de crecimiento como en Italia y otros lugares de Europa, donde se prepara la nueva forma de dominación por parte de la burguesía aprovechando el uso de la educación como forma de reproducir sus formas de conocimiento y su modo de producción. En esta época, todavía es muy cerrado el círculo de las clases que pueden participar de la educación, y en especial, de la universidad. Con posterioridad a las revoluciones burguesas, el control de los centros de estudio por parte de ésta, sirvió (y sirve) para poder continuar con la dominación. Al ser los burgueses los que “generaban” el conocimiento, fueron ellos los que le dieron el sentido y su valoración a las formas de educar que experimentamos hoy en día. Actualmente se puede ver que las “escuelas” reflejan la estructura desigual que existe en la sociedad: Los planes de estudio en la enseñanza de las actitudes y las competencias, que son necesarias en los lugares de trabajo y su estructura autoritaria, corresponden también a una reproducción de la jerarquía burocrática del lugar del trabajo. En conclusión, podemos observar que en los principios cuando el humano comienza a relacionarse y a organizarse de una diferente manera, el uso de la educación servía como traspaso del conocimiento. Pero luego con la división de clases, la educación no sólo sirvió para eso, sino que también como una forma de dominación cultural y política, que al pasar de los años también reproduce las contradicciones de clases, dándole un sentido más elaborado en la creación de obreros y obreras en general.

donde ambas clases toman parte de ésta, aunque sólo la clase dominante, es decir la que está en el poder, se sirve de ella como medio idóneo para el traspaso de su cultura, es decir su hegemonía, y en donde se pueden generar trabajadores calificados o menos calificados dependiendo hasta qué punto se llegó en la educación formal. Podemos señalar por ejemplo, que al diferenciarse y distanciarse hasta tal punto el trabajo inmaterial con el material, las personas que logran educarse pueden recibir un sueldo un poco más alto ya que “invirtieron” en ellos mismos, aunque sin tener la certeza de si se va a trabajar en lo que se estudió, o si ese sueldo sea congruente con el trabajo realizado. Las diferentes corrientes educacionales que resguardan las formas actuales de educación, son las siguientes: -Funcionalismo, considera la educación como un medio que contribuye al estado de equilibrio que debe haber en las sociedades democráticas, es decir la integración social. -Capital humano, corriente economicista que se ocupan de la pertinencia de la educación como inversión. Es una concepción de crecimiento económico conocida como “desarrollista”. -Empirismo metodológico, respalda la actual educación ya que ella “facilita” supuestamente la movilidad social.

con menos ventajas que sus antagonistas, por su situación socio-económica, dejando muy en claro que si ellos logran escalar socialmente, lo harán individualmente, dejando a sus “amigos pobres” abajo y lo harán con el fin de administrar las mismas empresas de los burgueses. (Siendo este último caso muy excepcional) 2.- Reproducción de las contradicciones de las clases, ya que la educación no se genera por ambas clases en su conjunto, sino que se articula y se genera por la clase explotadora para la dominación de los explotados. Es decir, encontramos las mismas contradicciones de la sociedad en su conjunto, y dentro de ésta, se aparece la educación que no escapa, por lo tanto, al ámbito totalizador que sería el capitalismo. 3.- Promover, divulgar y mantener su ideología y su cultura, la hegemonía burguesa. Este último punto, es un factor muy importante, ya que la hegemonía es la ideología y cultura que una clase logra introducir y generalizar en la otra, donde se incluyen relaciones de poder, influencia y jerarquía. Es acá donde se entregan los valores, conciencia, una concepción del

mundo y una filosofía de comprensión de la vida, que la organización burguesa de la educación entrega a ambas clases. Se genera una conciencia pasiva de aceptación del mundo donde se realzan logros individuales, la competitividad, y otros valores típicos del capitalismo. Si bien la educación es una sola, ella misma tiende a adecuarse en las formas de entregarse a cada clase. Por último, en esta sociedad capitalista, en donde todo se vende y se compra, donde no importa el otro sino que cuánto tiene, la educación no sólo sirve para mantener la dominación social y hegemónica, y la creación de trabajadores, sino que también sirve para poder lucrarse al mismo tiempo, ya que como todo en este sistema, se convierte en mercancía, la educación al no ser algo aislado igual entra en el juego “del debe y del haber”, en donde nosotros somos consumidores de un producto viciado, y llenamos el bolsillo de este sistema explotador. Por eso, hacemos el llamado a cambiar no sólo la educación, que por cierto hay que hacerlo, sino que también el sistema que la mantiene, para que de verdad la educación provenga y esté al servicio del pueblo trabajador, y no en contra ni sobre él.

Estas 3 formas de comprender la educación son el resguardo intelectual que el capitalismo le da a la educación formal. En un análisis concreto, se pueden apreciar, además, 3 aristas importantes en el tema educacional en el capitalismo.

1.- Formar obreros y obreras con menor o mayor calificación, dependiendo su nivel académico, en donde, por las mismas contradicciones de clases, la clase dominante entra mejor preparada a este Educación en el capitalismo y para nivel y prepara profesionales (en su gran mayoría) listos para seguir con la qué sirve en su modo de producción administración de los medios de producción de su clase. En cambio, la otra En el capitalismo, la educación clase que es explotada, el proletariado, toma ribetes más amplios. Por lo general, entra en este marco de educación formal

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La Educación chilena en los últimos 34 años La Educación bajo dictadura militar

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on la contrarrevolución que se inicia el 11 de septiembre de 1973, el capitalismo en Chile muta a una nueva fase, la neoliberal, esto como resultado de la influencia que logran los llamados “Chicago Boys” en la conducción de la economía del país. Nuestro país se convierte en un conejillo de indias del imperialismo yanqui, que apoyado por el bloque en el poder, implementa una serie de reformas, siendo la más importante, el cambio de un Estado Keynesiano a uno subsidiario, típico de esta nueva fase del capital. El Estado “benefactor”(1), que tendía a la sustitución de importaciones y a la industrialización del país (por muy débil que fuese), fue cambiado por un Estado subsidiario, abierto económicamente al exterior, y por tanto, sujeto a los vaivenes del mercado mundial. La idea era que el rol que tuvo el Estado desde la década de 1930 a la de 1970 fuese ahora del empresariado. Todas estas modificaciones necesitaban de sustento legal, para ello se dictan numerosos decretos leyes, que terminan con la consagración del nuevo modelo en la Constitución de 1980. Sin embargo, la instauración de

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este modelo no fue fácil, gracias a la resistencia del Pueblo chileno, que luego de haber logrado grandes avances como movimiento popular luchando por el socialismo (algunos por vía reformista y otros por la revolucionaria), se encontraban después del 73' bajo la dictadura fascista de Pinochet y Cía. No obstante aquello, la dictadura logra imponerse a fuego y sangre sobre el Pueblo, mediante una fuerte represión. Paralelamente a ello, empieza a realizar las modificaciones para apagar toda luz popular, “ablandando el camino” para el cambio de modelo. La educación no es la excepción a estos cambios. Luego de haber logrado grandes avances, los que se reflejaban por Ej. En la Reforma Universitaria de 1968 a 1973, y haber recibido grandes recursos por parte del gobierno de la Unidad Popular; el bloque en el poder desde el 73' en adelante, ve ésto como una amenaza; los estudiantes estaban pensando, y buscaban una educación que formara sujetos críticos y constructivos (por lo menos los estudiantes de izquierda) y además, este sistema educativo era contradictorio al nuevo modelo neoliberal. Es así, que en un primera etapa, el régimen militar ordena una “limpieza del sector” bajo los preceptos de “apoliticidad” y “seguridad nacional”, dictando varios

decretos, entre los cuales encontramos el Nº 1892 (21-11-73) destinado a eliminar la ideología marxista, lo que se tradujo en la persecución, tortura y muerte de miles de chilenos, entre ellos estudiantes y profesores. En este contexto, la dictadura fue perfilando las características de un sistema educativo que fuese coherente con sus fines nacionalistas castrenses y libre mercadistas. Es decir, utiliza la educación como un medio de dominación, en los que la burguesía, en conjunto con los militares, impone sus intereses. En este sentido; en la Nueva Directiva de la Educación (5 de Marzo, 1979), basada en la Declaración de Principios y en los Objetivos Nacionales del régimen (11 de Marzo de 1974), se señala que la Educación Básica capacitará para ser buenos trabajadores, buenos ciudadanos y buenos patriotas; la Educación Media, y especialmente la Superior, constituyen una situación de excepción, por lo cual deben pagarse sus estudios o devolverse a la comunidad nacional, aumentando con ello la correspondiente selectividad socioeconómica. De 1979 a 1981, se logra consolidar el nuevo sistema educativo, desligándose el Estado de ciertas tareas, creando cuerpos intermedios como los Institutos Profesionales, o dando la libertad al empresariado para lucrar con la educación, dando “chipe libre” a la proliferación de Universidades privadas. En relación al financiamiento de la educación superior, se disminuye notablemente el aporte fiscal, dando lugar al Autofinanciamiento (DFL N° 4 de 1981), que hoy en día tiene a las Universidades endeudadas, subiéndonos los aranceles todos los años, abriendo nuevas carreras sin siquiera tener la infraestructura para ello, etc. Jurídicamente la consagración total se logra con la dictación de la Constitución de 1980, la que expresamente recoge la ideología y criterios político educacionales de la dictadura, postulando una educación individualista, competitiva, elitista, y una supuesta libertad de enseñanza en el marco del libre mercado, con una fuerte restricción de ideas. No es que antes la

educación no fuese elitista, pero el acceso a ella era mucho más fácil. El nuevo Estado, además de tener un carácter subsidiario, también es descentralizador. En el plano educacional, esto se refleja en el proceso de municipalización de la educación, trayendo consigo las nefastas consecuencias que hoy son palpables en los liceos chilenos. En esta etapa de consolidación, la educación pasa definitivamente desde una regulación Estatal a una libre mercadista, es decir a tono con el nuevo modelo. Otra etapa que se puede distinguir, es la que va desde 1982 a 1990, la que está marcada por fuertes protestas populares en contra del régimen. Se consolida la municipalización de la educación. Y finalmente se dicta la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (L.O.C.E.), por mandato de la Constitución del 80', un día antes de dejar el mando el gobierno militar, es por esto que la L.O.C.E. forma parte de las denominadas “leyes de amarre”, es decir, aquellas que dicta el régimen para dejarlas como legado a futuro. Esta ley es la que establece la libertad de enseñanza, y consagra a la educación como una mercancía. Limita toda expresión de democracia, prohibiendo la participación de los estamentos en la toma de decisiones. En conclusión, se puede observar como la educación sirve para reproducir las contradicciones de clase, sirviendo como medio de dominación a la burguesía. La dictadura modificó totalmente la educación para “ponerla al día” con el modelo neoliberal, convirtiéndola en una mercancía, por tanto si tienes los recursos podrás tener educación de calidad, sino es así, o te endeudas, o simplemente no puedes estudiar.

La Educación bajo la dictadura civil La Educación, desde 1990 en adelante, continúa con las mismas características de los años anteriores, con

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una marcada profundización de los caracteres neoliberales del sistema. La necesidad del régimen neoliberal chileno de insertarse de manera creciente en el mercado internacional, ha traído consigo la mercantilización mas despiadada de la educación, en el entendido que ésta, además de ser un negocio, constituye una herramienta de reproducción social por medio de la creación de mano de obra calificada que con su generalización deviene en mano de obra barata. El Estado por su parte, termina de desligarse del sistema educativo, como de todos los servicios básicos, en especial a lo que se refiere al financiamiento de los mismos. Sin embargo, el Estado sigue cumpliendo fielmente su rol ideológico que le corresponde en este sistema, amparando el libre de la educación. Por otra parte, es cada vez más marcada la función represiva del Estado sobre la sociedad, como herramienta de protección de la propiedad privada, dentro de la cual se encuentra la “prestación de servicios de educación”, en el fondo protege las ganancias de los que lucran con ella. En este proceso se enmarcan todas las modificaciones legislativas y administrativas en materia financiera que ha sufrido la educación en estos últimos años. Como ejemplo de ésto podemos señalar: - El fin del arancel diferenciado como sistema de financiamiento de la educación superior, y su reemplazo por el sistema de autofinanciamiento. - La incorporación de la banca privada al financiamiento de la educación, tanto en el

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ámbito particular, financiando a los estudiantes, como en el ámbito institucional, financiando a las universidades. - La creación de instituciuones educacionales al amparo de grupos del bloque en el poder, ej. Opus Dei , partidos políticos concertacionistas y de derecha, inmobiliarias, grupos religiosos, etc. La pronfundización del sistema ha generado la acción del estudiantado conciente. Ejemplo de ello son las movilizaciones de los universitarios, destacándose las del año 1997 y 2005. La de los secundarios, destacándose el llamado “mochilazo” y la “rebelión pingüina”. Estas movilizaciones han nacido en pos de reformas, que no se han logrado, obteniendo meros parches que no modifican la estructura de la educaciòn chilena. Ante esto, el bloque en el poder ha iniciado el proceso de cooptación de todo el movimiento, por medio de la reforma anti popular del sistema educativo; pretendiendo aminorar el descontento popular y pronfundizar el componente clasista reacomodando el capitalismo en la educación. (1)No nos engañemos con el nombre, porque en este Estado “benefactor” seguía estando en el poder la burguesía, a la cual, en ese entonces, este tipo de Estado era el que más le acomodaba para continuar la explotación de los trabajadores. Recordemos la crisis económica de 1929, en que del liberalismo puro se pasa al sistema de sustitución de importaciones. Luego de los años 70', el capital da cuenta del agotamiento del Estado Keynesiano, y pasa al neoliberalismo. Es decir, los cambios del capital son para perfeccionar la explotación, y para obtener más ganancias gracias a ella. Por tanto nuestra lucha no debe ir enfocada para volver al pasado, sino que a derrocar el capitalismo.

El financiamiento de la Educación

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odos los años nos encontramos con movilizaciones estudiantiles, y vemos como se repiten las consignas, algunas aluden a la gratuidad de la educación, otras piden arancel diferenciado, y otras, más dinero para el fondo solidario, lo que para muchos es un tema de nunca acabar, repetitivo y común. Por esto, cabe preguntarse de donde viene el problema del déficit económico universitario, por qué todos los años tenemos manifestaciones que apelan a los problemas económicos de las universidades. Y otra pregunta que nos hacemos muchos es ¿Por qué debemos pagar inmensas sumas de dinero para poder estudiar?, ¿Es nuestra educación una joya, que merece pagar millones por ella? O algunos se preguntarán ¿Por qué si antes la educación era gratis, hoy debo endeudarme para poder estudiar? Para poder responder estas preguntas debemos volver la mirada, y situarnos en los años 80 cuando Chile estaba bajo el gobierno de uno de los tantos tiranos y asesinos del mundo. En 1981 Pinochet estipula que “El aporte anual para las universidades en los años 1982, 1983 y 1984 será equivalente al 90%, 75%, y 60% respectivamente, del aporte fiscal destinado para educación de 1980”. Y como si fuera poco para el año 1985 y siguientes el aporte sería de un 50%. Aquí vemos, como de manera tajante, los estudiantes son obligados a tener que pagar un arancel para poder estudiar, y las Universidades del mismo modo, son obligadas a autofinanciarse. Además analizándolo con mas cuidado, nos damos cuenta como el Estado deja de ser

el garante de la educación y pasa a ser un mero subsidiario, insertando a la educación en un modelo económico neoliberal, lo que nosotros hoy por hoy llamamos “mercantilización” de la educación. Y si aún no se convencen, podemos referirnos a la L.O.C.E en donde todos muy bien sabemos, que se privilegia la libertad de enseñanza sobre la calidad de ésta, entregándose la educación a las manos de sostenedores privados, quienes se lucran con nuestra enseñanza, creando así la enorme división y diferencias que existen entre la educación pública y privada. Lo cual quedó demostrado el año pasado con la denominada “Revolución Pingüina”. Ahora bien, nos podemos referir a otro decreto de la dictadura, en donde se proclama que, “a partir de 1982 el Estado otorgará a las universidades y a las entidades de educación superior, anualmente, un aporte fiscal por cada uno a los veinte mil mejores alumnos (PAA) que se matriculen en ellas, en el primer año de estudio”. (Este número fue aumentado a 27.500 estudiantes, por la Ley N° 18.841 de 1987 y por la Ley N° 18.878 de 1988. A partir de 1990 se amplía a Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica). Se ve muy atractiva la oferta, pero si la analizamos con mayor cuidado, nos daremos cuenta del trasfondo de esta aseveración. Primero nos preguntamos, ¿No se está con esto fomentando la libre competencia? y si miramos, por dar un ejemplo, dentro de nuestra Universidad de Concepción, ¿Quiénes son las personas q ue obtienen mayoritariamente los puntajes más altos año a año en la prueba de selección universitaria? Todos

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quisiéramos responder que son los estudiantes de liceos públicos, pero hoy nos damos cuenta que los estudiantes pobres que obtienen altos puntajes en la PSU son lo menos, y la gran mayoría vienen de colegios privados donde las mensualidades superan con creces los $100.000, es decir, la gente adinerada de nuestro país, (llameémoslos así para no utilizar un sinónimo ofensivo, ya que muchos se pueden dar por aludidos). Entonces bien, es por esto que las universidades se ven en la necesidad de querer captar a estos alumnos para así recibir una buena suma de dinero cada año, y no tener un déficit muy alto de dinero, para poder seguir subsistiendo. Y aquí volvemos al tema del autofinanciamiento, por el cual las universidades se ven obligadas a subir cada año los aranceles, abrir más y más carreras fantasmas para poder obtener más ingresos, privilegiando estos últimos por sobre la calidad de educación que se nos imparte en la actualidad. En fin, resumiendo, podemos observar dos afirmaciones y haciendo algunas equivalencias con éstas, podremos darnos cuenta que la educación que hoy tenemos es una educación de mercado. Una de las afirmaciones antes señaladas es la “Libertad de Enseñanza”, es decir, “Libertad de Mercado”, y la otra es “Fomentar la competencia de las U n i v e r s i d a d e s ” , e s d e c i r, “ L i b r e Competencia”. Por lo tanto tenemos presentes conceptos básicos de Capitalismo en nuestra enseñanza, es decir “Educación de Mercado”. Finalmente podemos afirmar con toda seguridad que la educación de hoy es un producto, una mercancía al igual que cualquier cosa que podemos encontrar en el supermercado. (Por ejemplo, el crédito con aval del estado, hoy lo podemos adquirir en e l B a n c o F a l a b e l l a ) . “ Pero hoy no es todo tan malo para los estudiantes”, hoy al igual que hace muchos años tenemos un gran crédito universitario llamado “Fondo solidario” que permite a la gran mayoría de los estudiantes poder estudiar sin mayores problemas, pero los estudiantes no se dan cuenta de que se están endeudando de una manera estrepitosa, convirtiéndose en

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esclavos de un crédito que estarán obligados a pagar sí o sí, y que saldrán a la vida laboral con un tremendo peso en las espaldas, saldrán a trabajar muchas veces con títulos fantasmas en sus bolsillos y aunque no lo fueran, el sistema imperante hoy no te garantiza un empleo de calidad con el cual tu puedas pagar sin problemas tus deudas, Además, vemos como los gobiernos “Democráticos” de los últimos años, no han podido curar la enfermedad de la educación, y sólo le han dado soluciones parche, peor aún, vemos día a día como la clase política se alegra cuando anuncian tremendos presupuestos para la educación y no se dan cuenta que con ello sólo avalan la opción de un crédito, la opción de endeudarse, la opción de tener que pagar para estudiar, y aún más, crean nuevos créditos universitarios, como el famoso “Crédito con aval del estado”, en donde sin vergüenza en sus caras, entregan la educación a capitalistas financieros que se harán cargo de la educación de miles de jóvenes, pagándole la educación a estos últimos y luego (quien sabe como) obligándolos a pagar. Y estos señores jamás piensan en la opción de que la educación debiese ser gratis para los estudiantes pobres, en que la educación es un derecho, en que es uno de los pilares de la historia del ser humano, y más aún, es lo que nos convierte en tales (1), ya que todos sabemos, que el ser seres pensantes nos diferencia de los demás animales. Por esto y mucho más, es ilógico que debamos pagar por educarnos. En consecuencia, es que nos vemos en la obligación de denunciar año a año, que la educación está paupérrima, que aunque la clase política crea, en que arreglarán todo regalando dinero y aplicando leyes mediocres que no abordan el pilar del asunto, (es más, conservan y avalan los preceptos mercantiles ayer implantados). Sabemos todos que no será así. Por ejemplo, sabemos que la municipalización de la educación secundaria mermara los US $650 millones adicionales, que proclamó con bombos y platillos la señora Michelle Bachelet el pasado 21 de Mayo. (Y también sabemos que lo mas lógico no es echarle tierra a un saco sin fondo).

En conclusión a todo lo mencionado en los párrafos anteriores, podemos afirmar que es nuestro deber luchar por una educación para el pueblo, es decir, por una educación para nosotros mismos, ya que nos queda claro que nadie lo hará por nosotros.

(1) Puesto que la educación no es más que la asimilación de experiencias del medio, que conduce al desarrollo de conciencias intelectuales complejas, y entendiendo que esta característica mencionada es propia e inherente al ser humano, resulta inconcebible moralmente que la educación adquiera la calidad de mercancía, de “valor de uso y de cambio”.

La Reforma Universitaria “La juventud ya no pide. Exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio en los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa.” Manifiesto de Córdoba

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a educación, como fuente y manifestación de relaciones humanas , no ha estado, en el último siglo, exenta de reformas, las cuales se han tratado de llevar a cabo por los más diversos actores de la sociedad, ya sea desde los sectores más reaccionarios de la misma, para tratar de profundizar la transformación en mercancía de la misma, como por los más revolucionarios, con una visión más radical, los que han tratado de abrir la “U” hacia la sociedad, dejando en claro que toda institución debe estar al servicio del Pueblo, en donde la participación, el financiamiento, su resguardo y autonomía, no sirvan para reprimir ni separarla aun más de la sociedad, sino que comenzar a construir mentes críticas y solidarias, en donde todas las personas que son partícipes de la educación tengan un rol fundamental.

Nosotros, rescatamos hoy el movimiento estudiantil que se inició con la lucha de los estudiantes de Córdoba, por la reforma de la Universidad, con el cual abre nuevas formas de entender la educación, desfosilizándola, pero siempre teniendo en cuenta que mientras subsista el actual régimen social, la Reforma no podrá tocar las raíces más recónditas del problema educacional. En el mejor de los casos, la Reforma rectamente entendida y aplicada, puede contribuir a evitar que la Universidad sea, como es en rigor en todos los países, una Bastilla de la reacción, esforzándose por ganar las alturas del siglo. A continuación se desarrolla de manera sucinta los diversos aspectos que engloba el concepto de Reforma universitaria, concepto histórico cuya práctica se demostró como superior a lo

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que actualmente existe, pero como espacio intermedio entre un sistema íntegramente burgués y uno de carácter proletario. La Reforma universitaria se da en un marco una transformación educacional en el sistema capitalista, ej, ENU, sin embargo es necesario constatar la necesidad de sobrepasar la mera reforma educacional en pos de revolucionar la Sociedad. Dentro de este contexto, algunos sectores hablaron claramente de Revolución universitaria en el marco de la Revolución social.

durante los asquerosamente célebres regímenes militares ocurridos en nuestra América morena, debiéndose llevar a cabo grandes movimientos estudiantiles para reconquistar los derechos injustamente arrebatados, en algunos casos con éxito, y en otros no. Los principios fundamentales de la Autonomía Universitaria son:

· Cogobierno · Libertad de cátedra

Autonomía universitaria

· Gratuidad y presupuesto

El principio de autonomía universitaria, sostiene que la universidad debe ser autónoma y auto-gobernada, entendiendo por ello la elección de su propio gobierno sin injerencia del poder político burocratizado, y dándose sus propios estatutos y programas de estudio, acordes con el desarrollo social y con la intención de que la universidad esté al servicio de la comunidad. La autonomía universitaria está fundada en la necesidad de evitar que los vaivenes del bloque en el poder se traduzcan en cambios arbitrarios de la vida y las autoridades universitarias. Otro aspecto de gran importancia, es que la autonomía universitaria implica la inviolabilidad de los espacios universitarios por parte de las fuerzas represoras de la clase dominantes. Ahora bien, la autonomía universitaria es un antiguo principio de organización de las más antiguas universidades europeas: las universidades de Bolonia (siglo XI), París (siglo XII), Oxford (siglo XII), Salamanca (1243), Cambridge (siglo XIII), se organizaron sobre principios de autonomía. A nivel Latinoamericano, muchos fueron los países en que los estudiantes lograron la autonomía en sus universidades, entre ellos se cuentan Argentina, Bolivia, Costa Rica; Chile (1968 a 1973), México y Venezuela entre otras, incluso consta en algunas de las Constituciones de los mencionados países la autonomía de las universidades; autonomía que se ha visto vulnerada

· Inserción en la sociedad y rol de

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universitario la universidad en ella

· Unidad obrero-estudiantil La autonomía que poseen las universidades, debe ser también considerada para las personas que se desenvuelven dentro de las mismas, ya sean alumnos docentes o personal administrativo, esto se entiende como una independencia en el desempeño de las funciones ya sean organizativas o estructurales. Se comprende que esta autonomía implica una separación de la jerarquía estatal burguesa y sólo se mantendrá un control en la calidad de la educación que imparten. La autonomía universitaria debe desarrollarse en el aspecto administrativo, político y organizativo, mientras que el aspecto financiero sí debe estar ligada al estado quien debe ser el garante y sostenedor de las universidades públicas asegurando un cobro de educación de acuerdo a las capacidades económicas de cada alumno, arancel diferenciado, posibilitando el ingreso a todos aquellos estudiantes que demuestren las capacidades suficientes para acceder a la educación superior pública. Poseen además poder estatutario autónomo y de ejecución, pueden autoestructurarse, repartir sus competencias internas, regular el servicio que prestan y decidir la forma de organización de su personal, con la única sujeción a las leyes nacionales, y siempre con el objetivo que éstas sean

impuestas por un gobierno popular. Para lograr un verdadero estado de autonomía, las universidades deberían encontrarse atravesadas por todo tipo de intervención ideológica externa, pues cualquier tipo de intromisión que no sea la elegida en forma democrática por todos los estamentos que forman el conjunto universitario, necesariamente provocará un sesgo en el desarrollo ideológico y de crecimiento de todos los estamentos. Como factores de intervención clasista reconoceremos a los grupos mercantilistas y capitalistas que buscan lucro a través de la educación, el poder del Estado que representará sólo a las sesgadas ideas del bloque en el poder, los intereses partidistas burócratas, las oligarquías religiosas, sectarios o clasistas que pretenden por todos los medios mantener sus focos de poder utilizando para ello la educación y transformándola según su conveniencia en todos sus niveles.

compartido de la universidad por parte de los diferentes sectores de la comunidad universitaria. La mayor aspiración, en lo que a democratización universitaria se refiere, es el Cogobierno igualitario del plantel universitario por parte de docentes, estudiantes y trabajadores no docentes, llámese administrativos y sindicatos de trabajadores internos. Se debe dejar en claro que el Cogobierno no es una idea nueva que nazca de grupos de cierta tendencia política, sino que tiene sus raíces en las universidades medievales que estaban auto-organizadas a partir de los claustros de estudiantes, graduados y docentes que integraban e integran la comunidad universitaria. La Universidad napoleónica vino a poner fin a esta práctica. Esta idea pretende del cogobierno la unión de las tres fuerzas humanas que componen las universidades y que la representación, poder de voto y de resolución sea igualitaria.

La autonomía universitaria se debe entender como el medio para lograr que las instituciones de educación superior universitaria, tengan la libertad de procurar las condiciones necesarias, para el logro de su misión educativa, cultural y social, con independencia de cualquier poder externo a su ámbito que pudiese en alguna medida someterlas. La autonomía universitaria entonces, es el medio fundamental para que las universidades lleguen a ser centros de pensamiento libre, exentos de presiones o medidas que pudiesen alterar su misión o impedirle el cumplimiento apropiado, objetivo y justo de sus funciones.

Este paso, representa el acto necesario y fundamental en la búsqueda de instituciones que tienen como fin el máximo desarrollo de las capacidades y la realización de las personas que las integran, siendo desde el punto de vista racional, un estancamiento y degradación de las universidades el pretender no llevar a cabo este método, sin importar los argumentos que se dé a favor de esto, pues es también racionalmente sabido que sólo la democracia absoluta (directa) posibilita el desarrollo pleno de todos los individuos y de las capacidades de éstos, construyendo de esta manera, sujetos críticos y creativos.

Entonces debemos entender que la autonomía asigna a las universidades públicas un poder de independencia especial, esta facultad especial de autodeterminación debe estar basada en la persecución de una realización personal de cada uno de los individuos que las conformen, imperando su funcionamiento dentro de una sociedad absolutamente libre y democrática.

En Chile, desde 1968 y como resultado de las demandas estudiantiles, la elección del rector y demás autoridades (decanos) se realizaba por claustro pleno (docentes, estudiantes y no docentes) en todas las universidades, medida suspendida después del 11 de septiembre de 1973 por el gobierno militar, que procede a designar los Rectores y demás autoridades.

Cogobierno

Gratuidad y presupuesto universitario.

El principio de esta idea alude al gobierno Uno de los grandes fines de las luchas

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estudiantiles, dice relación con el rol que debe jugar el Estado dentro del financiamiento y aseguramiento de la educación a los hijos del pueblo. Si bien es cierto que el Estado aporta con gran cantidad de dinero, es un objetivo a alcanzar el aseguramiento la gratuidad de la educación a todos los individuos, siendo esto necesario dentro del contexto por todos anhelado, de un cambio de sociedad, en que el aparato estatal esté en manos del Pueblo, siendo completamente necesario el acceso a conocimientos técnicos e ideológicos que no deben jamás estar supeditados a las limitantes que conlleva la posesión de recursos monetarios, como ocurre hoy.

Inserción en la sociedad y rol de la universidad La universidad es, ante todo una institución histórica, o en otras palabras, como parte de la superestructura es, a la vez, producto y escenario de la lucha – luchar es vivir -, por alcanzar una sociedad más justa, solidaria y culta. La universidad desempeña pues, un papel determinado y no determinante. Los polos de la contradicción universitaria, son los polos de la contradicción social. Por lo anteriormente mencionado dentro de la llamada autonomía universitaria, debe ser un manifiesto la necesidad de precisar el rol de la universidad con el fin de que esta atienda las necesidades y problemas de la sociedad en que se encuentra inserta (pero desde una perspectiva de clase), para esto será por ejemplo necesario promover que la investigación científica realizada dentro de las universidades y los investigadores transmitan sus conocimientos originales al resto de la comunidad universitaria y a la sociedad, por medio de la enseñanza y no por medio de la venta interesada del producto. Uno de los fines de las instituciones de educación universitaria debe ser un hermanamiento total y completo con la sociedad en la que está inserta, y que debe servir a la política proletaria. Debemos tener claro que el rol de las universidades es la formación de personas con

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conocimiento elevado que sean un directo aporte a las necesidades de la comunidad en su conjunto, el universitario está llamado a ser un obrero excepcional en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, por lo tanto las universidades deben tener un compromiso directo en la formación de estos obreros, quienes deben recibir los conocimientos y desarrollar las aptitudes necesarias para solucionar los problemas e inquietudes que la sociedad vaya encontrando en su devenir hacia un nuevo modelo. A la larga es necesario que la sociedad toda sea una universidad. Típicamente los gobiernos militares tendieron a separar y mantener aislada a la universidad de los centros de investigación y cortaron evidentemente todo tipo de contacto con la sociedad.

Unidad obrero-estudiantil La Reforma Universitaria promueve el principio de unidad obrero-estudiantil. Ello ha llevado a que, en toda América Latina, el movimiento estudiantil y el movimiento obrero mantengan estrechas relaciones, apoyándose mutuamente en sus reclamos y movilizaciones. Pero no todos los sectores estudiantiles abogan por esta unidad. Hay elementos, la mayoría, reaccionarios a toda unidad con el Pueblo, puesto que ellos no son del Pueblo. Este principio también ha impulsado medidas de relación de los trabajadores con la universidad, como cursos universitarios y carreras cortas especialmente diseñadas para trabajadores calificados, así como la contratación de trabajadores con alta especialización para que impartan sus conocimientos a los estudiantes universitarios. Sin embargo, no debe entenderse esta especialización como forma de generar mano de obra calificada al mercado del trabajo, sino como medio de construir trabajadores integrales y no parcializados por el capitalismo.

Libertad de cátedra La libertad de cátedra es la expresión de una libertad científica y académica derivada de la autonomía universitaria.

Comprende dos ámbitos fundamentales, desde el punto de vista de cada universidad, es la facultad de definir el contenido que tendrá la enseñanza dentro de las leyes, que un gobierno totalmente al servicio del pueblo haya establecido. Y desde el punto de vista personal de cada docente, entendiéndose con esto el derecho de los docentes a expresar sus ideas, opiniones y pensamientos en el ámbito de las decisiones académicas e institucionales, tanto en material de publicaciones científicas, como en las cátedras, etc. Esto deberá permitir la existencia de una gran debate dentro del plantel docente de una universidad. Consistirá en la posibilidad real de expresar sus ideas y convicciones en relación con la materia que imparte y, por otro, la capacidad de difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones a la hora de enseñar su asignatura, siempre teniendo en cuenta que la universidad está al servicio de la mayoría, del Pueblo. La libertad de cátedra deberá entenderse como un punto fundamental dentro de la democracia universitaria, posibilitando el acceso a los alumnos a una amplia gama de los más diversos conocimientos tanto teóricos como ideológicos.

para enriquecerse o se sienten frustrados de no poder estudiar lo que les gusta por que no pueden vivir de ello, pasando a engrosar el montón de cesantes sin presente ni futuro. Todo lo antedicho se ha agravado con la gestión ineficaz, incapaz, superflua, clasista, etc. de los ministros de educación concertacionistas y las políticas represoras y pro capitalistas de los mal llamados gobiernos de izquierda que ostentan orgullosos sus lazos cada vez más fuertes con la burguesía. La desmercantilización completa de la enseñanza superior, rematando la desmercantilización del resto de la educación, porque la educación, junto con el trabajo pleno, es la condición sine quanon de la liberación humana. La nueva universidad deberá ser: crítica, humanista, racional, científica, solidaria, abierta, revolucionaria y social. Para avanzar hacia una “autonomía” ideal, el poder del pueblo debe acercarse a la Universidad. Y la Universidad debe acercarse al poder del pueblo. .

Conclusión Debemos corregir esta desastrosa y caótica situación, de acuerdo al presente análisis, alejándonos del fondo del triángulo, aumentando la influencia del pueblo, quien debe ser legítimo dueño de las universidades. De este nuevo equilibrio saldrá fortalecida, estamos seguros, la vitalidad científica de nuestras instituciones ya que mientras subsista el actual régimen social, la Reforma solamente será reforma de un sistema decadente no podrá tocar las raíces recónditas del problema educacional. Es necesario acabar con la mediocridad de la mayoría de las instituciones (mediocridad propia del sistema educacional burgués) y sus políticas internas, pues estas repercuten negativamente sobre los que se educan. Se sienten poco estimulados para realizar a aprender verdaderamente, estudian

UNIVERSIDAD POPULAR

¡AHORA! 16


Nuestra Propuesta

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a posición revolucionaria, que nuestra fuerza intenta defender en todos sus espacios de trabajo político, nos lleva a plantear de manera concreta el problema de la Educación que queremos, por un lado, distanciándonos de las posturas de los sectores oportunistas y reformistas (JJCC, Surda y Concertación), que abundan históricamente en el estamento estudiantil, apelando a una serie de reformas que más que construcción política son claramente medidas de freno para la esencia revolucionaria de la clase trabajadora, y, por otro lado, remarcando nuestras diferencias con los grupos exaltados sin conciencia de clase (grupos sin proyecto político y sin conciencia de la lucha dentro de su clase) que han hecho de la lucha política universitaria y de las propuestas históricas, “palabrería estéril” y que no han sido capaces de entender y concretar la masificación de la lucha estudiantil. FUR, en consecuencia con su lucha, analiza y comprende los procesos históricos a través y únicamente del materialismo histórico dialéctico, y por ende, desde una interpretación marxista de dichos procesos. Esto quiere decir básicamente, que trabajamos desde la premisa de la existencia de una sola realidad, realidad que a su vez comprendemos como un todo construido a partir de la relación de todos sus componentes. Esta relación de opuestos, que va construyendo la realidad, es lo que llamamos dialéctica. Nuestra interpretación de las sociedades humanas, se enmarcan dentro del mismo proceso, y es por esto que entendemos que desde la construcción de sociedades basadas en el trabajo especializado y la división de clases entre los poseedores de los medios de producción y los trabajadores de estos

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medios, la historia y su devenir en el tiempo, la realidad de estas sociedades, es construida por la eterna lucha entre los explotados y los explotadores. Y, por tanto, es de esta forma como observamos el actual panorama político, dentro del sistema capitalista neoliberal vigente. Como colectivo, entendemos que la emancipación de los explotados se logrará solamente con la transformación radical de todos los componentes de las sociedades actuales, y que la lucha sectaria y abstraída del conjunto de los actores sociales solo conduce al más lamentable de los fracasos. La educación, es uno de los elementos anteriormente mencionados, y es tal, que a través de el, se perpetúan culturalmente los sectores dominantes, monopolizando el conocimiento y hegemonizando su visión de clase, como reproductora de éstas, ya que juega un papel preponderante en los circuitos de dominación. Pero como anteriormente mencionábamos, entendemos que la lucha de liberación dentro de la educación de nuestro país, debe ir ligada inexorablemente a todos los procesos liberadores de la perpetuación del sistema capitalista. En el actual panorama, la educación superior, sin dejar de ser un instrumento de reproducción de contradicciones de clases, se ha convertido en un bien, una mercancía a la que solo accede un porcentaje ínfimo de la sociedad y en la que se han invertido los componentes de clases, siendo en las universidades chilenas, mayoritaria la participación de sectores burgueses, convirtiendo así, la lucha proletaria, en una lucha donde la minoría desposeída trabaja desesperadamente por no desaparecer, por construir unidad y referentes. Nuestra participación aunque

nueva en el tiempo, tiene sus raíces, en una lucha de décadas, una lucha revolucionaria por la destrucción de la educación tal como se le conoce, no apostamos por su transformación, en ningún caso, ni por muy radicales que sean estas transformaciones, el fin es la destrucción total de la educación controlada por el Estado o privados burgueses. Aun así, comprendemos que el carácter de las reformas puede ser temporal, si es que nuestra lucha no termina allí y representa realmente una propuesta revolucionaria. Entendemos que para lograr su destrucción, es necesario un proceso revolucionario y que dentro de este sistema, mientras se mantenga, nuestra lucha debe estar enmarcada en mejorar las condiciones de maduración de la clase, a través de un cambio subjetivo, de un proceso de concientización de la clase en la educación de nuestro país. Es por esto, que nuestro principal trabajo dentro de la educación debe ser la de politizar, la de concientizar y construir sujetos activos, políticos y críticos del actual escenario. Esto se debe llevar a cabo al iinterior de las carreras y en todo los espacios sociales en que nos desenvolvamos, en conjunto con los demás sectores del Pueblo. Esta politización permitirá un cambio subjetivo, una conciencia e identidad como estudiantes con real conciencia de clase. Nuestro trabajo se debe encaminar a que los procesos de cambios objetivos del actual panorama, se den de manera total, relacionados todos y con la bandera de la creación de una sociedad nueva. Debido a lo anterior, se observa la necesidad urgente de un proyecto político revolucionario, en el cual se presente una lucha diferente, en todos los frentes, una que siembre nuevas visiones y nuevos hombres. La historia nos muestra luchas reformistas por doquier, nos presenta movimientos sin proyección, sin propuesta, sin política. Pero en esta misma historia, se observa que ya es tiempo de

emprender una maduración mayor, en la que seamos capaces de crear programas políticos nacidos de la lectura analítica del actual panorama político-social, en la que podamos comprender nuestro papel en la lucha, nuestro papel como estamento educacional, en la transformación de nuestro entorno y en la creación de una sociedad sin clases.

Nuestra visión universitaria. En la universidad, de manera colectiva, se han llegado a encontrar tres ámbitos de lucha para la clase: la democratización, el financiamiento y la autonomía. No los podríamos entender de manera parcelada, cada uno de ellos cumple una parte en la creación de una nueva educación y es por esto que los entendemos enmarcados en procesos dialécticos. El avance en estos frentes ha de ser paulatino y dependerá de la maduración que se logre y de la vinculación con la clase trabajadora. Lo anterior nos debe estimular aun más como estudiante con conciencia de clase, a politizar, a construir movimiento de clase, que la clase politice a la clase. En una primera fase de lucha, creemos que la propuesta de democratización universitaria tiene que estar representada por una triestamentalidad con intención de Cogobierno universitario, con estudiantes, trabajadores docentes y no docentes. Es una fase de lucha democrática, en contra de la segregación, una lucha por la participación, en un nivel embrionario de la conciencia de clase y de la transformación de la sociedad. La democratización de las instituciones debe ser una de las luchas más encarnizadas del estudiantado conciente, ya que permitirá su propia organización y consensos de trabajo para los demás frentes de lucha que el Pueblo dé. En materia de financiamiento se debe buscar como primer paso de lucha, aranceles diferenciados, en una fase en que si bien, la educación sigue viéndose popularmente como un bien o mercancía, se acrecienta cierta ética equitativa en cuanto al pago de ésta. Con los aranceles diferenciados se debe buscar que los

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