"Tomás llegó de trabajar cuando amanecía. Abrió la puerta de calle, cruzó el patio delantero y entró al comedor. Iba hacia la cocina cuando algo lo hizo tropezar. Tirada en el piso, había una muñeca. Tomás trastabilló y volvió a pisar algo, un oso marrón. Tomás bufó, prendió la luz y miró a su alrededor con el ceño fruncido." Las hijas de Tomás nunca ordenan nada, y eso lo enoja mucho... Hasta que un día todo cambia.| Para lectores a partir de los 8 años.
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