Cuento Pepito

A Carlota, Gorka y Javier, que tantas y tantas veces me han pedido ¡Mami, el cuento de Pepito!

A todos mis niños que han crecido con él.

Pepito era un niño al que no le gustaban nada, nada, los estudios. Le aburrían mucho y para pasar el tiempo en clase hacía cualquier cosa menos estudiar.

Un día en clase, Pepito estaba muy, muy, muy aburrido y todo el rato se dedicaba a hacer tonterías para atraer la atención de sus compañeros. La profesora, que ya estaba acostumbrada a sus jugueteos, le decía: —Pepito, ¿tú quieres unas orejas de burro? Porque si no dejas de hacer tonterías te pondré unas.

Pero Pepito sólo pensaba en divertirse y hacer gamberradas. Antes de que sonara el timbre de la tarde, la profesora le dijo: —Pepito, como premio a todas tus gansadas de hoy te has ganado una orejas de burro que tendrás que llevar hasta mañana.

Pepito se quedo muy asombrado, ¡era verdad lo que le había avisado su profesora! ¡Él no quería llevar orejas de burro! Pepito estaba triste, le daban mucha vergüenza esas orejas, pero sabía que no había hecho las cosas bien en el colegio.

Cuando llego a casa, su madre le vio y le preguntó: —¿Qué ha pasado Pepito? ¿Por qué llevas unas orejas de burro?

Pepito le contó lo que había pasado en el colegio y le prometió que si le tapaba las orejas para que no le viera nadie, no lo volvería a hacer. Entonces su madre cogió un gorro de lana del armario y se las tapó.

Al día siguiente en el colegio, Pepito empezó a hacer de las suyas. Una y otra vez su profesora le llamaba la atención, hablaba y hablaba con él para que entendiera que si seguía así no aprendería nada. Le decía y le repetía: —Pepito, ¿tú quieres unas orejas de burro? Porque si no dejas de hacer tonterías te pondré unas.

Pero a Pepito le divertía mucho más el hacer tonterías que aprender. Así que otra vez, justo antes que sonara el timbre de la tarde, la profesora le dijo: —Pepito, como premio a todas tus gansadas de hoy te has ganado una orejas de burro que tendrás que llevar hasta mañana.

Cuando la profesora le puso las orejas a Pepito, este ¡se convirtió en un burrito! Y si tú solo quieres divertirte y no quieres estudiar... ¡a ti también te pasará!

MF Elaboraciรณn de originales de ilustraciรณn

Profesor: Paco Rosco

Belén González Peral