la tribuna 161011

Page 12

12

San Pedro Sula

La Tribuna Domingo 16 de octubre, 2011

Los restos de los cuatro infortunados parientes fueron rescatados y velados en el centro comunal, entre la solidaridad de los vecinos.

En cuestión de media hora la quebrada se convirtió en un enorme río, que inundó unas 20 casas.

Mueren cuatro miembros de una familia arrastrados por quebrada Corporación municipal decretó alerta roja Lluvia destruyó ocho casas más en otra aldea VILLANUEVA, CORTÉS. Fuertes correntadas de una quebrada acabaron anteayer con la vida de cuatro miembros de una misma familia, entre estos una mujer y sus dos hijos menores de edad, en la colonia El Paraíso de la aldea El Milagro de esta jurisdicción. A eso de las 4:00 de la tarde del pasado viernes, se desató una fuerte tormenta acompañada de actividad eléctrica, que causó pánico entre los pobladores que en su mayoría estaban en sus casas. Según los vecinos, media hora después cayó un rayo, seguido de un enorme estruendo, pero extrañamente a los pocos minutos los sorprendió una fuerte correntada de la quebrada El Chorro que cruza la colonia. La fuerza del agua que sobrepasó el cauce, se llevó de encuentro una vivienda construida a la orilla de la quebrada, la cual era ocupada por seis miembros de una misma familia. De esa manera, arrastró a Victoria Mejía (59), su hija Juana Isabela Paredes Mejía (30) y los vástagos de esta Luis Jacobo (7) y Rosa Victoria Ramos Paredes (3), quienes estaban en un cuarto de donde no pudieron salir.

Victoria Luis Jacobo Mejía Ramos Paredes Su desaparición fue informada al Cuerpo de Bomberos, cuyos socorristas llegaron en poco tiempo e iniciaron su búsqueda, con ayuda de los vecinos, por lo que a corta distancia, inicialmente encontraron los cuerpos de las mujeres. Pero eso no detuvo el trabajo de búsqueda y rescate de los pequeños, por lo que revisaron minuciosamente el cauce y la orilla de la vertiente, hasta que dieron con los cadáveres. Según familiares de los ahora occisos, otro pariente identificado como Bernardo Ezequiel Paredes Mejía y su compañera de hogar Tania Rivera, les manifestó que pudo salvar su vida porque estaba en la sala de la casa, donde lograron aferrarse a una base de madera.

Pese a la frágil estructura, muchas de las viviendas lograron quedar de pie, ante la mirada de tristeza de los pobladores.

Luego se subieron al techo que no se desprendió, pese a que las otras partes de la casa, fueron devastadas. A su paso, la correntada también inundó por lo menos otras 20 viviendas, por lo que muchos artículos fueron dañados, ya que la llena alcanzó casi un metro de altura. Tras el rescate de los cuerpos, los mismos fueron entregados a sus familiares, por lo que ayer eran velados en el centro comunal de la misma colonia, entre el pesar de los vecinos que llegaron para solidarizarse por esa tragedia. Para hoy está previsto el sepelio en el cementerio local. El alcalde del municipio, Walter Perdomo, contribuyó con la familia afectada para el velatorio de sus deudos y otros gastos. La lluvia también provocó el desbordamiento de otra quebrada en la colonia Las Brisas de la aldea El Milagro, dejando a 55 familias afectadas; ocho de las cuales perdieron su vivienda y bienes, según se informó en la oficina regional de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) que recibió datos del Comité de Emergencia Municipal (Codem) de esta ciudad. Los afectados recibieron los primeros auxilios por parte de la Cruz Roja y otros cuerpos de socorro, que los trasladaron a los albergues establecidos por el Codem. Ante esa situación, la Corporación Municipal se vio obligada a decretar ¡alerta roja!, para monitorear los lugares vulnerables y prevenir la pérdida de más vidas.

Juana Isabela Paredes Mejía junto a su hija Rosa Victoria Ramos Paredes, perdieron la vida arrastradas por el agua.

A la par de esta vivienda tenían su hogar los ahora occisos, que fueron sorprendidos por el fenómeno natural.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.