INIMAG!UEL KANT
[A292J Nada, como
CRITICA DE LA RAZOi\ PURA
379
[A293]
l.
División segunda de la Lógica transcendental
Concepto vacío sin objeto, ens ratzoms.
DIALÉCTICA TRANSCENDENTAL
2. Objeto vacío de un concepto, m!ul pnvatwum
3.
Intuición vacía sin objeto, ens imagmanum
4. Objeto vaoo sin concepto,
m!zzl negatwum. Se ve アオセ@ Qセ@ cosa [que es sólo una criatura] del pensamiento (nro. 1) se d1stmgue de la cosa imposible 717 en que aquélla 110 p⦅セ・、@ ser contada entre las posibilidades porgue es mera fic non H。セョ・@ no contradictoria); mientras que é&ta es ッーオ・セエ。@ a la posibilidad, pues el concepto se suprime incluso a sí mismo. Pero ambas son [B349J, empero, conceptos vacíos. Por el contrario, el nz!zzl pnvatwum (nro. 2) y el ms 1magmarmm (nro 3) son data vacíos para conceptos. Si la luz no ha sido dada a uno no se puede representar tampoco las tinielos ウ・ョエセ、ッL@ blas; Y SI no han sid? percibidos_ entes extensos, uno no puede representarse espaciO alguno N1 la negación, ni la mera forma de la intuición, son objetos, sin algo reaL
747. Lrteralmente: <<no-cosa»
l!\TRODUCCION
l. De la apariencia ilusoria transcendental A la dialéctica en general la hemos llamado m á<; arnba !ogzm de la apanenoa Tlusmza. Eso no significa que sea una doctnna de la prohabdzdad; pues ésta es verdad, aunque conocida por fundamentos insuficientes, y el conocimiento de ella, por tanto, es ciertamente deficiPnte, pero no pm eso ・ョァ。ッウLセ@ por tanto no debe ser separado de lapa¡ te analítica de la log1ca Aun meno<; deben <;er tenidos por idénticos frnómrno y apmu·nrza zlusmw. [KLíOJ PuPs la verdad, o la apariencia ilusoria, no están en el ob¡eto en la medida en que es intuido, sino en el ¡uicio sobre él, en la medida en que [el objeto] es pensado Por consiguien te, se puede, ciertamente, decir con verdad· que los sentidos no yerran; pero no porque siempre juzguen con acierto, sino porque no juzgctn en イョッセ@ alguno Por eso, tanto lct verdad corno el error, y por tanto también lct apariencia ilusoria, como incitación a este último, sólo pueden encontrarse en el juioo, es decir, sólo en la relación del objeto con nuestro entendimiento. En un conocimiento que concuerda mtegramente con las le\ eS del entendimiento, [A294J no ha\1 enor alguno En una representación de los sentidos no ha) tampoco error alguno (porgue ella no contiene ningún juicio). Pero ninguna fuerza de la naturaleza puede, por sí misma, apartarse de sus propias leves Por eso, no errarían ni el entendimiento por sí セッャ@ (sm influjo dP otra cansa), ni los ウ・ョエゥ、ッセ@ por <;Í; el primero, porque, si él actúa meramente según sus leyes, entonces el efecto (el juicio) debe concordar necesariamente con esas leyes Pero en la concordancia con las leyes del entendimiento consrste lo