Pareciera que es un acto premeditado el que en los dos grandes consorcios televisivos nacionales, de televisión abierta, los empleados que aparecen en pantalla en los espacios noticiosos y de entretenimiento, vapulean inmisericordemente el lenguaje, no se diga los comentaristas y narradores deportivos, que han hecho de la falta de respeto al lenguaje un estilo. Entonces estos jóvenes que oyen, pero no escuchan, consciente o inconscientemente se van por ese reprobable camino, además de que no tienen un bagaje léxico y se repiten los errores hasta la ignominia. Escribir es otra manera de leer, si no se lee, difícilmente se va a escribir y todavía más difícilmente se va a escribir bien y creativamente. Recurrir una y otra vez al argumento falso de que el chiste es que el hipotético lector o televidente o radioescucha entienda, porque tampoco sabe gramática, es un error terrible, hay que respetar el lenguaje, respectar a los destinatarios finales del trabajo aunque sepan o no gramática y trabajar para ofrecer cada día mejores notas, artículos, columnas, crónicas o reportajes, bien y creativamente escritos.
5