José Domingo Rodríguez hace parte de la prolífica generación de artistas formados en la Escuela de Bellas Artes durante los inicios del siglo XX. Aun cuando parte de su obra escultórica se encuentra en el espacio público de nuestra ciudad, y otra más es constitutiva de la colección del Museo Nacional, su nombre no ocupa precisamente un lugar relevante en los libros de historia del arte local. Desde el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, esta publicación invita a indagar por otros casos que aún se encuentren ocultos o simplemente en el olvido, a la espera de un ejercicio crítico de valoración.