oleifolia), que es diferente del igualmente llamado pino colombiano o pino romerón (podocarpus rospigliosii), en otros lugares conocido como pino criollo o de montaña. Disfrute probando el fruto del moquillo, un árbol no muy alto y de copa extendida, por lo que resulta difícil ubicarlo en un andén o separador. No se pierda un gran ejemplar de amarrabollo, el más bello caucho tequendama de la ciudad ya que no le toca soportar el smog que padecen sus iguales en las avenidas de la ciudad; aprecie el árbol de quina tan importante en la historia de Colombia como producto de exportación por sus grandes cualidades medicinales; observe la enorme variedad y rasgos comunes de la familia de las melastomáceas, de la que hace parte un gigante y hermoso sietecueros, y cerca del lago, no deje de ver el sangregao, uno de los árboles más imponentes y emblemáticos del Jardín. No puede irse sin visitar las palmas bobas alrededor de la cascada, los yarumos, el bosque de robles, el jardín de las gimnospermas, donde están los pinos y otras especies, algunas bien exóticas. Identifique el molinillo y acérquese al busto de Pérez Arbeláez para hacerle algún homenaje silencioso a este gran científico benefactor de la humanidad y de Colombia por su cuidadoso trabajo. Esté atento al árbol de quina detrás de su busto, y ojalá tenga la oportunidad de encontrarse con el profesor Mahecha y recibir de él alguna valiosa información, resultado de su sabiduría y vocación pedagógica. No olvide apreciar las palmas fénix a la salida y detenerse en la plazoleta bosque, donde con diferentes especies se rinde homenaje a los 21 ángeles, en memoria de los niños que murieron en su bus del colegio, atropellados por el vértigo de la ciudad. Para mayor información puede consultar la pagina web del Jardín Botánico: www.jbb.gov.co
çRBOLES DEL RECORRIDO 1. Palma fénix (Phoenix canariensis), Pagoda (Escallonia myrtilloides), Pino colombiano (Podocarpus oleifolia), Moquillo (Saurauia scabra), Caucho tequendama (Ficus tequendamae), Amarrabollo (Meriania
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