Revista La Máquina de Escribir

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Número 1 Lima – Perú, Octubre de 2011 Dirigen Ω Paolo Astorga artesinlucro@gmail.com http://sinllegaraloinvisible.blogspot.com/ Ω César Pineda cesardpqune@hotmail.com http://nidodepalabras.blogspot.com/

Esta revista es un medio de divulgación poética cuyo fin es abrir un espacio para múltiples voces engarzadas en un tema general. La propuesta es crear una catarsis y llegar por supuesto a la inmensa minoría. Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 20112011-13781


AUTORES DE LA PRESENTE EDICIÓN

Francisco Enríquez Muñoz Daniel Villafuerte Rivera Giovanni Salvatore Bayas Aguiar Blanca Haddad Melisa Barrios Cárdenas Maritza Álvarez Vargas María José Paats Augusto Rodríguez Walther Espinal Rafael García-Godos Salazar Alex Javier Martínez Huamán Horacio Mendoza Velázquez Cecilia Romero Pamela Rodríguez Laura Ramos Fernández Alexis Uriol Flores Ermes Paredes Borjas Fèlix Mèndez Manuel Luque Ronald Castillo Florian


Hembra que entre mis muslos callabas de todos los favores que pude prometerte te debo la locura. Leopoldo MarĂ­a Penero

POESĂ?A


Francisco Enríquez Muñoz

el clavo me susurra

devano las horas en torno mío utensilios objetos que me intiman a perderme el clavo me susurra «atraviésate el corazón las pocas gotas que saldrían no deben asustarte» el cuchillo me insinúa «mi hoja es infalible un segundo de decisión y triunfarás sobre el presente» la ventana se abre sola chirriando en el silencio «lánzate mi abertura es generosa sobre el pavimento en un abrir y cerrar de ojos te estrellaras con el sentido o sinsentido de la vida» y una cuerda se enrosca sobre un cuello ideal adoptando un tono de fuerza suplicante «te espero desde siempre he asistido a tus terrores a tus abatimientos a tus masturbaciones he visto tus sábanas estrujadas la almohada que tu insomnio mordía caritativa te compadezco y te ofrezco mis servicios»

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la grieta poco a poco se han ido agotando los motivos que me doy para seguir para trabajar para hacer algo para abandonar la cama por la maĂąana y entonces se abre la grieta por donde se asoma la nada que se va ensanchando ensanchando hasta ocuparme todo y sumirme en la inmovilidad y en la mirada vaga ida

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Daniel Villafuerte Rivera

Mi locura inició con el equinoccio de primavera. Todavía recuerdo cuando la razón me abandonó, Cuando las noches y los días se convirtieron En la excelsa imperfección de mis neuronas. Mil razones para la sin razón, Una locura que despierta la libertad plena, Locura en el final de mi mirada Y un atisbo de que no hay final. Ni ayer, ni hoy, ni mañana, Vivencio la demencia en un tiempo abstracto, Mi corazón no tiene porqué latir, Mi silencio es bulla, La muerte es mi destino.

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Giovanni Salvatore Bayas Aguiar

EL DELIRIO DE ALICIA

Y desde entonces, –añadió el sombrerero con una voz tristísimael tiempo cree que quise matarlo. Ahora son siempre las seis de la tarde. Lewis Carrol

I Entre arbustos asfixiados en ceniza, envuelta en su desnudo avanza Alicia; con sus tacones fosforescentes que resplandecen bajo las hojas cuando se revuelca con el día. Compite con la luna una sonrisa infecto-contagiosa de burdel, con la que rocía el delirio dentro de mi sombrero de copa. Y aunque robe pálidas amapolas de las ventanas para maquillar las ojeras que le ensombrecen el rostro, seguirá siendo una puta.

II Relegada por los años, Alicia destierra el pasado al eclipse de su memoria. Se balancea entre narcotizados pistilos, recordando la inocencia que cayó, mientras el tiempo huía delante de ella. Cautiva del desenfreno, sería capturada por los aromas de un capullo que se abre a destiempo, hasta acostumbrarse al país donde los diálogos son exclusivos del lenguaje de su cuerpo. El sendero de retorno se ha nublado entre esquirlas de desengaño y el humo de las secreciones. Aunque se harte del olor de los estambres en primavera, le será imposible regresar. Los espejos ya no reconocen su cuerpo.

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III Ella acaricia el algodón que se escurre de su cama, mientras seduce niños con la miel de sus ojales y discreta les tiende el camino hacia su entrepierna. Embriagado por su sexo, la persigo entre un césped de colillas hasta adentrarme en sus gemidos y quedar atrapado en el laberinto de su cuerpo; espiral convexa de veneno donde asoman un par de nardos sin germinar. Alicia es un parque herrumbrado, donde los huérfanos se masturban arrojando las flores orgásmicas que adornan su cabello. Al verla correr tras la noche que apagó con su aliento, no lo podría ocultar. Me he quedado con el néctar de su cuerpo.

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Blanca Haddad Lawrence Mandar a la mierda a la gente es algo desagradable en el momento, pero cuando lo recuerdas produce cierta satisfacción y resulta hasta gracioso. Yo cuidaba a un chico, un enfermo mental en Escocia, se llamaba Lawrence. A él le gustaba ir haciéndole una seña despectiva con los dedos a todo al que se encontraba por la calle y simultáneamente susurrar “f*ck you” modulando bien. Me gustaban sus tirantes y sus bigotes. Yo caminaba detrás de él porque la gente solía tomárselo muy mal, incluso cuando era obvio que estaba loco. Cuando se aburría se detenía en medio de la calle y gritaba “Johnny Caaaaaash” por un buen rato. Me encantaba cuidar a este chico!

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Mi amiga Janice

Mi amiga Janice acaba de salir del hospital psiquiátrico vale la pena aclarar que la permanente no se la ha hecho allí, ni tampoco el tatuaje del Pato Donald, ese look lo tiene desde que es una quinceañera, al igual que ese estúpido amor por los arcoíris. Mi amiga Janice escribe como un dios pero su look le ha limitado mucho sus posibilidades de tener éxito. Sus múltiples cadenas de cuero tejido en el cuello, atraen la estupidez de los intelectuales. Su manera loca de alargar las palabras cuando habla la hacen blanco fácil de los burlones. Sus franelas manchadas de aceite, no la favorecen. Me gusta la histeria con que te aborda para contarte que en el hospital comía buenísimo, que conoció gente muy interesante: “Los mejores artistas están allí”. Cuando Janice cuenta algo muy emocionante se aplaude a sí misma. Como debe ser. Es una estrella.

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Melisa Barrios Cárdenas

Luna meliflua en labios de dementes Opio veneno dulce y casto. No esperan más que un claro de luna Para impávidos presentarse Ante la realidad lacerante. Andando van en el rocío de la luna, En la ribera de lo eterno. Asaltantes de razón Anhelantes de cordura. Luna meliflua en labios de dementes Opio veneno dulce y casto. Deben ahora hablar con el alma Hasta el desastre del cuerpo Y el irascible delirio.

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Maritza Ă lvarez Vargas

La loca Loca cuando lucho, en la tarde de esperas Loca cuando hundo en mi pecho la traicionera espada de la tristeza Loca cuando deambulo serena esperando que algo suceda que llegue la promesa que suene un timbre o escuche una voz Esa voz... la tuya y la amada Loca cuando desnudo mi cuerpo y te lo ofrezco en ofrendas silenciosas y pixeladas Loca cuando una melodĂ­a me recuerda lo que nunca he tenido

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MarĂ­a JosĂŠ Paats

cĂłmo medir el reloj nadie detiene la caĂ­da libre de toda atadura aparecen surcos de donde se extirpa el musgo de mis locuras en los espejos de la memoria prisionera en esta carrera loca de no querer alcanzar el hilo de arena apenas desangrado se asoma tras el cristal nuevamente la vida misma me embriago con ella ante su insistencia la tomo carne en mi carne seguimos en un lecho de lilas y magnolias juntas

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Disfrutar del miedo pareciera un accidente, una búsqueda elevar la adrenalina dejarse llevar en el descanso como una niña mujer en una plaza sobre la hamaca balanceándose en su mente disfruta la ferocidad de su loba sin sentir vergüenza de verse sexy, sensual

en esa búsqueda de lo incógnito de lo absurdo de la locura feroz qué peligro estar suelta significa loca de miedo perdida en ausencias se pregunta si la verdad llega con restos de ferocidad en un mar negro Ella disfrutando

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Augusto Rodríguez

QUEMARÉ TODAS MIS NAVES EN TU CUERPO

Todos se han ido nadie queda a lado de mis huesos mas esa vela encendida que alguna ardió en tu cuerpo la cera se fue derritiendo en tu piel mordías el aire de la locura quemaré todas mis naves en tu cuerpo pues ya no queda nada de nada mas esa vela encendida que arderá eternamente

De: Cantos contra un dinosaurio ebrio

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EXILIADO DE TODAS PARTES

Fui un exiliado de todas las dictaduras y de todas las reuniones sociales sólo porque era un alcohólico ¿acaso ellos no se emborrachan? total mis únicos amigos fueron los vagabundos ciegos y los rateros nocturnos con ellos aprendí a beber vino rojo que es la verdadera sangre del mundo

De: Cantos contra un dinosaurio ebrio

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Walther Espinal La locura de Altea Eneo, su esposo, por agradar a Artemis en el bosque prometió honores de su reino por cazar un jabalí. La reina Altea la que desvía los vientos desde entonces en su postigo aleja la lluvia de flechas destinada a sus hijos que decidieron también ser de la competencia. Meleagro, su hijo, obtuvo la piel del animal pero atribuyó el triunfo a una ninfa de la que estaba enamorado. Ningún cazador aceptó que los premios estuvieran en las manos de una persona distinta a la familia real. Enamorados, cazadores y parientes cegados dieron pie a una confrontación donde Meleagro atravesó con su filo a sus hermanos y a los de su madre. Altea lloró a la diosa justiciera que alivia los corazones. Y fue entonces que la diosa le entregó un tronco de guayacán y en él Meleagro bruñido. Sin juicio destruida por la muerte de hijos y hermanos echó la madera al fuego y danzó. Los ojos de Meleagro ardían con el incendio. Y la ninfa apenas acertaba a pronunciar bruja. 18


Rafael García-Godos Salazar METAL & SABROSURA Nada triunfa como el exceso JG

esta no ha sido idea mía no me siento hombre no me siento mujer no me siento el único que hace todo el ruido en la noche extensa no me siento la luz de mi generación la luz de la patria zombie ni hombre ni mujer solo vivo lo que siento como escribo lo que vivo yo quiero un mundo mejor como la miss simpatía un mundo mejor sería un mundo vacío una palabra sin sonido una luz tenue antes de dormirse uno escribe para despedirse es decir escribo para despedirme de este rincón donde se guarda la culpa un corazón avergonzado ni hombre ni mujer un corazón azul marciano que nadie necesita que se ha equivocado tantas veces yo quiero un mundo mejor que la droga libere más mentes y dejen ver su verdad vacía sin razón sin conciencia la conciencia estorba a la creación yo quiero un mundo mejor dice una rosa y que el olor a mal sexo se quite con un baño de esponja iluminarse es lo que digo ¿ES QUE A CASO NO TE HAS DADO CUENTA? LOS MOUNSTRUOS NO CAMBIAN SOLO DESCANSAN 19


Alex Javier Martínez Huamán

Juicio

Tu mirada cansada tras los cerros de un sol frío, es el desacuerdo para las leyes del disparo. El derecho a la insurgencia sólo nos trajo agonías en cárceles, pólvora y desapariciones. ¿Aún recuerdas aquel día? Era la última mañana de tus años. El despertar fue ignorado. El viento aún palpita bajo el breve sueño, el cielo palidece y los respiros se entrecortan. El eco muerde tu carne y el latido quedó huérfano. Mi alma canta buscando hacer brillar la humildad de la apariencia humana, pero aquellos que cumplían con unos cuantos pretenden olvidar las tumbas sin nombres.

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Horacio Mendoza Velázquez

Cerrado por derribo

He caminado por las ruinas de mi alma y me sorprende encontrar un poco de tristeza en el medio de todo, un recuerdo siniestro que devora mis entrañas, un recuerdo con garras que destroza mis ojos, un beso, un abrazo que se llevó el olvido y la distancia. He caminado por tu espalda y siento que ya nada de ti me pertenece, que todo esto fue un sueño, que todo fue una pesadilla rosada y se me olvido hasta la fecha de nuestra primera mirada. Ya nada vale la pena, se nos escapó el amor en una huida cobarde, se nos escapó la ilusión, las palabras y el calor. Ya no queda nada en mí para darte, más que unas palabras lejanas y absurdas, vete de mí.

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Cecilia Romero

Tarde de feria

Brillan las naranjas como soles, soles en grande canasta. Vendedoras de risas blancas, trenzas negras prietas, largas. La sangre de los ciruelos, las hijas de las vendedoras de flores, que tras los toldos preguntan a las margaritas si las quieren o las dejarán de querer. Un loco recorre la feria, sonríe con ojos de agua, espanta a los niños, maldice, patea, mide las líneas del miedo, se aleja entre la gente. Una tarde que pasa, llevando cuatro soles naranja en la bolsa, margaritas en las manos para ser desojadas y una luna que se asoma descalza.

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Pamela Rodríguez

El infierno musical

Mil voces cantando, engendros productores de rondas nocturnas, como perros vagos; asesinos y suicidas afuera duermen sin saber de mi vigilia. Espíritu y alondra, lo ebrio se contrasta en trino y mi locura cuelga de una rama, gorriones mudos me delatan ¡Neruda grita sus versos! a través de los rocíos fríos que salen a morir por un momento. Los rojos versos sonríen al espejo góticos diafragmas ilustran palabras mutiladas buscando asilo en mi garganta. Un espasmo cerebro vascular asalta el eco de lo insensato metáfora y jilguero, como en el diván de una plaza escenarios de vanguardia porque mis delirios vuelan ceniza al viento. ¿Y por qué esta locura, y esta apuesta? que reverbera en esa hoja con filo de un cuchillo. Usurpa mis horas al sondear sus sombras. ¿¡Sera demencia lo que tengo!? estremeciendo el limo dormido evocándose a sí mismo en un onirismo, ángeles y demonios que dormitan extramuros sola con mi criatura con su alma y con la mía, ¡esquizofrenia maldita! guardar tu gesta una y mil veces recitada.

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Laura Ramos Fernández

Infierno invernal que se llevo mis alas Para volar hacia los sueños de sombras Infinitas que solo turbios pensamientos Traen Sé que aún estás allí observando el Atardecer morir entre mis manos Lo ves puedes verme? Porque yo si aún puedo verte A través de los barrotes de mi Cárcel de colchones tan suaves Como un golpe en la cabeza

Sonidos en mi cabeza Que no puedo controlar Desesperación, frustración Sabes que todo gira sin control Deseos de defunción corren Más rápido por mis venas Todo es veloz cuando lo ves A través del tragaluz de colores Infinitos que mi mente proyecta

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Alexis Uriol Flores

El cuarto La oscuridad sobre mi cuarto, Flechas que descienden sobre los abismos de mi alma. Soy quien enloquece, Enloquece por la fiebre del amor de una mujer, Que arrojo mi cuerpo sobre sus redes.

¡Soy!... ¿no sé quién soy? Un cuarto de oscuridades, de ciénagas pendientes. Con el cuarto crepuscular, De las noches, De la tarde y el día. El que grita por su amargura y atraviesa el pan con su cuchi verde. ¿Por qué mi cuerpo el desenfreno envuelve? Su excitación, su pecado y aroma de anochecer, Sus cartas desgranadas, Del halito de su boca, de su ser. Parece que la muerte viniera, Con los ojos obsesivos en su ser, Su boca fuera la sed de la desgracia, Con el tormento de la lluvia, Y la estrella en su fulgor encanto. Mi mente imágenes crea ¡Hay locura, mi locura! Me envuelvo sobre tu ego, Muerdo tus labios, Enciendo el fuego de tu piel, Somos dos amantes, bajo la luna. Como el tacto de hoja de una rosa, Más ligero que una sonrisa sutil; Somos dos amantes bajo el cantar astral. Por eso tus ojos lloran, ¡hay de mí y mi locura! De amante y encarnecida desmesura ¿Por qué no vienes a entregarte, En esta mañana de dulzuras, Si la vid de mis labios, 25


Vino se vuelven por tus dulcedumbres? Pero son de vino mis labios, para endulzar tu cuerpo Y ¿Cómo sentir las hojas, que han de atarme como ácidos? Si la tempestad de tu cuerpo embiste el mío, Mi cuerpo sediento, con la salmuera de tu sudor, De tu excitación y tus gemidos, Aquella noche se envolvió.

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Ermes Paredes Borjas

LAS LOCURAS DEL AMOR

Mi alma, de tu beldad embelesada Circula en un edén de fantasías. Recorro cielo y tierra. No me detiene nada. Venusta, a tu lado llegare, que importa distancias. Por tu cariño, asciendo al denso firmamento Para postrar a tus pies, las estrellas. Mi corazón palpita extraordinariamente contento Al verte sonreír tiernamente como ellas. Descendería del orco, a su profundidad Donde hasta al mefítico demonio retaría Solamente por conseguir tu magna felicidad Corazón, corazonada del alma mía. Cruzaría del gélido mar, su huracán Del cielo, su devastador tormento. De tu mágico lado no me separaran Eres mi felicidad y no existe tormento. De este mundo, ni al espeluznante delirio Ni a la estrepitosa fiera voraz temo. Retaría, aun en agonía, todo martirio Para mostrar a tu alma, cuanto te amo.

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Fèlix Mèndez

HOROZONTE TARDÌO DIOSTANTE El tul pùrpura sobre el rostro el poeta dormido Que durante el sueño rompió la silla de silabas de sartén que cuèzance, el mono y el duende lamian su occipital Tobillo navaja bollillo te vendo mi morcilla aunque no toro Mejor ni el novillo que lleva trenzas de sangre la mañana y también al nudillo yunque y coz que la labia hàcese distante, al perol del diablo triste en el fustán de la avenida cuando todos huyen a laborar o a dormir los pasos tras el pan en medio de la ciudad o la sartén quejumbros arreboles y monedas que lanzadas no vuelven a caer largados los faroles se visten de autos para corcovarte ahora que zòcalo te haces manzanilla harto de reciclar nubes y del toreo a tus innumerables ebrias sombras, híbridos de ciudad canela kión y todo lo demás sonreír por llorar medicina de pavimento tras el lagarto siempre se cree en el alfajor antes de soplar qué rompí que largué partí o pareciè sin embargo no al paseo de la mano del farol, invítame a la dentada al tamaño y al ombligo que empiezo a mordisquear huir por huir sumar por sumar , felaciones en los boquerones de los edificios aquí y allá con el pony luego de la sal o el azúcar sobre el glande curo como cigarra doblada lucecita, cuánto debo para que me premies con tu amistad de rodillas para chupar su vagina con cañita mientras yo con mi sedal pesco el resto a ratos libres cuando celebro la madrugada como el detalle mortuorio del duende en que nací y en todas aquellas de caricias contra la acera en que busco el tesoro de la neurona triste mientras maldigo al poeta dormido y al demonio triste y me pass la luz ámbar con mi carro de luces apagadas recuerdo el féretro de soplidos que siempre hago cuando me llamo desde el balcón por saltar abajo por saltar arriba siempre donando el reloj al gua servida que no te invite ni tè ni colillas y cómo despertaste de tu ensoñación laborar mas o menos a largo desperté a las 5.30 y me fui junto a los que también se iban todos en taxi yo en burro de planchar amado vapor de la mañana que me haces danzar sùmate siempre a mi conjuro de poder aullar silencioso entre los perros que saben nadar recuerde que entre las letras chiquitas siempre alguien le meta la madre no se alarme es un certero halago a su necedad 28


Manuel Luque

HOSPITAL PSIQUIATRICO

De pronto la bulla se apoderó de mí No era el desquicio que navegaba en mi cabeza O este pasadizo nebuloso con olor a desinfectante Sino la noche sórdida con su lengua visceral Bañándome El Rostro De Locura De esta sana enfermedad de escritorio De sueños inconclusos que pasan la medianoche De ruidos enajenados que salen del reloj De mi voz que me persigue y retumba los oídos: Soy un ciprés que el otoño dejó morir a sus anchas Y me devoran el cerebro los gusanos del pasado Estoy llevando en brazos mis bronquios Porque mi pecho no es suficiente Porque el aire aquí es limitado Y la noche se va de cara contra el mundo Y todas las veces es igual que mi atormentado corazón Sostenido Por El Insensible Tiempo Mientras voy sembrando algo de vida antes que el sol salga.

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Ronald Castillo Florian ESqUIzotípiCO Siempre soñé con este poema que brotaba de mis ojos y se nutría de mi sangre con este poema que desvirtúa mi sentir cautivo en mi sudor insultante porque estas gotas saladas son de letargo no trabajado ya que el paria nutrido es mal hijo que no siembra ni flores ni llantos sólo espera sólo espera la desgracia sentado v e g e t a n d o sus pensamientos alucinándose el gran poeta escogido por los siglos para vivir por siempre y la cachetada real cae como ladrillo en el dedo despertando el suspiro idiotizado del NO hacer nada comer-dormir-Escribir sin generar sustento y se computa el gran poeta el no nacido el redimido el por siempre esperado y no es más que un hijo paria que yace muy bajo de su vida pudriéndose en su desgraciado llanto de es-cla-vo

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Poetas presentes en esta edición Francisco

Enríquez Muñoz (México, D.F., 1975): Escritor, dibujante, fotógrafo, pornólogo, cinéfilo, pervertidor de menores, ejemplo vivo del refrán «a la prima se le arrima». Daniel Villafuerte Rivera. 29 años. Lima Giovanni Salvatore Bayas Aguiar (Guayaquil, 1990). Estudiante de Comunicación Social en la Universidad Casa Grande, Guayaquil-Ecuador. Miembro del taller literario “El Quirófano”. Participante de la XXI Feria internacional del Libro 2011 en La Habana, Cuba. Está por publicar su primer libro. Blanca Haddad. Pintora y poeta venezolana, su blog es el siguiente: http:// tropipunk.wordpress.com/ Melisa Barrios Cárdenas (Lima, 1994) Estudiante de Educación en Lengua y Literatura de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle – “La Cantuta”. Maritza Álvarez Vargas. Nacida en la ciudad de Valparaíso, Chile, en 1962. Es poeta, dibujante grafico publicitario, fotógrafa y acuarelista. María Jose Paats de Macera, nacida el 18 de noviembre de 1952 en Canelones Uruguay nacionalizada argentina. Concurre al Taller Literario Tangerina. Augusto Rodríguez. Escritor ecuatoriano (Guayaquil, 1979). Periodista, editor y catedrático. Ha publicado innumerables poemarios tanto en Ecuador como en distintos países de Hispanoamérica. Walther Espinal. Nació en Medellín en 1980. Realizó estudios de filosofía y letras en la Universidad de Antioquia. Ha publicado: La danza de Narciso (2009) y El pirata y otros poemas (2010) Alex Javier Martínez Huamán (1977). Andahuaylas, Apurímac-Perú. Poeta, Profesor y Promotor Cultural. Horacio Mendoza Velázquez (Lima, 1989) Es poeta o intenta serlo. Su obra es inédita y espera abrirse terreno por entre los suburbios y la gentita que no deja de mirarse el ombligo. Cecilia Romero (1974) es chileno boliviana, es autora de ENTRE LAS HORAS, libro de cuentos (nuevo milenio 2010) y ganadora del premio nacional de cuento Adela Zamudio con el relato EL GRITO DE LA MARIPOSA. Pamela Rodríguez. Escritora y poeta peruana. Nació el 5 de septiembre de 1983, en Lima-Perú. Actualmente pertenece a la escuela literaria del sur-red de escritores y escritoras por el alba. Colaborando en revistas literarias como Cinosargo, Delirium Tremens de Perú y el fanzine de España. Laura Ramos Fernández (seudónimo Andy) nació el 11 de setiembre de 1986. Vive en el Callao. Estudió Guía Oficial de Turismo. Su obra está aún inédita. Alexis Uriol Flores (Lima – 26 de Diciembre de 1990) estudiante de comunicaciones y artes escénicas. Actualmente trabaja en sus primero cuentos y, en su primera novela. Ermes Paredes Borjas (1988 Quiruvilca-Santiago De Chuco). Poeta. Fèlix Mèndez (Lima, 1973). Poeta y performance peruano. Ha publicado Ágape de Espectros (Casa Katatay, 2011) Manuel Luque (Lima, 1974). Docente y poeta peruano. Egresado de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle. Ha publicado los poemarios: El huerto de los alientos y La Estación de la muerte. Ronald Castillo Florian. Nació en Cañete-Lima, Perú el 26 de marzo de 1979. Editor con el poeta Leoncio Luque de la revista virtual y física: TROMBOSIS LITERARIA. Publicó: PRÍNCIPE ESQUIVO (Casa Barbieri Editores 2007-que obtuvo el premio por el Día del Libro en España: iwith,org)

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