tomó la decisión y volvió al predio de la AFA en Ezeiza, esta vez para ser la cabeza del equipo con miras a Brasil 2014.
Perfil cambiado “El perfil que están buscando los dirigentes es el de una persona con identidad, con títulos, cuya presencia y posicionamiento sean debidamente respetados, que el jugador confíe en él, que tenga palmarés suficiente y que haya pasado por experiencias de altísimo nivel competitivo. Sobre todo que sepa manejar un grupo, porque la diferencia siempre está en el liderazgo”, había adelantado el vocero de la entidad madre del fútbol argentino, Ernesto Cherquis Bialo, poco antes de la asunción de Sabella y cuando aún se barajaban distintas posibilidades para reemplazar al “Checho”. Si se tienen en cuenta los pergaminos que fue cosechando el actual DT, la búsqueda fue coherente. A repasar: Luego de desprenderse de la tutela de Pasarrella, Sabella tomó las riendas de Estudiantes en
marzo de 2009. Y desde ese momento dio sobradas muestras de su conocimiento para manejar planteles, pues llevó al conjunto platense hacia el título de la Copa Libertadores de ese mismo año. Por esa consagración, debió disputar el Mundial de Clubes, y estuvo a un paso de coronarse campeón manteniendo en vilo al Barcelona, que ya por ese entonces era considerado el mejor equipo del planeta. Pasó cerca la hazaña, ya que el desequilibrio individual de Lionel Messi pudo más y el elenco catalán festejó. De todas maneras, el DT formateó el chip de Estudiantes. Lo transformó en un equipo sólido, estable, con variantes en todas sus líneas pero especialmente sostuvo lo que buscaba: que su once titular saliera de memoria. Con ese panorama, su club fue protagonista siempre y volvió a ser campeón en el Apertura 2010, cuando peleó palmo a palmo el título con Vélez. “Es práctico, simple, sin muchas palabras pero que acompaña al jugador cuando lo necesita. Sabe expresar lo que requiere el grupo y saca el mejor potencial de
cada uno de los futbolistas”. Así explica la manera de proceder del entrenador, Mauro Boselli, goleador de aquel equipo platense, que hoy volvió a la institución para tratar de repetir los logros obtenidos con Sabella. La gran capacidad para convertir del artillero radica en el crecimiento que insinuó de la mano del técnico. “Prioriza la paciencia y el intentar ser superior al rival de forma inteligente. La clave para Alejandro pasa por la mentalidad ganadora que hay que construir para salir a la cancha con ventaja sobre el adversario”, comentó el ex Boca. Y agregó: “Es un técnico de una enorme experiencia, que no deja nada librado al azar y piensa en fútbol las 24 horas. De bajo perfil, le puede hacer muy bien a la Selección para encontrar un juego estable, sin grandes estridencias. La simpleza es su mayor virtud”. Antes de que la confirmación de Sabella fuese un hecho, varios nombres estuvieron en danza. Gerardo Martino ganó un lugar en la palestra a partir de obtener un lugar en la final de la Copa América con