CAPÍTULO OCHO Querido lector, si eres un observador astuto de la condición felina, tal vez ya te hiciste una idea profundamente personal acerca de mí. Pero claro, esta no es una noción que yo haya tratado de producir en ti de manera consciente. Sin embargo, nos guste o no, el escritor siempre se traiciona subliminalmente, no solo en las palabras que plasma en el papel, sino también con indicios sutiles