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Las clases inteligentes no se suicidan
vo del perremeísmo –algo cierto–, pero lo dijo tan genuino como la silicona. Sin embargo, su táctica y estrategia fue tan sólida como al final resultó aquel banco. La idea de embriagar de lisonjas a Guido, para luego colmarlo de intrigas, y terminar haciendo daño al PRM y al gobierno, choca con ciertas realidades de la naturaleza del individuo. ¿Indomable? Sí. ¿Influenciable? No. Su carácter beligerante y contestatario, así como una innegable formación política, y esa dosis de lo que los norteamericanos llaman streetsmart, impiden que sea una veleta vapuleada por los vientos de sus adversarios políticos naturales. No hay que perderse, Guido Gómez Mazara tiene su propia agenda, y sentido de la historia. En su accionar político no se le ha visto «galloloqueando», y cuando toca, sabe ponerse a la altura. A fin de cuentas, luce difícil figurarlo haciéndole un daño irreparable a su partido, o al gobierno que ayudó a ganar. Sabe que sus amigos, así como su presente y futu- ro políticos están íntimamente vinculados al PRM. Además, su olfato ha de indicarle que en el 2020, tras la implosión del denominado «neopeledeísmo» –en sus versiones verde y morada–, inició un nuevo ciclo político en República Dominicana, y que todavía se ignora quiénes serán los beneficiados de la recomposición de fuerzas sociopolíticas que ya se encuentra en curso. Si bien es cierto que el presidente Luis Abinader lleva el carril de adentro para un inminente y casi seguro segundo período, el 2028, y años subsiguientes, es un libro abierto con páginas a ser escritas.

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VÁLVULA DE ESCAPE.- Y de ñapa… las ollas de presión dan buen cocina’o, pero sin válvula de escape explotan, y la magnitud del daño puede ser fatal. En todos los gobiernos de todos los países hay inconformes, unos pasivos, unos que se tornan en disidentes; los naturales de la oposición, y los propios de los partidos de gobierno, porque no hay lugar para todos. La oposición apuesta a que Guido sea explosión. Lejos de eso, resultaría todo lo contrario. Gómez Mazara es el hilo conductor que mantiene a los inconformes ligados a su partido, al gobierno, a la coalición oficial. Aunque el onirismo opositor pretenda, es cuesta arriba creer que puedan influenciarlo con lisonjas e intrigas… El PRM lo que debe hacer es respetarlo, y, Dios mediante, el tiempo y la historia pondrán todo en su lugar. Porque a fin de cuentas, las clases inteligentes no se suicidan.


ALEXIS MÉNDEZ
@alexis_mendez
ESPECIAL PARA PAÍS POLÍTICO
«Y a estas alturas, ¿para qué hablar de la salsa?». La pregunta resalta entre muchas, entre argumentos expuestos por el autor y los entrevistados, en medio de historias que recibimos de primera mano. La respuesta es innegable, sí, a pesar de nuevas olas musicales, de un despiadado mercado de la música –que lo ha sido siempre, bajo la excusa del negocio– y de nuevas maneras de difusión, las que han moldeado maneras de valorar.
La salsa sigue teniendo quien le escriba. Esta expresión, a la que no le ha quedado otra cosa que ser aguerrida, que ha sido tan cuestionada como bailada, hay que seguir contándola y estudiándola. Hay que dar seguimiento a esas particularidades que la mantienen viva, resistiendo frente a millones de reproducciones de plataformas de streaming y escándalos mediáticos que, muchas veces (casi siempre), se imponen ante hechos espontáneos. Hay que escribirle a esta forma de arte que