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«La política me costó mi primer matrimonio»

EMELYN BALDERA @emelynbaldera Editora de Mujer & Política

Rafael Paz vivió momentos de mucha tensión cuando decidió dar un paso hacia la Fuerza del Pueblo, dejando una historia de trabajo y militancia por más de 23 años en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Dejando de igual manera, posiciones y relaciones importantes: compañeros que se convirtieron casi en familia, a los que promete no los defraudará, puesto que donde quiera que esté está dispuesto a honrar con acciones ese vínculo de amistad y apoyo.

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Un joven político que en la contienda electoral del 2020 tuvo una exposición mediática y pública de primer orden, como candidato a senador por el Distrito Nacional y ex funcionario como director de ProCompetencia.

Unas 150 mil personas votaron para que él fuera el senador por el Distrito Nacional, lo que no pudo ser posible y según las reflexiones a las que llegó luego de la derrota, «le doy gracias a Dios por el resultado del 2020, hice un ejercicio personal profundo, porque a mí durante mucho tiempo se me abrieron todas las puertas, demasiado éxitos acumulados, públicos y privados y muy joven, tantos éxitos prolongados a veces envanece o envilecen el alma», confesó a País Político el precandidato a alcalde del Distrito por la Fuerza del Pueblo, sufrió un golpe emocional fuerte cuando por su ejercicio político le cobró muchas cosas, incluyendo su matrimonio.

El político agradece a sus compañeros del PLD donde militó por más de 23 años, y les promete que honrará con acciones ese apoyo, desde donde le toque estar «tendrán un aliado, un amigo y un compañero de toda la vida».

¿Cómo se siente Rafael Paz en términos políticos? Estoy viviendo el momento más feliz de mi vida política, me siento muy satisfecho con lo que hemos construido hasta ahora. Estoy feliz porque he encontrado en la Fuerza del Pueblo, un espacio de perfeccionamiento como figura y como parte de un equipo, donde hay una armonía total, donde ejer- cemos la política en función de lo que para mí es lo más importante: las ideas y el conocimiento.

¿Estás decidido a ser el próximo alcalde del Distrito Nacional?

Me siento satisfecho con el trabajo que hemos venido haciendo en los últimos años, cinco años de trabajo constante en el Distrito Nacional, de manera sistemática, con mucho amor y compromiso y hoy siento que todo lo que hemos sembrado se está traduciendo en niveles de respaldo para el partido, como en la sociedad, que nos dan una posición ventajosa, de cara a los compromisos electorales que tendremos el próximo año.

¿Qué le hace pensar que ahora sí ganará, qué puede ser diferente?

Lo primero es que tengo más experiencia; segundo, el proceso pasado fue rico en aprendizaje, pude conocer a profundidad a la sociedad del Distrito Nacional y tercero, las razones por la cual no logramos la posición fueron todas razones fundamentalmente externas.

Se dividió mi partido, hubo una suspensión de elecciones que la sociedad entendió que había sido responsabilidad de la organización que yo representaba en ese momento. Hubo una Plaza de la Bandera activamente tirando de las emociones del electorado, con una causa muy sólida y para cerrar, hubo una pandemia, que alteró todo el clima electoral.

Todo eso se combinó para reducir nuestras posibilidades electorales, a pesar de eso, logramos 150 mil votos, un seis por ciento más que todos los candidatos de mi organización que habían aspirado anteriormente. A partir de ese momen- to, yo no me detuve, tomé dos meses para reponerme, pero a partir de ahí inicié un proceso intenso de trabajo político, que nos mantiene en primeros lugares en la opinión pública nacional, tratando los temas que interesan a la gente, con un crecimiento sostenido, que interesan a la opinión pública.

¿Esa experiencia acumulada que le ha permitido?

Me ha permitido mantenerme en los sectores de la capital, trabajando con la dirigencia deportiva, comunitaria, política, pero en adición a eso, hemos logrado construir una visión consolidada, de los principales problemas de la capital y una vía de solución para esos problemas.

Hemos generado la confianza en la gente en nuestra capacidad de trabajo. Hoy ya no soy el joven que sorprendió a muchos con unas aspiraciones y logró imponerse en unas primarias, siendo presidente de un comité de base de mi organización.

¿Te sientes escuchado en la Fuerza del Pueblo?

Soy miembro de la Comisión Política de mi organización y participó en la construcción de estrategias de la Fuerza del Pueblo, trabajo de la mano con el presidente del partido Leonel Fernández, que tiene un liderazgo sólido en RD y está colocado hoy en términos de preferencias, para ser el próximo Presidente de la República.

Además de todo, he logrado nuclear un gran equipo de trabajo de hombres y mujeres que están decididos a conquistar el liderazgo de la ciudad y encabezar una gestión que transforme a Santo Domingo para que funcione de verdad.

¿Qué le dices a los que aun no entienden porqué te fuiste del PLD?

Le diría que es un derecho constitucional, el derecho a la libre asociación, yo soy milenial, no estoy construido sobre la base de pertenecer a entidades cuya visión o ejercicio yo no esté convencido de que se ajusta a lo que entiendo que son los mejores ideales para mi país. Ejerzo la política desde la perspectiva de entender lo que es mejor para mi país y me convencí de que lo que le conviene en esta coyuntura es que esa base social, que en algún momento, representó y se aglutinó en el PLD, que lideró Leonel Fernández, debe hacerlo nuevamente ahora en la Fuerza del Pueblo, bajo su liderazgo y de una nueva generación que lo estamos acompañando junto a dirigentes de mucha experiencia y construir una visión de país para los próximos 25 años.

¿Por eso se fue del PLD?

Por eso me fui del PLD y llegué a la Fuerza del Pueblo, para tener la experiencia de construir un partido desde cero. Ese proceso histórico de construir una nueva entidad, que estoy convencido de que va a liderar el país en la próxima generación, es algo que no me hubiera perdido de ninguna manera, es parte de lo que para mí, es lo principal que debe tener un político como meta.

«Hice un ejercicio personal profundo, porque durante mucho tiempo se me abrieron las puertas, demasiado éxitos acumulados, públicos y privados y muy joven, tantos éxitos prolongados a veces envanece el alma o la envilecen».

Estoy aportando un granito de arena a la construcción de esta organización, en la que creo profundamente y que está alineada con los principios, valores y visión que entiendo son más convenientes para el país.

¿Una decisión política difícil?

La decisión más difícil fue salir del PLD, partido al que dediqué 24 años de mi vida y donde dejé a personas que llevo en mi corazón. Me siento profundamente agradecido, de las bases y de la dirigencia de ese partido por las oportunidades que me dieron y por haber trabajado duro para convertirme en candidato a senador, luego en miembro del Comité Central y del comité político.

Ese compromiso con esa gente lo llevo en mi corazón, y lo honraré con acciones desde donde quiera que esté, esas bases y dirigencias tendrán un aliado, un amigo y un compañero de toda la vida.

Hay quienes cuestionan tu liderazgo político ¿cómo ha sido el proceso?

Mi liderazgo fue construido desde cero en los sectores populares. Sobre la base del posicionamiento que logramos como figura del sector empresarial en primera instancia, que fue lo que me dio a conocer, por un trabajo tesonero y reconocido por todos los sectores económicos y productivos del país.

Luego un paso hacia la administración pública, donde me tocó articular la más grande sinergia que se haya dado entre el sector público y el privado, a través del Consejo Nacional de Competitividad y ese posicio- sonal, porque la familia resulta siempre muy lesionado, del tiempo y el esfuerzo que uno le coloca a esta carrera, cuando uno lo hace en serio y con compromiso. namiento sólido como figura de resultados, transparente, y de respecto, fue mi aval al momento de construir una carrera política.

Hay tiempo que dejas de dedicarle al matrimonio, a mí esta carrera me costó uno ya, tiempo que dejas de dicarle a tus hijos, y yo que soy padre y que mi rol preferido es ser papá, he tenido que pagar un precio importante por eso, que en términos prácticos he tenido que desdoblarme para atender todo lo que tiene que ver con mi hijo, porque yo eso no lo postergo.

El sacrificio personal, cosas que dejas de hacer para dedicarlo a la política, o poder atender los compromisos con la gente que quieres. Las horas de sueños, para tu bienestar personal. Y el otro es cuando uno sacrifica las finanzas, tus ahorros, todo tu patrimonio, y lo colocas de manera secundaria.

Cuando yo llegué a la actividad política de forma intensa con vocación electoral, tenía un nivel de vida y acceso y beneficios que muchos tal vez no imaginaban, yo no vine a la política a buscar estatus, ya yo lo tenía de primera línea, a nivel económico y social y di este paso en función de una visión, porque estoy convencido que los grandes males que hoy vivimos, se curan a través de la política y de un liderazgo responsable.

¿Qué es lo más prioritario que hay que atender en la ciudad?

Tengo una visión de la ciudad y a través de ella conceptualizo mi propuesta. Mi propuesta se concentra en un elemento que considero central que es la gente. Cuando hablo de la gente, mi enfoque es un elemento esencial a la hora de trazar políticas públicas, como la densidad poblacional.

República Dominicana tiene una densidad poblacional de 215 personas que habitan por kilómetro cuadrado, es el resultado de los 11 millones que tenemos de personas y los 48 mil y pico de kilómetros cuadrados que tiene el país.

Esta carrera ha sido el resultado de un esfuerzo personal y un equipo de trabajo que hemos liderado, yo tengo vínculos personales con personas que están en el mundo político, pero esta carrera, es un emprendimiento personal y el resultado de un trabajo construido desde cero.

¿Qué tanto ha sacrificado por la carrera política? Hay tres grandes sacrificios, el primero es el sacrificio familiar, que lo pongo antes que el per-

La segunda ciudad del país, que es Santiago, tiene una densidad poblacional aproximadamente de 1,400 personas por kilómetros cuadrados. La provincia más poblada, que es Santo Domingo, tiene una densidad de 2,500 personas por kilómetros cuadrados.

El Distrito Nacional tiene una densidad poblacional de 11,442 personas por kilómetros cuadrados, estamos hablando de 66 veces la densidad del país.

Aquí hay sectores como Capotillo que tienen una densidad poblacional de 45 mil personas por kilómetros cuadrados, es la situación que vivimos en la capital. Hay una población flotante que viene todos los días a trabajar, visitar, estudiar, o más. Un millón 550 mil personas, si

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