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OPINIÓN

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OJO HAITÍCON

OJO HAITÍCON

EMELYN BALDERA @emelynbaldera EDITORA DE MUJER & POLÍTICA

El pasado domingo fue un día importante para el veterano político y expresidente del Senado, Ramón Alburquerque, quien se ha quedado fuera del tren gubernamental en esta etapa moderna y desde el día cero ha sido uno de los principales críticos del Gobierno que encabeza el Presidente Luis Abinader.

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Alburquerque, que ha saboreado el néctar de navegar en las redes como cualquier otro influencer, ha dejado claro, de múltiples maneras de que no está de acuerdo con la posición que ha asumido su Gobierno, en torno al tratamiento que ha recibido de parte de la cúpula y por consiguiente, con ciertas medidas que han tomado.

Ha sido una de las razones por la que el ex senador, quien quedó registrado en la historia reciente del país con el grito de guerra «entren to’ c…», no ha comulgado con el líder de su partido y ha decidido enfrentarlo –o por lo menos lo está intentando–, asumiendo un proyecto presidencial para el 2024 a lo interno del PRM.

En el acto que se llevó a cabo en unos de los salones del Hotel Lina, se vislumbró la ausencia de funcionarios del Gobierno, aunque sí habían representantes «de la base», dirigentes, que dice el ingeniero representará en su propuesta.

Con un discurso contundente y claro el expresidente del Senado de la República, declaró que será el próximo presidente por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y lo que aún es más retador, que le ganará al mandatario Luis Abinader, si este opta por repostularse en 2024.

«Deseamos que les vaya bien, pero a nosotros nos irá mejor porque vamos a ganar», dijo Alburquerque, hombre con de carácter fuerte y palabras sabias, quien no está contento con el trato que al parecer ha recibido directamente del mandatario, a quién en un momento se le escuchó decir que él le enseñó de política y guió, como se lo había pedido su padre José Rafael Abinader.

El ex ministro de economía no desaprovechó el momento en que las cámaras tomaban sus declaraciones para volver a hacer críticas directas a su propio Gobierno.

«Un Gobierno que se promocione como líder económico ante el mundo no puede tener los salarios más bajos y la gente cayéndose a pedazos, porque en su mayoría prosperan las empresas pero no los empleados», dijo convencido de que lo suyo va en serio.

La decisión del mandatario

Mientras Alburquerque salió al ruedo para enfrentar en el escenario político a su compañero de

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