Diseño vial para ciudades mexicanas
Compartir información y experiencias sobre casos exitosos de rediseños viales con actores que se hayan enfrentado a estos procesos permite vincular los principios de las agendas globales y locales con la gestión local, y aterrizar conceptos como “movilidad urbana sustentable”, “accesibilidad con diseño universal”, “calles completas” o “zonas 30” en casos concretos. Este es el único camino para que funcionarios de gobierno, técnicos y ciudadanos adopten estándares e indicadores en línea con el paradigma de movilidad urbana sustentable. Finalmente, resulta de gran importancia definir adecuadamente el alcance del proyecto de una calle. Éste debe incluir el tiempo y los recursos con los que se cuenta para el proyecto, y determinará la ambición con la que se conceptualice. Por ejemplo, si al inicio de un proyecto se entiende que hay tiempo suficiente pero recursos limitados, el enfoque puede basarse en la observación a profundidad de las actividades en la zona, para realizar intervenciones muy puntuales y de alto impacto en el diseño de la calle. Estos procesos quedan ampliamente explicados en la sección C de este manual.
B2. Diagnóstico En esta etapa se lleva a cabo la obtención de información y análisis sobre la calle y su contexto, lo cual sirve para tomar decisiones durante la fase de formulación del proyecto. Durante esta etapa, es probable que la conceptualización del proyecto cambie; esto es una buena señal si los cambios en el proyecto responden a las necesidades observadas. La información que se obtiene durante el diagnóstico es cuantitativa y técnica, pero también debe reflejar el contexto social y, de ser posible, el político. B2.1 Delimitación del ámbito de estudio Delimitar el área de influencia para un proyecto de diseño vial es de gran importancia durante la conceptualización de un proyecto; conocer el polígono de acción permite hacer una caracterización más precisa del impacto de la propuesta de intervención. De este modo se pueden conocer situaciones como problemas de accesibilidad, tipo de usuarios, horarios de máxima afluencia, focos rojos de seguridad, entre otros, anticiparse a ellos y contemplarlos en la planeación inicial del proyecto para darle solución a través del diseño. La funcionalidad de una calle está directamente relacionada con su uso e inserción en el resto de la trama vial urbana. Dependiendo de la función de la calle en la trama urbana y de la magnitud de impacto del proyecto, el
tamaño del ámbito de estudio puede ser mayor o menor. Se recomienda que en los casos en los que se cuenta con una calle que tiene función de dar servicio al sistema de movilidad primario (red arterial o metropolitana) se busque generar un polígono de estudio de dimensiones elevadas para considerar el impacto sobre el sistema de movilidad global de la ciudad. A medida que el impacto de la propuesta disminuya o se realice sobre un entorno más local, el área de estudio puede ser mucho más reducida. A largo plazo, la definición del área de estudio también permitirá planear las siguientes etapas, para ampliar dicho polígono o conectarlo con otras áreas de la ciudad.
7. Joham, Carmen, Mike Metcalfe, and Saras Sastrowardoyo. “Project conceptualization using pragmatic methods”. International Journal of Project Management 27-8: 787-794. 8. El capítulo séptimo de la LGAHOTyDU establece que estos planes deben señalar “las acciones específicas necesarias para la conservación, mejoramiento y crecimiento de los centros de población”. Establece también la necesidad de promover la elaboración de planes parciales que serán regulados por la legislación estatal y podrán integrar dentro de los mismos la movilidad. En estos documentos se debe plasmar la correlación entre lo planteado para el desarrollo urbano y las soluciones de movilidad, por lo que deben formular la propuesta y tipología de las calles que darán servicio a la zona urbana sobre la que se trabaja. 9. El PIMUS es el documento de política pública en el que, por medio del análisis de datos de movilidad recopilados en campo y en gabinete, se formula un diagnóstico de movilidad, se define una estrategia a partir de la visión que se propone para las ciudades, y se formula el conjunto de acciones estratégicas, proyectos concretos, metas, e indicadores de medición para conseguir tener un modelo de modelo de movilidad urbana sustentable (MUS). Es en este documento donde se identifica la necesidad de intervenir en calles y donde se fijan proyectos concretos atendiendo a la lógica sistémica de la movilidad en las zonas urbanas. Para más información sobre cómo elaborar los Planes Integrales de Movilidad Urbana Sustentable consultar la publicación de ITDP: “Planes Integrales de Movilidad. Lineamientos para una movilidad Urbana Sustentable” en http://mexico.itdp.org/wp-content/uploads/Planes-integrales-de-movilidad-lineamientos.pdf. Se recomienda también revisar el “Anexo 1: Guía de presentación y evaluación de proyectos de infraestructura de transporte masivo” del Programa de Transporte Masivo (PROTRAM) del Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN).
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