Trabajo Fin de Grado_La Muralla Nazarí de Granada. Mirada al Patrimonio

La muralla NazarĂ­ de Granada Mirada al Patrimonio

Pablo Morales Puerta

Patrimonio arquitectónico, urbano y paisajístico

La muralla nazarí de Granada. Mirada al patrimonio ETS de Arquitectura de Granada Departamento de Composición Arquitectónica Trabajo Fin de Grado. Curso 2017/2018 Autor: Tutor:

Pablo Morales Puerta Ricardo Hernández Soriano

Tus torres son ya sombras. Cenizas tus granitos, pues te destruye el tiempo. La civilización pone sobre tu vientre sagrado su cabeza, y ese vientre que estuvo preñado de fiereza, hoy aún muerto se opone a la profanación.

Elegía humilde. Federico García Lorca.

00_ÍNDICE 01_Introducción Objetivos Metodología

02_Primeros asentamientos Desde los íberos hasta los árabes (sigloVII a.C.-siglo VIII d.C.) Entre omeyas y ziríes (siglo VIII d.C.-siglo XIII d.C.) Conquistas almorávides y almohades (1090-1238)

03_Reino nazarí (1238-1492) 04_Evolución de la muralla (1492-presente) Siglo XVI Siglo XVII_Plataforma de Granada, 1613 Siglo XVIII_Mapa topográfico de la ciudad de Granada, 1796 Siglo XIX_Plano topográfico de la ciudad de Granada, 1853 Plano de Granada,1892 Siglo XX_Plano de Granada, 2005

05_Estado actual Plano de Granada, 2005 Cuarto Real de Santo Domingo(2009-actualidad) Cuesta del Pescado nº4 (2009-actualidad) Camino de San Antonio (2006) Rehabilitación de tramo de muralla en Alto Albaicín (2002-2005)

06_Conclusiones 07_Bibliografía

01_INTRODUCCIÓN La muralla nazarí es la mejor conservado hasta la fecha de Granada. Fragmentos de historia que nos remite a nuestro pasado árabe. Sin embargo, ha pesar ser reconocida como bien de interés patrimonial, la muralla es poco valorada. Fue el debate surgido por la restitución de un fragmento de la muralla en el Albaicín realizada por el arquitecto Antonio Jiménez Torrecillas lo que me hizo percibir una sensación de lejanía hacia la muralla, como si no fuese en sí un valor patrimonial, sino como un escollo sin valor alguno. Es por ello que decido investigar sobre la muralla nazarí con el fin de ponerla en valor y repensar la manera de acercarnos e intervenir en ella.

Objetivos 1_ Estudiar los orígenes de la muralla nazarí, el diálogo creado con la urbe y la deriva histórica hasta la actualidad de ambas entidades.

2_ Compilar las actuaciones más importantes que se están realizando a día de hoy sobre ella y estudiarlas.

3_ Realizar una conclusión sobre el valor de la muralla y qué actitudes frente a ellas son más adecuadas a nivel arquitectónico. La muralla plantea un concepto nuevo de patrimonio, al no poder ser musealizado enteramente y al ser de índole urbano.

Metodología 1_ Búsqueda de datos e información en archivos bibliográficos para contextualizar a lo largo de su existencia la muralla nazarí con la evolución de la urbe.

2_Análisis de las cartografías realizadas a lo largo de la historia de la ciudad para dibujar documentos gráficos que muestren tanto la evolución de la ciudad como la pérdida progresiva de tramos de muralla hasta la actualidad.

3_ Estudiar las intervenciones más importantes que se están realizando sobre la muralla a día de hoy.

4_Obtener una conclusión sobre cómo la muralla plantea nuevos retos de intervención patrimonial y cómo podrían ser, de cara a poner en valor la misma.

02_PRIMEROS ASENTAMIENTOS Desde los íberos hasta los árabes (siglo VII a.C.-siglo VIII d.C.) Las primeras ocupaciones humanas de la colina del Albaicín se situan aproximadamente en la primera mitad del siglo VII a.C., gracias a los hallazgos arqueológicos, los cuales han detectado un asentamiento en la colina ubicada en la orilla derecha del río Darro. Por esta época Andalucía oriental estaba habitada por tárdulos, oretanos y bastetános.

Este primitivo asentamiento, denominado inicialmente Ilturir, se constituía en cabañas de planta rectangular, aprovechaba la topografía escarpada que permitía la colina para el control de la vega del río Genil y, por ende, de toda la zona.

Se estima que ocupaba una superficie cercana a las 5 ha, y estaba protegida por una primitiva muralla, que se fue ampliando y mejorando alrededor del siglo VI a.C., como consecuencia del crecimiento poblacional.

Según apunta Juan A. García Granados, la materialidad de esta primitiva muralla íbera consistiría de grandes mampuestos y sillarejos.

En el siglo IV o III a. C., pasó a ser conocida por el nombre de Iliberri y quedó incluida en el área controlada por los cartagineses, tomada por Amilcar Barca como refuerzo estratégico en plena escalada de tensiones que fue el enfrentamiento contra Roma en las Guerras Púnicas. En todo el levante y en el territorio bastetano la población tendió a concentrarse en ciudades. Más adelante, al ser derrotados por los romanos en la Segunda Guerra Púnica (el desembarco romano en Ampurias, en el 218 a. C. dio inicio a la presencia romana en Hispania) perderían el control de la zona, englobándose en lo que sería la Hispania Romana.

Sin embargo, ha existido polémica en torno a los orígenes de Granada por siglos, pues la localización exacta ha sido objeto de debate hasta fechas cercanas. Este debate nace de la existencia de tres asentamientos, mencionadas por crónicas antíguas, con una relativa cercanía entre ellas, denominandose como el triángulo Ilíberis, Castilia o Castellana y Garnata, el cual no esclarecía a ciencia cierta el origen de la Granada actual. Todo esto favoreció que cada autor que se ha dedicado a tan ardua labor de investigación arroje su propia conclusión al respecto.

Una vertiente de este debate situa la antígua Iliberris en las cercanías de la actual Atarfe, al pie de Sierra Elvira, en contraposición a la teoría aceptada en este trabajo, que es la de que se corresponde este asentamiento al establecido en el cerro del Albaicín. Según explica Cristina Viñes Millet al respecto: “El debate se inicia ya en las obras de Bermúdez de Pedraza y es continuado más tarde por el padre Flórez, ya que ambos se muestran a favor de la identificación entre Iliberris y Granada. También toman parte en él Luis de la Cueva y Mármol Carvajal, entre otros. Los descubrimientos de restos arqueológicos realizados en la Alcazaba en el siglo XVIII ponen de nuevo la cuestión sobre el tapete.

Máxime cuando se descubre que había sido tan sólo una falsificación llevada a cabo por Juan de Flores, respaldada por Echevarría y Conde, para reforzar sus aseveraciones. Sin embargo, no andaban descaminados estos autores porque, si bien es cierto que los objetos encontrados no eran auténticos, las investigaciones realizadas en el lugar-placeta de las Minas- dieron a conocer los restos de un gran edificio, que fue cegado como consecuencia del dictamen de falsificación emitido. Con todo y antes de ello, se levantaron algunos planos y se realizaron dibujos de los restos arquitectónicos. Estos los utilizaría posteriormente Manuel Gómez Moreno, llegando a la conclusión de que allí estuvo ubicado el Foro de la Granada romana.”(VIÑES 1999 p. 25-26.)

El proceso de asimilación a la república romana y, posteriormente, al imperio romano, fue largo y complejo. Iliberi, incluida en la Hispania Ulterior, obtuvo de César el título de municipio, con el nombre de Municipium Florentinum Iliberitanumm dando tres senadores y un cónsul a Roma.

Más tarde quedó englobada en la Bética y, finalmente, hacia el siglo I d. C., incorporada al Conventus Astigitanus.

El proceso de romanización aceleró el desarrollo urbano, situando su centro en la actual Placeta de las Minas, estableciendose el foro y los edificios públicos propios de una ciudad romana, rodeado por una urbe que cubriría casi todo el Albaicín. Aparte, extramuros existirían pequeños nucleos dispersos, localizados hacia la ermita de San Cecilio, Cuesta del Progreso, Alhóndiga, San Antón, Camino de Ronda y Cartuja. La trama urbana y la muralla se respetaría en gran parte, hasta ocupar una extensión de 14 ha.

No obstante, los restos arqueológicos hasta ahora hallados aportan poca luz sobre la etapa tardorromana y visigoda de Iliberri. Como explica el historiador Antonio Malpica Cuello: “Poco sabemos aún sobre la Granada romana,al menos que pueda documentarse con fiabilidad. Sólo disponemos de datos aislados y sin organizar. Pero aún suponiendo que no fuera así, ya que cabe una discusión sobre este punto, lo cierto es que hasta el presente nada podemos decir sobre la transición de época tardorromana a altomedieval. Las estratigrafías no muestran una secuencia continuada en ningún punto de los hasta ahora excavados. Por supuesto nada hace suponer que haya una continuidad, tal vez porque el problema esté en que desconocemos, como hemos dicho, la evolución del llamado Municipium Florentinun Ilibirritanum, ni siquiera su cualificación” (MALPICA 1994, p.200).

J.M. Roldán (1983) es el único que aporta una posible configuración de la ciudad entre los siglos V al VII.

Un reforzamiento militar de la ciudad vendría por fases, la primera en el siglo VI d.C. en el contexto de una defensa frente a los bizantinos; otro en el siglo VII d.C., que el mismo relata así: “[...]continuó el proceso de amurallamiento, que ya vimos se había iniciado en el Bajo Imperio, con la consiguiente reducción en el perímetro urbano y la concentración de la población intramuros. Pero el hábitat urbano no quedó restringido al perímetro murado. En los extramuros, surgieron barrios suburbanos, generalmente en torno a una iglesia o basílica, de la que toman el nombre”.

Y añade: “si Eliberri fue fortificada entonces o si los visigodos se limitaron a aprovechar, con las reparaciones necesarias, las defensas de que, sin duda, estaba provista la ciudad desde el Bajo Imperio, es algo que no sabemos”. (ROLDÁN 1993, p.344-345) Algunos autores sostienen el importante valor de Iliberri, debido principalmente a la celebración del Concilium Iliberritanum a comienzos del siglo VI d.C., la profusa actividad de su sede episcopal en los dos siglos siguientes y las trece emisiones de moneda de una numerosa comunidad judía. Todo ello es testimonio que indica su importancia como centro religioso, administrativo y económico.

El historiador árabe Ibn Hayyan ya situa una fortaleza en la colina de Sabika por aquellos tiempos, posiblemente incluso de origen romano, conformándose el origen de lo que sería la alcazaba de la Alhambra.

Aquí ya se asientan las características intrínsecas de la posterior ciudad de Granada, como son el hecho de constituir un importante nucleo urbano, centro comercial de gran interés, sede episcopal por lo anteriormente citado y lugar de asentamiento de una populosa comunidad judía, en barrios extramuros.

El dominio visigodo, con sede en Toledo desde el año 507 se verá truncado por el desembarco en Algeciras de los bereberes del norte de África en 711, iniciando así la conquista musulmana de la península ibérica, siendo la más radical alteración de las condiciones económicas, religiosas y políticas que se dio en la ciudad hasta la fecha.

Entre omeyas y ziríes (siglo VIII d.C.-siglo XIII d.C.) La conquista árabe de la península ibérica cambia el centro de interés urbano de la zona por una población existente junto a Sierra Elvira, a 14km de distancia de Iliberri, que será reconocida como capital de la cora de Ilbira y, despues, denominada Madinat Ilbira. El antíguo asentamiento perdió durante esta época su importancia, descendiendo a segundo plano y pasando a denominarse Madinat Garnata. La estructura de Granada a lo largo de aquellos primeros años de dominación árabe debió ser muy simple y con un marcado carácter defensivo, debido al periodo turbulento en el que consistió.

Al asentarse en este lugar, los árabes construyen una fortificación para el control del arrabal de los judíos, establecido al sur de la colina del Albaicín, entre el río Darro y Genil, lo que conformaría el origen de la fortaleza de Torres Bermejas. Más adelante, se fortalecerían otros puntos del enclave, construyéndose entonces la Alcazaba Cadima o vieja, sobre el trazado del primitivo núcleo urbano de Ilíberis. Un siglo más tarde de la conquista se alza un nuevo castillo defensivo en la colina enfrentada a la del Albaicín por el sur, al otro lado del Darro, donde ya existía un pequeño asentamiento anterior, desde donde controlaba la colina del Albaicín. Esta fortaleza se valdría de restos de anteriores épocas, anteriores a los visigodos, siendo el orígen de lo que sería la Alcazaba de la Alhambra.

La desintegración del califato omeya cordobés a principios del siglo XI provocó que la población, debido a la inseguridad imperante de la época abandonara Medinat Elvira y se refugiase en Madinat Garnata, pues era más facil de defender debido a sus murallas y a su geografía, desde la cual podía controlar toda la Vega. En 1013 se establece el reino zirí,el cual duraría todo un siglo. Desde la fortificación de la alcazaba, que la convierten en su palacio, acometen una serie de reformas que configurarían el principio de lo que sería la Granada que ha llegado a nuestros días.

El principal aporte que ofrece esta dinastía es el refuerzo de la muralla en su paño norte, el principal y por donde se ejercían los ataques principalmente. Partiendo de vestigios de épocas visigodas e incluso romanas, se acomete un segundo tramo exterior más imponente, que ha llegado hasta nuestros días.

Como explica Bilal Sarr: “Y es precisamente en esta zona donde se ha pensado que podría haber una doble muralla, siendo la exterior, en la que están los mencionados torreones semicirculares. Este tema, polémico y oscuro, centrará los siguientes parrafos del presente libro. Lo primero que hemos de señalar es que contamos con argumentos tanto a favor como en contra de la hipótesis del doble amurallamiento y de la que atribuye el origen de la muralla exterior, no lo que resta de ella, a los ziríes.

A favor de esta idea apunta que el hecho de que nos encontremos en la zona más noble de la alcazaba, ,ya que, en esta parte, se situaría el alcázar de los sultanes ziríes y el principal aljibe de toda la ciudad, al-`yubb al-qadím o el aljibe del Rey como se le conoce hoy.

Esto podría explicar, en cierta medida, que el Estado concentrara todos sus recursos en la defensa y protección de esta zona más aristocrática. Así, siguiendo el sentido de esta tesis podríamos explciar la puerta en codo simple de Monaita o el juego de muralla y antemuralla de la Puerta de las Pesas y de Hisn Román.

Por lo que, un sistema de doble amurallamiento con camino de ronda sería plenamente razonable, teniendo en cuenta el contexto en el que se hallaban. Según esta opinión, este tramo podría haberse levantado en la época de Abd Allah con el objetivo de reforzar las defensas de la alcazaba en un periodo de guerra contra los reinos cristianos y con la certeza de una inminente invasión almorávide. Lo que concordaría con las diferentes citas en las que Abd Allah nmos habla de innovaciones en sus defensas y de un programa global de fortificación del reino, en especial en su capital: << ... puse mi mayor empeño en fortificar los castillos, restaurarlos y aprovisionarlos con todo lo necesario para sufrir un asedio. No dejé por tomar ni una sola de las prevenciones necesarias: construcción de aljibes; instalación de molinos; almacenamiento de toda clase de pertrechos, como escudos, flechas y máquinas de lanzar proyectiles, y formación de depósitos de víveres, que sacaba de los pueblos. Las vituallas guardadas en cada castillo eran para más de un año. Y aún lo hice mejor en la ciudad que era mi capital; pero la celebridad que adquirieron estas medidas me dispensa de enumerarlas >>” SARR, 2011 p.142-145.

Además, se desarrollan los barrios de los Axares, al sureste del recinto árabe, y la ciudad Baja, al suroeste del mismo, abrazando el río Darro en ambas orillas y acercando la ciudad al mismo. La extensión que se alcanza llega a ser de 83 ha., definiéndose un amplio espacio amurallado que se fue urbanizando y que mantendría el nombre de Madinat Garnata hasta fines del siglo XV. Ya en tiempos del visir Muammil se desarrolla la alameda junto a la Puerta de los Alfareros, la que da entrada al arrabal del mismo nombre, o Garnata Yahud, el asentamiento principal de la comunidad judía, mientras que los mozárabes se concentran en el margen derecho del río Darro, a los pies de la alcazaba. Los árabes, sin embargo, se distribuyen por la ciudad alta.

Según nos explica Antonio Orihuela, el sistema constructivo de la muralla consistiría en tapias de argamasa de cal con abundantes piedras en su interior, del tipo denominado “calicanto”, con refuerzos de lajas de piedra en las esquinas y ladrillos cerámicos.

Abd Allah, último rey zirí de Granada, continua los esfuerzos de mejora de las defensas de la ciudad, extendiendose estas hasta la Alhambra. En la colina Sabika, clave para la defensa de la ciudad se instalan aljibes, molinos, almacenes, preparándola para que sirviera de fortaleza frente a un posible asedio.

Consquistas almorávides y almohades (1090-1238) Granada fue una de las ciudades más destacadas de al-Ándalus tras la conquista de los reinos de taifas por los almorávides, alrededor de 1090, en el que destronan al último rey zirí de Granada, Abd Allah. Llega a ser la capital del imperio almorávide. Sus gobernantes reinaron desde la alcazaba, antíguo palacio zirí, que tenía su reflejo, pero en menor medida, en la construida en la colina de la Sabika, la Alhambra.

El barrio de los Alfareros va tomando forma para esta época, lleno de jardines y alamedas, y en el que más adelante se construirá una mezquita y un baño público, a la vez que bellos palacios van poblando el lugar. El mayor exponente de estos palacios sería el que daría origen al actual Cuarto Real de Santo Domingo, del cual solo queda su torre que pertenecía a la muralla.

Debido a la incursión de Alfonso I el Batallador(1073-1134) por Al-Ándalus alrededor de 1125, se mejoraron las fortificaciones de varias ciudades, incluidas las de Granada, que habían sufrido daños. La antemuralla en la zona prácticamente llana que iba desde la puerta de Elvira hasta su conexión con el río Darro, enfrentada a la Vega pudiera tener su origen en esta época, pero lo que si es seguro de este tramo llegaba hasta la puerta que se situaba en Plaza Trinidad, en la que se han descubierto hasta tres tramos en la última década.

Hacia 1156-1157 la ciudad es tomada por los almohades y tras el asedio de las tropas afines a Ibn-Mardanis que sufrió en 1162, la capitalidad de al-Ándalus pasó a Sevilla, por lo que en Granada no se debieron de hacer grandes reformas de fortificación. Sin embargo, la población llegó a saturar la medina, por lo que se inició la ocupación de los arrabales de los Alfareros y de la Loma al sur de aquella, además del arrabal del Albaicín, al norte de la alcazaba.

Las construcciones más importantes de esta dinastía fueron extramuros: en el año 1218 se creó una importante almunia llamada Alcázar Genil en la margen izquierda de dicho río lo que reestructuró del reparto de aguas procedentes de la acequia Gorda; además se iniciaría el cementerio de la puerta de los Alfareros, que ocupó una amplia zona llana en el lugar donde, posteriormente ya en época cristiana a partir del siglo XVI se construyó el Campo del Príncipe.

Las conquistas de Fernando III ell Santo(1199-1252) inician el repliegue del Islam en la península. Baeza y Úbeda son tomadas por los cristianos, iniciando un éxodo de sus habitantes árabes a Granada, al abrigo de sus murallas.

Es así como nace uno de los barrios más significativos de Granada, el rabad del Albaicín. La afluencia de refugiados del norte que no cesan de llegar a la ciudad, lo convierten en próspero y bello, y así: “vino a competir en riquezas, en nobleza de edificios y en contrataciones con los antiguos ciudadanos de Granada” VIÑES,parafreseando a Marmol,L., 1999 p.46 El señor de Arjona Ibn al-Ahmar se enfrenta y derrota al último dirigente almorávide de Granada. Estamos en 1232 e Ibn al-Ahmar se hace con la ciudad de Granada, siendo señor tambíen de Almería y Málaga, dando inicio así al periodo nazarí. Granada aquí alcanzará su momento culminante.

En el plano siguiente, de elaboración propia, se muestra una aproximación de cómo sería Granada en el siglo XIII, durante el dominio de almorávides y almohades. En el se muestra el origen del recinto amurallado más aceptado por los historiadores y arqueólogos que se tiene hasta la fecha: la alcazaba antígua con su muralla que se estableció ya con el asentamiento de los árabes, pero con reminiscencias de tiempos visigodos y romanos, aunque no se tenga la certeza exacta de su trazado. Las ampliaciones de la muralla consistirían en el barrio de axares, que le da nombre su acequia y la ciudad baja, la medinat Garnatha, que ampliaron considerablemente la extensión de la muralla en época zirí.

Los refuerzos del paño norte de la colina del Albaicín los hemos situado durante etapa zirí, mientras que el doble amurallamiento ya lo construyen alrededor de este siglo los almorávides. También se aprecia el origen de lo que sería la alcazaba de la Alhambra, unida a la ciudad mediante Torres Bermejas y la coracha, que formaría el Puente de los Tableros. Se aprecia cómo esta ciudad se adapta a la geografía del lugaar, aprovechándola para su beneficio.

Las puertas principales de acceso al recinto se configurarían en recodo, mientras que las interiores serían de acceso directo, muy común en la arquitectura árabe.

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01_Puerta de Elvira (Bab Ilbira) 02_Puerta de la Erilla o Monaita (Bab Al-Unaydar) 03_Puerta de las Pesas (Bab Al-Ziyada) 04_Puerta del Castro o Hernรกn Roman (Bab Qastar) 05_Puerta del Halcรณn (Bab Al-Baz) 06_Puerta de los Estandares (Bab Al-Bunud) 07_Puerta del Arrabal Blanco (Bab Rabad Al-Bayda) 08_Puerta de Guadix 09_Puerta de los Tableros (Bab Al-Difaf) 10_Puerta del Barranco (Bab Al-Jandag) 11_Torres Bermejas (Hisn Mawrur) 12_Puerta del Sol (Bab Al-Mawrur) 13_Puerta de los Alfareros (Bab Al-Fajjarin) 14_Castillo de Bibataubin 15_Puerta de los Curtidores (Bab Al-Dabbagin) 16_Puerta de la Rambla (Bab Al-Rambla) 17_Puerta del Corrillo (Bab Al-Masda) 18_Puerta de Al-Murdi (Bab Al-Murdi) 19_Puerta del Molino (Bab Al-Riha)

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20_Puerta de las Cuatro Fuentes (Bab Arba Ayun)

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21_Puerta del Sulfuro de Antimonio (Bab Al-Kuhl)

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22_Puerta del Leรณn (Bab Al-Asad) 23_Puerta de los Estereros (Bab Al-Hassarini) 24_Puerta de los Conversos (Bab Al-Taibin)

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Una de las estructuras de la muralla más imponentes por estas fechas es, sin duda, la puerta principal de la ciudad, Puerta Elvira.

Se situa en el extremo noroeste de la muralla, frente a un amplio terreno con suave pendiente donde se establecia el mayor cementerio islámico de la ciudad.

Torres Balbás situa la construcción de esta puerta durante la primera etapa del gobierno zirí, entre los años 1013 y 1038.

En el trabajo redactado entre los historiadores Antonio Almagro, Antonio Orihuela y Carlos Vílchez sobre la puerta explican: “El conjunto fortificado denominado Puerta de Elvira debió edificarse en dos etapas constructivas. La primera en el siglo XI, cuando se cerca la medina, y la segunda durante el mandato del sultán nazarí Yusuf I (13331354), momento en que se rodea de muralla el arrabal del Albaycin, cuyo recinto comienza en dicha puerta. [...] Por comparación con la disposición de la cercana Puerta Monaita, situada en el extremo Noroeste de la Alcazaba Antigua, pensamos que la Puerta Elvira pudo estar constituida también por dos puertas en recodo con patio intermedio. La primera quizá estuvo situada inmediatamente después del arco exterior conservado actualmente, y la segunda daría paso a la Calle Elvira. [...]El patio intermedio, en recodo, que aparece por primera vez en Al-Ándalus en la puerta Monaita (Torres Balbás, 1971, p.618), tenía por objeto permitir la defensa de los adarves de la puerta interior, en caso de que los asaltantes hubieran superado la exterior.

Las dos puertas que suponemos pudieron ser del siglo XI fueron demolidas durante el periodo de gobierno napoleónico, en el año 1810.”

Y añaden sobre la etapa nazarí: “En la segunda etapa constructiva la estructura del conjunto se hace más compleja, pues por el hecho de partir de aquí la muralla que encierra el arrabal del Albayzín fue necesaria la apertura de una puerta que desde el patio intermedio permitiese el acceso a dicho arrabal. Esta nueva entrada se denomina Puerta del Hierro (Bab al-Hadid) Se situa en el extremo noroeste de la muralla, frente a un amplio terreno con suave pendiente donde se establecia el mayor cementerio islámico de la ciudad,...”

En el mismo estos historiadores aportan una planta reconstruida y una perspectiva hipotética de cómo debió de ser la puerta en la etapa nazarí.

Dibujo realizado por Manuel Gómez Moreno González y publicado en la Guía de Granada de 1892.

Plano de la planta hipotética Puerta Elvira ORIHUELA, 1992, p.21

Perspectiva hipotética Puerta Elvira ORIHUELA, 1992, p.34

03_REINO NAZARÍ (1238-1492) “Es la más antigua y mayor y más hermosa y más fuerte de las ciudades de la comarca de Elbira. Atraviesa por ella el río conocido antiguamente como Calom y hoy por Hadarro, en el cual se recogen pepitas de oro puro: sobre él hay dentro de la ciudad ocho molinos, y de él se toma una grande acequia que atraviesa la población y surte sus baños y fuentes y muchas de sus casas principales. También tiene otro río llamado Singil (Síngilis), del cual se toma otra acequia que surca la otra mitad y la surte al par con muchos de sus arrabales.”1 A Ibn al-Ahmar (1194-1273), primer monarca nazarí, le debemos la Granada moderna. Inicialmente se estableció en el alcázar ubicado en la alcazaba grande, desde donde la dinastía zirí había gobernado, pero a los pocos meses decidió crear una nueva ciudad sobre la colina de la Sabika, en la orilla izquierda del río Darro, aprovechando una posición estratégica mucho más segura. Es así como inicia las construcciones de la Alhambra que, a posteriori, se convertiría en el mayor conjunto palaciego-defensivo del mundo.

“Para ello subió al sitio llamado Alhambra, lo inspeccionó, marcó los cimientos del castillo y dejó en él quien lo dirigiese; no terminó el año (1238) sin que estuviese acabada la construcción de sus murallas; llevó el agua del río, abriendo una acequia con caudal propio”2

1

Texto árabe publicado por Wüstenfeld y citado por Simonet en Cuadros Históricos, cit. ”El Anónimo de Madrid y Copenhague” Edición de A. Huici. Anales del Instituto General y Técnico de Valencia II (1917).

Recibe este nombre un texto árabe, cuya fecha fecha se desconoce y del que se conservan copias en la Biblioteca de Madrid y en la Biblioteca Real de Copenhague, ambas del siglo XVII. 2

Estas obras configuran lo que ha llegado hasta nosotros de la Alhambra. Se levantan dos grandes torres, la Quebrada y la del Homenaje donde la antíga fortificación, y frente ellas otra mayor, la de la Vela. Los flancos norte y sur serían defendidos por torres pequeñas, estableciendo por fuera del recinto un antemuro. Los trabajos serían contínuos a lo largo de todo el reinado, estableciendo un complejo recinto defensivo.

Se configura una auténtica fortaleza palacio, donde los palacios reales, fortalezas militares, mezquitas y suntuosos edificios de los magnates tanto del reino como extranjeros comparten el mismo espacio. Surge una pequeña población que vive dedicada a abastecer las necesidades de aquella magnífica corte.

Los primeros sultanes nazaríes fueron enterrados en el cementerio de la Sabika, que llegó a ocupar también la meseta donde ahora está el llamado carmen de los Catalanes, cerca de Torres Bermejas. Posteriormente, ya en el siglo XIV, se creó una Rauda Real intramuros de la Alhambra.

No solo fue la Alhambra la fortaleza erIgida y mejorada; Torres Bermejas, sobre las ruinas de una de las fortalezas más antiguas de Granada, se convirtió en un pequeño castillo con su torre del Homenaje; Bibataubín, emplazado ya en la parte baja de la población, sirviendo de punta de lanza para las defensas de la ciudad, permitía que se recogiesen los habitantes de la vega en caso de necesidad. Las reformas en este último consistieron en aumentar su fortificación, reforzándose con una antepuerta frente a la puerta de recodo existente.

El entorno inmediato a extramuros de Bibataubín hacía el siglo XIII–XIV se configuraba como una zona de huertas reales conocidas como Xaragua.

Hay que entender el contexto histórico en el que a lo largo de los dos siglos y medio de existencia del reino granadino sufrirá, y de ahí la importancia y el interés por las defensas de la ciudad: habrá varios periodos de estabilidad como los reinados de Yusuf I y su hijo Muhammad V (1333-1391), otros de inseguridad y conflictosinternos que se sucedieron entre 1419 y 1455.

Mientras tanto, Castilla siempre fue el eterno enemigo exterior que se cernía sobre Granada, de modo que las relaciones con este reino fluctuaban entre la diplomacia o choques militares puntuales, siempre en mente la posibildad de subsistencia, incluso a la par buscando apoyos en el norte de África cuando fuese necesario.

3

Mármol, op. cit. LUQUE, J.F. de. Cuadro sinóptico de la Historia de Granada y sus monumentos y antigüedades, dedicado al Ayuntamiento de la misma. Granada,sa.

No obstante, se puede considerar a Ibn al-Ahmar el que estableció el esquema del Reino de Granada tanto social, económico y político hasta su final en 1492. “[...]dedicóse al engrandecimiento de la corte, puso cuanto estuvo de su parte en la prosperidad de las ciencias, de las artes y de la agricultura. Todos sus desvelos se dirigían al bien general para el sostén de los tronos, ocupado asiduamente en el arreglo de los negocios interiores de su naciente monarquía, dictó leyes y reglamentos para todos los ramos de la administración, y proveyó los principales destinos del reino en aquellos caudillos más aptos y afectos a su persona.”3

En el siglo XIII nos encontramos en una urbe que no para de crecer, adquiriendo la morfología con la que llegó al momento de la toma.

Habitantes procedentes de Úbeda y Baeza se asientan en el Albaicín, el cual sigue siendo el más poblado. Cerca del Albaicín, el barrio de la alcazaba Cadima. presenta un panorama bello. Aquí se asienta varios palacios; Dar al-Horra o el del Gallo del Viento, entre otros, del que habla Almaccari así: “[...] y su alcázar en Granada no tiene semejante en tierras de musulmanes ni de infieles, según se dice.”

El crecimiento urbano del Albaicín provocó que sobre el cementerio ubicado entre las actuales calles Panaderos y San Buenaventura se edificase encima parte de la zona comercial más importante de aquél.

Además, los cementerios ubicados en el arrabal de los Alfareros y enfrente de la puerta de Elvira siguieron expandiéndose. En este último, el más importante, yacían en mausoleos mcuhas de las más importantes familias granadinas. Llegó intacto hasta finales del siglo XV siendo muy extenso e incluso con sus propia cerca y torres que lo guardaban.

A la par, la Garnatha judía sigue creciendo, resguardada por: “la bolsa formada por la muralla que cerraba la ciudad en su parte Este desde la Alhambra (Torres Bermejas) hasta el río Darro, y el cauce de este, que en línea casi recta desciende desde la puerta de los Adufes hasta la puerta de los Curtidores, en una media ladera de la colina donde se alzaba la Alhambra.”4 Al sureste, un nuevo arrabal cercado se une a los ya existentes, es el de Nayd, situado cerca de los Alfareros.

Varios puentes sobre el río en el interior de la ciudad ponen en comunicación sus dos mitades. Entre ellos podemos apreciar; el Puente de los Panaderos o de los Tableros; el Puente de Santa Ana; Puente del Baño de la Reina, al final de Calle Elvira que enlazaba con Placeta de Cuchilleros, un lugar de actividad comercial muy importante; Puente de San Francisco, o de los Zapateros; Puente del Carbón, que conectaba con lo que ahora llamamos Corral del Carbón, Puente de los Curtidores, entre otros.

El paisaje granadino se llena de torres, murallas y puentes, hospedando una ciudad que no para de crecer.

A principios del siglo XIV podemos distinguir el barrio de Gomérez, llamado así por sus habitantes naturales de Vélez de la Gomera. Cerca de él, el Mauror o barrio de los Aguadores, lugar de gentes humildes, la mayoría dedicadas a este oficio. Los emigrados procedentes de Antequera dan origen a la Antequeruela, situada en la loma de Nayd, cerca de donde luego se alzaría la ermita de los Mártires.

Ibn al-Jatib(1313-1374), poeta, escritor, historiador, filósofo y político andalusí, le dedica sus bellas frases a la ciudad: “con sus antíguas y venerables mezquitas, con sus canales que proporcionan a la tierra perpetuo riego, con sus numerosos puentes y calzadas, con las comodidades y deleites lícitos que brindaba, con los brillantes rastros de las plantas y flores que guarnecían las orillas del río, con sus imágenes de hermosura y gracia, con la abundancia y perfección de sus obras y, en fin, con su espectáculo, que superaba al de todas las regiones y llenaba los corazones de los creyentes con sentiemientos de misericordia y ternura”4 Granada contaba con equipamientos específicos como el Maristán que fungía como hospital y la Madrasa, su primera universidad.

Algunos, de carácter comercial como la Alcaicería, solo existían también en otros centros urbanos importantes como Málaga, Almería y Vélez-Málaga. También destacan las alhóndigas, situadas estratégicamente en ambas orillas del río; al alhóndiga Zaida, donde hoy se halla el Café Suizo; la alhóndiga de los Genoveses, en lo que luego sería Carcel Baja; la alhóndiga Gidida, a la que ahora llamamos Corral del Carbón, el cual es el único ejemplo que se conserva en la península de un tipo de edificio habitual en todas las grandes ciudades comerciales.

4

Poema estraido de Historia de los reyes de la Alhambra. El resplandor de la luna llena acerca de la dinastía nazarí Universidad de Granada, 2010

El barrio comercial, organizado en la parte baja de la ciudad que consigue imponerse como centro de la urbe, representado en Bib-Rambla, desplazando al Albaicín, es un lugar bullicioso en las horas centrales del día, inmerso en un auténtico laberinto, de callejuelas, pasadizos colgantes y saledizos que muestra el axioma intrínseco al urbanismo árabe de la época: la nula preocupación por reglamentar la construcción de edificios y su emplazamiento.

Cerca se halla la mezquita Mayor, donde hoy día se alza el Sagrario, alrededor del centro artesanal y comercial, en donde no solo Bib-Rambla, sino Zacatín y Alcaicería destacan incluso fuera del reino.

Terminado ya el amurallamiento de los diversos arrabales, la ciudad de Granada debió de contar con una superficie intramuros de unas 175 hectáreas, incluyendo las 10 hectareas de la Alhambra, a finales del siglo XV. La población correspondiente, pudo llegar a unos setenta mil habitantes, lo cual la convertía en la ciudad más poblada de España y una de las mayores de Europa.

Por toda la ciudad los monarcas nazarís levantaron edificios destinados a su deleite y reposo; en la cumbre del cerro del Sol el alcázar y jardines de Dar al-Arosa, lugar destacable por sus vistas y su entorno; cercano en una loma, los Alijares, mirando al Genil y a la Vega.

Pero, de entre todos, destaca el Generalife, el único de este conjunto que ha llegado hasta nuestros dias.

El siguiente plano, de elaboración propia, plantea una hipótesis de lo que debió ser la Granada nazarí previa a la toma de 1492.

Se establece los perímetros de la muralla zirí alrededor del barrio antiguo de la alcazaba cadima. La muralla exterior contaba con doble amurallamiento en su parte enfrentada a la Vega, mientras que las ampliaciones nazaríes que englobaban los arrabales norte y sur carecían de ellas, debido a su poca probabilidad de ataque por estos puntos.

La hipótesis que plantea este trabajo es el cerramiento del extremo sur de la ciudad, en el arrabal de Nayd, estableciendo un posible tramo de muralla que partiera desde la Puerta de los Molinos, subiera la pendiente y pasara hacia el noroeste por el actual carmen de los Catalanes hasta un posible nexo con la fortificación de Torres Bermejas.

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barrio axares

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rabad Ajsharish

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GRANADA_1492

PlanimetrĂ­a elaborada por el autor

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01_Puerta de Elvira (Bab Ilbira) 02_Puerta de la Erilla o Monaita (Bab Al-Unaydar) 03_Puerta de las Pesas (Bab Al-Ziyada) 04_Puerta del Castro o Hernรกn Roman (Bab Qastar) 05_Puerta del Halcรณn (Bab Al-Baz)

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06_Puerta de los Estandares (Bab Al-Bunud) 07_Puerta del Arrabal Blanco (Bab Rabad Al-Bayda)

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08_Puerta de Guadix

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09_Puerta de los Tableros (Bab Al-Difaf) 10_Puerta del Barranco (Bab Al-Jandag) 11_Torres Bermejas (Hisn Mawrur) 12_Puerta del Sol (Bab Al-Mawrur)

arrabal de la Loma rabad Nayd

13_Puerta de los Alfareros (Bab Al-Fajjarin)

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14_Castillo de Bibataubin 15_Puerta de los Curtidores (Bab Al-Dabbagin) 16_Puerta de la Rambla (Bab Al-Rambla) 17_Puerta del Corrillo (Bab Al-Masda) 18_Puerta de Al-Murdi (Bab Al-Murdi) 19_Puerta del Molino (Bab Al-Riha)

arrabal de los alfareros

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20_Puerta de las Cuatro Fuentes (Bab Arba Ayun)

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21_Puerta del Sulfuro de Antimonio (Bab Al-Kuhl)

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22_Puerta del Leรณn (Bab Al-Asad) 23_Puerta de los Estereros (Bab Al-Hassarini) 24_Puerta de los Conversos (Bab Al-Taibin) 25_Puerta del Barrio de la Calzada 26_Puerta San Lorenzo (Bab Al-Bayyazin) 27_Puerta de Fajalauza (Bab Fayy Al-Lawza)

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28_Torre del Aceituno 29_Puerta de Guadix Alta (Bab Fayy Al-Lawza)

a de Granada

inat Garnata

30_Puerta del Solecito (Bab Al-Sumays) 31_Puerta del Rastro

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32_Qubba de Santo Domingo

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33_Puerta del Pescado (Bab Al-Hayar)

arrabal de la Rambla

34_Puerta de los Molinos (Bab Al-Nayd)

rabad Al-Ramla

35_Puerta de las Armas

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36_Puerta del Arrabal

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37_Puerta de los Siete Suelos (Bab Al-Gudur) 38_Puerta de la Justicia (Bab Al-Saria) 39_Puerta de Bib-Almanzรกn

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04_EVOLUCIÓN DE LA MURALLA (1492-presente) Siglo XVI Granada se rendía a las armas cristianas en enero de 1492, despues de laboriosas negociaciones, que daban como resultado las Capitulaciones de Entrega.

Ese mismo año, como consecuencia del caracter unificador de la monarquía católica, se hacía público el decreto de expulsión de la población judía, a pesar de que se les garantizaba los mismos derechos que a los demás habitantes de la ciudad.

Inmediatamente despues a la expulsión, se toma la decisión de demoler el barrio de la judería, uno de los núcleos urbanos más antiguos de la urbe. A finales del siglo XV, se estimaba que la población judía de Granada alcanzaba las 50.000 personas, entre los que había recaudadores de impuestos, médicos, embajadores o comerciantes. Su actividad comercial se concentraba a lo largo de la actual calle Pavaneras. Se estima que la sinagoga principal de esta comunidad judía se ubicaba en las inmediaciones de San Matías, cruzando con Pavaneras, donde se edificó la iglesia cristiana, actual sede del MADOC (Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército de Tierra, aunque se apunta que pudiera haber estado donde la iglesia de San Cecilio, aunque no está claro aún.5

5

La delimitación de la primitiva judería plantea distintos puntos de vista, todas con el mismo punto de referencia: Torres Bermejas. Seco de Lucena la situa entre esta hasta el Mauror, Gallego Burín la establece entre hasta Puerta Real.

En la demolición, se establece un espacio diferente al anterior; alejándose del urbanismo “caótico” precedente, surgen viviendas señoriales que llegan hasta nuestros días, organizadas por calles de trazado rectilíneo y plazas simétricas.

Este gesto será definitorio del urbanismo de la ciudad comenzado con la toma: se modificará la estructura urbana autóctona y la ciudad crecerá hacia la zona baja, convirtiendo la muralla en un obstáculo que a lo largo de los siglos siguientes irá siendo destruida.

Los años inmediatos a la toma serían de dificil diálogo entre la administración cristiana y la población árabe, surgiendo varias rebeliones prontamente sofocadas. Esto creará un caracter fuertemente militarizado y defensivo de cara al enemigo interior.

Muestra de ello es que entre 1492 y 1495 se acomete un programa de reforzamiento de las defensas; el proyecto se centra en tres ejes principales (la Alhambra, Bibataubín y Torres Bermejas) y aparte incluye obras puntuales en diversos puntos de las puertas y murallas de la ciudad.

Este proyecto de defensa se encarga a Ramiro López, ingeniero militar de origen aragonés instruido como artillero en las campañas de Alfonso V “el Magnánimo”, tío de Fernando el Católico, en Nápoles. Se distinguió la Guerra de Granada, obteniendo favores reales. Él se encargaría del diseño y construcción de las defensas de la Alhambra y la ciudad de Granada desde 1492 hasta 1495.

Este nuevo proyecto estaría basado enteramente en la inclusión de la artillería. Es así como se añade a las murallas de Granada baluartes basados en esta nueva metodología. El concepto se basa en disminuir la altura de los edificios, ya que cuanta mayor era la altura más se favorecía la posibilidad de que los disparos provocasen daños e incluso el derrumbe. Se añaden baluartes, consistentes en una arquitectura masiva circular colocada en puntos más singulares de la muralla, o débiles, normalmente en ángulos. Se rodeaba de un ancho y profundo foso que intentaba ocultar el edificio y entorpecer la aproximación del enemigo.

Otro elemento importante desarrollado en Granada sería el revellín, que no eran más que baluartes exentos de la fortificación principal, normalmente establecidos en las puertas de acceso.

Los puntos de actuación serían; en la Alhambra: la Puerta de los Siete Suelos y la Puerta de la Justicia; en Bibataubín, donde se establecerían dos baluartes, uno exterior y otro interior, lo cual demuestra el temor hacia el enemigo del interior; y, finalmente, Torres Bermejas.

Baluartes principales de la Alhambra también construidos por Ramiro López.

5

Recopilación realizada por Santiago M. Pecete Serrano en su trabajo sobre el palacio de Bibataubín. 2010 p.50

1) Fotografía del baluarte situado junto a la Puerta de la Justicia en una fotografía de 1888 (Grenade 507. La Tour de Justice. A.P.A.G. F–13022).

2) Alzado, 3) sección 4) planta del mismo baluarte (Cubo junto a la Torre de la Justicia. A.P.A.G. P–7743 y P–7744).

5) Perspectiva del baluarte situado ante la Puerta de Siete Suelos para su defensa (Detalle de Perspectiva de Siete Suelos. Proyecto de Acceso. Perspectiva aérea. Ant. a 1955. A.P.A.G. P–1129).

6) Torre de Siete Suelos. Planta y secciones (1960). A.P.A.G. P–2220. 6

En la Alhambra es reseñable la actuación llevada a cabo intramuros. La alcazaba y la ciudad palatina hasta el momento formaban un conjunto separado entre sí, pero la nueva administración, a la par que las reformas de las murallas exteriores que habían realizado, no continuaron esta fisonomía, pues el caracter palaciego y de centro de poder propio de una corte se había perdido, por lo que se remodeló todo el espacio entre ellas, estableciendo conexiones entre sí.

Los lienzos de muralla y torres que sirven de separación son demolidos, formándose una explanada que sería a la postre antesala del palacio de Carlos V y se construyeron los aljibes que ahora dan nombre a esta parte del enclave.

Además, incluso el acceso principal a la Alhambra se ve alterada en este periodo. Hasta el momento el acceso se realizaba por la Puerta de las Armas desde el Darro, pero con la posterior urbanización de lo que actualmente conocemos como Cuesta de Gomérez provoca que este camino sea más transito, también debido a ser más ancho, seguro y agradable. El derribo y posterior construcción de la nueva Puerta de las Granadas, configuraría todo este lugar como la entrada principal al conjunto palaciego.

La iglesia, institución clave en el control de la urbe, construye el Colegio de San Miguel, en plaza de las Pasiegas (fue demolido en 1692 para dar vistas a la catedral). Junto al edificio de la Universidad y el de Santa Cruz de la Fe reformaría toda esta zona urbana. Las iglesias a priori se instalan en los viejos edificios árabes, además de cerrarse los cementerios musulmanes.

El Albaicín se convierte en el hábitat principal de los moriscos, mientras que la población nueva cristiana se concentra en la ciudad baja. Se inicia así un proceso de decadencia en donde otrora fue asentamiento de imponentes palacetes y jardines, convirtiéndose en un ghetto musulmán dentro de la urbe. La Alhambra, con las reformas y el nuevo caracter militarizado que poseía, fungía como vigilante del barrio. Es aquí donde el antíguo alcazar, que fuera residencia de los ziríes, es ofrecido a la orden franciscana, transformándose a la postre en el actual Monasterio de Santa Isabel la Real.

El barrio conservará su entramado árabe de calles estrechas y casas volcadas al interior y herméticas. El conjunto estaba densamente poblado, donde los espacios públi-

cos eran poco comunes.

Es así como las nuevas intervenciones cambiarán esta realidad, construyéndose la plaza de Bibalbonut, cerca del castillo de Iznarromán y Plaza Larga, que se convertirá en el centro comercial del barrio. La iglesia del Salvador se alza donde antes se establecía la mezquita mayor del barrio.

El barrio de axares acoge, debido a su proximidad con la nueva Cancillería construida en este siglo, a nobles y caballeros, entre ellos al famoso Hernando de Zafra. En la Puerta de Guadix se acomete la explanación de la plaza frente a ella, alrededor de 1519, surgiendo así lo que conoceríamos como Paseo de los Tristes.

Surge el barrio de San Lázaro, barrio militar que, junto con la Alhambra, cercarían en sus extremos al Albaicín. Se asentó en el antíguo cementerio a extramuros de Puerta Elvira, a los pies del cerro de la Cartuja, siendo de los primeros gestos de superación del recinto amurallado de la nueva ciudad.

Fue erigido por orden de los reyes Católicos, proveyéndolo de cuarteles y estableciendo una poderosa guarnición, con el objetivo de guardar la entrada principal a la ciudad.

Cercano al mismo se construyó el hospital Real. Esto muestra la dirección que tenía la ciudad por estos tiempos: la actitud expansiva por la zona baja de la ciudad y la creación de infraestructuras necesaria para esta nueva ciudad.

El ensanche de y urbanización de espacios urbanos toma importancia. Destacan los realizados en Plaza Nueva, que toma un caracter “plaza Mayor” de la ciudad, abierta a espectáculos y actos importantes, construyéndose a partir de las ampliaciones del puente de los Leñadores, que se irían prolongando a lo largo de los años, además de incluir la iglesia de Santa Ana, y la actuación en Bibrambla.

En el caso de Bibrambla, esta tomaría el papel de auténtico centro de vida cotidiana en Granada. Se ensancharía en dos de sus frentes, además de abrir una nueva puerta en la muralla que conectara la plaza con la calle Mesones, importante por su actividad comercial. Este nuevo acceso se conocería como Arco de las Cucharas.

La puerta de Bibrambla será derribada en 1515, debido a su estado de ruina, pero será reconstruida a principios del siglo XVII.

Esta zona, con la calle Mesones como arteria principal, se consolidaría como zona comercial principal de la ciudad, donde se concentrarían hospedajes y talleres, aglutinando espacios como la alhóndiga Zayda, la calle Zacatín y la alcaicería, siendo este esquema urbano heredero de la ciudad nazarí.

En 1523 comienzan las obras de lo que sería la catedral de Granada, habiéndose construido anexo a ella el Sagrario donde antes se situaba la Mezquita Mayor de la ciudad baja.

En 1526 el emperador Carlos I funda la institución de la Universidad de Granada con su anejo el Colegio de Santa Cruz de la Fe, enfrente de la Catedral.

Al sureste, a partir de la Puerta de los Alfareros, se conforma lo que sería la plaza llamada Campo del Principe. A su vera y a lo largo de la muralla se extienden huertas y palacios pertenecientes a los antiguos monarcas nazaríes, muchos de los cuales son donados por los reyes católicos a ordenes religiosas. Así nace el Real Convento de Santa Cruz, el de Santa Catalina de Sena y el famoso Cuarto Real de Santo Domingo.

En 1501 se construye la primera iglesia a extramuros de la ciudad, la iglesia de San Idelfonso, para servir a la población de alnteriormente mencionado barrio de San Lázaro.

El Campo del Triunfo ve su génesis por estos tiempos, antes sirviendo como cementerio musulmán El barrio de la duquesa sería el siguiente barrio que se adentraría extramuros de la ciudad. Tiene su origen en la construcción del monasterio de San Jerónimo, donde antes hubo una casa huerto musulmán. La viuda del Gran Capitán, doña María Manrique, solicita al emperador el enterrar a su marido allí, a espensas de costear ella misma la culminación del edificio. Para ello, se asienta en las inmediaciones, construyendo su casa y además otras viviendas para familiares y allegados, configurando lo que a la postre sería el barrio que lleva su nombre.

Este barrio estaría articulado alrededor de la calle Duquesa y Plaza de los Lobos, que establece el límite de la nueva ciudad.

La construcción del convento de los Trinitarios, donde hoy se establece la Plaza de Trinidad, marca una zona de expansión de la ciudad a extramuros. Este convento posiblemente se construyese sobre restos de la cerca del

arrabal.

Más al este, en el cruce del Darro con el Genil se establecen núcleos de población, alentados por la presencia de instituciones religiosas, como el Convento de San Antonio Abad o el convento de Santa Cruz. Teniendo cerca el castillo de Bibataubín, se establecen alrededor de él pequeñas construcciones.

Estas zonas serían los ejes sobre los que se expandería la ciudad a lo largo de los siguientes siglos. El gran cambio que sufre la ciudad a nivel social fue la expulsión de los moriscos a partir de 1570. El Albaicín, con la pérdida de la mayor parte de su población, entraría en decadencia.

Siglo XVII_Plataforma de Granada, 1613 El despoblamiento conduce a la imagen que tenemos del Albaicín tal y como lo conocemos actualmente. La pérdida de habitantes provocó la proliferación de cármenes, híbridos entre lo urbano y lo rural. Se esparcieron por su zona norte, acercándose a la Torre del Aceituno.

El descubrimiento de los textos plúmbeos conllevó la construcción de la Abadía del Sacromonte a principios de siglo. Este enclave crearía la Vía Sacra, que conectaría este con la llamada Cuesta del Chapiz, dando un empuje a toda la zona.

El impulso dado a la ciudad debido a los descubrimientos religiosos llevó a la primera iniciativa de representación de la ciudad, llevada a cabo por Ambrosio de Vico(15551623), cantero, alarife y maestro mayor de obras.

La Plataforma de Vico muestra una visión de Granada de principios de siglo. Se sitúa alrededor de 1613, aunque el grabado más conocido, llevado a cabo por Félix Prieto, está datado en 1795.

Plataforma de Granada, 1613 Ambrosio de Vico, grabado por FĂŠlix Prieto en 1795.

En el plano que aporta este trabajo, en base a la interpretación de la plataforma de Ambrosio de Vico, podemos contemplar la evolución urbana en relación con la muralla de la ciudad. Se demuestran los ejes principales de expansión urbana; el barrio de San Lázaro, a extramuros; el eje formado por la calle Duquesa hasta el convento de los Trinitarios Calzados y Puerta Real hasta el río Genil.

Aquí podemos ver las alteraciones que ha sufrido la muralla nazarí un siglo despues de la toma; el tramo exterior del arrabal de la Rambla se ha perdido, a excepción de sus puertas; el tramos que va desde la actual iglesia San Justo y Pastor hasta la Puerta de las Cuatro Fuentes se ha perdido, aparte de toda la antemuralla; la construcción de San Lázaro propiciaría la destrucción del paño de muralla que nacía de Puerta Elvira hasta un punto cercano a la iglesia San Idelfonso, incluyendo la Puerta del Barrio de la Calzada. Más al este, comenzando el acceso a la zona de Sacromonte podemos apreciar que el tramos a la derecha de ese camino se ha perdido también (habría que comprender que este tramo carecía de importancia real).

Finalmente, en el extremo sureste, la puerta de los Molinos y todo su extremo que subía hacia el norte se ha perdido, pudiéndose apreciar en la plataforma.

Se realizan nuevas puertas aquí recogidas: -La puerta de los Carros se ejecuta entre los años 1526 y 1536, en plenas obras de construcción del palacio de Carlos V. Servía para una mejor comunicación de los trabajadores y los materiales de construcción, de ahí su nombre.

-La Puerta de los Ladrilleros se ejecuta por orden de la Reina Isabel hacia 1501, culminado en el reinado de su hija, en un plan general de ampliación de la plaza del Campillo.

-La Puerta de las Cucharas, que nace con la intención de conexión de la plaza de Bibrambla y la calle Mesones en el pasado siglo.

Durante este siglo, el lugar que más se verá alterado será la Carrera del Darro. Auspiciado por la importancia de la nueva Vía Sacra, y a la explosión de un taller de pólvora que dejó en grave situación la zona, importante como hemos visto anteriormente, se acometió la reforma intrínseca de esta vía, que configuró la imagen que tenemos de ella hasta la fecha.

Aprovechando la explanada de la Puerta de Guadix que se había acometido el siglo pasado, se derriba el tramo de muralla en el margen derecho del río Darro, ampliando su espesor. Esta reforma enlazará Plaza Nueva con el Sacromonte.

El incremento de población da un nuevo impulso al desarrollo urbano. El barrio de la Duquesa se amplía, derribándose la puerta del Corrillo, en la actual plaza de Trinidad, alentado también por la construcción del colegio de los Jesuitas, que en el futuro sería la sede de la universidad de Derecho.

Nace el barrio de Santa María de la Magdalena, de calles rectas, articulado alrededor de la iglesia Nuestra Señora de las Angustias.

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06_Puerta de los Estandares (Bab Al-Bunud) 07_Puerta del Arrabal Blanco (Bab Rabad Al-Bayda)

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14_Castillo de Bibataubin 15_Puerta de los Curtidores (Bab Al-Dabbagin) 16_Puerta de la Rambla (Bab Al-Rambla) 17_Puerta del Corrillo (Bab Al-Masda) 18_Puerta de Al-Murdi (Bab Al-Murdi) 19_Puerta del Molino (Bab Al-Riha)

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Siglo XVIII_Mapa topográfico de la ciudad de Granada, 1796 Granada no sufre apenas consecuencias debidas a la Guerra de Sucesión Española (1701-1713), que abre la nueva centuria.

El incremento de población da un nuevo impulso al desarrollo urbano. El barrio de la Duquesa se amplía, derribándose la puerta de Bib-Almanzán, en la actual plaza de Trinidad, alentado también por la construcción del colegio de los Jesuitas, que en el futuro sería la sede de la universidad de Derecho.

Nace el barrio de Santa María de la Magdalena, de calles rectas, articulado alrededor de la iglesia Nuestra Señora de las Angustias.

No obstante, el siglo XVIII aporta pocos cambios a Granada, por lo que se consolida en la imagen que duró hasta finales del siglo XIX. Las actuaciones se limitan a expandir la ciudad en las zonas ya explicadas.

Mención merece la transformación del palacio de Bibataubín, ya perdida su importancia estratégica y en franco declive, que se inserta en una ciudad cada vez más inclinada hacia la vega. Es en 1718 cuando se puede determinar el declive final de la fortaleza. Se ciega el foso y se demuele parcialmente, ganando espacio urbano, convirtiéndose a la postre en una ruina. Ya en 1729 se comienza a plantear la posibilidad de retomar la ruina y convertirla en un cuartel. Por Real Orden de 15 de enero de 1748 se comunica que:

6

Informe sobre el Castillo de Bibataubín sacados de este archivo municipal, 1845.

A.M. G. Legajo 1194.

“construir un Quartel para la Ynfanteria y caballeria, transeunte y estante en esta capital, antes Castillo de la jusrisdiccion de la Alhambra, concediéndole para esa obra, por quatro años, el arbitrio de quatro maravedíes en libra de pescado salado; mandado al mismo tiempo que el agua concedida a particulares, perteneciente a este Castillo se restituyese a él para el abasto de la tropa.”6

La zona de la Alhóndiga de Granos, en calle Mesones hasta Puerta Real, llamada así desde 1624 debido a la visita del rey Felipe IV que inició por esta puerta, verá cambios.

Se comienza el embovedado de esta zona, que a finales de este siglo se esboza en proyecto para el mismo fin.

Como comentamos anteriormente, el derribo de la Puerta de Bib-Almanzán fue consecuencia de la expansión de la ciudad por esta zona, espoleada por la implantación de la Universidad en el edificio anteriormente perteneciente a la orden de los jesuitas. Se implantó cercano a él varios colegios mayores, y se conectó los barrios de la Duquesa con el del la Magdalena, San Antón y Angustias.

La Alhambra, tras la Guerra de Sucesión, sí sufrió abandono, provocado por la expulsión del marqués de Mondejar, alcaide de la Alhambra, por su apoyo al pretendiente austríaco. Se abandona el apoyo económico al enclave, por lo que entra en franca decadencia y expolio. La Torre de Comares se vió muy afectada, además de las demás torres de la fotaleza, que se usaban como vivienda a particulares.

Este siglo termina con la Revolución Francesa (1789) que desemboca en la llegada al poder de Napoleón Bonaparte (1801), que llegará a España como arbitro mediador de una disputa entre rey y heredero, que a la postre derivará en la posterior invasión del país.

En este siglo destaca el Mapa topográfico de la ciudad de Granada, sucesor del realizado por Ambrosio de Vico, realizado por Francisco Dalmau.

Este mapa refleja la Granada de 1796, previa a la invasión napoleónica.

Mapa topogrรกfico de Granada, 1796 Francisco Dalmau

En el plano que aporta este trabajo, en base a la interpretación demapa topográfico de Dalmau, podemos contemplar diversos cambios en la muralla.

En el tramo norte, se abre una abertura correspondiente a la carretera de Murcia, aparte de un pequeño tramo más al este.

La muralla cercana a la puerta de Guadix Alta se ve prácticamente desaparecida, destruida hasta el barranco que precede al camino del Sacromonte, el cual dicha protuberancia ha llegado hasta nuestros días.

Toda la muralla enfrentada a la Vega ha desaparecido, fruto de la expansión de la ciudad en esta zona, aunque se mantienen las Puertas de las Cucharas y la de Bibrambla.

La fortaleza de Bibataubín cae en declive, y solo se mantiene un pequeño tramo de muralla, incluida la Puerta de los Ladrilleros precedente a la plaza del Campillo.

La muralla que engloba la huerta del convento de Santo Domingo se mantiene, pero a excepción de un pequeño tramos al este de la Puerta del Pescado, también extinta, se ha perdido todo rastro de la muralla.

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01_Puerta de Elvira (Bab Ilbira) 02_Puerta de la Erilla o Monaita (Bab Al-Unaydar) 03_Puerta de las Pesas (Bab Al-Ziyada) 04_Puerta del Castro o Hernรกn Roman (Bab Qastar) 05_Puerta del Halcรณn (Bab Al-Baz)

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06_Puerta de los Estandares (Bab Al-Bunud) 07_Puerta del Arrabal Blanco (Bab Rabad Al-Bayda)

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09_Puerta de los Tableros (Bab Al-Difaf) 10_Puerta del Barranco (Bab Al-Jandag) 11_Torres Bermejas (Hisn Mawrur)

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12_Puerta del Sol (Bab Al-Mawrur)

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13_Puerta de los Alfareros (Bab Al-Fajjarin)

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14_Castillo de Bibataubin 15_Puerta de los Curtidores (Bab Al-Dabbagin) 16_Puerta de la Rambla (Bab Al-Rambla) 17_Puerta del Corrillo (Bab Al-Masda) 18_Puerta de Al-Murdi (Bab Al-Murdi) 19_Puerta del Molino (Bab Al-Riha)

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22_Puerta del Leรณn (Bab Al-Asad) 23_Puerta de los Estereros (Bab Al-Hassarini) 24_Puerta de los Conversos (Bab Al-Taibin) 25_Puerta del Barrio de la Calzada 26_Puerta San Lorenzo (Bab Al-Bayyazin) 27_Puerta de Fajalauza (Bab Fayy Al-Lawza)

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41_Puerta de los Ladrilleros (Bab Al-Tawwabin) 42_Puerta de los Carros

Siglo XIX_ Plano topográfico de la ciudad de Granada, 1853 Plano de Granada, 1892 Granada entra en el tumultuoso siglo XIX con una continuación urbana del siglo anterior. Se comienza a ver preocupación respecto a temas de higiene pública, ensanchamiento y cuidado de los espacios públicos principales (de aquí nacerá el embovedado del río Darro, que desde Plaza Nueva se va acercando al río Genil).

En el Campillo se comienza la construcción del teatro Cervantes, que remodelaría toda esta zona de Granada, que se acabaría en pleno dominio francés y llamado teatro Napoleón.

La entrada de los franceses en Granada se produciría el 28 de enero de 1808, donde comienza una nueva administración que daría paso a varias reformas, y más adelante, a la destrucción de bastante patrimonio urbano, incluido las murallas.

Para comenzar, las reformas en este periodo se basarán en retomar las reformas anteriores o concluyendo, con el objetivo de mejorar y embellecer la ciudad, conviviendo con una función militar de control de la ciudad, concentrada en la Alhambra y distintos puntos claves de la ciudad.

Se van levantando baterías y empalizadas a lo largo del perímetro de la Alhambra, comenzando desde la Puerta de las Granadas por todo el bosque de la Alcazaba, continuando por Torres Bermejas hacia el carmen de los Mártires, el cerro del Sol, Generalife y Santa Ana. El Campillo y el Paseo del Genil serán, los lugares donde se verá la otra cara de la actuación de los franceses. Se culmina el teatro de Cervantes, ahora Napoleón, como anteriormente se ha explciado, y se remodela el espacio urbano que es el Paseo del Genil, configurándolo tal y como ha llegado hasta la actualidad.

Es de especial importancia la representación cartográfica militar que hace el ejército napoleónico en Granada, representado en el plano mostrado en la página siguiente, donde se dibuja profusamente el entorno y el recinto amurallado existente, idéntico al plano realizado en este trabajo anteriormente. La muralla vuelve a ser un elemento importante en el aspecto militar, por lo que demuestra este interés por su representación.

Plan de la Ville de Grenade et du Fort de Lâ&#x20AC;&#x2122;Alhambra 1810-1811

Pero su partida , acaecida el 16 de septiembre de 1812, conllevará la destrucción de valiosos tramos de muralla, además del expolio de patrimonio artístico e histórico. La ermita de San Miguel, asentada en la Torre del Aceituno, será volada, además de todo el paño sureste de la Alhambra, concentrando en los alrededores de la Torre de los Siete Suelos. Puerta Elvira también será destruida en gran parte al momento de la retirada, destacable la perdida de su arco interior.

Pasamos a analizar el plano topográfico de la ciudad de Granada, realizado por José Contreras, que da una perspectiva de Granada en el año 1853.

Vino como consecuencia de una iniciativa nacional de cartografía, por Real Orden de 25 de julio de 1846, para el mayor control y administración del crecimiento urbano en las ciudades españolas. Granada cumplió muy pronto esa orden, de modo que en 1853 el arquitecto José Contreras dio por concluido dicho plano.

Sin embargo, si bien muestra el estado de la ciudad tras la invasión napoleónica, a medidos del siglo XIX, no repara mucho esfuerzo en la representación del recinto amurallado, aunque de él se desprenden varios puntos de actuación, que ha continuación se muestra en el plano realizado por este trabajo como reinterpretación del plano de Contreras.

Plano topogrĂĄfico de la ciudad de Granada, 1853 JosĂŠ Contreras

En el plano aportado por este trabajo, concerniente a la Granada de 1853, se muestra que la ciudad ha absorbido enteramente la muralla, pues de la muralla nazarí solo permanece intacto el tramo norte, con el añadido de la destrucción de la Torre del Aceituno debido a los franceses en 1812. Se determina que la construcción de la nueva ermita de San Miguel Alto se ha llevado a cabo, sustituyendo la citada construcción.

Respecto a la Alhambra se determina que los paños destruidos por los franceses son representados, por lo que queda implícito que los restos de la demolición son apreciables de representar, por lo que este trabajo toma este tramo, a sabiendas de su mal estado, como existente, siguiendo el criterio de José Contreras.

El tramo de muralla anexo a la qubba del Cuarto Real de Santo Domingo se mantiene, quedando esto y un tramo al este de la antigua Puerta del Pescado como único vestigio de la muralla de este antiguo arrabal de la ciudad.

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01_Puerta de Elvira (Bab Ilbira) 02_Puerta de la Erilla o Monaita (Bab Al-Unaydar) 03_Puerta de las Pesas (Bab Al-Ziyada) 04_Puerta del Castro o Hernรกn Roman (Bab Qastar) 05_Puerta del Halcรณn (Bab Al-Baz)

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A mitad de la centuria se produce el famoso incendio de la Alcaicería, acaecido el 20 de julio de 1843. La estrechez de las calles y las construcciones de madera alientan los fuegos, destruyen casi la totalidad del antiguo recinto. La reconstrucción se inicia con rapidez, durante apenas 3 años, cambiando sustancialmente la anchura de las calles y remodelando todo este espacio anexo a la catedral.

Ya en los años 70 se destruye también por un incendio el Arco de las Cucharas, que alienta reformas en el alrededor de la plaza Bibrambla.

Debido a las desamortizaciones de Mendizábal provocadas en 1836 cambian el panoráma eclesiástico de la ciudad. Es así como el convento del Cuarto Real de Santo Domingo se transforma en un museo de arte, además de otros transformados en cuarteles, viviendas o dependencias de la administración.

El nuevo urbanismo surgido de esta parte de la centuria, volcado en la expansión y la apertura de la ciudad, con tintes ilustrados, ve como un impedimento la conservación de las murallas, ya que obstaculizan el tránsito y expansión de la ciudad. Se contemplan la destrucción de varios tramos de muralla y numerosas puertas.

“En los años treinta veíamos ya caer la Puerta de los Molinos (1833) y la del Pescado (1837). Ahora desaparecen las murallas del centro urbano urbano para llevar a cabo el ensanche de Puerta Real y plaza de las Batallas. Luego, más adelante, serán la Puerta del Sol (1867) y la de la Alhacaba (1879), que prestaba su carácter a la entrada de la ciudad por la puerta de Elvira” VIÑES, 1999, p.243 Se continua las ampliaciones del Campillo, separando Alto y Bajo, con el fin de permitir mayor tránsito peatonal y la conexión con el teatro Cervantes.

Comienza una realineación de calles, asfaltado, mejora del alumbrado público y de higiene, además de dotar de nuevos cuerpos de orden y protección cotnra incendios a la ciudad, además de demolición de edificios que entorpezcan la incipiente ciudad del siglo XIX. El Albaicín, no obstante, no padece estas reformas, completamente dejado a la intemperie, abandonado por la ciudad baja, centro de la nueva ciudad. Se conforma un barrio atestado de gentes humildes, carente de cuidado

urbano y hogar de los estamentos más desfavorecidos.

Severos problemas económicos y sociales acucian la ciudad, a pesar de las reformas. Muchos señalan como problemático la nula comunicación con el resto del país, que no permite florecer una industria y un comercio potente de acuerdo a las economías adyacentes. Es aquí donde el ferrocarrill entra en la urbe, construyéndose lo que es actualmente la Estación de Trenes (1862).

Se concluye el embovedado hasta el Campillo, acabando con la imagen típica de la zona de Fuente de las Batallas con el río Darro a su vera.

Se llevan a cabo arreglos en distintas plazas de la ciudad, como se llevan haciendo durante estos últimos siglos, como puede ser en Trinidad (se demuele los resto de lo que fue el convento de los Trinitarios Calzados), en Mariana Pineda, Humilladero y en Placeta de los Campos. En el Triunfo, la construcción de la nueva Plaza de Toros reactiva urbanísticamente este espacio. En Bibramblo será muy importante el derribo de la puerta homónima en 1884, debido a la intensa actividad comercial que se realizaba en la zona. Además, se remodelan las viviendas que engloban la plaza.

El final de este siglo ve la consecución del mayor proyecto de apertura de nuevas vías en la ciudad realizado hasta la fecha: la Gran Vía( 1892).

Producto de las nuevas actividades comerciales e industriales (la remolacha en la Vega reconfigura la economía de la ciudad), se ve necesario crear una vía principal de la ciudad que conecte con la estación de ferrocarril el centro de la ciudad, argumentando objetivos de salubridad y apertura de la ciudad, opuesta al caracter que venía arrastrando el urbanismo de una ciudad tan antigua de enclaustramiento hacia el interior.

Su construcción, no obstante, lleva a cabo la destrucción de una muy importante parte de la Granada tradicional, a los que los intereses de la incipiente burguesía no pareció importar.

urbano y hogar de los estamentos más desfavorecidos.

Se concluye el embovedado hasta el Campillo, acabando con la imagen típica de la zona de Fuente de las Batallas con el río Darro a su vera.

Se llevan a cabo arreglos en distintas plazas de la ciudad, como se viene haciendo durante estos últimos siglos, como puede ser en Trinidad (se demuele los resto de lo que fue el convento de los Trinitarios Calzados), en Mariana Pineda, Humilladero y en Placeta de los Campos. En el Triunfo, la construcción de la nueva Plaza de Toros reactiva urbanísticamente este espacio. En Bibramblo será muy importante el derribo de la puerta homónima en 1884, debido a la intensa actividad comercial que se realizaba en la zona. Además, se remodelan las viviendas que engloban la plaza.

El final de este siglo ve la consecución del mayor proyecto de apertura de nuevas vías en la ciudad realizado hasta la fecha: la Gran Vía de Colón (1892).

Producto de las nuevas actividades comerciales e industriales (la remolacha en la Vega reconfigura la economía de la ciudad), se ve necesario crear una vía principal de la ciudad que conecte con la estación de ferrocarril el centro de la ciudad, argumentando objetivos de salubridad y apertura de la ciudad, opuesta al caracter que venía arrastrando el urbanismo de una ciudad tan antigua de enclaustramiento hacia el interior.

Su construcción, no obstante, lleva a cabo la destrucción de una muy importante parte de la Granada tradicional, a los que los intereses de la incipiente burguesía no pareció importar.

El plano realizado por los cartógrafos Ramón González Sevilla y Juan de Dios Bertuchi es el último que muestra la Granada previa a la gran transformación que supuso la construcción de la Gran Vía de Colón. Su reinterpretación de cara al estudio del trazado de la muralla mostrado en las siguientes páginas nos señala que se producen pequeños cambios respecto al anterior plano: debido al terremoto de 1884 se destruye un tramo de muralla en la zona norte cercano a la Ermita de San Miguel Alto.

Más al oeste, cerca de la Puerta de San Lázaro, con la consolidación de la carretera de Murcia se pierde el tramos que la cruzaba. De la muralla que envolvía a los arrabales del sur permanece solo un pequeño paño y la qubba de Santo Domingo.

Plano de Granada, 1892 Ramรณn Gonzรกlez Sevilla y Juan de Dios Bertuchi ; grabador, Juan Soler

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01_Puerta de Elvira (Bab Ilbira) 02_Puerta de la Erilla o Monaita (Bab Al-Unaydar) 03_Puerta de las Pesas (Bab Al-Ziyada) 04_Puerta del Castro o Hernรกn Roman (Bab Qastar) 05_Puerta del Halcรณn (Bab Al-Baz)

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Siglo XX El impulso que supuso para la ciudad la industria de la remolacha provocó una explosión demográfica y una nueva etapa de expansión urbana en dirección la Vega que no se daba desde el siglo XVI, siendo la prosperidad económica y el rápido crecimiento de los habitantes los puntos principales donde se articularía todo el urbanismo del siglo XX. Elementos como el tranvía intraurbano y la continuación de reformas decimonónicas en plazas públicas marcan el inicio de la centuria, aparte de la construcción de la Gran Vía de Colón, que articularía todo un nuevo panorama de la ciudad.

La expansión urbana no se hace de esperar, y los antíguos barrios que fueron motor de expansión continúan su función a la par que nuevos barrios surgen, y otros desaparecen (caso especial es el del barrio de San Lázaro, demolido y rearticulado en el que actualmente se situa entre el Triunfo y la plaza de la Caleta).

La construcción de Camino de Ronda a mitad de siglo surgió, en un primer momento, como frontera delimitadora de crecimiento de la ciudad en la Vega, que luego se iría postergando con la cosntrucción de la calle Arabial, y, por último, la actual Circunvalación, que funge con ese objetivo inicial.

Este límite articula el posterior crecimiento de la ciudad, que hacia el sur genera el barrio del Zaidín, de clase obrera y de rápida construcción, más allá del río Genil, y al norte, su homólogo, articulado en el eje que parte desde Gran Vía de Colón y conecta con la zona de Fuentenueva y la Estación de Trenes, llamado primero Avenida Calvo Sotelo y, actualmente, Avenida de la Constitución.

La muralla ya queda como un espectro del pasado, carente de importancia en el urbanismo de la ciudad, a excepción de ciertos puntos que permanecen tal cual quedaron con el final del siglo XIX.

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06_Puerta de los Estandares (Bab Al-Bunud) 07_Puerta del Arrabal Blanco (Bab Rabad Al-Bayda)

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arrabal de la Loma rabad Nayd

13_Puerta de los Alfareros (Bab Al-Fajjarin)

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14_Castillo de Bibataubin 15_Puerta de los Curtidores (Bab Al-Dabbagin) 16_Puerta de la Rambla (Bab Al-Rambla) 17_Puerta del Corrillo (Bab Al-Masda) 18_Puerta de Al-Murdi (Bab Al-Murdi) 19_Puerta del Molino (Bab Al-Riha)

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41_Puerta de los Ladrilleros (Bab Al-Tawwabin) 42_Puerta de los Carros

05_ESTADO ACTUAL Plano de Granada, 2005 El Plan Especial de Protección y Reforma Interior Albayzín y Sacromonte de 2005, pendiente aún de aprobación, remontándose la normativa actualmente vigente a la gestionada los años ochenta al abrigo de la Transición, recoge todo el recinto amurallado como patrimonio de interés singular, colocándolo al nivel de la ermita de San Miguel Alto.7 No obstante, la Alhambra ha llevado un proceso más prolongado de reconocimiento patrimonial. Así, por Orden de la Regencia del Reino de 10 de febrero de 1870, confirmada por la Real Orden de 21 de julio de 1872, y ampliada por la Real Orden de 11 de junio de 1896, se declaraba monumento nacional, histórico y artístico, el Alcázar, con su jardines y dependencias accesorias, incorporando también Puerta Elvira. Más adelante, en el siglo XX, por Decreto de 27 de julio de 1943, se declaran Jardines Históricos, el formado por el conjunto de los de la Alhambra y el formado por el conjunto del Generalife. A finales del mismo siglo, en la Convención de la UNESCO, celebrada en 1984, el Comité del Patrimonio Mundial procedió a inscribir oficialmente en la Lista de dicho Patrimonio a la Alhambra y el Generalife de Granada, además de tener su propio Patronato que gestiona concienzudamente todo lo referente a este complejo.

Si bien todo este recinto amurallado pertenece a un mismo evento histórico, como fue la granada nazarí, hay amplias diferencias en la percepción de ambos complejos.

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Catálogo inventarios de bienes inmuebles protegidos Plan Especial de Protección y Reforma Interior Albayzín y Sacromonte. 2005

Se muestra aquí el plano del estado actual de la muralla nazarí, basándonos en la planimetría existente de la ciudad de la primera década del siglo XXI. En él podemos dictaminar la gran cantidad de trazado perdido hasta ahora, quedando ciertos puntos intactos. Más adelante, evaluaremos las intervenciones arquitectónicas que se han realizado en 4 puntos del trazado de la muralla nazarí, con ánimo de dictaminar cómo la arquitectura, la ciudad y la muralla se interrelacionan, y determinar nuevos caminos de entendimiento de este complejo que poco diálogo ha mantenido con la ciudad desde hace siglos.

RehabilitaciĂłn de tramo de muralla en el Alto AlbaicĂ­n

Camino de San Antonio

Cuesta del Pescado nยบ4

Cuarto Real de Santo Domingo

Cuarto Real de Santo Domingo (2009-actualidad) Aquí se analizará el proyecto ganador del Concurso de Ideas para el Cuarto Real con el lema Jardines Abiertos, realizado por los arquitectos Javier Gallego y Ramón Fernández-Alonso Borrajo, seleccionados en una primera fase mediante curriculum (2008) y, en una segunda fase, a través de Concurso de Ideas (2009). Su elección fue realizada por un jurado constituido por el Ayuntamiento de Granada y la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía.

Si bien es cierto que desde que se aprobó hasta su actual construcción ha habido cambios en el proyecto, la mayor parte se ha respetado, por lo que la publicación de Javier Gallego Roca8 sobre el proyecto será el punto de partida de este análisis.

Como él mismo explica sobre el Cuarto Real: “El Cuarto Real de Santo Domingo representa una estructura urbana y edificatoria de un valor de primer orden para el patrimonio arquitectónico de España. En su entorno se levanta un edificio del siglo XIX (realizado en diferentes fases), un jardín ecléctico de carácter romántico, diversos restos arqueológicos, sacados a la luz en los últimos años, y huertas. A la vez, el Cuarto Real, constituye una unidad, un conjunto de depósitos culturales de la vida de la ciudad desde el siglo XIII hasta nuestros días. Estas circunstancias inciden, de manera decisiva, en los criterios de intervención utilizados: valoración sin discriminación subjetiva de las etapas de la historia, junto a los valores artísticos, documentales y arquitectónicos.”GALLEGO, 2017, p.36

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Gallego Roca, Javier, Musealización de restos arqueológicos en el Cuarto Real de Santo Domingo, Granada (España) Artículo para la revista Restauro Archeologico, 2/2017 p.36-50

El proyecto se articula en el concepto de la conservación y restauración del patrimonio arquitectónico, fruto de una labor de estudios arqueológicos e históricos. Con caracter didáctico, propone la musealización de los restos arqueológicos para el disfrute y contemplación de la ciudadanía, interviniendo tanto en el ámbito de la arquitectura como en el ámbito urbano que el lugar representa.

Concentran, pues, su esfuerzos en consolidar los espacios de la qubba, el palacete del siglo XIX anexo al mismo, el jardín romántico y los restos arqueológicos de otras épocas, todo con un carácter de conexión con el barrio circundante para generar un espacio cultural que transcienda sus muros.

Es así que, respecto a la conexión urbana, el proyecto pretende solventar los problemas de comunicación y tránsito que el estado actual provoca con la construcción de un acceso desde la calle homónima. (Fig. 1) Ya dentro del Cuarto Real, el proyecto busca la reestructuración del palacete del siglo XIX, conservando el pórtico del vestíbulo del arquitecto Contreras, convirtiéndolo en un museo del lugar. (Fig. 2) Saliendo del museo, nos encontraremos con la recuperación del jardín ecléctico del siglo XIX y comienzos del XX de esparcimiento urbano, abierto a posibles reformas debido al prolongado proceso de arqueología que el Cuarto todavía tiene, siempre con el objetivo de proteger los restos ya existentes.

Al este, en plenos yacimientos arqueológicos, se establece un añadido basado en una estructura modular, ligera y reversible, de fácil mantenimiento, para la protección de dichos restos, con el objetivo de ser un añadido en el conjunto arquitectónico planteado que proteja y permita la contemplación de los restos arqueológicos. (Fig. 3)

Maqueta de la intervenciรณn GALLEGO, 2017,p. 38

Maqueta de la intervenciรณn GALLEGO, 2017,p. 39

Planta general de la intervención Se puede contemplar aquí los cuatro ejes de la intervención: la escalera de comunicación con el barrio, la qubba y nave del palacete reconvertida en museo, el jardín romántico exterior y el anexo arqueológico a la derecha del plano.

GALLEGO, 2017,p. 46

Alzado este GALLEGO, 2017,p. 47

Alzado oeste GALLEGO, 2017,p. 47

Fig. 1_Render del acceso peatonal desde la calle Cuarto Real de Santo Domingo GALLEGO, 2017,p. 37

Fig. 2_Render del museo localizado en la nave del palacete.

GALLEGO, 2017,p. 49

Fig. 3_Render del museo localizado en los restos arqueolรณgicos.

GALLEGO, 2017,p. 48

Cuesta del Pescado nº4 (2009-actualidad) Realizado por el estudio liderado por el arquitecto José Ibáñez Berbél, el proyecto de vivienda unifamiliar en la calle Cuesta del Pescado nº4 plantea una situación muy interesante sobre el tema tratado en este trabajo: la posibildad de que en una parcela en el barrio del Realejo surjan restos arqueológicos datados de varias épocas históricos, y entre ellos, restos de muralla nazarí.

En este caso, el proyecto, aún en marcha en estos momentos, se localiza en una parcela con medianera a su fondo, que no es ni más ni menos que restos actuales de la muralla nazarí. Además, se encontraron restos arqueológicos pertenecientes a estructuras de molinos que se esparcieron por la zona en épocas anteriores. Debido a ello la administración procedió a solicitar permisos para excavaciones para datar los restos, a la par que el cliente, por supuesto, demandaba su proyecto de vivienda unifamiliar.

Según explica el informe final de la Intervención arqueológica preventiva de apoyo a la rehabilitación en el nº4 de la Cuesta del Pescado, facilitada por el arquitecto para la redacción de este trabajo, explica que la intervención arqueológica: “[...] está supeditada a la subsanación de deficiencias según informe de los servicios técnicos así como el dictamen de la Comisión Técnica de Seguimiento del Plan Especial de Protección y Catálogo del Área Centro adoptado en la sesión celebrada con fecha 13 de diciembre de 2005, que recoge así: “Ante la previsible afección a la muralla que discurre por el fondo de la parcela, se deja sobre la mesa, requiriéndose estudio de la misma con carácter previo a la emisión del dictamen”.

Así pues ante la posibilidad de que el muro de contención pueda corresponderse con un tramo de la muralla, la previsible afección, y la presunción de la existencia de restos arqueológicos en el subsuelo como consecuencia de las obras a realizar, surge la necesidad de realizar un estudio arqueológico previo, con dos fases de trabajo: estudio estratigráfico y realización de sondeos; siguiendo las indicaciones de la Delegación Provincial de Cultura.”

Los restos hallados se componen, aparte de la muralla al fondo de la parcela, de otros muros situados en el lateral noroeste-suroeste y noreste-sureste de la parcela, de una acequia situada paralela al muro de contención y estructuras hidráulicas (aljibe, canalización, tinaja,…).

Tras ello, el estudio, en su informe “Propuesta de Conservación de restos hidráulidos y muros”, añadido al proyecto, estipula la siguiente acción para superponer el proyecto trazado al escollo que planteó el tener restos arqueológicos en el solar: “Dichos restos arqueológicos, tanto los muros que forman el aterrazamiento como los restos hidráulicos, quedarán ocultos por la nueva edificación, protegiéndolos con paneles de poliestireno extruido de 30 mm de espesor.

Tanto en la zona de la acequia situada en la planta de cubiertas como en los restos hidráulicos de la planta primera, se resolverán de la siguiente forma; sobre dichos restos hidráulicos se colocará unos paneles de poliestireno extruido de 30 mm, de modo que éstos queden protegidos, sobre los paneles se colocará una capa de zahorra artificial y una solera de hormigón armado, sobre la que se pavimentará la cubierta.

Los muros existentes que forman los aterrazamientos, incluidos aljibe, tinajas,…, se protegerán con paneles de poliestireno extruido de 30 mm adheridos a dichos paramentos, de modo que la estructura de la nueva edificación no esté en contacto con estos, quedando ocultos por la nueva edificación.”

En las páginas siguientes se muestran los informes arqueológicos, facilitados por el estudio de José Ibañez, ejecutados en el solar que fotografían los restos hallados.

Vista del sondeo de planta de cubierta

Detalle de la boca del ramal de la acequia

ARQUEOLOGA: RUIZ TORRES, SONIA.

PROMOTOR: EDUARDO SANZ PIMENTEL

ACTUACIÓN ARQUEOLÓGICA EN Nº 4 DE LA CUESTA DEL PESCADO, GRANADA

Vista oeste del sondeo de planta primera

Vista general del sondeo de planta primera

DOCUMENTACIÓN FOTOGRÁFICA

FECHA: 2008

GRAFICA

S I M A. Servicios de Impacto Arqueológico

Vista del sondeo 2 de planta baja

Seccion sur del sondeo de planta baja

ARQUEOLOGOS

Crujia este del patio de planta primera

ARQUEOLOGA: RUIZ TORRES, SONIA.

PROMOTOR: EDUARDO SANZ PIMENTEL

ACTUACIÓN ARQUEOLÓGICA EN Nº 4 DE LA CUESTA DEL PESCADO, GRANADA

DOCUMENTACIÓN FOTOGRÁFICA

FECHA: 2008

GRAFICA

S I M A. Servicios de Impacto Arqueológico

ARQUEOLOGOS

Crujia oeste del patio de planta primera

Vista del muro de caja de escalera

Vista parcial del muro de contencion de planta primera

Vista parcial del muro de contención de planta de cubierta

Vista parcial del muro de contencion de planta primera

Vista parcial del muro de contención de planta de cubierta

Camino de San Antonio (2006) La muralla de la Alberzana, que discurre a lo largo del segundo tramo de la Cuesta de San Antonio, hasta la Carretera de Murcia, debe su nombre a la cercanía a una casa que tenía un jardín de naranjos, que en arábigo se dice “albeztana”.

El arquitecto Javier Gallego Roca, promovido por el Patronato Municipal Fundación Albaicín-Granada, establece un proyecto de recuperación de este entorno que había sufrido un proceso de abandono y olvido muy pronunciado. Además, se situan restos arqueológicos de diversas épocas a los pies de la muralla de gran interés.

El proyecto plantea un paseo que discurra paralelo a la muralla, interviniendo y restaurando la Puerta de San Lorenzo, basándose en los primitivos paseos de ronda que circundaban las murallas. Este recorrido urbano se entrelaza con los elementos histórico-arqueológicos-arquitectónicos, que son recuperados e integrados para su contemplación.

El gesto del proyecto es liviano, basándose en pavimentos de tierra compactada, baldosas de cerámica, en algunos casos vidriada y coloreada, configurando diferentes geometrías, según vayan sugiriendo los restos encontrados, todas ellas enmarcadas por paños de alpañata compactada.

La propuesta del paseo responde al deseo de poner en valor los restos de este entorno urbano colocando este paseo a su lado, cerca de ellos, para su contemplación, intercalándose con la vegetación del lugar encauzandolo con y la ciudad.

FotografĂ­as del Paseo de San Antonio

Rehabilitación de tramo de muralla en Alto Albaicín (2002-2005) Situado en el cerro de San Miguel, el tramo objeto de la intervención del arquitecto Antonio Jimenez Torrecillas fue destruido en un terremoto a mediados del siglo XIX. Alrededor de él se enmarca un paisaje convertido en espacio residual, casi marginal, en el que se acumula toda clase de basura y escombros. Es también un espacio de transición hacia la ciudad nueva extramuros, una ciudad hecha de casas adosadas entra en contacto levemente, los restos incompletos, fracturados de la muralla nazarí.

El concepto que dirige este proyecto es el desarrollado por Torres Balbás en el pórtico norte de los jardines del Partal, allá por los años veinte, que consiste en que cuando falta una parte del conjunto patrimonial, este se rehace generando una intervención volumétrica o geométrica que recupere la imagen de continuidad originaria, pero desprovista de cualquier elemento que pretenda replicar su aspecto anterior, lo que se conoce como “falso histórico”. Por lo tanto, el vacío presente en el Cerro del San Miguel era una articulación entre dos territorios al momento de la intervención, una loma en decadencia y abandono y una zona de nuevas viviendas de escaso interés arquitectónico.

La intervención tiene dos ámbitos; el anhelo de mejorar el entorno que abandonado, pero lleno de historia y la restitución volumétrica de lo que una vez fue la estructura que articulaba esta parte de la ciudad. Acomete una limpieza conceptual y física de su entorno, sustituyendo la acumulación de deshechos por plantaciones de pitas y chumberas, y mejorando las comunicaciones que conectan la Ermita de San Miguel Alto con la ciudad, mediante la restitución de senderos que articulaban la zona.

La restitución mural tiene como fin dar continuidad visual al lienzo de muralla, con un carácter evocador, redefiniendo el límite histórico perdido y protegiendo los restos originales. La materialidad juega con las preexistencias, pues a la distancia no se denota del resto, mientras que al acercarse toma consistencia como intervención única y moderna. La intervención se coloca enteriormente a los restos de la muralla, sin tocarlos, garantizando así su conservación. La presencia masiva y maciza es cambiada por la levedad que permite convertir su interior en un espacio vacío transitable con incisiones nacidas de la fábrica de lajas de granito, evocaciones de la percepción personal del arquitecto respecto a la luz, Granada y la Alhambra.

FotografĂ­as de la rehabilitaciĂłn

06_CONCLUSIONES La muralla nazarí y, por ende, todo complejo de murallas persistentes en la ciudad de Granada plantea un interesante debate sobre el tema del patrimonio y de la intervención sobre él. La muralla nazarí engloba, por pertenecer al mismo estrato histórico de la ciudad, varias ciudades dentro de Granada: los históricos arrabales del Albaicín, la Loma y los Alfareros y la ciudad-palacio de la Ahambra, configurándolos en ese periodo del tiempo granadino.

No obstante, como hemos visto a lo largo del trabajo, la percepción patrimonial de estas estructuras ven diferencias entre ellas: el estado de valoración que tiene la Alhambra no es el mismo que las murallas situadas en el Realejo y en el Albaicín. ¿Cómo es posible esta diferenciación?

El proceso histórico de la Alhambra como recinto patrimonial merece un trabajo aparte, pero podemos resumirlo en la labor de historiadores y escritores románticos que poblaron la ciudad a lo largo del siglo XIX que pusieron en valor tal infraestructura, hasta ese momento siguiendo un proceso de abandono similar al que seguía el resto de las murallas durante los siglos anteriores. Debido a ell, la percepción sobre la Alhambra cambió drásticamente, conformando una institución, el Patronato de la Alhambra que protege y se alimenta del interés que suscita la misma, generando un afluente de actividades realizadas allí que mantienen vivo el lugar. Por su forma, la Alhambra permite ser musealizada, que en connivencia con la actividad económica que suscita la mantiene viva, es decir, en uso.

Este matiz es muy relevante, pues toda arquitectura construida nace con la intención de ser util, y si esa arquitectura pierde su función, deriva en otros entes: ruina, reconversión y rehabilitación para otro uso o el que nos interesa, patrimonio. En este saco caen cada vez más infraestructuras, siempre a la espera de la solución hasta ahora casi siempre tomada para rentabilizar su conservación y disfrute, la musealización de los mismos, pues ello revitaliza el lugar en términos actuales.

Existe la propuesta tan común de intervenir en el patrimonio con un caracter museístico y pedagógico, es decir, intervenir limpiando los restos hallados, estudiandolos, colocándonos en una “vitrina” arquitectónica para expo-

nerlos en un estado estanco. No tocarlos, en aras de la idea de no alterarlos lo máximo posible para su mejor estudio y abierto a un futuro incierto, pero protegido, al fin y al cabo.

Esta actitud se puede ver en mayor parte en la intervención realizada con el Cuarto Real de Santo Domingo, pues pretende generar una arquitectura que no toque los restos, los englobe cual vitrina de museo para su contemplación, siempre desde la seguridad de la distancia.

También se contempla en la realizada en la recuperación del paseo urbano de San Antonio, anexo a la muralla, pues de índole más urbana, mantiene el concepto de aproximación y contemplación de uns restos estancos en el tiempo.

La Alhambra permite un caracter museístico de tal entidad que permite su propia función dotándola de vida, algo que no se ve en el resto de las murallas nazaríes.

Otra actitud, auspiciada por la intervención de Antonio Torrecillas, inaugura una manera de entender el patrimonio que presenta la muralla presente en la ciudad. Con un leve carácter museístico, permite que la huella del momento histórico que vivimos se coloque sobre las miles capas históricas que perviven en los restos de la muralla, manteniendo el proceso de superposición de estratos históricos que sufre toda arquitectura. Además, el caracter urbano, presente en la intervención del camino de San Antonio muestra lo que, a mi parecer, ha de ser el acercamiento a la muralla: no podemos esperar un “museo” de la misma, sino aceptar el carácter urbano de la muralla, generar espacios que no solo miren la muralla, sino que la reinterpreten, la toquen, dialoguen con ella y que apuesten por aportar, no solo por contemplarla.

Esta actitud creo que revaloriza de una manera distinta al patrimonio urbano de la muralla, pues la misma plantea preguntas a las ideas predominantes de la conservación y rehabilitación de la arquitectura. Hemos de evitar las actitudes de encontrar la muralla como escollo al avance de la arquitectura, como se ven en la solución tomada en el proyecto de vivienda de la Cuesta del Pescado nº4, sino verla como una posibilidad de repensar lo que puede aportarnos la muralla a la ciudad. Algo que Antonio Jiménez Torrecillas se atrevió a hacer.

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Artículos y otras publicaciones Gallego Roca, Javier, Musealización de restos arqueológicos en el Cuarto Real de Santo Domingo, Granada (España) Artículo para la revista Restauro Archeologico, 2/2017 p.36-50 García Granados, Juan Antonio, La primera cerca medieval en Granada. Análisis historiográfico.

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Almagro, A. y Orihuela, A., EntreRíos, REVISTA DE ARTE Y LETRAS, nº 2122, primavera-verano 2014,2014, p. 211-219, 2014 Orihuela Uzal, Antonio, Granada, entre Ziríes y Nazaríes. Arte y Culturas de al-Andalus. El poder de la Alhambra.

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Orihuela Uzal, Antonio, Las murallas de Granada en la iconografía próxima al año 1500, Granada: su transformación en el siglo XVI, Granada, 2001, p. 105-134 Orihuela Uzal, Antonio, Plano de Granada Árabe (Luis Seco de Lucena) Edición facsímil. Estudio preliminar, por Antonio Orihuela Uzal, pág. VII – LXIV. Editorial Universidad de Granada – Ayuntamiento de Granada.

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Martín García, Mariano, La muralla exterior del Albaicín o «Cerca de don Gonzalo». Estudio histórico y descriptivo.

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Perez Asensio, Manuel, con la colaboración de Isabel Bestué Cardiel, Las antíguas murallas de Granada en el Albaicín Charla pronunciada en la Madraza de Granada dentro del ciclo de conferencias Itinerarios Histórico-Artísticos por Granada, realizada el 3 de Abril de 2018.