sangre. Mira al hombre tumbado boca abajo. Ahora que estรก cerca lo reconoce. No le hace falta verle la cara. El Gordo. Mira a Vanesa a los ojos. Ella acaba de agarrar un cigarrillo del paquete que estรก sobre la mesa de luz y lo enciende. Un hilo de humo se eleva desde la punta del cigarrillo y un aroma a tabaco negro se percibe claro por sobre el olor de la pรณlvora. Suรกrez y la concha de tu madre, piensa el manco.