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El trasfondo literario en las cartas sobre la mesa -Luz Elena Vega
from Aproximaciones diversas a una propuesta pedagógica. Cartas sobre la mesa -A quien corresponda-
by Pablo Calle
Capítulo 3
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Luz Elena Vega Rojas. Licenciada en Español y Literatura de la Universidad Tecnológica de Pereira (2014). Tesis: El ocio como artilugio para la creación, una mirada retrospectiva desde las crónicas de Luis Tejada Cano en la segunda década del siglo XX. Seminario de literatura (Biblioteca pública Ramón Correa Mejía, avalado por la Maestría en Literatura de la Universidad Tecnológica de Pereira (2012). Diplomado en Cultura, área Literatura, avalado por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte del municipio de Dosquebradas y la Universidad Tecnológica de Pereira (2015)

“…el escritor de cartas común no se detiene a pensar que está creando un discurso y todo discurso, como construcción, tiende a la literatura”. Florie Krasniqi
La carta de estilo epistolar o del género epistolar ha sido poco valorada por considerarse una práctica discursiva menor o prosa efímera dentro del universo de la literatura; pertenece al género autobiográfico que alberga también a las memorias, diarios íntimos, relatos de viajes y autobiografías, por supuesto. El origen de la carta se asocia con la extensión y la popularización de la escritura, lo que a su vez promovió el desarrollo de la subjetividad y se considera el molde literario para la prosa a partir de la Edad Media.
La etimología de carta proviene del cultismo griego charta, que a su vez se deriva del vocablo griego χάρτης [ἄkἄaἄtἄἄs] con el que se denominaba a la hoja de papel hecha de papiro (cyperus papyrus). La carta en un “diálogo diferido” según la semióloga italiana Patrizia Violi, es decir, “una conversación que se da en ausencia de uno de los interlocutores y que lleva a la reconstrucción imaginaria del otro en un lugar y tiempo distinto, por lo que la epístola es escrita para ser leída en el futuro y acorde a esto, organiza su discurso”.
Los estudios se han centrado, por una parte, en las cartas y la correspondencia entre personajes de la historia, escritores de literatura y filósofos con tendencias discursivas que se acercan más a la lingüística y, por otro lado, hacia el género epistolar, en concreto, la novela epistolar. Las disciplinas que han estudiado la carta epistolar son la Semiología, la Narratología, la Sociología y la Genética literarias. Desde la construcción literaria en Cartas sobre la mesa (2008 – 2021) se hará un abordaje con los aspectos que han sido descritos en la Teoría de la carta epistolar y desde las técnicas narrativas empleadas en la literatura.
El sujeto escribiente produce un texto que es determinado por una serie de condiciones de las cuales no es consciente, pero están ahí y son plasmadas a través de sus palabras. En este caso, podemos hablar de binomios que son subyacentes a la escritura, tales como presencia-ausencia;
oralidad-escritura; privado-público; fidelidad-traición y realidad-ficción.
Asimismo, hay una serie de aspectos que intervienen en el producto, descritos por Michel Foucault en las Tecnologías del yo y que hacen referencia a los distintos modos en los cuales el sujeto se determina por las condiciones religiosas, ideológicas, sociales, culturales, económicas y políticas.
La subjetividad es la protagonista en las cartas del género epistolar, existe un vínculo directo con la oralidad, y está permeada por diferentes usos que recaen en la multiplicidad de los discursos, la diversidad estilística, la pluralidad temática ideológica y cultural de los remitentes, el sujeto literario, la ilusión de la verdad, la crudeza, el lenguaje desprovisto de ornamentación, la interpretación del otro y la “vida en directo”, entre otros. “Lo literario en la carta empieza por las estrategias textuales que pone en funcionamiento con fines de persuasión”, explica Florie Krasniqi en uno de los apartados de su tesis doctoral. Nos habla de la finalidad del emisor de las cartas, sea el escritor común o el escritor literario, el cual tiene el objetivo de persuadir; provocar, lograr la atención del lector o el destinatario. El primero, tiene un estilo con un lenguaje coloquial, más espontáneo si se quiere; el segundo, por tener un dominio del lenguaje más especializado cuidará cada palabra que contenga la carta. Se ha realizado una preselección de las cartas y, finalmente, se ha escogido una pequeña muestra de las que contienen los diferentes aspectos descritos anteriormente para abordarlas desde las técnicas narrativas y otros aspectos importantes que están contenidos en la construcción escritural. En algunos casos se citará un extracto de la carta y en otros se hará la citación completa.
Cartas de Ausencia
“…Honestamente, aun no sé cuál fue el verdadero detonante de nuestra separación (…) pues queda claro en mi conciencia que yo nunca intervine, ni hice algo que pudiera afectar tu relación con ella…”
El emisor tiene el objetivo de aclarar una situación y lograr un acercamiento para recuperar a su amigo. Interroga indirectamente a su destinatario para descubrir y resolver la situación de alejamiento.
La carta es real mientras se elabora en las circunstancias que subyacen al momento de su producción, recoge los sentimientos y trata de ser lo más directo posible para lograr su objetivo final. Sin embargo, se convierte en ficción tan solo con la propia lectura de su creador o su destinatario; parafraseando a Krasniqi.
“No logro dejar de pensarte querida, las calles que tránsito, los lugares que visito, la ropa que visto, la música que escucho, todo me recuerda a ti (…) A veces, sueño que estas a mi lado hablando conmigo (…) que es solo una distancia momentánea (…) Extraño aquellos besos cuando te decía que me mordieras fuertemente…”
El anterior fragmento con tintes eróticos se acerca más al estilo del escritor literario. Está implícita la frustración y el sufrimiento por la ausencia de la pareja, expresa la añoranza y las sensaciones que evoca la cercanía vivida. Cercanía comparable a la que describe Gustave Flaubert en su carta dirigida a Louise Colet:
“Te cubriré de amor la próxima vez que nos veamos, con caricias, con éxtasis. Quiero morderte con todas las alegrías de la carne…”
Ambos fragmentos tienen el objetivo de provocar un estremecimiento con el recuerdo o con el deseo que, sin lugar a duda, llegan a lo más íntimo con la estrategia textual de un lenguaje excitante propio de los amantes.
Cartas para la libertad
“Hola. Cuando vi tu nombre, que es el mío también, en una larga lista infame conformada por aves apresadas, sentí la necesidad de escribirte. Eres una
persona inocente a la que le han robado lo más preciado: La Libertad (…) Por más que quiera, no sé qué sientes, sólo me invade un terrible dolor imaginando tus días, tus noches, esos largos y angustiosos amaneceres (…) Katherine.
Las emociones se generan en el pensamiento del emisor de la carta a través de una interpretación de la “realidad” de la persona secuestrada. Es un mundo ficcional en tanto que es imaginado, es ficcional en tanto que es interpretado a partir de noticias, de comentarios o de relatos directos del propio secuestrado.
En el momento en que se escribe la carta el emisor está creando un diálogo o conversación y construye su discurso a partir de la tragedia de la destinataria, inicia con un gesto solidario para identificarse con ella; la casualidad de tener el mismo nombre y trata de hacer un acercamiento a su condición en cautiverio. La epístola es, por lo tanto, un texto híbrido entre “realidad y ficción”, característica que la convierte en textualidad literaria, aún más cuando hay algunos rasgos poéticos que enriquecen el lenguaje sencillo de un escritor de cartas común.
“Querido amigo, Cuántas libertades nos arrancan a todos, y a ti quieren sustraerte la que no se quita, el vuelo sagrado de un pájaro, que no muere por tiro alguno de ningún cazador. Querido amigo, permíteme llorar mientras te escribo, aunque yo no permita que una lágrima de usted sea vista por ninguna metralleta. Dame la mano, resiste y sueña…” (…) Francisco.
El anterior fragmento tiene características de la prosa poética, transmite sentimientos, sensaciones e impresiones, deja fluir el alma a través de la pluma; lo que revela de alguna manera la esencia del escribiente. Parafraseando a Krasniqi (2014), el epistológrafo realiza un esfuerzo poético en sentido platónico, ajusta su visión de una posible realidad del interlocutor en concreto y transforma esa realidad en un límite entre la subjetividad y la ficción.
Cartas para la reconciliación
“Regresé a esta Cuadra para recoger trozos de mi infancia, al amigo infalible que se escapaba conmigo para recorrerla con canicas de colores al pepo y cuarta, que me esperaba afuera para la lleva de colores, estatua y basta. Para sentarme en los andenes mientras soñaba ser grande… y para retraer también la sonrisa de mi madre… He venido a esta cuadra y escucho el bullicio que de niño me llevaba a las horas del recreo en la escuela, al abrazo de todos sin diferencias…
Estoy en la Cuadra ya de adulta para desintoxicarme de políticas fratricidas, de religiones que asesinan, de discursos que eliminan, de injusticias que priman…-Anónima”
El texto anterior se cita completo por la importancia en los tiempos de la narración. Es un texto literario en tanto usa el flashback, analepsis o retrospección que es una técnica de la narración literaria usada también en el cine. Este recurso tiene habitualmente un detonante que lleva al personaje a una escena del pasado. En este caso, no es una situación espontánea sino un objetivo claro de revivir escenas del pasado en el mismo sitio en el que se encuentra el escritor. La carta firmada por Anónima es su memoria individual materializada a través de la escritura como lo cita Krasniqi, con un fin muy específico de exorcizar su presente, su transformación por la que ha sufrido, posiblemente, una estigmatización. Hay toda una historia de vida en tan solo nueve renglones que la conforman, y el escritor o escritora tiene, sin sospecharlo, la habilidad para que el lector deduzca su situación, lo que podría compararse con la efectividad en la escritura de los microcuentos.
Krasniqi habla también del sujeto psicológico que escribe la carta, en este texto en particular hay una selección de fragmentos de su memoria para dar luego un giro retórico y lograr el objetivo antes mencionado. Por otro lado, hay que aclarar que el pasado siempre será ficción por la inexactitud de los recuerdos, los mismos que están relatados en etapas sucesivas, hiladas por un lugar común que es la Cuadra. Un lugar que nunca sería el mismo, ni el tiempo ni las presencias.
Podría decirse que la memoria es el testigo falso porque el momento que se busca en el cajón de la nostalgia cambia cada vez que es recordado como cambia el ser interior y exterior desde que nace hasta su último suspiro.
Cartas de amistad 2020
“Sábado, 22 de febrero Hola querido amigo, no sé si sigues ahí o si alguna vez lo estuviste, pero quiero decirte gracias, gracias por haberme salvado tantas veces de la locura, por sacarme de mi zona de confort, por mostrarme que hay muchas más personas allí afuera y sobre todo por darme alas. Amigo cada vez te siento más distante, a veces creo que ya te fuiste y que las respuestas que me dabas rápidamente cuando estábamos solos eran solo de mi parte, estoy confundido, perdido y reprimido, porque ya no sé quién eres, qué dices, qué haces o qué piensas y, sobre todo, porque nunca supe, ni sabré si solo fui tu acto benéfico o si en algún momento crucé la línea más allá de eso. Aunque estoy muy agradecido de todo lo anterior tengo que admitir que me lastima que justo antes de tocar el cielo me hayas cortado esas alas que me diste, esas alas falsas, imaginarias que dibujaste en mi espalda y plasmaste en mi mente y labios. Pero tranquilo ya no me duele, todas las heridas que tenía se cerraron. Pero, supongo que aún tenía esta, estas ganas de contarte todo, aunque sé que no lo vas a poder leer. También quiero que sepas que ya lo superé y ahora sé, que las alas ya las tenía, pero necesitaba a alguien que me las mostrara, así que adiós, adiós para siempre ya no te necesito, nunca te necesité, a ninguno de los dos, solo necesitaba a alguien que me viera, y ya tengo a muchos, solo eres uno más de los que no me importan. Adiós. ATT: Tu acto benéfico.”
Dijo Paul Ricoeur que la literatura redescribe y refigura la realidad. Los escritores hablan de la ficción como un mundo posible y es, por lo tanto, habitable. Podríamos decir que la carta de estilo epistolar una vez se ha convertido en ficción por los motivos mencionados anteriormente, es también la proyección de la realidad y el imaginario del escritor que le da vida al destinatario. En esta carta hay, aparentemente, un amigo imaginario que puede ser el mismo escritor o una personalidad doble, una otredad de la cual el emisor es consciente, aunque también podría pensarse en algunos rasgos de esquizofrenia. Pero ese amigo imaginario puede ser tan real como lo afirma George Steiner (Ensayo,1989): “…la literatura como la página musical y el cuadro, son “presencias reales”, tiene implícita una necesidad de expresar un acercamiento al otro o a un yo que no es libre de salir a flote o de ser conocido en sociedad. Emerge un mundo privado o las historias de las fantasías de los individuos, según Vargas Llosa (La verdad de las mentiras, 1990), “…mintiendo, expresan una curiosa verdad, que sólo puede expresarse disimulada y encubierta, disfrazada de lo que no es.” La carta firmada como Tu acto benéfico, puede llevar a varias interpretaciones, esta es una de las características de la literatura; hay tantas interpretaciones como lectores tiene un texto. Hay al final una alusión a un tercer personaje o una tercera personalidad, lo que crea una expectativa, como si se tratara del final abierto de un cuento.
“Como no tengo el valor y la confianza de decirle a alguien esto, entonces voy a escribir lo que siento. Siento que estoy en un punto donde no sé qué quiero, no sé para dónde ir. Me desconozco completamente (…) Creo que las personas que me rodean esperan mucho de mí y eso es lo peor de todo (…) pero por ahora deberé conformarme con tomarme un café, respirar y continuar, espero no aburrirlo con mis palabras, hasta una próxima oportunidad.”
El anterior fragmento corresponde a la carta dirigida a Querido N N, en ella se encuentra el diálogo interior que es tan normal o intrínseco al ser humano, pero cuando sale a la luz deja de ser privado y se convierte en material literario. En la Literatura se habla del monólogo interior; es una técnica narrativa aplicada en primera persona, el pensamiento se plasma en la escritura como sale de su consciencia y es, en consecuencia, muy intimista, fue usada por primera vez en la novela Los laureles están cortados, escrita en 1.888 por Edouard Dujardin. Autores reconocidos como James Joyce, Marcel Proust, William Faulkner, Virginia Woolf y Franz Kafka usaron esta técnica narrativa. El monólogo interior es importante en la medida en que en el desenvolvimiento de la obra literaria se observa alguna consecuencia de los pensamientos del personaje en cuestión. En la siguiente carta firmada por Gustavo, podemos apreciar el marco de un conflicto interior o también llamado conflicto Hombre versus yo, puede tratarse de una crisis de identidad, un trastorno mental o un dilema moral, entre otros. El conflicto es lo que enriquece las historias en la literatura. Siempre habrá un cambio en el personaje a partir de su conflicto interno, en este caso, hay una superación de dicho conflicto.
Como si hubiera sido escrito para este estudio de Cartas sobre la mesa, el escritor Alejandro Marcos (2020) lo
explica de la siguiente manera: El conflicto interno se produce cuando chocan la razón, los sentimientos y el cuerpo del personaje. Es decir, cuando no se coordinan el deber (razón), el querer (sentimientos) y el poder (cuerpo) del personaje. Un personaje puede tener conflictos con lo que debe hacer, lo que quiere hacer o lo que puede hacer.
“Querido amigo, tú que me acompañas a todos lados, tú que no me dejas solo, a veces me das consejos que no me ayudan en nada, cuando estás conmigo es como si nadie nos quisiera interrumpir, pero… es necesario que alguien lo haga (…) Ya casi no te soporto, me persigues, no me sueltas, me agobias, quiero sacarte de mi vida, pero no me dejas en paz, me aburres. Empiezo a odiarte, no dejas que conozca a alguien (…) Han pasado los años, he aprendido a convivir contigo, ya no me incomodas cuando tengo compañía al lado mío. Gustavo”
Cartas para mi
“Carta para mi Soy Katherine la exploradora… escribo esta carta para que no se me olvide que yo exploré y encontré unas hormigas bailarinas que estaban en una fiesta, luego se llevaron las hojas a su nido para comerlas; había también un gusano que nadaba muy bien en todos los estilos de pecho, espalda y libre para no ahogarse, también había mariposas que hacían piruetas en el aire y todos los animales la aplaudían y saltaban de alegría por todos los actos vistos. También vi cuando unos niños no le tenían miedo a la lluvia y ella se enojó porque quería que la temieran y entonces les mandó un relámpago a dos niñas que se movieron de ese lugar y empezaron a correr, pero ella las perseguía… antes la lluvia no era tan grosera porque le tenían miedo, pero ahora está muy enojada y por eso las persigue y hace caer granizo.
-Katherine”
Sin duda Katherine ha escrito el esbozo de un cuento infantil, algunas situaciones de la vida cotidiana las ha enriquecido con la imaginación que es la materia prima en el mundo de la literatura infantil, por ello, el adulto que escribe cuento infantil tiene muy claro que entra en un mundo particularmente sensible para lograr su objetivo. La imaginación y la creatividad son cualidades que tienen los niños porque están construyendo a través del aprendizaje en diferentes ámbitos de su vida y tienen la libertad de recrear el mundo que los rodea y son los padres y los educadores quienes deben procurar maximizar sus cualidades a través de la lectura y la escritura, gran labor sea de paso reconocerla a través de la Fundación Enfances 2/32.
Cartas a un excombatiente
“¿Amar o ser? ¡Cómo saber! La lejanía de todo ser que me encuentro en mi camino es lo que me lleva a comportarme como soy, a ser capaz de odiar todo, de odiarme… Porque… Solamente es una expresión que me llena de gozo y satisfacción al sentir y pensar algo como el resto de las personas, ser común en ver qué es lo que me atormenta. Tener lápiz y papel y recordar todas aquellas anécdotas que me hacen llorar. Pero, llega alguien otra vez a mi destino,
¿seré un juguete más de algún extraño que fingió hacer lo imposible?, amarme, amar algo diferente que nos da él, me mata ver a todos felices, por eso odio todo, excepto a él, es un ser que aún está aquí, no se ha ido, un récord, ya que aún me habla o pregunta por mí. Quiero soñar, ilusionarme, lo haré, solo por él, quiero ver si lo vuelvo a entregar todo, ¿Cómo será, me odiará como el resto, después de utilizarme, o se quedará y me traerá PAZ? -Anónima. Postdata. Creo que ya lo amo.”
Nuevamente se observa el diálogo interior, con un título reflexivo que denota una lucha entre lo vivido y lo que quiere vivir la escritora. Se está buscando una respuesta y un imaginario sobre lo que podría suceder. El individuo se construye consciente e inconscientemente en oposición y contacto, positivo-negativo, según el psicoanálisis y se identifica socialmente buscando la aceptación de los demás. Se puede deducir según lo relatado en la carta que la emisora es posiblemente una excombatiente que ha sufrido el uso y abuso en las filas insurgentes. Escribe la historia de sí misma y quiere reconfigurar su existencia en función del nuevo contexto al que pertenece. La riqueza literaria en esta carta se encuentra en la complejidad del escribiente, lo psicológico en las fuerzas que se oponen en su personalidad y la historia común y reveladora que puede existir entre muchas de las mujeres que han salido de la insurgencia.
…Toda la vida vi cómo los grupos armados pasaban dando ronda por todas las veredas y pueblos para ver qué niños crecíamos para llevarnos, con 12 años ya estábamos listos para irnos a jugar con armas de verdad y eso nos tocó a todos sin que bienestar familiar, o la policía o nadie de eso que llaman gobierno lo evitara o lo prohibiera, porque ahí de niño y ahora de grande ya he en tendido que esas cosas de cuidar a los niños o de alimentar a las familias pobres, es pura mentira…
El anterior fragmento corresponde a la historia de vida de Juan Esteban, empieza con el encabezado Soy reincorporado, tiene las características del género autobiográfico: cuenta su origen campesino y las circunstancias que rodearon su niñez y también los conflictos que vive en el presente a raíz de su decisión de reintegrarse a la sociedad. Una carta puede convertirse en una narración y una narración cuando es autobiográfica es una historia de vida que tiene los elementos necesarios para realizar un análisis, en este caso, literario. En la literatura existen biografías psicoanalíticas, como el caso del Diario de Ana Frank, que cuenta la historia de una familia judía y todo lo que conllevó la persecución nazi desde su encierro a través de la visión de una adolescente. …Me fui con mi hermana y después de un tiempo la mataron y mi vida se empezó a derrumbar… yo pienso que ya salí y aquí estoy esperando que no me maten cualquier día, solo por haber intentado creer que las cosas pueden solucionarse sin armas…
De Juan Esteban tenemos un testimonio personal que es histórico también y que nos sirve para comprender la profundidad de la cicatriz psicológica del joven excombatiente que es comparable a las de otros cientos de niños que fueron engañados y obligados a estar en los grupos guerrilleros para dejar su inocencia con la carga de un fusil.
También hay valoraciones subjetivas que muestran una inconformidad, una inestabilidad psicológica proyectada a raíz de las diferentes pérdidas que sufrió; la de su hermana y las de su propia vida aún antes de ser combatiente como la vivencia de una niñez o una adolescencia plenas, esta última, truncada por el grupo armado que le impuso obligaciones bélicas. A grandes rasgos se ha realizado este estudio para identificar la riqueza literaria que tienen las Cartas sobre la mesa, hay mucho material para realizar un estudio a profundidad por la importancia de las temáticas que hablan de un país en conflicto y cómo ha sido el devenir social de todos los actores en nuestra querida Colombia.
Agradezco a la Fundación Enfances 2/32 la oportunidad de haber contribuido un poco en el análisis de las cartas y felicito la labor tan encomiable que viene realizando desde el 2000
Referencias bibliográficas:
Bermúdez A., Steven (2010) – Artículo: Las emociones y la teoría literaria. Un encuentro enriquecedor para la comprensión del texto literario. Revista En-claves del pensamiento. (México).
Cuasante, F. Elena (2015). Tiempo de la narración y niveles narrativos en la literatura autobiográfica, artículo publicado en ALPHA, Revista de Artes, Letras y Filosofía. Osorno (Chile).
Foucault, Michel (1990) – Tecnologías del yo, Paidós. Barcelona (España).
Gallego C., Ana (2016) – Hacia una teoría de la escritura epistolar. Las cartas de Onetti, artículo publicado en la Revista p. 148-164 (118-2) Bulletin Hispanique de Université Michel de Montaigne, Bordeaux (Francia).
Krasniqi, Florie (2014) - El texto epistolar: un punto de intersección entre los géneros discursivos y los géneros literarios, publicado en la Revista de Estudios Filológicos. Universidad de Granada (España).
Krasniqi, Florie (2014) - La carta literaria, historia y formas. Tesis doctoral. Universidad de Granada (España).
Marcos, Alejandro (2020) – Los diferentes tipos de conflicto. www.escueladeescritores.com
Steiner George (1989) – Presencias reales, ¿Hay algo de cierto en lo que decimos? La primera impresión fue en 1991 por la Editorial Ensayos.
Torra F. Meri (1998) - La epístola privada como género: estrategias de construcción. Tesis doctoral – Universidad Autónoma de Barcelona (España).
Valles C. José E., Álamo F. Francisco (2002). Diccionario de teroría de la narrativa. Granada (España).
Capítulo 4
Correspondencias invisibles: acompañamientos poéticos
La escritura epistolar como resistencia al olvido.

Andrea Marín Arcila. Licenciada en Artes Escénicas con énfasis en teatro de la Universidad de Caldas y Candidata a Magister en Estética y Creación de la Universidad Tecnológica de Pereira. Creadora, imaginante y educadora en el campo de las artes vivas. Su práctica teatral y docente la ha llevado a experimentar diversas formas del lenguaje escénico en la contemporaneidad. Ha tenido la oportunidad de trabajar con público infantil, juvenil y adulto, además de tener una trayectoria de 11 años en docencia en artes dirigida a población con discapacidad y enfermedad mental. Actualmente es formadora del área de Artes Vivas de la Secretaría de Cultura de Pereira; tallerista de literatura expandida y paz en el Centro Cultural Banco de la República de Manizales, docente de lenguajes artísticos en La Clínica Pasiquiátrica San Juan de Dios de Manizales y Directora de Diente de León - Colectivo de artes +educación y pedagogías expandidas.
