Segundo Boletín del Observatorio Universitario de Inserción Laboral. Universidad de Alicante.

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Nace OPEMIL

Programas internacionales

La Facultad de Ciencias consolida la Oficina de Prácticas, Movilidad e Inserción Laboral.

Evolución de la participación de estudiantes en programas internacionales desde 2005. Pág 1

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El emprendizaje universitario

Movilidad en España

Se hace necesario un cambio de mentalidad hacia el estudiante emprededor, así como innovar con nuevos métodos de aprendizaje.

La UA es la segunda universidad de España en número de alumnos que participan en programas de movilidad internacional.

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Apuesta de futuro de la Facultad de Ciencias para mejorar la formación y la integración de sus estudiantes en el mundo laboral. La realización de prácticas pre-profesionales en empresas o instituciones se ha convertido en una actividad formativa muy demandada por el alumnado de segundo ciclo de la Facultad de Ciencias durante los últimos años. En la mayoría de los casos estas prácticas suponen para el alumno una magnífica oportunidad para tener una primera toma de contacto con el mundo laboral realizando actividades relacionadas con aspectos prácticos de la titulación que cursan. Además, la formación que reciben durante ese período es complementaria a la que obtienen en las aulas y laboratorios de la Facultad y les permite consolidar y aplicar los conocimientos adquiridos previamente. En un proyecto innovador y de futuro, e integrando los criterios de calidad exigidos en la educación superior actual, desde el Decanato de la Facultad de Ciencias y en coordinación con los Vicerrectorados de Alumnado y Relaciones Internacionales, se ha apostado por el diseño y creación de la OPEMIL, Oficina de Prácticas en Empresa, Movilidad e Inserción Laboral. Esta oficina se ha convertido desde el curso 20082009 en la unidad de gestión, información y realización de trámites relacionados con tres programas que están íntimamente relacionados: Prácticas en Empresa, Movilidad, e Inserción Laboral. El objetivo de la OPEMIL es el de ofrecer, en coordinación con las unidades centrales de la UA, información centralizada y atención personalizada a alumnos y profesores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Alicante, a alumnos y profesores acogidos procedentes de otras Universidades españolas o extranjeras, así como proporcionar asesoramiento integral tanto a egresados de las titulaciones de la Facultad de Ciencias como a empresarios interesados en los programas de prácticas en empresa e inserción laboral. La labor de la OPEMIL, supervisada por el equipo de dirección de la Facultad, la realiza un equipo de gestores especializados en las tres áreas de actuación de la oficina (movilidad, prácticas en empresa e inserción laboral) que trabajan bajo la dirección de la coordinadora de centro que realiza las funciones de dirección. En su primer año de funcionamiento, OPEMIL no sólo ha gestionado prácticas en empresa para alumnos y estancias en el extranjero para los alumnos/profesores de la Facultad, sino que además ha participado en la organización de un taller de información general básica para alumnos interesados en la investigación como salida profesional, así como en el planteamiento y desarrollo de una Jornada de debate sobre las propuestas de los nuevos Títulos de Grado de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Alicante en el proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior. De esta forma, el equipo de OPEMIL, además de sus funciones habituales, también pasa a involucrarse activamente en el proceso de adaptación al EEES.

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Objetivos de OPEMIL La labor de la OPEMIL, supervisada por el equipo de dirección de la Facultad, la realiza un equipo de gestores especializados en las tres áreas de actuación de la oficina (movilidad, prácticas en empresa e inserción laboral) que trabajan bajo la dirección de la coordinadora de centro que realiza las funciones de dirección. En su primer año de funcionamiento, OPEMIL no sólo ha gestio¬nado prácticas en empresa para alumnos y estancias en el extran¬jero para los alumnos/profesores de la Facultad, sino que además ha participado en la organización de un taller de información ge¬neral básica para alumnos interesados en la investigación como salida profesional, así como en el planteamiento y desarrollo de una Jornada de debate sobre las propuestas de los nuevos Títulos de Grado de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Alicante en el proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior. De esta forma, el equipo de OPEMIL, además de sus funciones habituales, también pasa a involucrarse activamente en el proceso de adaptación al EEES. Rosa María Martinez Coordinadora Opemil Facultad de Ciencias Universidad de Alicante

Evolución Programas Internacionales Universidad de Alicante Las participación de estudiantes y titulados en prácticas internacionales en empresa es instituciones ha aumentado progresivamente durante los últimos años, en función de la amplitud de ofertas y de la incorporación de los programas propios de Centro. 2005

2006- 2007

2007 - 2008

Programa

Aitana, Leonardo da Vinci

Aitana, Leonardo da Vinci

Aitana, Erasmus, Leonardo da Vinci

Programas propios de Centros

Estudiantes

30

23

24

29

Titulados

-

10

16

-

TOTAL

30

33

40

29

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El Emprendizaje Empresarial Universitario Analizar el emprendizaje en general y el universitario en particular, requiere tomar la distancia necesaria para evitar los reduccionismos característicos de los análisis estadísticos que se suelen emplear cuando se dispone de un espacio reducido para discutir una cuestión. Quizá porque mi formación sea sociológica, creo que reflexionar sobre la génesis del emprendizaje, que tiene un fundamento básicamente social y psicológico, y los procedimientos y mecanismos que explican su mayor o menor presencia en la sociedad o en un segmento concreto, pudiera resultar mucho más clarificador que analizar exclusivamente las elaboradas estadísticas o datos que difunden muchas instituciones y organismos ávidos de revelar las bondades de sus servicios y herramientas para el emprendizaje, por otra parte necesarias y siempre bien recibidas. Emprender es una cuestión verdaderamente seria, y lo es hasta el punto de que en el contexto global actual, pudiera suponer la diferencia entre estar mejor o peor capacitado para resolver los interrogantes que se plantean en el escenario de crisis económica y social que nos afecta. Nadie duda en la actualidad que se producirá un proceso de reestructuración social y económica de cierto calado, y de que los modelos que han posibilitado el desarrolló y modernización inéditos que experimentara la sociedad del SXX no son viables para la del SXXI. Se trata de un cambio social que estamos pudiendo observar, además de ser otro que añadir a los de la historia natural de las sociedades. Sin embargo, lo que si es más cuestionable es la eficacia de las herramientas con la que cada sociedad cuenta para adaptarse y superar el escenario de incertidumbre que se produce como consecuencia de la misma reestructuración. Establecer el nexo entre emprendimiento y cambio es casi intuitivo. “Emprender”, cuya definición de diccionario, dicha sea de paso, es: comenzar una obra, negocio, etc ... especialmente los que entrañan alguna dificultad o peligro, supone un “valor” que caracteriza y distingue a una sociedad de las otras. Se trata de un valor que se refiere a las percepciones, actitudes y aptitudes que capacitan a las personas para afrontar los cambios, y cuya expresión aditiva constituye una herramienta y recurso “social” para la superación de las dificultades que sobrepasan la dimensión individual. El emprendizaje se convierte así en una función cultural del grupo con la que se gestiona el cambio y se resuelven las adaptaciones sociales de una forma más eficaz e incluso armónica cuanto mayor es su intensidad. ¿Hasta qué punto podemos afirmar que nuestra sociedad valora la capacidad individual de emprender de sus miembros? Creo que esta es una cuestión que no por ser casi naïf deja de tocar hueso al haceros reflexionar sobre los valores y activos con que contamos para calificar nuestra sociedad como moderna y capacitada para hacer frente a los retos del cambio. ¿Ha habido un verdadero compromiso social para incrementar la expresión de la función cultural emprendedora? ¿Ha habido un verdadero compromiso social para incrementar la expresión de la función cultural emprendedora?

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La Cultura Emprendedora Lo que en definitiva diferencia a una cultura emprendedora de una que no lo es, es la percepción subjetiva que sus miembros tienen de la idea de “fracaso”. Mientras que para las sociedades emprendedoras el fracaso carece de las connotaciones negativas que suponen un condicionante determinante a la hora de que sus miembros estén mas dispuestos a emprender proyectos (y no sólo los empresariales), las sociedades “no emprendedoras” expresan con mayor intensidad este tipo de connotaciones, y al hablar de las connotaciones negativas podemos aplicar en sentido inverso las positivas. Los efectos de esta dicotomía son determinantes, ya que las situaciones de fracaso libres de significados negativos facilitan la integración de los aprendizajes que se derivan de esta situación que denominamos “prueba – error”, dejando al emprendedor en una mejor posición de cara a próximos emprendimientos, pues además de haber aprendido más sobre cómo debe “emprender”, ha sido valorado su esfuerzo o al menos no ha sido censurado si ha dado malos resultados. Como se dice coloquialmente emprender no es un camino de rosas, pero si encontramos refuerzos positivos por los aprendizaje de cada error, estaremos más predispuestos a seguir equivocándonos hasta que al final consigamos el éxito como objetivo. Sin duda, una sociedad emprendedora es la que “sabe” que un recurso abundante de emprendimiento le otorga mejores condiciones de adaptación a los cambios sociales y económicos. Los emprendedores se arriesgan, son capaces de explorar y explotar nuevos espacios de actividad económica y social cuando ha habido un desgaste y erosión de aquellos que comprometen la sostenibilidad y equilibrio de la sociedad. Esta es una función creativa y adaptativa y su punto de inflexión precisamente debe coincidir con los momentos de cambio estructural de manera que las sociedades se puedan beneficiar al máximo de sus recursos. Pues bien, ahora que ya podemos hacernos una idea a muy grandes rasgos de lo que es emprender, desde un enfoque sociológico, y de las importantes funciones que desempeña en la sociedad, es como podemos distinguir los mecanismos que hacen a una sociedad más o menos emprendedora, de manera que ahora procede mirarnos un poco el ombligo. Recientemente con ocasión de la realización de un evento celebrado en la Universidad de Alicante en el que reunimos a emprendedores apoyados desde la Universidad para que expongan en un foro sus experiencias y animen a los estudiantes actuales a que emprendan, hemos podido comprobar cómo ha sido este camino para un grupo de ex alumnos que entre los años 1999 y 2007 iniciaron un proyecto empresarial. La realidad que vimos no nos ha sorprendido, y es que en conclusión todas las experiencias nos indican que para emprender en nuestro país hay que asumir que el aprendizaje que se obtiene a través del fracaso no siempre se integra con estímulos positivos. El emprendedor que se dispone a iniciar un proyecto debe hacerlo por su cuenta y riesgo sin esperar demasiados vítores y apoyos sociales para intentarlo otra vez si fracasa o tiene las dificultades que ”todas” las iniciativas se encontrarán en su proceso de maduración. Por el contrario, lo que se encuentra son escenarios en los que si fracasa puede que nadie se entere, puede que

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nadie haya estado ahí para decirle , …venga!!!, ahora otra vez!!. Una amiga mía me contaba una experiencia personal que aunque nada tiene que ver con el mundo de las empresas puede resumir con bastante precisión lo que los emprendedores nos contaron en el foro. Le contaba su padre que, cuando ella aprendía a andar, cada vez que se caía, desde dónde estuviera su padre, le decía: ahora ven hasta aquí que te levanto.Y es que si queremos ser emprendedores, al igual que andar, debemos interiorizar el fracaso con normalidad en nuestras vidas, en nuestra sociedad, de manera que su superación se produzca como un acto reflejo, y parece ser que de momento no es así. En definitiva emprender no es un problema sólo de recursos, de acciones y de políticas que las instituciones aporten para apoyarles. Es un problema de todos nosotros como miembros de la sociedad y de las percepciones o creencias que tengamos ante el emprendizaje como un elemento tan necesario para nuestro bienestar y desarrollo como lo es la igualdad, el respeto por lo diferente, el progreso o la educación. Luego: emprendedores tenemos?, definitivamente sí, y muy, muy emprendedores; sabemos encontrarlos? también; sabemos cómo apoyarlos?, institucionalmente sí, socialmente, creo que no o creo que lo podríamos hacer mejor. Las instituciones y organismos públicos ponen a disposición del emprendedor todo tipo de recursos y acciones de apoyo con el objeto de incrementar esta cultura. Muchas veces vemos, y en esto creo que todos deberíamos ser honestos, que los resultados pueden llegar a ser marginales en el sentido de que, a pesar de que el que “pica” en el empredizaje apoyado por estas instituciones suele introducirse en un camino sin retorno, no encuentra siempre el mismo reconocimiento de éxito en comparación con el que aprueba una buena oposición o consigue un contrato en una reconocida multinacional. Y esta es la verdad, no los “queremos” en la medida que se merecen y con la intensidad con que deben ser reconocidos, y creo que es hora de que, incluso desde el egoísmo e interés personal que tanto vigilamos en épocas de crisis, nos demos cuenta de que quienes emprenden lo hacen arriesgando sus recursos propios, y sin embargo de sus éxitos nos beneficiamos directa o indiderectamente todos, así que qué menos que acompañarlos en sus fracasos. Compromiso hacia el emprendizaje Desde la Universidad de Alicante y más en concreto desde el Vicerrectorado de Alumnado a través del Observatorio de Inserción Laboral hay un compromiso por impulsar la difusión de la cultura emprendedora reorganizando los recursos actuales a favor del emprendizaje para que, además de cumplir con la función de apoyo institucional in situ a las iniciativas, como los de dar información, motivación o recursos materiales e infraestructura para emprender, se pueda “educar” en la cultura emprendedora. Ello significa que debemos generar procesos y mecanismos que permitan visualizar mejor lo que significa emprender y ser emprendedor. Es decir debemos mejorar y aumentar el grado de conocimiento general que en la actualidad tenemos sobre el emprendizaje y su función en la sociedad. La Universidad, desde luego, es el escenario ideal para hacerlo. Muchos emprendedores que han accedido a crear su propia empresa, no sabían que lo eran, y han llegado aquí por las más distintas y variadas circunstancias. Esto quiere decir que hay muchos emprendedores no ejercientes porque o no lo saben, o tienen creencias erróneas sobre su significado, o porque carecen de un apoyo social suficiente. Los costes que esta mala gestión social del emprendizaje pueden ocasionar son cuanto menos incalculables.

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Acciones de fomento del emprendizaje En definitiva, el apoyo al emprendedor presenta complicaciones no son sólo respecto del diseño de las herramientas de atención, como las utilizadas para dar asistencia al estudio de la viabilidad de una iniciativa o de definir un producto o mercado, sino que también, dada su complejidad, deben ser cuidadosamente diseñadas las orientadas a estimular culturalmente el empredizaje. La nueva forma de actuar que sugiere el haber alcanzado este grado autoconocimiento, supone redirigir los planteamientos vigentes que, en definitiva, se centran en esperar al emprendedor espontáneo que acude a una institución de apoyo como los Servicios Públicos de Empleo, Ayuntamientos o Universidades. En el ámbito universitario, y esto es lo que nos hemos propuesto, habrá que trabajar con las alumnas y alumnos de nuevo ingreso, no sólo para motivar, sino también para crear un escenario de emprendizaje universitario. Nadie ignora el hecho de que fomentar una cultura de superación del fracaso y de las dificultades de emprender en una cultura de dependencia del mercado laboral, en la que la gran mayoría piensa en el empleo como una relación laboral contractual que nos une a una empresa para el intercambio de trabajo y dinero, es como mínimo difícil y a largo plazo. Pero deberíamos pensar que si es el desempleo el elemento de nuestra estructura económica y social que nos ha ocasionado, ocasiona y posiblemente ocasionará el problema más difícil de superar para encabezar el desarrollo, quizá merezca la pena invertir mucho más tiempo y recursos en abordar el estimulo de la cultura emprendedora. En tal caso habría que destinar recursos no sólo a la atención a ese emprendedor espontáneo, sino también al cambio de actitudes y al fomento de un sistema de valores que reposicionen al alza el emprendizaje como una aptitud valiosa y merecedora de una mejor consideración. Víctor F. Climent Técnico Creación de Empresas Gabinete de Iniciativas para el empleo Fundación General Universidad de Alicante

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Datos de movilidad Erasmus por Universidad 2008 Estudiantes

Meses

Universidad de Granada

36

Universidad de Alicante

24

Universidad Pontificia Comillas de Madrid

24

Mondragón Unibertsitatea

23

Universidad Politécnica de Madrid

23 22 20 20 19 15 13 13 11 10 10 9 9 7 6 6 6 5 5 4 4 3 2 2 2 1 1 1 1

129 116 76,75 190,25 127,75 78 113,25 66 79,95 48 81,75 50,5 44,5 32 30 38,5 29,75 26 24,25 26 21,75 16,5 15 19 13,25 19,5 7 7 6 6,75 3,75 3 3

UNIVERSIDAD

Universidad de Sevilla Universidad de Zaragoza Universidad CEU - Cardenal Herrera Universidad Ramón Llull Universidad de Castilla La Mancha Universidad Politécnica de Valencia Universidad Miguel Hernández de Elche Universidad de Navarra Universidad de Valladolid Universidad de León Unviersidad Autónoma de Barcelona Universidad de Murcia Universidad Alfonso X El Sabio Universidad de Cádiz Universidad de Cantabria Universidad de Málaga Universitat Jaume I Universidad de Arte y Superior de Diseño de Murcia Universidad de Huelva Universidad de Alcalá Universidad de Burgos Universidad Superior de Hostelería y Turismo Sant Iganasi Universitat de LLeida Universidad Rey Juan Carlos Universitat de Vic Universitat Pompeu Fabra Universitat Politécnica de Cataluña Universidad Politécnica de Cartagena Fuente: OAPEE.

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La UA es la segunda Universidad en España en número de alumnos en programas de movilidad de prácticas internacionales. Según el balance del curso 2007/2008 realizado por el Organismo Autónomo de Programas Educativos Europeos (OAPEE), la Universidad de Alicante es la segunda en número de estudiantes que participan en programas de movilidad de prácticas internacionales. El total en la Comunidad Valenciana de número de estudiantes en el programa asciende a 75, con un total de 330,75 meses. Países más elegidos por los estudiantes en España Países

Estudiantes

Gran Bretaña

77

Alemania

72

Italia

71

Francia

66

Bélgica

28

Holanda

25

Bulgaria

11

Portugal

6

Los cuatro primeros países ocupan el 72% de todas las prácticas. Las movilidades se hicieron en 19 países. Duración de la movilidad en España Duración media:

4,3 meses.

Movilidad más solicitada:

3,25 meses.

242 movilidades se hicieron entre 3 y 3,75 meses, lo que supone el 61%. Solamente el 6% de estudiantes (22 movilidades) estuvieron más de 8 meses. Fuente: OAPEE.

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