Arquitectónicos
[…] cuando no se trata de descansar, sino, por el contrario de ser con máxima intensidad, por tanto, de crear, el hombre emerge y se levanta desde el elemento liquido, fluctuante y abismático que es la duda. Ortega y Gasset, 1994,
Arquitectónicos
[…] cuando no se trata de descansar, sino, por el contrario de ser con máxima intensidad, por tanto, de crear, el hombre emerge y se levanta desde el elemento liquido, fluctuante y abismático que es la duda. Ortega y Gasset, 1994,