Peter M. Van Bemmelen- Revelación e Inspiración

Page 32

V. APLICACIONES PRÁCTICAS Cuando estudiamos la Biblia es de crucial importancia comprender su origen y autoridad divinos como también su carácter humano. Si a priori rechazamos la posibilidad de una revelación sobrenatural, la Biblia se considerará un producto puramente humano y nuestra interpretación tendrá prejuicios desde el comienzo. Por otra parte, si perdemos de vista el factor humano que figura en ella corremos el peligro de interpretar sus declaraciones en una forma absoluta, dogmática. En vista de su carácter divino- humano, nuestro estudio de la Biblia debiera conducirse con un espíritu de humildad y de indagación honesta, con oraciones fervientes para que el Espíritu Santo, el Espíritu de verdad, pueda guiamos “a toda la verdad” (Juan 16:13). A continuación se sugieren algunos principios prácticos en nuestra búsqueda de un conocimiento personal de Dios a través de las Escrituras: 1. Debiéramos estudiar las Escrituras con la profunda convicción de fe de que ellas son como la voz viviente de Dios que nos habla personalmente. Es a través de “la palabra de Dios que vive y permanece” que somos "renacidos” (1 Pedro 1:23). Un conocimiento verdadero de Dios puede crecer y madurar sólo al escuchar obedientemente su Palabra (Romanos 10:14-17; 16:25-27). 2. El principal propósito de la Biblia es fortalecer nuestra fe en Jesucristo como nuestro Salvador del pecado y como el Señor de nuestra vida. Pablo escribió: “Las Sagradas Escrituras te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 3:15). Uno siempre debiera leer y estudiar las Escrituras con el propósito definido de crecer “en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 3:18). 3. Al leer la Biblia debiéramos prestar

atención especial a sus numerosas promesas. A través de ellas Dios quiere que encontremos la seguridad del perdón, la paz del corazón y la mente, el consuelo en tiempos de sufrimiento, la esperanza para esta vida como también para la venidera, y un gozo constante en el conocimiento de que Dios, en su amor y misericordia, nos ha adoptado como sus hijos e hijas por medio de la fe en Cristo (Romanos 15:4; 2 Pedro 1:3, 4). 4. Las Escrituras también funcionan como guía para la vida cristiana práctica. El principio bíblico del amor a Dios y a nuestros semejantes yace a la base del bienestar de todas nuestras relaciones espirituales y sociales. Los que, con la ayuda de Dios, estudian y obedecen los Diez Mandamientos y los muchos principios bíblicos para la vida práctica que derivan de ellos, llegarán a ser personas equilibradas, sanas de cuerpo, mente y espíritu. “Bienaventurados [o dichosos] los perfectos de camino, los que andan en la ley de Jehová” (Salmo 119:1). 5. Por causa de que las Escrituras son las mismas palabras de Dios en lenguaje humano, podemos confiar en que siempre hablan la verdad. Jesús oró al Padre por sus discípulos de todos los tiempos: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17). Debiéramos confiar en la Palabra de Dios como una palabra segura. Esto es cierto no sólo en lo que se refiere a sus enseñanzas espirituales, sino además en cuanto a sus registros del origen y la historia temprana de nuestro mundo, las narraciones del diluvio, los patriarcas, el éxodo, la historia de Israel, como así también en cuanto a los registros de los evangelios del nacimiento, el ministerio, la muerte y la resurrección de Cristo, y la historia de la iglesia temprana. Estas narraciones no son mitos sino registros históri32


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.