C. MODO, LUGAR Y EXTENSIÓN DE LA INSPIRACIÓN
D.
V.
1. Modo de la inspiración 2. Lugar de la inspiración 3. Extensión de la inspiración EFECTOS DE LA INSPIRACIÓN 1. La Escritura: voz viviente de Dios 2. La Escritura: su autoridad 3. La Escritura: su veracidad 4. La Escritura: su claridad y suficiencia
A. B. C. D. E.
IGLESIAS PRIMITIVA Y MEDIEVAL REFORMA Y CONTRARREFORMA EDAD DE LA RAZÓN E ILUSTRACIÓN DESARROLLO CONTEMPORÁNEO COMPRENSIÓN ADVENTISTA
VII. COMENTARIOS DE ELENA DE WHITE A. INTRODUCCIÓN B. REVELACIÓN C. ESCRITURA E INSPIRACIÓN
APLICACIONES PRÁCTICAS
VI. VISIÓN HISTÓRICA DE CONJUNTO
VIII. BIBLIOGRAFÍA
I. REVELACIÓN A. INTRODUCCIÓN Y DEFINICIÓN El sustantivo “revelación” y el verbo “revelar” se usan tanto en el lenguaje teológico como en el secular. El significado básico del verbo, que deriva del latín revelare, es “quitar una cubierta”, “descubrir o destapar algo que está oculto”; por tanto, “dar a conocer lo que es secreto o desconocido”. El sustantivo puede referirse al acto de revelar, pero también a lo que ha sido revelado. En el lenguaje común se usan además otras palabras -como “contar”, “dar a conocer”, “poner al descubierto”, “traer a la luz”- para expresar el mismo concepto. Con referencia al acto de Dios de revelarse a sí mismo y revelar su voluntad y propósito para la familia humana, estas palabras adquieren una nueva profundidad de significado. La esencia de la revelación divina puede resumirse así: Dios se revela en palabras y actos, a través de muchos canales diferentes, pero más plenamente en la persona de Jesucristo. La intención explícita de Dios es que los seres humanos, mediante esta revelación, puedan llegar a conocerlo y entrar en una relación salvadora, lo que resultará en un eterno compañerismo con él (Juan 17:3).
B. TERMINOLOGÍA BÍBLICA 1. En el Antiguo Testamento Las traducciones de la Biblia usan las palabras “revelar” y “revelación”, pero no
tan frecuentemente como uno podría esperar. Por ejemplo, en la Biblia RVR 60 el verbo “revelar” aparece 60 veces, de las cuales 28 están en el Antiguo Testamento como una traducción del hebreo o del verbo arameo gáláh (excepto en Génesis 41:25, donde se ha traducido del verbo Hebreos nágad). El verbo gáláh, como el latino revelare, expresa la idea de “descubrir algo que estaba cubierto u oculto”. Ocurre frecuentemente con un significado meramente secular (Rut descubre los pies de Booz; Rut 3:4), como también con referencia a revelaciones divinas (Dios revela el sueño de Nabucodonosor; Daniel 2:19). El sustantivo “revelación” aparece dos veces en el Antiguo Testamento de la RSV como una traducción de formas de los verbos yáráh y gáláh (Habacuc 2:19; 2 Samuel 7:27). En el Antiguo Testamento se usan otras palabras y frases para describir revelaciones divinas. Algunas frases se concentran en su aspecto auditivo: “Palabra de Jehová que vino al profeta Jeremías” (Jeremías 47:1), “Habló Yahveh a Moisés” (Levítico 19:1, BJ) o la frase repetida a menudo: “Así dice el Señor” (Amós 1:3, NVI). Tales frases ocurren centenares de veces y destacan el aspecto auditivo de la revelación. El aspecto visual también es esencial en el proceso de la autorrevelación de Dios. Así se usan verbos como rá 'áh (“ver”, “ser visto”, “aparecer”, “hacer ver”, “mostrar”)