La tierra (encarta)

Planeta Tierra Orígenes Los científicos creen que hace aproximadamente 5.000 millones de años una nube de gas y polvo explotó en multitud de fragmentos que posteriormente se agruparon, formando el Sol, la Tierra y el resto de los planetas. En la Tierra, la gravedad, las colisiones con otros cuerpos celestes y la radiactividad de algunos de los elementos más pesados provocaron que el planeta comenzara a fusionarse. Los compuestos más ligeros emergieron, formando el manto y la corteza terrestre, mientras que los elementos más pesados, principalmente hierro y níquel, se hundieron hacia el centro para formar el núcleo. El mundo resultante no era una esfera perfecta y continúa estando ligeramente achatado: es más ancho en el ecuador que en los polos.

Una vez que se había formado el planeta, las erupciones volcánicas hicieron que los gases y vapores ligeros y volátiles salieran del manto y de la corteza terrestre. Algunos de ellos, sobre todo el dióxido de carbono y el nitrógeno, quedaron atrapados por la gravedad terrestre y formaron una atmósfera primitiva, mientras que el vapor de agua condensado dio lugar a los primeros océanos del mundo. En la actualidad, el agua cubre casi el 71% de la superficie terrestre, y forma en su mayor parte el Océano Pacífico, el Océano Atlántico y el Océano Índico. El 29% de la superficie terrestre restante está cubierto de tierra, concentrada principalmente en seis continentes -Asia, África, América (dividida en América del Norte y América del Sur), Antártida, Europa y Oceanía.

El origen de la vida Hace aproximadamente 3.500 millones de años, se desarrollaron determinadas condiciones que hicieron posible el comienzo de la vida. Los océanos y la atmósfera, que resultaron afectados por la proliferación y la evolución de formas de vida primitivas, sufrieron transformaciones importantes, muchas de las cuales facilitaron posteriormente la evolución hacia formas de vida superiores. Desde entonces, la vida ha evolucionado desde los organismos unicelulares hasta los microorganismos, insectos, plantas y animales que conocemos actualmente. También ha evolucionado la atmósfera terrestre, influyendo y estando influida a su vez por las formas de vida que en ella habitan.

Aparecen los seres humanos Los antropólogos estiman que los primeros miembros modernos de nuestra especie (Homo sapiens) aparecieron hace 100.000 años en el sureste de África; su inteligencia y destreza permitió que se adaptaran a los diferentes entornos con mucha más facilidad que otras especies. Los humanos migraron y se extendieron rápidamente por África y el noreste hasta Asia. Aproximadamente 70.000 años después, se habían colonizado Europa, Australia, y América del Norte. Hace sólo 10.000 años, la Humanidad ocupó la mayor parte de las masas de tierra del mundo, con excepción de algunas islas remotas y el continente de la Antártida. Hoy en día, los humanos han pisado todas las zonas terrestres del mundo y colonizado las regiones más inaccesibles e inhóspitas. La población humana se eleva en la actualidad a 5.847 millones (1997) de personas.

A medida que el ser humano se extendió por el mundo, los grupos separados geográficamente desarrollaron características distintas. Los científicos creen que estas diferencias se debieron a las diversas adaptaciones a las condiciones ambientales locales como la temperatura y la altitud, a las enfermedades y a los recursos alimentarios. Las personas de distinto origen racial suelen mostrar diferencias en los grupos sanguíneos y las proteínas del suero sanguíneo, el tamaño y la complexión corporal, las características dentales, el tipo y la zona por la que se extiende el cabello, la forma de la cara y rasgos faciales, así como el color de la piel, el pelo y los ojos. Aunque se requirieron decenas de miles de años de relativo aislamiento para que surgieran estas adaptaciones diferenciadoras, la forma de vida moderna, la tecnología y la movilidad casi han eliminado su papel en la supervivencia biológica.

A pesar de todo lo dicho, todavía existen diferencias importantes entre las personas de áreas geográficas distintas. Aunque ya no se basan en las condiciones ambientales, los grupos humanos modernos pueden tener su base en el idioma, la cultura, la nacionalidad, la religión y la economía. Los geógrafos han descubierto que la geografía humana puede agruparse de muchas maneras distintas, pero los grupos geográficos que se utilizan con más frecuencia son las regiones y los estados. Los estados son más fáciles de definir porque tienen su origen en las fronteras políticas de las más de 190 naciones del mundo. Algunos estados tienen una identidad geográfica clara, al estar habitados por personas de origen racial y lingüístico similar, que participan en un sistema económico y cultural común. En otros casos, un estado puede incluir grupos de personas con bases culturales muy diversas que funcionan en entornos sociales y económicos aislados.

Las regiones, a las que a veces resulta difícil representar con precisión en un mapa, pueden basarse en las actividades económicas, el clima y la topografía, la historia cultural o su ubicación en relación con otras regiones. Una región se puede definir en función de un amplio desierto que domina el paisaje; otra puede existir porque sus residentes tienen una religión común y hablan el mismo idioma; una tercera podría distinguirse por su dependencia de un tipo de cultivo agrícola. Muchas regiones son supranacionales. A pesar de las dificultades para definir con exactitud las regiones, son muy útiles para los estudios de geografía porque se basan en factores sociales, culturales y económicos coherentes que producen una identidad geográfica distinta.

Recursos y economía El mundo contiene gran multitud de recursos y productos. Algunos, como el agua y los vegetales, son esenciales para la vida humana. Otros, como el hierro y el carbón, son especialmente útiles para los seres humanos. Algunos recursos, entre los que se incluyen el oro y el uranio, son más valiosos por su escasez. Otros, como la tierra o el aire, están ampliamente extendidos y, por consiguiente, tienen un valor de cambio bajo. El valor relativo de un producto depende de dos factores: de cuánto hay y de cuánto se necesita.

Los economistas denominan a este conjunto de factores "ley de la oferta y la demanda".

A menudo se adquieren los productos en lugares en los que son abundantes y baratos, se transportan a regiones en las que son escasos y caros y se intercambian por bienes y servicios valiosos.

La Humanidad puede constituir actualmente una extensa red en la que las personas producen, transportan y consumen recursos, productos e incluso ideas. Mientras que una región produce grano, otra produce petróleo y una tercera fabrica maquinaria pesada, y cada una de ellas depende de los productos de las otras dos. Los residentes de cada región intentan ampliar al máximo el valor de sus propios productos para obtener los artículos y recursos de los que carecen al precio más bajo posible. Algunas regiones son muy activas dentro de este sistema mundial y sostienen unas fuertes relaciones comerciales con las regiones que desean participar. Otras están casi aisladas de este sistema y mantienen un comercio limitado sólo con una o dos regiones cercanas.

Desde su creación, el mundo ha evolucionado hasta convertirse en un sistema complejo. Todas las formas de vida forman parte del mismo, consumiendo y produciendo recursos de diferentes modos. La Humanidad también forma parte de este sistema y la tecnología avanzada ha ampliado el papel de su actividad en el sistema mundial. Sin embargo, a diferencia de otros habitantes del planeta, sólo la Humanidad ha llegado a ser consciente de su entorno. A medida que aumenta el conocimiento del mundo, también aumenta nuestra capacidad para observar modelos y tendencias y predecir el desarrollo futuro. Este conocimiento nos da el poder, desconocido para las demás especies, de tomar decisiones que se basen no solamente en nuestras necesidades inmediatas, sino también en el posible impacto posterior de nuestras acciones. Para mejorar nuestra capacidad de tomar decisiones acertadas, es importante que cada uno de nosotros conozca lo mejor posible el mundo y las personas con las que lo compartimos.