Terminar con todo

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Esa noche, cuando llegué a casa, encontré a mamá sentada en la cocina, los ojos llorosos y la mirada perdida, preanuncian la desgracia. Me quedé mirándola sin saber que preguntar — El gato, nene, se murió el gato- Y señala al gran manojo de pelo que está al lado del aparador.Yo no pude evitar una sonrisa nerviosa que oculté con la mano abierta sobre la boca — Me había olvidado de este gato puto ¡Ahora que te cambie las piedritas San Pedro! El mierdanaval del doctor es muy jodido, un chorrito y chau el gato. Con razón se planchan enseguida cuando se los pone en la vena— -Bueno mamá, ya estaba viejito-Chau piedritas de mierdaEstaba muy gordo, a lo mejor fue el corazón ¿Viste como es esto? -¡Ma si! Que tanta historia por un gato de mierda— No sé, estaba como siempre. Un poco más caidito, tristón ¡Que me iba a imaginar! ¡Así tan de golpe! — Si no hay gato, no hay piedras ni mierda Después, al tiempo, distinguí ese día, como el del inicio de mi plan de fuga. El Falcon vuela por la panamericana. Un cabo nuevo y desconocido es el chofer. El pibe está en el baúl. Desde la

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