ATELIER
Andrea Gómez
Zapatos con nombre y apellido Hace dos años, el nombre Andrea Gómez identificaba a una estudiante caraqueña que se especializaba en diseño de accesorios en Nueva York. Hoy apela a una identidad de marca, a un estilo de vida y, por supuesto, a una tienda en el piso 5 del Tolón Por Amira Saim Fotografía Juan Toro
Hacerse notar sin hacer ruido es un arte que muy pocos pueden domi nar. Esta diseñadora venezolana que conversa con voz tenue, respuestas concretas y una afabilidad que la aleja de la imagen de diva que pueden tener las diseñadoras exi tosas, proyecta seguridad en cada una de sus afirmaciones y deja ver que, como profe sional, sabe muy bien lo que quiere. Desde que abrió su primera tienda en septiembre del año pasado, las mujeres del país han podido disfrutar de una colección alegre, cómoda y accesible que se ajusta a sus necesidades. Esto se debe a que Andrea supo definir muy bien el tipo de mujer que es la venezolana y traducirlo en una colección que ofrece a sus clientas calzados para cualquier ocasión. AMIRA SAIM: ¿Por qué se llama “On The Bright Side” tu primera colección? ANDREA GÓMEZ: Bueno, yo quería que fuera una colección alegre. Es la primera, entonces quería que fuese como divertida. Esta primera colección tardó en hacerse, aproximadamente, un año. Era la primera y era mucho de trámites, buscar fabricantes, el proceso… Pero ya la segunda en la que estoy trabajando es un pro ceso más rápido. De hecho, la nueva colección sale en marzo y es bas tante diferente a la primera. Tengo bastantes metálicos, colores un poco más neutrales, tierra… aunque todavía voy a tener colores brillantes como tuve en ésta. También incluye otros materiales. La segunda es como más inspirada en la India. Pero no en el lado colorido con los saris y eso… está más inspirada en la arquitec tura de ese país.
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I Ocean Drive I
www.oceandrive.com.ve
AS: Si bien eres conocida hoy por tus calzados, tu currículum muestra una formación en diseño de joyas y accesorios… ¿Por qué zapatos y no joyas? AG: Bueno, yo estudié diseño de joyas pero también diseño de accesorios. Mis pri meros años me inicié en el diseño por la joyería. Primero en Florencia (un año) y después en Nueva York. Luego me fui y estudié dos años diseño de joyas. Pero después hice dos años más de diseño de accesorios también en Nueva York. Hice el associate, que es como el técnico en joyería y la licenciatura en accesorios, que son carteras, zapatos y todo eso. También estudié un verano en Londres. Entonces es como mitad y mitad las dos cosas. AS: ¿Planeas en un futuro agregar carteras u otros accesorios? AG: Sí, me encantaría. Ahorita decidí arrancar con los zapatos porque es con lo que más experiencia tenía y, además, me encanta hacerlo. Me pareció una buena manera de empezar. En cuanto a una línea de joyas, me encantaría, pero me iría más por bisutería que por la joyería. AS: ¿Qué experiencia querías que tuvieran tus consumidoras cuando entraran a la tienda? AG: Yo quería que fuera algo muy agradable, que independientemente que no fueran a comprar quisieran comprar, aunque fuese a ver, que fuera como divertido. El zapato como final touch “Sex and the City” nos enseñó a amar a Manolo Blahnik y todas las alfombras rojas a Christian Louboutin. Un par de zapatos nuevos es un placer tan femenino y reconfor tante que va más allá de un simple capricho de consumo. Como toda prenda de vestir, los zapatos comunican algo y desdibujan el rol que esa mujer quiere desempeñar.
Febrero • Marzo 2012