Vademécum farmacoterapéutico del ecuador 2ed

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ANTIARRÍTMICOS

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1.3. Antiarrítmicos

Introducción -La mayoría de las arritmias no necesitan tratamiento farmacológico, salvo cuando provocan importante deterioro de la función circulatoria o se trate de arritmias sintomáticas. Con diversos antiarrítmicos se ha observado incremento de la mortalidad en estudios de larga duración. -La utilización de antiarrítmicos en arritmias supraventriculares se limita, en la mayoría de las ocasiones, al tratamiento de fibrilación auricular y supresión medicamentosa rápida de arritmias supraventriculares paroxísticas (a menudo con la administración intravenosa de adenosina o verapamilo) cuando la estimulación vagal fracasa. Las extrasístoles auriculares aisladas generalmente no necesitan tratamiento. La taquicardia paroxística por reentrada puede ser tratada mediante ablación. Para el tratamiento de fibrilación auricular, en ocasiones se puede utilizar glucósidos digitálicos con el fin de enlentecer el ritmo cardíaco en reposo o cuando el paciente concomitantemente tiene insuficiencia cardíaca congestiva; sin embargo, se prefiere la utilización de Beta bloqueadores, diltiazem o verapamilo -En arritmias ventriculares que comprometen la vida del paciente como la taquicardia ventricular, los antiarrítmicos solamente cumplen una función coadyuvante. Las extrasístoles ventriculares asintomáticas normalmente no ameritan tratamiento. -Se indica anticoagulación especialmente en adultos mayores y en aquellos con patología valvular o miocárdica concomitante. Pacientes más jóvenes con fibrilación auricular y sin otra patología cardíaca, probablemente no necesitan anticoagulación. El ácido acetilsalicílico es menos efectivo que warfarina en la prevención de embolos, pero puede ser apropiado su uso si no existen otros factores de riesgo para enfermedad cerebro-vascular de tipo isquémico. -La posología y la elección del antiarrítmico depende entre otras cosas del tipo de arritmia, de la función cardíaca y a veces de la función hepática o renal. Rara vez es necesario adaptar la dosis según las concentraciones plasmáticas del fármaco. -Los antiarrítmicos se pueden clasificar clínicamente en: -Antiarrítmicos supraventriculares -Antiarrítmicos para arritmias ventriculares y supraventriculares -Antiarrítmicos ventriculares -La clasificación de Vaughan Williams clasifica a los medicamentos en cuatro clases en función del comportamiento eléctrico de las células miocardicas durante el periodo de acción del fármaco. Esta clasificación tiene poca trascendencia clínica. 1.3.1 antiarrítmicos supraventricularES -Adenosina es el tratamiento de elección para el manejo de taquicardia ventricular paroxística. Adenosina no es comercializada en Ecuador.

-Verapamilo puede ser utilizado para arritmias supraventriculares. Es analizado conjuntamente con los otros bloqueadores de los canales de calcio en la sección 1.4.2.


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