Las fibras musculares se distribuyen en tres capas: * Externa. Se inicia en las trompas y se extiende hasta los ligamentos uterinos en forma de capuchón, para descender superficial y longitudinalmente. * Interna. Son fibras similares a esfínteres que se extienden desde las trompas al OCI en forma de espiral y entrelazándose las de un lado y otro. * Media o plexiforme. Constituye una capa densa de fibras musculares dispuestas en múltiples direcciones y perforadas por vasos sanguíneos. Son las responsables de las ligaduras vivientes de Pinard, que garantizan la hemostasia venosa, mientras que la hemostasia arterial se debe a la retracción de la íntima.
Esta disposición de las fibras musculares es la responsable de que la dirección de la fuerza de la contracción durante el parto sea siempre en sentido caudal.
c. Formación del segmento inferior.
El segmento inferior nace a partir del istmo uterino, distendiéndose durante el embarazo de forma progresiva y adquiriendo una gran elasticidad para permitir el paso del feto por el canal blando del parto, del que forma parte en su porción superior. Esta porción es más débil que la del cuerpo uterino al carecer de la capa plexiforme, tiene por tanto menor vascularización, y se adelgaza a medida que hacen su aparición las contracciones del parto. Esto determina que sea el lugar de elección para la incisión quirúrgica en caso de cesárea, y que sea el lugar donde el útero tiene más probabilidades de romperse.
La unión entre el cuerpo uterino y el segmento inferior está construida por un rodete muscular llamado anillo de Bandl o de Schroeder.
Cambios anatomofisiológicos en la mujer gestante
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