Boletín No. 16 Recreación el reino de la libertad

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Observaciones

de Ciudad

Boletín Informativo del Observatorio de Culturas

Recreación, el reino de la libertad

16

Nº 2012


Observatorio de Culturas El Observatorio de Culturas hace parte del proyecto 786 “Construcción de conocimiento para la participación ciudadana” en el marco del Plan de Desarrollo de la Bogotá Humana (2012-2016) y tiene como objetivos observar, medir, analizar, monitorear, investigar y comunicar acerca de las acciones, prácticas y procesos ciudadanos del ámbito cultural en Bogotá, para generar y gestionar conocimientos que contribuyan al desarrollo y perfeccionamiento de políticas públicas. Desde su creación en 1995, el Observatorio de Culturas se ha erigido como un proceso constante de consulta y participación ciudadana en democracia que permite la reflexión y aproximación de las personas y el Estado, además de reconocer a las diversas ciudadanías con su mayor o menor incidencia, información y calificación frente a los asuntos públicos. Ha aportado a las diferentes administraciones, la academia y la ciudadanía en general: conocimiento de los comportamientos, hábitos, valores, percepciones, actitudes, prácticas y preferencias de la ciudadanía capitalina; claridad en los conceptos de cultura ciudadana y democrática; exactitud en la generación de modelos de observación para análisis de información; formulación de líneas base, índices e indicadores para el monitoreo de políticas, planes y proyectos y experticia en la formulación y consolidación de otros observatorios de la ciudad y el seriado de seis Encuestas Bienales de Culturas. Web: http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/observatorio/index.html Correo electrónico: observatoriodeculturas@gmail.com Redes sociales: http://www.facebook.com/ObservatoriodeCulturas; http:// twitter.com/observaculturas


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Nº 2012


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Contenido I. Presentación 3 II. La recreación y el uso del tiempo libre pueden

generar capital cultural

5

III. ¿Vives o matas el tiempo libre?

7

Valoraciones sobre el tiempo libre

7

La gente de Bogotá, ¿tiene tiempo libre?

12

La gente de Bogotá, ¿está contenta con la cantidad de tiempo

libre del que dispone?

14

16

Tiempo libre y recreación

VI. ¿Qué tan necesaria es la recreación para la

ciudadanía bogotana?

20

21

La necesidad de la recreación

V. Principales actividades que se realizan en

Bogotá con fines recreativos

26

VI. Los retos de la Bogotá Humana

34

VII. Ficha técnica EBC 2011

36


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I.

L

Presentación

os objetivos del Programa de Gobierno Bogotá Humana apuntan a superar la segregación, a promover la participación en las decisiones públicas, a generar nuevas formas de relacionarse con la naturaleza y a construir un Estado transparente en una ciudad segura, y proponen imaginar y poner en marcha nuevos modos de gestionar lo público y construir territorios sostenibles y sustentables. Lo humano, como el ejercicio de la ciudadanía con plenas libertades, es su fin último, en tanto apunta a la “realización de la existencia humana en todas sus formas y en toda su plenitud”. Las apuestas de Bogotá Humana para transformar los modos de hacer ciudad y alcanzar una ciudad más humana deben incorporar el espectro de la recreación y toda la potencia que deviene del ejercicio de la misma. Se busca abordar los asuntos propios de lo cultural, lo recreativo y lo deportivo para el desarrollo y el despliegue de la diversidad, la libertad creativa, el acercamiento a las artes, la gestación y la preservación de bienes patrimoniales, la recreación del cuerpo y el espíritu, el juego limpio, el reconocimiento de otros imaginarios y simbologías del territorio, la recuperación colectiva de la memoria, la competencia deportiva como elemento de disfrute, de formación, de convivencia y de progreso, la apropiación del tiempo libre como el más valioso capital para el desarrollo humano, y la significación de los espacios públicos, en especial aquellos que fueron pensados para la recreación, la actividad física y el deporte, como los parques. Sin esta dimensión cultural no instrumentalizada, pero válida en sí misma, no es posible visualizar el reino de la libertad que es donde cobran vida estos asuntos. Puesto que la cultura, la recreación, el deporte y el patrimonio se mueven en un mundo donde nadie es pobre, donde todo es riqueza por conservar, por potenciar, por descubrir y por transformar, constituyen el reino de


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la libertad, porque gozar, soñar, crear y jugar solo son posibles en este no-lugar. Además, nadie puede obligar a otro a recrearse. La recreación, como derecho constitucional y como necesidad vital para todos y todas, debe empezar por pensarse y asumirse más allá de actividad mata tiempo. La recreación es un ejercicio de libertad, de formación y de revitalización del cuerpo y del espíritu. La recreación es y será uno de los elementos más formidables con los que contamos para romper con la segregación. En esa articulación es donde la cultura de la recreación, entendida como el despliegue de las libertades, puede mostrar toda su potencia; es decir, la nueva construcción de ciudad debe incorporar una comprensión de los sentidos y los modos de vida de las personas —edificados a través de sus historias— para que la pluralidad, la ocupación del territorio y la ciudadanía plena acompasen todos los esfuerzos transformadores de la Bogotá Humana y su acción de gobierno. Otty Patiño Hormaza Jefe Oficina Observatorio de Culturas


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recreación y el uso del tiempo libre pueden generar capital cultural II. La

A

lgunas personas entienden la recreación como descanso y en ese aspecto está subordinada al trabajo o al estudio, si se mira como tomar fuerzas para seguir desarrollando una actividad. Otras la entienden como diversión que, si acudimos a su origen etimológico, es el alejamiento de las labores rutinarias o cotidianas. Pero hay otro significado de recreación que se mueve en el terreno donde las personas son activas y libres. Recrearse como volverse a crear es parte vital de los seres humanos en su integridad física y mental y en su desarrollo. Este otro significado no excluye totalmente a los demás (al descanso y a la ruptura con la rutina), pero es diferente. Muy seguramente cuando a la persona del común se le indaga sobre la recreación, de manera intuitiva incluye todas estas definiciones sin parcelarlas, aunque para cada una el énfasis sea distinto. Lo claro es que la recreación se mueve en el terreno de la autonomía de las personas y es lo que impide que las anomalías —derivadas de cualquier enajenación económica, cultural o social— conviertan a los seres humanos en máquinas, en instrumentos totalmente obedientes sin capacidad de cuestionar, transformar y mejorar la realidad. Es en esta significación multidimensional donde la recreación genera capital cultural. Con toda razón la Constitución de 1991 consagró a la recreación como un derecho fundamental. El ejercicio de la libertad de las personas no puede entenderse sin el derecho a recrearse. Por estas razones la conciencia de la necesidad de la recreación y la apropiación de ese derecho pueden ser pautas para establecer el nivel del desarrollo humano. El envejecimiento como pérdida de facultades y el empobrecimiento como pérdida de opciones se trasmutan en


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factores que aumentan la segregación si la vejez y la pobreza se convierten, en la vida real, en sinónimos de aburrimiento, estancamiento, esclavitud y sometimiento. Los resultados de la Encuesta Bienal de Culturas (EBC) nos alertan sobre estos peligros y nos dicen que hay que ponerle atención a la recreación como un factor que, bien trabajado como política pública, puede ser un importante motor para la superación de las brechas. El tema más ligado con la recreación es el tiempo libre. El Observatorio de Culturas, desde el año 2009, diseñó una multipregunta en la Encuesta Bienal de Culturas que permite indagar y conocer los diferentes significados de tiempo libre con el fin de establecer su potencial como capital para el desarrollo humano. Así se pueden apreciar los porcentajes de población que estiman que el tiempo libre es tiempo de trabajo obligatorio no remunerado (una especie de esclavitud), tiempo de ocio (cuyo desperdicio no importa), tiempo sobrante (que hay que matar) o tiempo indeterminado (que puede ser fácilmente enajenado). O, finalmente, si es asumido como uno de los mayores capitales con que cuenta el ser humano para tener y mejorar su calidad de vida y la de su entorno, esto debe ser lo que procure la política pública de la recreación y el tiempo libre.


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III.

¿Vives o matas el tiempo libre?

D

esde algunas corrientes de la Economía se afirma que el tiempo es finalmente el único bien real que poseen las personas. En ese orden de ideas, cuando los seres humanos hacen transacciones obligadas de tiempo con otros humanos deberían tener claro que el único saldo a su favor es el tiempo libre disponible. Sin embargo, el uso de ese tiempo libre también se ha comercializado, pues debe ser comprado a terceros que trabajan para el tiempo libre de los demás. Un ejemplo fácil es el de las personas que “se matan trabajando” durante casi todo el año para poder comprar unas vacaciones que vende una empresa turística que guía de manera dictatorial su agenda de ocio. En este ejemplo, esas personas que se “matan trabajando” terminan por pagarle a un tercero para que les ayude a matar su tiempo de ocio.

Valoraciones sobre el tiempo libre En la Encuesta Bienal de Culturas 2009, en las preguntas 88 y 89, se indagó sobre el tiempo libre. La pregunta 88 decía así: Para usted tiempo libre es: a. Es el tiempo que no le pagan (tiempo no remunerado)1 b. Es el tiempo que le queda después de cumplir con las obligaciones (tiempo de ocio) c. Es el tiempo que no programa (tiempo indeterminado) 1 Las frases entre paréntesis son nuestras ya que aportan parámetros valorativos para analizar los resultados. No estaban en el texto original de las preguntas. (Nota del Observatorio de Culturas).


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d. Es el tiempo que programa para disponer libremente de él (tiempo como capital) e. Es el tiempo que le queda después de trabajar, comer, descansar, trasladarse, asearse y estudiar (tiempo sobrante) f. Otro concepto g. No sabe o no responde La pregunta 89 decía: “Según la definición de tiempo libre que usted acoge, ¿tiene tiempo libre?”. Estas preguntas estuvieron insertas en el módulo de actividad física, recreación y deporte. En la Encuesta Bienal de Culturas 2011 se repitieron exactamente igual estas dos preguntas, pero esta vez se incluyeron en un nuevo módulo: el de percepción de calidad de vida (preguntas 23 y 24). Los resultados comparados entre 2009 y 2011 nos muestran algunas diferencias que bien podrían explicarse por el contexto del cuestionario de dichas preguntas. Otra explicación podría aventurar la interesante hipótesis de un cambio cultural durante esos dos años donde habría sucedido una devaluación conceptual del tiempo libre como tiempo de ocio. Sea cual sea la razón de este cambio, el orden de opciones preferenciales no cambia. Si las ordenamos de mayor a menor porcentaje tendríamos la siguiente jerarquía tanto en el 2009 como en el 2011: b,e,d,c,a,f,g (ver gráfico 1). Como se puede apreciar en la EBC 2011, la mayoría (39,82%) manifestó que era “el tiempo que le queda después de cumplir con sus obligaciones”, para el 26,74% de la población es “el tiempo que queda después de trabajar, comer, descansar, trasladarse, asearse y estudiar”. En tercer lugar se ubicó la opción “el tiempo que programa para disponer libremente de él” con el 22,27%, mientras que para el 7,01% de las personas es el “tiempo que no programa” y para el 3,47% “el tiempo que no le pagan”. Se puede afirmar que, para la mayoría de las personas, el tiempo libre está supeditado por el tiempo de obligaciones sean cuales sean estas,


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mientras que, para una de cada cinco personas, el valor del tiempo es reconocido como capital; es decir, que no es el tiempo que le queda, como un sobrante, sino que es un tiempo en el cual la acción del sujeto es indispensable puesto que es la persona quien decide libremente disponer de ese tiempo como su libre albedrío le dicta. Gráfico 1

Porcentajes comparados en la definición de tiempo libre entre la EBC 2009 y la EBC 2011

60,00% 50,00% 40,00% 30,00% 20,00% 10,00% 0%

b

e

d

c

a

f

g

2011

39,82%

26,74%

22,27%

7,01%

3,47%

0,69%

0,00%

2009

48%

23,46%

19,38%

5,61%

2,35%

1,06%

0,14%

De ahora en adelante, este análisis se concentrará, preferencialmente, en la población que dio muestras de reconocer el potencial del tiempo libre como capital. Esto permitirá examinar esa valoración en distintas proporciones según el rango etario, sexo y nivel socioeconómico de las personas.


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Gráfico 2

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Valoraciones del tiempo libre como capital, según grupos etarios (P23 EBC 2011)

Grupos etarios

50 o más años

22,40%

36 a 49 años

22,90%

26 a 35 años

24,67%

18 a 25 años 13 a 17 años

22,31% 16,24%

En el gráfico 2 se puede observar que la población menor de edad es la que, en términos proporcionales, tiene menor valoración del tiempo libre como capital. Vale la pena señalar que esta población se encuentra en edad escolar y sus tiempos y rutinas suelen estar fuertemente determinados por el reglamento de la institución educativa a la que pertenecen y la orientación o mandato de sus padres, mientras que en el segmento comprendido entre los 26 y los 35 años, edades en las que las personas por lo general tienen mayor autonomía, la valoración del tiempo libre programado y usado como se desea encuentra mayores posibilidades. No existen mayores diferencias en las valoraciones del tiempo libre entre hombres y mujeres. La mayor diferencia es de 41,49%-37,97% (3,52%) y tiene que ver con el tiempo libre como tiempo de ocio, lo cual nos lleva a una reflexión sobre este concepto de tiempo libre como antítesis frente al tiempo de las obligaciones. Una hipótesis es el sobrepeso de obligaciones que asumen las mujeres en una sociedad como la bogotana donde, pese al avance en la inclusión socioeconómica, el ancla de la cultura patriarcal todavía genera disparidades en las cargas de trabajo doméstico y las mujeres no han podido dejar de asumir plenamente sus roles tradicionales como cuidadoras, madres


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y esposas. El papel de lo masculino no se ha comprometido en medida suficiente con las tareas tradicionalmente concebidas como femeninas (ver gráfico 3). Gráfico 3

Cuadro comparativo entre distintas valoraciones del tiempo libre entre hombres y mujeres (P23 EBC 2011)

45,00% 40,00% 35,00% 30,00% 25,00% 20,00% 15,00% 10,00% 5,00% 0%

Tiempo no remunerado

Tiempo de ocio

Tiempo indeterminado

Tiempo como capital

Tiempo sobrante

hombres

3,53%

37,97%

8,35%

23,35%

26,05§%

mujeres

3,41%

41,49%

5,80%

21,29%

27,37%

Al observar la desagregación, según niveles socioeconómicos, se encuentra una brecha significativa (11,73%) entre la población perteneciente a los estratos 4, 5 y 6 (Alto: 30,38%) y la de los estratos 1 y 2 (Bajo: 18,65%); es evidente una relación directamente proporcional en la que a mayor NSE mayor reconocimiento del tiempo libre como capital. Aunque la estratificación no señala de manera rigurosa el nivel de ingresos, es una importante referencia para establecer los niveles socioconómicos. De modo que la valoración de tiempo libre presenta una preocupante similitud con la gradación socioeconómica. Es decir, además de los desniveles de ingreso y propiedad, esta valoración refleja un desnivel en la valoración del tiempo libre como capital (ver gráfico 4).


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Gráfico 4

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Valoración del tiempo libre como capital, según niveles socioeconómicos (P23 EBC 2011) 30,38% 24,48% 18,65%

Bajo

Medio

Alto

NSE

La gente de Bogotá, ¿tiene tiempo libre? En la pregunta 89 de la EBC 2009 y 24 de la EBC 2011: “Según la definición de tiempo libre que usted acoge, ¿usted tiene tiempo libre?”, se encontró que la mayoría afirma tenerlo (86,85%), sin embargo es importante reconocer las diferencias que se presentan según las desagregaciones expuestas anteriormente. Gráfico 5

Percepción de que se tiene tiempo libre, según grupos etarios (P24 EBC 2011)

13 a 17 años 18 a 26 años

4,26% 0,10%

95,64% 88,45%

11,45%

0,10%

27 a 35 años

83,25%

16,28%

0,47%

36 a 49 años

82,26%

17,28%

0,46%

50 años o más

89,03% Sí

10,70% 0,27% No

Ns/Nr

Se observa que, en todos los rangos etarios, el porcentaje de personas que manifiesta tener tiempo libre supera el 80%, más allá de las


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valoraciones que se tengan. Sin embargo, el rango comprendido por quienes aun no cumplen la mayoría de edad tiene, en mayor proporción, personas que manifiestan contar con tiempo libre. Si miramos el gráfico a la inversa, es decir, si observamos el porcentaje de quienes dicen NO tener tiempo libre, podemos apreciar una campana donde el punto más alto de esta se encuentra en el grupo etario entre 36 y 49 años donde las obligaciones laborales y domésticas abarcan la mayor parte del tiempo disponible (ver gráfico 5). En la comparación de la percepción de tenencia de tiempo libre, entre hombres y mujeres, se puede apreciar una diferencia porcentual de 87,88%-85,93% (1,75%) a favor de la población de hombres. Lo cual favorece la hipótesis planteada acerca de las sobrecargas laborales en la población de mujeres (ver gráfico 6). Gráfico 6

Percepción de que se tiene tiempo libre, según hombres y mujeres (P24 EBC 2011)

Hombres Mujeres

11,79%

87,88% 85,93% Sí

13,79% No

0,33% 0,28%

Ns/Nr

Por último, la desagregación por nivel socioeconómico muestra una mayor proporción de personas que afirman contar con tiempo libre en el nivel alto, mientras que las personas ubicadas en el estrato 3 tienen el mayor porcentaje de individuos que dice no tener tiempo libre. Estos hallazgos, desde la perspectiva socioeconómica, reflejan una de las mayores dificultades de la población ubicada en el estrato 3 (ver gráfico 7).


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Gráfico 7

Percepción de tenencia de tiempo libre, según niveles socioeconómicos (P24 EBC 2011)

Bajo

87.05%

12.71%

0,24%

Medio

85.02%

14.56%

0,42%

Alto

91.27%

8.45% 0,28%

NSE Sí

Ns/Nr

No

La gente de Bogotá, ¿está contenta con la cantidad de tiempo libre del que dispone? En la EBC 2011 también se preguntó a la ciudadanía qué tan satisfecha se encontraba con la cantidad de tiempo libre con que contaba. Los resultados indican que la mayoría de la población de 13 años o más, en Bogotá, se encuentra satisfecha con la cantidad de tiempo libre (74,62% = satisfecha + muy satisfecha) y una de cada cuatro personas se encuentra descontenta o insatisfecha con la cantidad de tiempo libre que le queda (ver gráfico 8). Gráfico 8

Grados de satisfacción, en la población de 13 años y más residente en Bogotá, sobre la percepción de tiempo libre disponible (P24 EBC 2011) 31,20%

1, Nada satisfecho/a 2, Poco satisfecho/a 15,63%

3, Medianamente satisfecho/a 4, Satisfecho/a Muy satisfecho/a

6,02%

Ns/Nr

3,07% 0,69%

43,42%


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A continuación algunas desagregaciones que permiten hacer foco en las diferentes particularidades según sexo, rango etario y nivel socioeconómico. Existe un mayor porcentaje de hombres que manifiesta estar satisfecho y muy satisfecho con la cantidad de tiempo libre que tiene. Este es otro indicador que refuerza la hipótesis frente a la incipiente resolución del equilibrio en los roles producto del conflicto patriarcal (ver gráfico 9). Gráfico 9

Grado de satisfacción con la cantidad de tiempo libre percibido en hombres y mujeres (P24 EBC 2011) 2,46%

Hombres Mujeres

31,80%

5,52% 15,05% 6,48% 3,63%

16,15% Nada satisfecho

44,70%

30,66% 2

42,27% 3

4

Muy satisfecho

Respecto al rango etario se encontró que las personas pertenecientes a los rangos comprendidos entre los 13 y los 17 años son quienes, en mayor proporción, manifestaron su satisfacción con la cantidad de tiempo libre, comportamiento similar al expresado por las personas mayores de 50 años. La satisfacción está claramente ligada con la cantidad, pues al contrastar con el gráfico 5 se puede ver que a mayor tenencia de tiempo libre, mayor satisfacción (ver gráficos 5 y 10). Otro contraste interesante resulta con lo que se visualiza en el gráfico 2, donde se muestra que la valoración del tiempo libre como capital tiene una relación inversa —en porcentajes de población por grupos etarios— con el tiempo libre disponible. Es una correlación que tiene lógica económica: entre más escaso el bien, mayor es el aprecio que se le tiene.


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Gráfico 10 Grados de satisfacción, por porcentajes poblacionales en grupos etarios, sobre la cantidad de tiempo libre disponible (P24 EBC 2011) 2,27%

50 años o más

4,39% 13,56%

33,92%

36 a 49 años

3,37%

8,13%

17,38%

27 a 35 años

3,66%

7,78%

19,90%

18 a 26 años

3,72%

5,33% 14,98%

13 a 17 años

3,24% 10,18% 2,11%

44,70% 31,38%

39,17%

29,61%

38,81%

30,79%

44,83%

27,98%

55,62% 2

Nada satisfecho

3

4

Muy satisfecho

La desagregación, según nivel socioeconómico, evidencia una brecha de cerca de 7 puntos porcentuales entre los porcentajes de población de los niveles socioeconómicos alto y bajo que calificaron su satisfacción con 4 y 5. También se encontró que el porcentaje de personas, que se encuentra nada satisfecha con el tiempo libre con que cuenta en el NSE Bajo, es el doble al del procedente de NSE Alto (ver gráfico 11). Gráfico 11 Grados de satisfacción, por niveles socieconómicos, sobre la cantidad de tiempo libre disponible (P24 EBC 2011) 1,77%

Alto Medio Bajo

36,35%

4,39% 13,68% 2,92% 6,00%

6,45% 3,51%

43,47%

15,80%

31,88%

42,92%

16,00%

29,42%

43,77%

Nada satisfecho

2

3

4

Muy satisfecho

Tiempo libre y recreación La recreación ha estado ligada al tiempo libre, puesto que se parte de una premisa en la que el papel fundamental de dicha recreación es el


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de compensar el tedio, la rutina y el cansancio producto de las jornadas laborales, y así conseguir un alivio necesario para conllevar, nuevamente, otra etapa de obligaciones ineludibles con energías renovadas que permitan un mejor resultado. Sin embargo, no puede pensarse simplemente como alivio, descanso o compensación del tiempo laboral. Como lo señala Carlos Alberto Jiménez, profesor titular de la Universidad Libre, seccional de Pereira: La Recreación es un conjunto de saberes, actividades y procesos libertarios en los que los sujetos implicados en dicha experiencia cultural se introducen en una zona lúdica de característica neutra, apta para fortalecer el desarrollo de la integralidad humana. En esta zona de distensión neutra no existen el espacio, ni el tiempo, como tampoco las presiones externas, ni, mucho menos, las presiones de la interioridad psíquica. Desde esta perspectiva puede decirse que es un estado transitorio, de contemplación y de felicidad entre la realidad psíquica interna y la externa, propicia para la libertad y la creatividad humana.2

En ese orden de ideas, al preguntar a la población bogotana acerca de la satisfacción frente al tiempo empleado para actividades recreativas, independientemente de que se realizaran durante el tiempo considerado tradicionalmente como libre (después del trabajo), se encontró que quienes encuentran suficiente el tiempo empleado para la recreación comprenden la mitad de la población. Vale la pena ver estos porcentajes por las desagregaciones poblacionales para tener una mejor idea sobre este comportamiento que, a primera vista, luce tan parejo (ver gráfico 12). Carlos Alberto Jiménez, La recreación, una ciencia en construcción, disponible en www. ludicacolombia.com. 2

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Gráfico 12 Percepción sobre la cantidad de tiempo disponible para la recreación (P88 EBC 2011)

Suficiente 49,50%

Insuficiente 49,84%

Ns/Nr 0,66%

La distribución, según sexo, rompe la simetría expresada en el resultado general (gráfico 12) y devela una inequidad en la calificación del tiempo para la recreación según hombres y mujeres, donde una mayor proporción de hombres considera suficiente el tiempo que empleó para actividades recreativas, mientras que, para el caso de las mujeres, la mayoría estimó que ese tiempo fue insuficiente. En este aspecto es necesario tener en cuenta que la declaración de suficiencia puede darse tanto por la utilización de una buena parte de tiempo como por la baja valoración de la recreación, es decir, que una persona que no considere importante invertir su tiempo en actividades recreativas puede encontrar satisfacción en una baja cantidad de tiempo empleada en tales actividades (ver gráfico 13). Gráfico 13. Percepción sobre la cantidad de tiempo libre disponible para la recreación, según hombres y mujeres (P88 EBC 2011)

Mujeres Hombres

46,15% 53,21% Suficiente

Insuficiente

53,07%

0,78%

46,27%

0,52%

Ns/Nr


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La desagregación, según edad, también rompe la simetría del resultado general y deja ver su coherencia frente a los hallazgos de satisfacción con la cantidad de tiempo libre y la declaración de tenencia de tiempo libre. Las poblaciones con más cargas laborales son quienes, en mayores porcentajes, encuentran insuficiente el tiempo del que disponen para actividades recreativas (ver gráfico 14). Gráfico 14 Percepción sobre la cantidad de tiempo libre disponible para la recreación, según grupos etarios (P88 EBC 2011)

50 años o más

53,56%

36 a 49 años

41,98%

27 a 35 años

41,12%

18 a 26 años 13 a 17 años

45,32%

1,12% 0,65%

57,37%

0,32%

58,56% 48,86%

50,46% 69,91%

0,68% 29,90%

Suficiente

Insuficiente

0,19%

Ns/Nr

La división según NSE muestra una diferencia interesante en la brecha entre el NSE Alto y el resto de la población, cerca de 6 puntos porcentuales separan las calificaciones de suficiencia emanadas de la población perteneciente a los estratos 4, 5 y 6 de las declaraciones de suficiencia de los estratos 1, 2 y 3 (ver gráfico 15). Gráfico 15 Percepción sobre la cantidad de tiempo libre disponible para la recreación, según niveles socioeconómicos (P88 EBC 2011)

Alto

44,74%

54,62%

0,64%

Medio

48,96%

50,43%

0,61%

Bajo

48,59%

50,71%

0,7%

Suficiente

Insuficiente

Ns/Nr


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es la recreación ¿Qué tan necesaria para la ciudadanía bogotana?

IV.

L

a recreación, más allá de ser contemplada como un ingrediente de alivio a las jornadas laborales o de estudio o como algo sustancial que contribuye al desarrollo integral de las personas, es un derecho que se encuentra consagrado en la Constitución de 1991, en varios articulados, como se verá a continuación: ARTÍCULO 44. Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia. La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los infractores. Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás. ARTICULO 52. El ejercicio del deporte, sus manifestaciones recreativas, competitivas y autóctonas tienen como función la formación integral de las personas, preservar y desarrollar una mejor salud en el ser humano. El deporte y la recreación forman parte de la educación y constituyen gasto público social.


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Se reconoce el derecho de todas las personas a la recreación, a la práctica del deporte y al aprovechamiento del tiempo libre. El Estado fomentará estas actividades e inspeccionará, vigilará y controlará las organizaciones deportivas y recreativas cuya estructura y propiedad deberán ser democráticas. ARTICULO 64. Es deber del Estado promover el acceso progresivo a la propiedad de la tierra de los trabajadores agrarios, en forma individual o asociativa, y a los servicios de educación, salud, vivienda, seguridad social, recreación, crédito, comunicaciones, comercialización de los productos, asistencia técnica y empresarial, con el fin de mejorar el ingreso y calidad de vida de los campesinos. ARTICULO 67. La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura. La educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente. La recreación, como se puede constatar, es considerada en la República de Colombia como un derecho y, como tal, debe ser garantizado por el Estado, así como asumido y exigido por la ciudadanía.

La necesidad de la recreación Por estas razones, la EBC 2011 indagó acerca de qué tan necesario era para las personas el recrearse, y encontró que, para el 49,51% de las personas, residentes en Bogotá de 13 años y más, les es completamente necesario, es decir, que tienen apropiada la recreación como una necesidad básica; mientras el 33,35% manifestó que le es necesario. Sin embargo, para el 16,57% restante la recreación no es un bien necesario (ver gráfico 16).

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Recreación, el reino de la libertad

observaciones de ciudad

Gráfico 16 ¿Qué tan necesario es para usted recrearse? (P87 EBC 2011) 1,56%

0,58%

2,84% 12,17%

1, Nada necesario 2, Poco necesario 49,51%

3, Medianamente necesario 4, Necesario 5, Completamente necesario Ns/Nr 33,35%

Al ver la desagregación, según hombres y mujeres, se encuentra que la asimilación de la recreación, como una necesidad básica, es apropiada en mayor proporción por los hombres (51,74%, completamente necesario [5]); sin embargo, para los dos sexos el porcentaje de personas que manifiesta que le es necesario recrearse (4) es alto, una de cada tres personas está muy cercana al reconocimiento de la recreación en su carácter de bien imprescindible (ver gráfico 17). Gráfico 17 Necesidad de la recreación para hombres y mujeres (P87 EBC 2011)

47,50%

5, Completamente necesario

51,74% 34,05%

4, Necesario

32,57% 13,71%

3, Medianamente necesario 2, Poco necesario 1, Nada necesario Ns/Nr

10,46% 2,83% 2,85% 1,47% 1,65% 0,43% 0,73%

Mujeres

Hombres


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Las principales diferencias respecto a los rangos etarios se encuentran en una mayor valoración de la recreación por parte de las personas más jóvenes (ver gráfico 18). Gráfico 18 Escala de valoraciones sobre la necesidad de la recreación, según grupos etarios (P87 EBC 2011)

5, Completamente necesario 42,03% 32,04% 32,47% 31,54% 34,23% 35,08%

4, Necesario 8,76% 10,09% 12,73% 11,25% 15,69%

3, Medianamente necesario

2, Poco necesario

1, Nada necesario

Ns/Nr

55,31% 53,94% 51,70% 49,49%

1,65% 2,20% 2,41% 3,22% 3,80% 1,83% 0,87% 1,01% 1,41% 2,51% 0,41% 0,43% 0,60% 0,40% 0,90% 13 a 17 años

18 a 26 años

27 a 35 años

36 a 49 años

50 años o más

Si agrupásemos en dos grandes clasificaciones, donde la necesidad de la recreación se manifiesta en las expresiones necesario y completamente necesario, y la superficialidad de la recreación recoge las otras expresiones, tendríamos el siguiente resultado:


Recreación, el reino de la libertad

observaciones de ciudad

Gráfico 18 a Valoración de la recreación como necesaria o superflua en porcentajes poblacionales de grupos etarios (P87 EBC 2011)

más de 50 años

Grupos etarios

36-49 años 27-35 años 18-26 años 13-17 años 0%

20%

40% Porcentajes Necesaria

60%

80%

100%

Superflua

Es decir, con los años se configura una pérdida de la recreación como una necesidad y, por ende, como un derecho inmanente, por igual, a todo ser humano. Al realizar la misma agrupación, respecto a los niveles socioeconómicos, se encontraría que el nivel socioeconómico agrega capital cultural al ser mayor el porcentaje de personas que estiman como necesaria la recreación (ver gráfico 19).

Niveles socioeconómicos

Gráfico 19 Valoración de la recreación como necesaria o superflua, en porcentajes poblacionales, por niveles socioeconómicos (P87 EBC 2011)

NSE Bajo NSE Medio NSE Alto 0%

20%

40%

60%

Porcentajes poblacionales Necesaria

Superflua

80%

100%


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Con la finalidad de perfilar un poco más a la población que reconoce y apropia la recreación como una necesidad básica, se muestran, a continuación, únicamente los resultados de las personas que manifestaron que la recreación les es completamente necesaria, desagregados por el nivel educativo agrupado de la siguiente manera: Gráfico 20 Percepción de la recreación como una necesidad básica, según niveles de estudio (P87 EBC 2011)

Posgrado

63,43%

Desde técnica hasta universitaria completa

55,66%

Desde preescolar hasta secundaria completa Ningun año de estudio

52,03%

29,18%

Como se puede apreciar, existe una relación entre el nivel educativo y la valoración de la recreación como algo completamente necesario, donde a mayor nivel educativo mayores porcentajes de personas que reconocen la completa importancia de la recreación en sus vidas. Para tres de cada diez personas sin escolaridad alguna la recreación es completamente necesaria, mientras que esta proporción crece a seis de cada diez entre quienes se encuentran en la categoría de posgrado (ver gráfico 20). Ahora veamos, en el gráfico 21, la diferencia de ese capital entre las personas que cursan o cursaron la mayor parte del tiempo en colegios privados y colegios públicos:


Recreación, el reino de la libertad

observaciones de ciudad

Gráfico 21 Valoración de la recreación, por porcentajes poblacionales, según si estudiaron en colegio público o privado (P87 EBC 2011)

Tipo de colegio

Colegio privado Colegio público 0%

20%

40%

60%

80%

100%

Porcentajes poblacionales Necesaria

Superflua

que Principales actividades se realizan en Bogotá con fines recreativos V.

B

ogotá cuenta con una amplia oferta cultural, recreativa, deportiva y de actividad física y planes diversos para cada gusto y bolsillo. A través de la EBC 2011 se quiso conocer, entre las actividades de carácter social, lúdico, deportivo, ecologista, intelectual, cultural, espectacular, artístico y comercial, cuáles realiza frecuentemente la ciudadanía para satisfacer sus necesidades de orden recreativo. A continuación se ofrece un análisis de las cinco principales actividades realizadas en la capital con fines recreativos:

1. Ir a un centro comercial (72,61%). Este dato se le atribuye a varios factores: en primer lugar, a la amplia oferta concentrada en estos lugares (cine, comida, compras, espectáculos y juegos infantiles, entre otros); en segundo lugar, a la poca o nula exigencia de planificación del plan por parte de las personas para asistir a este sitio (se puede ir casi en cualquier momento y la oferta está dispuesta);


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en tercer lugar, a una supuesta gratuidad para acceder al espacio, lo que permite que la familia entera participe y, por último, a la sensación de seguridad que este espacio controlado ofrece a sus visitantes. Así mismo se logró conocer que esta actividad tiene mayor acogida entre las mujeres quienes en un 74,82% manifestaron realizarla frecuentemente frente al 70,17% de los hombres. Respecto a los rangos etarios el ­centro comercial fue más fuerte entre las personas jóvenes. Acerca del nivel socioeconómico, fueron los estratos 4, 5 y 6 los que en ­mayor proporción optaron por este plan (ver gráficos 22, 23, 24 y 25). 2. Reunirse con amigos/as o familiares (71,61%). Esta actividad netamente social fue seleccionada en una mayor proporción por los hombres, 72,28%, levemente superior al 70,76% de las mujeres; así mismo, el rango de edad comprendido entre los 13 y los 17 años fue el que, en mayor proporción, optó por esta práctica como recreativa, aunque en el rango comprendido en el grupo de las personas de 50 años o más este tipo de actividad (como recreación) ocupó el primer lugar, desplazando al centro comercial a un segundo puesto (ver gráficos 22, 23, 24 y 25). 3. Ir de paseo fuera de la ciudad (65,40%). Es un plan que exige cierto nivel de planificación y presupuesto. Esta actividad es más popular entre los hombres. Respecto a la edad son las personas en edades comprendidas entre los 18 y los 35 años quienes mayoritariamente dijeron participar de estos paseos para recrearse, elemento que, al ser visto junto con la variable socioeconómica, en la que se observa una brecha de 16,31 puntos porcentuales entre el NSE Alto y el Bajo, implica una fuerte determinación del factor económico para su realización (ver gráficos 22, 23, 24 y 25). 4. Ir de compras (61,29%). Esta actividad fue declarada en mayor porcentaje por las mujeres, 64,43%, frente al 57,82% de los

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observaciones de ciudad

hombres. El factor económico es también lógicamente determinante; se observa en el NSE Bajo que el 57,97% de las personas toman esta opción con fines recreativos, mientras que para el NSE Alto el porcentaje sube al 69,83% (ver gráficos 22, 23, 24 y 25). 5. Jugar (49,32%). Esta actividad es descrita por el DRAE en su primera acepción como: “Hacer algo con alegría y con el solo fin de entretenerse o divertirse”.3 Actividad usualmente asociada con la infancia y a la cual se le atribuyen cualidades que facilitan el aprendizaje, el desarrollo de habilidades comunicativas y de cohesión social, así como la espontaneidad y la creatividad. Es practicada frecuentemente por la mitad de la población bogotana de 13 años o más, en mayor proporción por los hombres, 51,46%, frente al 47,40% de las mujeres. Al respecto la EBC 2011 preguntó a hombres y mujeres cuál era la principal actividad que realizaban en los parques de la ciudad, a lo que los hombres respondieron en su mayoría: “jugar”, mientras que las mujeres indicaron “llevar a los niños y niñas a jugar”. Por niveles socioeconómicos se encontró que practican el juego, en mayor proporción, las personas pertenecientes a los estratos 1 y 2, NSE Bajo. Acerca de la desagregación por grupos etarios, como era de esperarse muestra una relación inversamente proporcional en la que a menor edad mayores porcentajes de personas que manifiestan jugar (se puede observar una brecha de 33,12% entre las personas con minoría de edad y las mayores de 50 años) (ver gráficos 22, 23, 24 y 25)

Real Academia Española, Diccionario de la Real Academia Española, Madrid, Espasa, 2001. 3


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Gráfico 22 Actividades practicadas como recreativas, según porcentajes poblacionales (P86 <opción múltiple> EBC 2011)

Ir a un centro comercial

72,61%

Reunirse con amigos o familiares

34,05%

Ir de paseo fuera de la ciudad

65,40%

Ir de compras

61,29%

Jugar

49,32%

Ir de rumba

44,68%

Practicar algún deporte

30,09%

Asistir a eventos deportivos Asistir a eventos culturales o artísticos Hacer manualidades

71,48%

30,05% 25,02% 21,62%

Realizar actividades intelectuales Practicar alguna actividad artística

16,34%

Participar en eventos ecológicos

16,20%

20,17%

También fue posible ubicar el porcentaje de la población que no realiza ninguna de las actividades descritas con fines recreativos (1,03%), lo que indica que el 98,07% suele realizar al menos una de estas actividades (ver gráfico 22).


Recreación, el reino de la libertad

observaciones de ciudad

Gráfico 23 Porcentajes de población comparada entre hombres y mujeres que realizan actividades para recrearse (P86 EBC 2011) Mujeres

Hombres 74,82%

Ir a un centro comercial

70,17% 70,76%

Reunirse con amigos o familiares

72,28% 64,43%

Ir de paseo fuera de la ciudad

66,07% 64,80%

Ir de compras

57,82% 47,40%

Jugar

51,46% 40,99%

Ir de rumba Hacer manualidades

48,77% 30,26% 12,06% 23,37%

Asistir a eventos culturales o artísticos Asistir a eventos deportivos Realizar actividades intelectuales Practicar algún deporte Participar en eventos ecológicos Practicar alguna actividad artística

26,84% 21,67% 39,33% 19,24% 21,20% 17,67% 43,84% 16,52% 15,84% 15,92% 16,80%

La desagregación, según sexo, permite ver que la mayor diferencia entre las actividades con vocación recreativa para mujeres es la de “hacer manualidades”, mientras que para los hombres es “practicar algún deporte” y “asistir a eventos deportivos”. En las demás actividades las diferencias son más pequeñas, aunque en estas pequeñas diferencias habría que destacar el “ir a un centro comercial” e “ir de compras” donde prima la preferencia, en un mayor porcentaje, de la población de mujeres, mientras que “jugar”, “ir de rumba” y “asistir a “eventos


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culturales o artísticos” marca más en la población de hombres (ver gráfico 23). Gráfico 24 Porcentajes de población, según niveles socioeconómicos, que realizan actividades para recrearse (P86 EBC 2011)

76,75% 68,70% 72,14% 79,14% 74,54% 69,60% 77,90% 66,33% 61,59%

Reunirse con amigos o familiares Ir a un centro comercial Ir de paseo fuera de la ciudad

68,83% 63,30% 57,97%

Ir de compras 47,97% 46,91% 51,39% 50,97% 46,56% 41,75% 37,18%

Jugar Ir de rumba Practicar algún deporte

30,41% 28,07% 34,95% 31,59% 27,72%

Asistir a eventos deportivos Asistir a eventos culturales o artísticos Hacer manualidades Realizar actividades intelectuales Practicar alguna actividad artística Participar en eventos ecológicos

19,81%

43,16%

25,92%

22,33% 20,38% 22,34% 15,29%

21,33%

36,28%

26,18% 15,52% 14,44% 21,79% 17,00% 14,21% Alto

Medio

Bajo

La desagregación, según nivel socioeconómico, permite ver que, con excepción de jugar, todas las actividades son practicadas en mayor proporción por las personas de los estratos 4, 5 y 6. Estos resultados confirman una determinación económica en la esfera de la recreación, ya sea por acceso, por falta de tiempo o por una baja apropiación del


Recreación, el reino de la libertad

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derecho a la recreación consagrado en la Constitución de 1991 (ver gráfico 24). La desagregación por edades muestra que gran parte de las actividades indagadas son realizadas, en mayor proporción, por las personas más jóvenes, en una relación en la que a mayor edad menores porcentajes de personas las realizan. Las brechas más amplias se encontraron en actividades tales como el juego, la práctica de deportes, la asistencia a eventos deportivos y las prácticas artísticas; sin embargo, en actividades como ir de paseo fuera de la ciudad, asistir a eventos culturales o artísticos, participar en iniciativas intelectuales y eventos ecológicos y hacer manualidades no se encontraron diferencias significativas, en el caso de la rumba se observó una distancia significativa entre la ocurrencia en el grupo comprendido entre los 18 y los 26 años y los demás. Por último, la actividad que ocupó el primer lugar en el gráfico 22, “Actividades practicadas como recreativas: ‘ir a un centro comercial’ ”, muestra un comportamiento en el que el grupo de las personas mayores de 50 años se distingue de los demás por su baja participación (ver gráficos 22 y 25).


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Gráfico 25 De las siguientes actividades, ¿cuáles realiza frecuentemente para recrearse?, según edad (P86 EBC 2011)

Ir a un centro comercial 62,87%

76,27% 75,87% 72,37% 69,96% 66,88%

Reunirse con amigos o familiares

Jugar 36,78%

45,29%

55,44% 53,25%

Ir de compras 53,48%

Practicar algún deporte 17,97%

36,36% 30,93% 27,10%

39,85%

22,33%

Asistir a eventos deportivos 21,91%

Hacer manualidades

Realizar actividades intelectuales

Participar en eventos ecológicos

34,12% 31,61% 28,64%

21,43% 16,18% 12,43% 10,95%

62,10% 65,00% 65,09% 63,16%

52,44%

51,54%

Ir de rumba

Asistir a eventos culturales o artísticos

69,90%

63,50% 67,09% 67,84% 65,97% 62,54%

Ir de paseo fuera de la ciudad

Practicar alguna actividad artística

77,52% 77,43% 76,13% 73,99%

53,93%

67,14%

42,21%

28,93%

24,65% 30,89% 26,90% 23,68% 20,58% 24,32% 20,11% 20,97% 19,90% 23,78% 22,17% 23,06% 20,75% 19,52% 17,30% 21,77% 17,36% 15,02% 15,25% 14,71%

13 a 17 años 18 a 26 años 27 a 35 años 36 a 49 años 50 años o más


Recreación, el reino de la libertad

VI. Los

observaciones de ciudad

retos de la

C

omo se pudo ver a lo largo de este boletín, existen, gracias a la Encuesta Bienal de Culturas, hallazgos interesantes acerca de la configuración y percepción del tiempo libre para las personas en la ciudad de Bogotá: tiempo de ocio, tiempo no remunerado, tiempo indeterminado y tiempo como capital para el despliegue de la libertad. Es precisamente esta última concepción la que propone un reto mayor pues implica un componente más alto de autonomía por parte de la ciudadanía, un desafío para la ciudad que se debe afrontar desde una perspectiva que contemple la formación de las personas para la libertad y la responsabilidad que ello implica. Ahora bien, respecto a la recreación, la apuesta de una ciudad más humana debe preocuparse por instalar en su ciudadanía el reconocimiento de las potencias generadas por el proceso recreativo ya sea como descanso, escape de la rutina y especialmente como volverse a crear. Teniendo clara la importancia que cobra el tema en términos de desarrollo humano, el objetivo deberá ser emplazar la apropiación del derecho a la recreación y su carácter inalienable en toda la población. Será necesario, en primer lugar, centrar el foco en aquellas poblaciones que, como lo muestra la investigación, se encuentran en menor proporción apropiadas del derecho: las personas de los estratos 1 y 2, para quienes las carencias de orden económico parecen determinar un ciclo en el cual la pobreza deviene en empobrecimiento y desdeño de la calidad de vida no económica. Un tema que, más allá de la garantía en el acceso a la oferta recreativa de la ciudad en clave de diversidad, gratuidad y cercanía, implica un cambio cultural en la manera como las personas administran su tiempo y conciben la recreación como un derecho que posibilita la libertad y no como un lujo.


Boletín 16/2012

Otra población objeto de la intervención son las personas mayores de 50 años, grupo que, si bien fue educado y formado bajo la influencia de otro paradigma constitucional que no reconocía a la recreación como derecho, podría encontrar, en el amplio espectro de la recreación, el despliegue de sus capacidades y la madurez de sus saberes y facultades. En tercer lugar están las personas que se encuentran en el rango de edad comprendido entre los 13 y los 17 años, quienes, si bien declaran una abundante tenencia de tiempo libre y satisfacción respecto a la cantidad de tiempo dedicado a la recreación, no muestran reconocer la dimensión del tiempo libre como capital para decidir cómo usarlo, lo que se traduce en un fenómeno en el que a mayor disposición de tiempo libre, mayor desperdicio del mismo. En este sentido, es necesario dotar de nuevas herramientas pedagógicas a las y los formadores (escuela/hogar) para de esta manera incentivar y fortificar la autonomía responsable en la juventud. Por último, se encuentra la población de mujeres quienes, en medio de una cultura con muchos rezagos patriarcales, sufren los desfases entre el avance hacia una mayor inclusión en espacios en donde antaño estuvieron excluidas y el de una desigual redistribución de las labores domésticas. Esta sobrecarga de obligaciones les genera a algunas mujeres fuertes dosis de estoicismo y les impide una mayor apropiación del derecho a recrearse, así como la imposibilidad de que el tiempo libre se traduzca en capital para el disfrute, goce y práctica de la libertad.

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Recreación, el reino de la libertad

VII.

observaciones de ciudad

Ficha técnica EBC 2011 Periodo de recolección:

Octubre y noviembre de 2011

Metodología:

Muestreo probabilístico multietápico en fases, estratificado por nivel localidad, nivel socioeconómico, grupo etario y sexo

Cobertura:

Zona residencial urbana de Bogotá (19 localidades)

Tipos de instrumentos aplicados:

Encuesta semiestructurada

Población objetivo:

Personas de 13 años o más residentes en la zona urbana residencial de Bogotá

Tamaño de muestra:

13.453 (Encuestas efectivas)

Confiabilidad de la información:

95%

Error de muestreo (CVE):

Para estimaciones del 20% con respecto al total, el error de muestreo es del 2,18% Estimaciones inferiores al 1,05% tendrán errores superiores al 10%


© Alcaldía Mayor de Bogotá © Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte Gustavo Petro Urrego Alcalde Mayor de Bogotá Clarisa Ruiz Correal Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte Otty Patiño Hormaza Jefe Oficina Observatorio de Culturas Alejandro Florez Jefe Oficina Comunicaciones César Pinzón-Medina Coordinador Observaciones de Ciudad Edilneyi Zúñiga Avirama Estadística Observatorio de Culturas

Dirección y redacción Observaciones de Ciudad Carrera 8 No 9-83 Tel. (0571) 3274859 Página de Internet www.culturarecreacionydeporte.gov.co Correo electrónico observatoriodeculturas@srcd.gov.co Coordinación editorial: María Bárbara Gómez Diseño de portada y armada electrónica: David Reyes Fotografías: Archivos Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y Observatorio de Culturas Impresión: Subdirección Imprenta Distrital DDDI Impreso y hecho en Colombia ISSN: 2145-2067 Todos los derechos reservados, ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en sistema recuperable o transmitida, en ninguna forma o por ningún medio magnético o electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros sin el previo permiso escrito de los editores.



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