Esta investigación tiene su punto de arranque en un diagnóstico de las ciencias sociales radical y, por qué no decirlo, poco esperanzador: el espacio público ha llegado a su máxima decadencia en toda su historia. Una desafección nunca antes experimentada nos enfrenta en la contemporaneidad a espacios públicos vacíos y carentes de sentidos sociales.
La inquietud de indagar qué fenómenos son capaces de revertir, mejorar o simplemente hacer frente a ese diagnóstico y un especial interés personal por componentes de la cultura que se vinculan al campo del arte, hacen que este trabajo intente abordar la posibilidad de que el hueco que han dejado, tanto la fuga hacia lo privado como el desencanto político y social en el espacio público, pueda ser llenado por nuevos sentidos, provenientes justamente de campos tradicionalmente no incorporados a los análisis de las ciencias sociales.