El poder detras de los presidenciables

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18 político, independientemente de que para la segunda vuelta electoral a celebrarse el 4 de noviembre, haya un partido que se autodenomine socialdemócrata: la UNE. Queda claro que esta autodenominación fue más bien una estrategia electoral de este partido, al igual que lo hizo también en el contexto de la campaña política electoral, Encuentro por Guatemala (EG). De los 16 partidos que participaron en estas elecciones, 14 de los cuales presentaron binomio presidencial, cerca del 60% de esas ofertas políticas correspondió a expresiones claramente de derecha, desde el centro hasta el extremo, en su orden: PP, GANA, CASA, FRG. UCN, PU, DIA, UD, BIEN. Cuatro intentaron ubicarse en el centro del espectro político: dos autoproclamándose socialdemócratas: la UNE y EG, en tanto que otros dos con raíces socialcristianas: la histórica DCG, y otro de reciente cuño pero salido de la primera, el Frente por la Democracia. En el caso de la UNE sin embargo, por segunda vez incorporó como candidato vicepresidencial acompañando a Colom, a un profesional vinculado con alguna de las fracciones de la oligarquía a la vez que presentó un programa negociado con sectores del empresariado7. Otro tanto hizo EG, que si bien llevó a Rigoberta Menchú como su candidata presidencial, incorporó a Fernando Montenegro, un profesional que estaría ligado a intereses cafetaleros y de la construcción, y que en varias oportunidades ha estado al frente de instituciones lideradas por las cúpulas empresariales. Dos más se ubicaron en el espectro político de la izquierda partidaria con un discurso y una agenda en esa línea: URNGMAIZ y la ANN8. Los resultados electorales dejaron fuera de la legalidad a cinco partidos políticos: dos ubicados al centro político como la histórica DCG y el reciente Frente; dos de la derecha: el BIEN y el DIA; y uno de izquierda: la ANN. De los 11 partidos sobrevivientes: el autodenominado socialdemócrata EG y el partido de izquierda URNG obtuvieron mínima representación el Congreso de la República, y los

restantes ocho -excluyendo a la UNE que se ha autodenominado socialdemócrata también- identificados con la derecha en sus distintas expresiones, se distribuyen más del 60% de las diputaciones en el Legislativo. La derecha no sólo ha logrado mantener el mayor número de partidos políticos vigentes a lo largo de los últimos 50 años, sino ha logrado renovar sus estructuras, ésta vez en CASA -que es el más claro ejemplo de esto, y en el PP -que en este momento es el barco insignia de la derecha en Guatemala-. A partir de lo que ha sido una de las principales hipótesis que El Observador ha puesto sobre la mesa, este corrimiento hacia la derecha se da precisamente en un contexto en el que existe una reconfiguración del proyecto político y económico de las distintas fracciones de la oligarquía nacional, y de los grupos económicos, políticos y militares corporativizados que gravitan en distintas instancias estatales y en la sociedad guatemalteca9. Iduvina Hernández lo reconoce así cuando analiza que: “…De cara al proceso electoral que acabamos de experimentar, de alguna u otra manera se ha producido claramente la refundación de una alianza que dentro de las distintas expresiones y actuaciones de la derecha en Guatemala ha sido una alianza tradicional. Originalmente la llamaron la alianza ejército-oligarquía, sin embargo, creo que es más sano y recomendable plantearla como la alianza del militarismo y la oligarquía -que no necesariamente significa el divorcio del Ejército como institución- pero que en todo caso, a diferencia de los procesos anteriores, en esta ocasión se produce a través de un rostro visible y de un rostro plenamente identificable como la visión y la expresión del militarismo en Guatemala (…) Por lo menos una de las líneas de la estructura oligárquica y de las derechas en Guatemala ha dado un paso hacia la refundación de su alianza histórica con sectores de las Fuerzas Armadas, y quiero destacar que ni la estructura oligárquica ni de derechas en Guatemala ha sido homogénea como tampoco lo ha sido la izquierda (…) Hay distintas expresiones y dentro de los distintos sectores y actores de las Fuerzas Armadas por supuesto que también hay distintas líneas y formas de agrupación; por

7 Hay que recordar que en 2003, el candidato vicepresidencial de la UNE fue Fernando Andrade Díaz-Durán, ex Ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de la DCG y considerado un intelectual orgánico de la derecha guatemalteca por pertenecer a una de las familias criollas oligárquicas del país, y por ser un hábil componedor y negociador entre los círculos militares y empresariales. En esta oportunidad, Colom incorporó como su candidato vicepresidencial al médico Rafael Espada, el cual estaría ligado a esa fracción oligárquica que está liderando la influyente Cámara de Industria (CIG), a partir de su parentesco con Carlos Vielmann. Ver: Solano, Luis, y, Solís, Fernando. “Tres décadas después… Viejas y nuevas oligarquías, redes militares e intelectuales orgánicos de la contrainsurgencia participan en las elecciones generales 2003”. El Observador Electoral No. 4, año 1, octubre 2003; y, Solis, Fernando. “Caracterización de las elecciones generales 2007”. El Observador Electoral No. 1, segunda época, abril 2007, inserto en El Observador. Análisis Alternativo sobre Política y Economía No. 5, año 2, abril 2007. 8 Ver Hurtado, Margarita. “Qué importancia le otorgan los partidos políticos en la contienda electoral guatemalteca a la pobreza, la exclusión y el desarrollo”; y, Torres Escobar, Edelberto. “Los planes de gobierno en las elecciones generales 2007”. El Observador Electoral No. 4, segunda época, agosto 2007, páginas 14-19 y 1-8, respectivamente, inserto en El Observador. Análisis Alternativo sobre Política y Economía No. 8, año 2, agosto 2007. 9 Este proceso ya ha sido analizado a lo largo de varios números de El Observador, especialmente en: Solano, Luis, y, Solis, Fernando “El bloque histórico y el bloque hegemónico en Guatemala. Primera y segunda parte”. El Observador. Análisis Alternativo sobre Política y Economía Nos. 2 y 3, septiembre y noviembre de 2007, respectivamente; Solano, Luis, y, Solis, Fernando. “Más allá de la consolidación bancaria: las luchas por el control bancario y el poder económico”. El Observador. Análisis Alternativo sobre Política y Economía No. 4, febrero de 2007; y, Solano, Luis. “La Franja Transversal del Norte: Neocolonización en marcha”. El Observador. Análisis Alternativo sobre Política y Economía No. 7, julio de 2007.

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