OBRA BLANCA 2027

COLOR MATERIAL FINISH
Hablemos
Hablemos de acabados 54
Hablemos de colores 60
De

Mensaje de los editores
nuevo CMF
Presentamos el nue vo Pronóstico CMF
Obra Blanca 2027, re sultado de un proceso colaborativo que continúa la labor inic iada en 2023. Esta nueva edic ión reafirma el compromiso con la creatividad perpetua en la se lecc ión de acabado s, materiales y colores, y se nu tre de la experienc ia acumulada en el Pronóstico y Dinámica CMF Obra Blanca 2025, que reunió a 39 destacadas firmas nac ionales para crear y explorar las tendencias Fue go Lento, Origen y Retrofu turo.
Obra Blanca 2027, resultado continúa la iniciada en 2023. Esta nueva edición creatividad en la selección de acabados, materiales y se nutre de la experiencia acumulada en el y 39 destacadas firmas nacionales crear y explorar las tendencias Fuego Retrofuturo.
Para 2027, el pronóstico se renu eva con más líneas de inspirac ión que responden a los movimientos so ciale s, culturales y tecnológicos que están transformando la manera en que habitamos y concebimos los espacios. Estas tendencias no dictan re glas , sino que abren posibilidade s: son brújulas creativas que permiten a los profesionales del espac io —arquitectos, interioristas, diseñadores— tomar decisiones más informadas, sensibles y visionarias.
Para se renueva con de inspiración a los movimientos sociales, culturales tecnológicos concebimos los espacios. Estas tendencias no dictan reglas, sino que abren posibilidades: son a los espacio diseñadores— tomar decisiones más informadas,
En Obra Blanca creemos que los sueños se construyen con acabados, materiales y colores por eso nuestro Pronóstico CMF 2027 se desarrolla como una herramienta viva, con base en la experiencia de sus creadores, que documenta el pensamiento colectivo de firmas de arquitectura e interiorismo de distintas regiones del país, y que se nutre de la observación constante, el análisis crítico y la sensibilidad estética.
Este año el ejercicio se realizó en 3 regiones en alianza con The Color Autorithy —empresa especializada en CMF— y el apoyo de 20 firmas de arquitectura e interiorismo consolidando un espacio de diálogo multidisciplinario que enriquece la mirada sobre lo que viene. Los talleres que se realizaron en Monterrey, Mérida y Ciudad de México permitieron identificar patrones emergentes, reinterpretar referentes globales desde una perspectiva local y aterrizar conceptos en paletas materiales que reflejan la identidad contemporánea de México.
Las nuevas tendencias que presentamos reflejan inquietudes profundas sobre cómo queremos vivir, qué valores queremos preservar y cómo podemos diseñar espacios más humanos, sostenibles y significativos. Cada tendencia es una narrativa abierta que puede ser utilizada como punto de partida, como acento o como provocación.
Desde acabados que evocan lo artesanal y lo táctil, hasta materiales que dialogan con la tecnología y lo que todavía no existe, el Pronóstico CMF Obra Blanca 2027 propone tres tendencias diversas y flexibles que pueden adaptarse a distintos contextos y escalas. Su objetivo es claro: inspirar, provocar y acompañar a los profesionales del espacio en su proceso creativo.
Identificar, usar y aplicar una tendencia implica un ejercicio de observación, decantación y transformación. No se trata de replicar fórmulas, sino de reinterpretar señales del entorno y traducirlas en soluciones estéticas, funcionales y sostenibles. El resultado son espacios que dialogan con su tiempo y lo trascienden.
El Pronóstico CMF 2027 es parte integral de la experiencia Obra Blanca, y reúne las propuestas de las firmas invitadas en un caleidoscopio de posibilidades que reflejan la riqueza y diversidad del pensamiento creativo en México. Como siempre, nuestro interés es documentar cada parte del proceso, para que esta herramienta siga evolucionando y aportando valor a quienes diseñan el futuro desde el presente. CDMX, 2025
Introducción
Hablar del futuro nunca ha sido tarea fácil, pero es precisamente en los momentos de cambio donde más sentido tiene detenernos a observar, cuestionar y, sobre todo, imaginar. Eso es lo que propone el Pronóstico CMF Obra Blanca 2027, una invitación colectiva a mirar más allá de la estética para entender cómo el color, los materiales y los acabados (CMF por sus siglas en inglés) pueden ser reflejo de un tiempo, de una emoción y de una forma de habitar profundamente humana.
A diferencia de otras aproximaciones más superficiales o dictadas por la moda, este pronóstico nace del deseo de construir una visión sensible, crítica y propositiva del diseño en México. No se trata sólo de prever qué colores estarán en boga o qué materiales y acabados se usarán en la arquitectura y los interiores, se trata de identificar qué nos mueve como sociedad, qué nos motiva, qué buscamos, y cómo podemos responder a todo eso desde el espacio que habitamos.
Este pronóstico nace del deseo de construir una visión sensible, crítica y propositiva del diseño en México.



Para esta edición el taller se desarrolló en tres ciudades; Monterrey, Ciudad de México y Mérida reuniendo a firmas de arquitectura e interiorismo que desde sus distintos contextos y trayectorias, compartieron visiones únicas. En Monterrey, se sumaron Ciudad en Común, CO2 Taller, Narda Dávila Arquitectura, RCH Arquitectos, RDLP Arquitectos, Spaces by Momo y TRENDO Arquitectura Interior. En la Ciudad de México, participaron firmas como ARCO Arquitectura Contemporánea, Boué Arquitectos, DIN interiorismo, López Duplan Arquitectos, Mariangel Coghlan, USO arquitectura y vgzarquitectura. En Mérida contamos con el apoyo de FMT Estudio, Reyes Ríos + Larraín arquitectos, TACO Taller de Arquitectura Contextual, Taller Estilo Arquitectura, Vales + Espejo Arquitectos, y Vagantes.
«Las tendencias impactan nuestra cotidianidad, por eso reflexionar sobre problemáticas comunes de la sociedad y presentar nuestra visión para un futuro deseable, junto con colegas, fue un ejercicio muy interesante.»
Zaida Briceño, orlando Franco FMT esTudio

Durante dos días cada ciudad fue el escenario de un proceso intenso y enriquecedor. El primer día se dedicó a escuchar, conectar y dejarse inspirar por las presentaciones de cada firma. No era momento de emitir juicios sino de abrir la mente y recibir. Después, se hizo un ejercicio colectivo para identificar conceptos clave, palabras que resonaban y que, juntas, empezaban a formar un mapa emocional del diseño actual. A partir de esas palabras, comenzaron a emerger las primeras ideas de tendencia.
El segundo día fue el momento de dar forma y profundidad a esas ideas. ¿Qué conceptos son realmente nuevos? ¿Cuáles tienen el poder de transformar? ¿Cómo se traducen en materiales, colores y acabados que no sólo se vean bien, sino que digan algo? Porque en el fondo, ese es el corazón del Pronóstico CMF Obra Blanca 2027; contar historias a través de lo tangible.
De todo este proceso nacieron tres grandes líneas temáticas que guiarán el diseño hacia el 2027.



La grieta se convierte en estructura, la mancha en trazo deliberado, la oxidación en lenguaje visual.
Belleza Fracturada no solamente desafía los cánones tradicionales de perfección, sino que abre un terreno fértil para la invención. Es, ante todo, una invitación a crear lo que aún no existe, a explorar nuevas estéticas a partir del error, lo roto y lo inesperado. Esta tendencia no se conforma con reinterpretar lo imperfecto: lo transforma en una herramienta de innovación radical. Aquí, el error no se corrige, se diseña. La grieta se convierte en estructura, la mancha en trazo deliberado, la oxidación en lenguaje visual. La tecnología ya no busca pulir ni homogeneizar, sino colaborar con lo orgánico para generar materiales que sorprenden, que mutan, que cuentan historias jamás contadas.












Materiales que envejecen con dignidad, colores que surgen de la tierra, texturas que revelan el paso del tiempo.
Materia Viva es una vuelta a lo esencial. No desde la nostalgia, sino desde el deseo de regenerar. Esta tendencia propone redescubrir lo local, lo duradero, lo que tiene memoria. Materiales que envejecen con dignidad, colores que surgen de la tierra, texturas que revelan el paso del tiempo. Es una mirada que dignifica lo descartado y convierte el residuo en recurso, revalorando técnicas, oficios y medios que hablan de pertenencia.


Lugares donde el silencio, la luz natural, los aromas sutiles y las texturas suaves nos devuelvan al cuerpo, al presente.



Santuario Multisensorial, por su parte, pone el foco en el bienestar y la reconexión. En un mundo que no deja de acelerarse, esta tendencia propone espacios que sean refugio. Lugares donde el silencio, la luz natural, los aromas sutiles y las texturas suaves nos devuelvan al cuerpo, al presente. Aquí, cada elección material está pensada para acariciar, contener y sanar. Son diseños que bajan el volumen del mundo exterior para que podamos escucharnos por dentro.











Más allá de las definiciones, lo que hace especial al Pronóstico CMF Obra Blanca 2027 es el proceso detrás. No es una tendencia impuesta desde fuera sino el resultado de muchas voces compartiendo desde la experiencia. Arquitectos e interioristas trajeron referencias personales, imágenes, objetos, textos que los habían inspirado. La riqueza del resultado está en esa diversidad, en ese cruce entre lo íntimo y lo colectivo, entre lo técnico y lo emocional.
El taller concluyó no con respuestas definitivas, sino con un horizonte abierto, lleno de posibilidades. Con materiales que no sólo construyen espacios ya que también construyen sentido. Con acabados que no buscan perfección pero presencia y con colores que no decoran, sino que conmueven.
En tiempos donde todo parece acelerado, producir este tipo de reflexión compartida se vuelve más urgente que nunca. El Pronóstico CMF 2027 de Obra Blanca no pretende decirnos cómo será el futuro, sino invitarnos a diseñarlo con más conciencia, más emoción y más humanidad.

Región


Región

Equipo
Creativo
José Lew ARCO Arquitectura Contemporánea
Bernardo Lew
Gerardo Boué Boué Arquitectos
Mariangeles Martín Ciudad en Común
Carlos Ortiz CO2 Taller
Felipe Muro
Elisa Sánchez
Aurelio Vázquez DIN interiorismo
Zaida Briceño FMT Estudio
Orlando Franco
Claudia López Duplan López Duplan Arquitectos
Mariangel Coghlan Mariangel Coghlan
Narda Dávila Narda Dávila Arquitectura
Betty Lucio RCH Arquitectos
Rubén Chávez
José Juan Garza RDLP Arquitectos
Josefina Larraín Reyes Ríos + Larraín arquitectos
Salvador Reyes Ríos
Mónica Mora Spaces by Momo
Ana Patrón TACO Taller de Arquitectura Contextual
Carlos Patrón
Atahualpa Hernández Taller Estilo Arquitectura
Víctor Cruz
Luis Armando Estrada
David Martínez-Soto TRENDO Arquitectura Interior
Gabriel Salazar USO arquitectura
Fernando Castañón
Gina Góngora Vagantes
Fernando Gómez
Martha Espejo Vales + Espejo Arquitectos
Alejandro “Chino” Vales
Verónica González Zavala vgzarquitectura
Participantes
ARCO Arquitectura Contemporánea


Bernardo Lew José Lew
Boué Arquitectos DIN interiorismo


López Duplán Arquitectos

Región Centro

USO arquitectura


vgzarquitectura

Participantes




Narda Dávila Arquitectura

Región Norte
RCH Arquitectos





Participantes
Región Sur
FMT Estudio


Reyes Ríos+Larraín arquitectos


TACO Taller de Arquitectura Contextual







Vales + Espejo Arquitectura



BellezaFracturada

Belleza Fracturada


Durante décadas el diseño ha orbitado en torno a la búsqueda de la perfección. Líneas pulidas, superficies impecables, integración sin fisuras. Estos ideales definieron gran parte de la estética del siglo xx y principios del xxi, pero hoy nos encontramos al borde de una nueva filosofía de diseño. Una que ya no persigue lo impecable, sino que abraza, e incluso celebra, lo bellamente roto. Esta es la era del error sagrado: un movimiento donde la tecnología y la naturaleza se unen no para corregir, sino para re imaginar.




Esta tendencia parte de un cambio de mentalidad tan simple como radical: la imperfección ya no es un problema que se deba resolver. En cambio, se convierte en un lenguaje estético propio. Encuentra poesía en el óxido, carácter en las grietas y textura en los errores. Aquí, el papel de la tecnología no es suavizar lo que la naturaleza produce, sino traducirlo y expandirlo. Con este enfoque emergen nuevas formas de belleza: inesperadas, cargadas de emoción y absolutamente contemporáneas.
Esta tendenc ia par te de un cambio de mentalidad radical : la imper fecc ión ya no es un problema que se deba se convier te lenguaje estético poesía en el óxido, ca rácter textura en los errore s. la no es la naturaleza sino traduc irlo este enfo que emergen formas de belleza: inesperadas , cargadas de emoc ión y absolu tamente
«Enriquecedor proceso colaborativo de ideas disimiles que entrelazan distintas visiones del futuro de los colores, materiales y texturas, para lograr una tendencia sustentada en el carácter emocional del diseño.»
aTahualpa hernándeZ, VícTor cruZ luis arMando esTrada Taller esTilo arquiTecTura

En el corazón de esta tendencia está la transformación de procesos naturales a través de tecnologías avanzadas. No se trata de imitar a la naturaleza, sino de colaborar con ella. Diseñadores y científicos de materiales recurren a la biología, la geología y la química no como referencias pasivas, sino como cómplices activos. Imagina metales que pasan por procesos de oxidación controlados para crear patrones impredecibles pero intencionados o maderas modificadas para mostrar vetas que serían imposibles en la naturaleza, no para imitar lo orgánico, sino para amplificar su expresión.


Incluso hay materiales que parten de ideas que aún no existen. Se crean híbridos conceptuales a partir de observaciones microscópicas de mohos o minerales, que luego se amplifican y reconstruyen en nuevas escalas y contextos. Mediante la traducción digital, la naturaleza se presenta en formas inesperadas; una especie de surrealismo biológico facilitado por la tecnología. La imperfección se convierte en una herramienta narrativa. No es un defecto, sino una forma de contar una historia que se ancla en lo emocional y lo sensorial.
En este universo, la imperfección no es accidental, es diseñada. Este diseño se basa en la experimentación donde creativos e ingenieros colaboran para llevar al límite lo posible con polímeros biológicos, texturas sintéticas y superficies activas. La materialidad del diseño se expande, se vuelve más compleja, más impredecible y muy importante; más humana. Lo que antes se consideraba un error ahora es una característica central, una firma de autenticidad.
La textura en esta historia va mucho más allá del tratamiento superficial, es una experiencia sensorial completa. Lo táctil se vuelve intelectual. Un muro no es sólo un límite; es una provocación. Las texturas se aumentan, se provocan o se traducen entre escalas. Imagina la textura de las esporas de un hongo, apenas visibles al ojo humano, recreadas en paneles de tres metros de alto. O acabados que imitan el deterioro, no para sugerir decadencia, sino para agregar capas de profundidad visual y emocional.



Estos materiales piden ser vistos, invitan a ser tocados, comprendidos, cuestionados. Superficies que parecen ásperas se sienten suaves al tacto —nada es como lo piensas o imaginas— exteriores lisos que revelan vetas ocultas bajo la luz cambiante. Es la narrativa material en su forma más refinada y compleja. La interacción entre usuario y los materiales se convierte en un ritual, es una llamada constante a la contemplación, a la atención plena y al redescubrimiento.


La historia que cuentan nunca es estática. Estas texturas cambian con el entorno, el contexto y el tiempo. Exigen una relación activa con quien las observa. En muchos casos, desafían ideas tradicionales de utilidad; un piso intencionalmente irregular que obliga a caminar con atención, o una fachada que reacciona a la humedad cambiando de tono y patrón. No son caprichos del diseño. Son decisiones que buscan involucrar, recordarnos que el diseño no se trata sólo de lo que usamos, sino de cómo nos hace sentir.
A simple vista parece celebrar la reducción, el minimalismo o la eficiencia. Pero al mirar más de cerca se revela un significado más rico. Se trata de la fusión de opuestos: tecnología y tradición, lo sintético y lo orgánico, el futuro y el pasado. Y, de manera crucial, se trata de aceptar la imperfección diseñada como un valor esencial. Un nuevo lujo que no radica en la rareza del material, sino en la profundidad de su pertenencia. La tendencia fomenta el uso de técnicas avanzadas para crear materiales que se sienten familiares, aunque no lo son. Paneles ligeros con aire integrado. Vidrio industrial impreso que transmite la suavidad de una tela. Paneles de tabique esmaltado que combinan la fragilidad con la resistencia industrial. Son materiales diseñados para funcionar y al mismo tiempo contar historias. Cada capa, cada imperfección es parte de una narrativa más amplia sobre transformación y experiencia.












Casa
«¡Increíble colaboración una fusión de ideas heterogéneas!»
Gerardo Boué Boué arquiTecTos


En esta tendencia CMF, la imperfección no es una desviación, es un recurso de diseño intencionado. Tecnologías como el diseño paramétrico, la síntesis de materiales guiada por IA y la fabricación a medida, permiten generar nuevas texturas y superficies que parecen espontáneas. Una grieta puede estar trazada por un algoritmo. Un pigmento puede estar pensado para parecer deslavado desde el inicio. Esta narrativa invita a superponer historia en la materialidad, pasado, presente y futuro entretejidos de formas inesperadas. La máquina, lejos de eliminar el error, lo integra como parte esencial del resultado.


Hablemos de materiales
El lenguaje material es amplio, ambicioso, y poco convencional. Mezcla biología, química, artes digitales y diseño emocional. Materiales biofabricados y reciclados reinventan la sostenibilidad, incluyen compuestos a base de celulosa, fibras cultivadas en laboratorio o sustitutos sintéticos de orígenes sorprendentes. Algunos provienen de algas o bacterias, creciendo con el tiempo como si fueran textiles vivos. Metales con procesos de oxidación controlados, donde el óxido no es señal de deterioro sino un patrón expresivo deliberado.
Estas formas pueden seguir mapas digitales o dejarse formar parcialmente mediante exposición guiada. Maderas con vetas imposibles, alteradas estructural o digitalmente para crear texturas extrañas pero familiares. Estas pueden ser generadas mediante impresión 3D o tallado CNC, utilizando aprendizaje automático para imitar y evolucionar patrones de crecimiento de la madera natural. Materiales conceptuales basados en patrones microscópicos, como el crecimiento del coral o colonias bacterianas, luego escalados digitalmente y fabricados como paneles, textiles o cerámicos por mencionar algunos.


Interpretaciones hiperreales de la naturaleza, donde lo irreal se siente tangible y presente. Vidrio industrial impreso que puede portar patrones, texturas o incluso narrativas. Fibras naturales como el henequén transformadas en paneles compuestos con una ligereza y flexibilidad que desafían sus orígenes. Estos materiales ponen en diálogo la tradición con métodos modernos de fabricación. Paneles esmaltados de tabique que fusionan lo patrimonial con el diseño de superficies de alto rendimiento. Sus irregularidades se conservan y acentúan mediante color, esmalte y técnicas de estratificación.


Todos estos materiales comparten algo en común: desdibujan la línea entre lo natural y lo artificial. No buscan ser clasificados, sino experimentados. Invitan a la interacción constante. Los materiales en esta tendencia rara vez están “terminados” en el sentido tradicional. Son versiones, cada una ligeramente distinta, reflejando las imperfecciones del proceso y la personalidad del creador.
Hablemos de acabados
Los acabados en esta tendencia son profundamente conceptuales. No hay pulido final que esconda irregularidades. Por el contrario, el acabado es donde la irregularidad se enfatiza y se celebra. En el mundo de Belleza Fracturada, el acabado no es una resolución, sino una evolución. Habla del viaje del material, desde su origen hasta su transformación en superficie. Los acabados suelen involucrar contrastes. Lo cálido se encuentra con lo frío. Lo liso aparenta ser áspero. Lo orgánico lleva una piel sintética. Son acabados emocionalmente inteligentes. Reaccionan a la luz, cambian con el tiempo y a menudo tienen múltiples identidades dependiendo de la perspectiva del usuario. Este es un diseño material que no termina con la fabricación, pero continúa en la interacción. Lo que aparenta ser estático, cobra vida con el uso. Este dinamismo introduce una temporalidad que antes se evitaba, pero que ahora se abraza como parte del ciclo de vida del diseño.

«El taller fue una valiosa pausa creativa: compartir ideas con colegas, encontrar afinidades y vislumbrar juntos el rumbo del diseño nos recordó hacia dónde queremos llevar nuestra profesión.»
ana paTrón, carlos paTrón Taco Taller de arquiTecTura conTexTual





Hablemos de colores
Así como los materiales han cambiado, también ha cambiado el papel del color. La paleta ligada a esta tendencia no proviene de fuentes tradicionales. En cambio, se inspira en interpretaciones emocionales del proceso y temas filosóficos. Cada color es menos un pigmento y más una declaración. Reciclado no es simplemente negro, sino un tono gris oscuro que captura el renacer y el re uso. Tiene el color visual del compostaje, de la renovación, del entretiempo. Cíclico es un susurro cálido, neutro pero lleno de presencia. Se convierte en telón de fondo para la complejidad. Protagónico es un color de acento audaz que llama la atención, emocionalmente más que cromáticamente. Piensa en un terracota asertivo o un rojo óxido intenso. Verde Longevo es más que un verde: es un símbolo de permanencia. Su nombre evoca durabilidad y conciencia ecológica. Un color que no decae con el tiempo, sino que acumula capas de significado con cada uso.


«El ejercicio para el Pronóstico CMF 2027 me pareció muy enriquecedor, ya que puede conjuntar e integrar visiones tan diversas, lo que permite tener un abordaje integral de las tendencias y metodologías más precisas para poder aterrizarlas.»
José Juan GarZa rdlp arquiTecTos

Hoja de Elote, un amarillo suave inspirado en las hojas desechadas del maíz, representa la recuperación del desperdicio. Alude directamente al potencial estético del residuo agrícola, transformando lo que se suele considerar basura en recurso. Su tono es un puente entre lo rural y lo contemporáneo, alineado con la filosofía de reaprovechamiento material. Síntesis encapsula la idea de fusión. Su color encarna la confluencia entre lo natural y lo artificial, entre la emoción y el algoritmo. Es el verde de un sistema híbrido, de materiales que no existen en la naturaleza pero que parecen nacer de ella.
Estos colores no se eligen para coincidir con tendencias, se seleccionan para provocar, evocar y resonar. Remueven algo interno.
De qué nos habla Belleza Fracturada
Lo que realmente distingue a esta tendencia es su filosofía de fondo. No se trata sólo de estética. Es una declaración sobre cómo nos relacionamos con los materiales, con los procesos y con el planeta. Imagina un futuro del diseño que es humano, emocionalmente inteligente y profundamente respetuoso de las irregularidades de la naturaleza. En esta visión, la belleza no está sólo en el ojo de quien mira. Está en la historia de cómo fue creado en la tensión entre lo que esperamos y lo que nos sorprende. En la contradicción de materiales que parecen frágiles, pero son duraderos y aquellos que parecen industriales, pero nacen de la naturaleza.
Esta filosofía nos invita a cuestionar el legado del modernismo y el minimalismo, a resistir el impulso de eliminar la complejidad y en su lugar, habitarla, dejarla evolucionar. Diseñar no con un complejo de dios, sino con curiosidad, humildad y asombro.
Es un movimiento cultural donde las imperfecciones son herramientas de narración. Donde el diseño se vuelve un diálogo entre lo físico y lo emocional, lo real y lo imaginado. En una era donde la IA, la automatización y la producción masiva amenazan con homogeneizar la creatividad, esta tendencia propone algo distinto: la irregularidad íntima. Un regreso a materiales que se sienten vivos. Un futuro que no se construye sobre la previsibilidad sino sobre la presencia.



MateriaViva























Materia Viva

En un mundo que no debemos dejar que se aleje de sus ritmos naturales, Materia Viva surge como una reconexión vital, un retorno a lo crudo, a lo regenerativo y a lo duradero. Es una filosofía de diseño anclada en la integridad material, la profundidad emocional y los procesos cíclicos de renovación. Más que buscar borrar el paso del tiempo, este movimiento celebra los materiales que pueden renacer, ser reutilizados y reimaginados, revelando un diálogo en constante evolución entre la naturaleza y la cultura. Materia Viva no es una añoranza nostálgica del pasado, sino una invitación a diseñar hacia el futuro, abrazando la capacidad regenerativa de la materia, su habilidad para portar memoria, transformarse con el tiempo y conectarnos con nuestros entornos.




«Es muy valioso abrir estas dinámicas de colaboración, las tendencias no sólo se definen en lo estético, sino en cómo responden a las necesidades reales del usuario y del entorno.»
BeTTy lucio, ruBén cháVeZ rch arquiTecTos



En un mundo en constante cambio, surge con fuerza una tendencia contracultural: el impulso de reconectarse con los propios recursos y la identidad cultural. A medida que las ciudades se homogenizan y los territorios ancestrales se transforman o desaparecen, muchas personas miran hacia sus fundamentos, recuperando saberes locales, prácticas tradicionales y formas sostenibles de habitar el mundo. Esta reconexión se convierte tanto en un acto de resistencia como en un abrazo a lo nuestro.
En un mundo en con fuer za una tendencia contracultural : de reconec tarse con recursos identidad y los te rritorios ancestrales se muchas personas miran hacia sus fundamentos, saberes locale s, tradicionales y so stenibles de habitar el mundo. Esta convier te tanto en un ac to de c omo
En el corazón de esta propuesta se encuentra la idea de la regeneración, ambiental, cultural y emocional. Materia Viva valora lo que ha sido descartado y olvidado, elevándolo mediante la circularidad y la reinterpretación. Nos invita a contemplar la vida de los materiales, cómo envejecen, cómo se renuevan, cómo interactúan con los elementos. Se eligen no por una perfección superficial, sino por su capacidad de evolucionar, de integrarse en ciclos sostenibles y de fortalecer un sentido profundo de pertenencia y cuidado.
En el corazón de esta propuesta se encuentra la idea de la re generac ión, ambiental, cultural y emoc ional. Materia Vi va ha sido descar tado olvidado, elevándolo mediante la reinterpretac ión. Nos cómo se renu evan, cómo interactúan con los elemento s. por una superf ic ial, sino su capac idad de evoluc ionar, de en c iclos y de for talecer un sentido profundo de pertenenc ia





Los materiales
El barro, la tierra, la piedra y la cal anclan la paleta en las realidades tangibles del lugar y la ecología. La tierra compactada y los barros crudos dan forma a superficies arquitectónicas respirables y adaptables. Los revestimientos de cal, más allá de lo estético, actúan como purificadores naturales, absorbiendo dióxido de carbono y mejorando la calidad del aire interior, encarnando el espíritu regenerativo de Materia Viva. Recursos locales como la tierra de sascab, transformados en paneles acústicos ultra-ligeros mediante inyección de aire, enlazan geografías ancestrales con innovación orientada al futuro. Estos materiales no son pasivos: regeneran activamente los espacios que habitan.
La madera se celebra en su estado más natural; sin lacas, tratada con aceites, y muchas veces reutilizada. La madera de cimbra, rescatada de obras de construcción, se reincorpora a los interiores con sus marcas visibles de uso. Lejos de considerarse desecho, estos fragmentos se convierten en parte de un ciclo regenerativo, revelando el potencial de los materiales para renacer con nuevos significados. Las fibras vegetales como el henequén, el coco, el sisal y el nopal se reintroducen como elementos sostenibles y biodegradables. Su presencia en textiles, paneles y mobiliario marca un cambio de la permanencia sintética hacia una tactilidad viva.



En esta tendencia, el desperdicio ya no representa el fin del camino, sino el comienzo de una nueva narrativa. Fragmentos cerámicos, ladrillos rotos y reversos de azulejos olvidados se reintegran al proceso de diseño. No como residuos sin valor, sino como fuentes materiales ricas. Estos elementos se ensamblan en nuevas composiciones que honran el pasado mientras regeneran forma y función. El terrazo reciclado, compuesto de concreto y cristal azul, se convierte en una superficie híbrida y luminosa. Una que equilibra estructura y suavidad, profundidad y transparencia. Los residuos de fábrica y los restos de demolición no se tratan como sobrantes, sino como semillas de renovación, dando lugar a texturas espontáneas, estratificadas y cargadas de historia.

«Participar en la construcción de una visión sobre el futuro de los materiales para el interiorismo ha sido una de las experiencias más transformadoras y enriquecedoras de mi trayectoria.»
aurelio VáZqueZ din inTeriorisMo

Materiales como los cerámicos y porcelánicos juegan un papel fundamental dentro de esta visión regenerativa. No sólo por su durabilidad, sino por su capacidad de conectar técnicas ancestrales con nuevas aplicaciones contemporáneas. Estas piezas, esmaltadas o en estado crudo, conservan el calor de lo humano y el paso del fuego, revelando una belleza silenciosa en su imperfección. Su presencia en pisos, recubrimientos, objetos y mobiliario aporta una dimensión táctil y emocional, evocando tanto la tradición como la innovación. En su fragilidad aparente habita una fuerza que resiste el tiempo y transforma el espacio.




La tecnología también encuentra su lugar como un instrumento al servicio de la regeneración en cuanto nos ayuda procesar materiales como ciertos plásticos resignificados que coexisten con elementos naturales no como sustitutos, sino como aliados de la resiliencia. Incluso los componentes sintéticos, cuando se diseñan con intención, pueden evocar calidez orgánica y reconectar emocionalmente al usuario con la materia.
Los acabados
La textura se convierte en el lenguaje principal de la regeneración. Las superficies evocan el paso del tiempo, el clima y el uso, rugosas, burbujeadas, plegadas o estratificadas. Pero estas no son efectos puramente estéticos; cuentan historias de transformación. Ya sea el reverso de un azulejo expuesto por primera vez o un textil gastado que encuentra nueva vida, el resultado siempre apunta a revivir la materia con propósito. Estas capas de textura reflejan no sólo una profundidad física, sino una complejidad conceptual. Una creencia de que el tiempo enriquece, no desgasta.
La idea de envejecer con dignidad se vuelve central. La piedra manchada por la lluvia, las telas deslavadas por el sol, y los metales oxidados no están deteriorados: están curtidos por la experiencia. Estas superficies se curan para conservar su capacidad de cambio, absorción y adaptación, como los ecosistemas que imitan. Las reparaciones visibles, los fragmentos reaprovechados y los compuestos híbridos se transforman en un manifiesto visual de regeneración: materiales en constante diálogo con su entorno.


«Una grata experiencia para reconectar y trabajar en conjunto con queridos colegas, donde hemos descubierto muchas coincidencias de pensamiento respecto a las tendencias globales y locales, el uso del color y nuestra búsqueda constante de los materiales que nos gustaría utilizar en el futuro.»
GaBriel salaZar, Fernando casTañón uso arquiTecTura
El juego de texturas genera una resonancia emocional. Una superficie hecha de cascajo no sólo sugiere ingenio y reaprovechamiento, sino también cuidado, preservación y reconstrucción intencionada. Esta poética de la reparación fomenta una intimidad táctil con el espacio y la materia, impulsando una interacción más lenta y consciente con el entorno. La belleza ya no reside en la ejecución impecable, sino en la capacidad de resistir, adaptarse y renacer.
El contraste se vuelve una herramienta importante. Tejidos suaves descansan junto a acero oxidado; fibras naturales equilibran piedras pesadas; plásticos reciclados reinterpretan la calidez táctil de la madera. Estos contrastes no son opuestos, sino complementarios: crean nuevos significados al integrar materiales divergentes en armonía. Este paisaje material no oculta ni borra: remienda, reconfigura, transforma. Donde hay tensión, hay oportunidad; donde hay mezcla, hay continuidad a través de la complejidad.

Materia Viva es también una metodología. Una que celebra la fusión de contradicciones: el desecho con lo sublime. Lo que alguna vez fue considerado residuo se convierte en poesía material. La deterioración controlada se convierte en una estrategia de diseño. Láminas metálicas se oxidan mediante tratamientos químicos no para borrar el óxido, sino para amplificar su narrativa, para convertir la descomposición en un motivo visual. Telas son impresas al reverso, utilizando el lado oculto del textil para mostrar colores deslavados y tramas irregulares.
También cargan un peso filosófico. Un acabado puede representar un estado de devenir, no de estar. Es una celebración de lo incompleto, de la transformación como estado permanente de todas las cosas. Una superficie que se agrieta con el calor. Un pigmento que se desvanece al ser tocado. Son intencionales; muestran el tiempo y el contacto como parte del diseño.



Los colores
Los colores en esta historia actúan como puentes sensoriales que evocan historia, herencia y emociones profundas. No son colores aplicados sobre las superficies, sino que emergen desde la materia misma. Rojo Chilango introduce una nota urbana y vibrante en esta paleta terrenal. En un contexto mayormente marcado por tonos orgánicos y apagados, ese rojo funciona como un recordatorio del dinamismo cultural, del caos vital de las metrópolis y de la energía cruda que aún pulsa en las calles. Humo de Barro encarna una tonalidad terrosa y apagada, tal vez un gris-marrón ahumado, profundamente conectado con “lo que la tierra provee”. Su propósito no es decorar, sino activar la memoria, resonar con lo ancestral, con los suelos húmedos, los hornos de adobe, y la cerámica aún caliente tras la cocción. Como otros colores de la paleta, se aleja de lo industrial y abraza lo crudo: su nombre habla de barro, de óxido, de piel, de acero, de lino.


«Un ejercicio que nos acompaña con nuestros sentidos en la exploración y cuestionamiento de los materiales y acabados hacia una futura forma de vivir.»
claudia lópeZ duplan
lópeZ duplan arquiTecTos
Identidad es un tono que funciona como ancla emocional y conceptual. Su carácter multifacético lo convierte en un punto de equilibrio entre los tonos cálidos y fríos de la paleta, aportando tanto potencia como estabilidad. Ese azul profundo no sólo es un color; es un pilar visual del valor identidad, una forma de asegurar que cada elemento diseñado tenga una pertenencia intrínseca, una voz propia que represente una cultura, un objeto o una sociedad desde su singularidad. Tejido Canela completa esta tríada conectada a la manualidad y a la herencia cultural. Un marrón con una calidez terrosa especiada que huele a tradición y está íntimamente ligado a la materialidad auténtica: fibras naturales, madera en bruto, textiles que envejecen con gracia.
Asoleado se inspira en la degradación natural de los materiales por la exposición prolongada al sol y la lluvia. Refleja una tonalidad de verde en constante cambio que evoca la belleza de lo imperfecto y lo desgastado por el tiempo.
Aire es un gris cálido y suave que representa el aliento, la ausencia y el potencial. Es un tono base que permite que otros materiales hablen. Sostiene el espacio. Los colores, al igual que las texturas, se convierten en herramientas para reavivar la memoria material.
De qué nos habla
Materia Viva
Materia Viva busca activar la capacidad regenerativa del diseño. Nos invita a relacionarnos con los materiales no como productos estáticos, sino como sistemas vivos capaces de renacer. Inspira a arquitectos, diseñadores y creadores a ver el desperdicio como potencial, y a usar la tecnología no para replicar, sino para reinventar. Propone habitar y construir con responsabilidad por los materiales, por el lugar y por la comunidad.
Este enfoque regenerativo tiene implicaciones profundas para la forma en que habitamos el mundo. Cuestiona modelos extractivistas y de consumo lineal, favoreciendo ciclos de renovación y cuidado. Nos inspira a buscar la belleza no en lo nuevo o impecable, sino en aquello que ha resistido y regresado con más fuerza. Al revalorar lo que ya existe, desde la tierra hasta los fragmentos cerámicos, desde la cal hasta el óxido, Materia Viva redefine el lujo como resiliencia, y la estética como un acto de sanación.
En este ecosistema material, la belleza no es un destino, pero un proceso. Un despliegue continuo. Un retorno. Materia Viva no es sólo una tendencia; es una filosofía de regeneración, una celebración de lo que significa construir, envejecer y comenzar de nuevo.



SantuarioMultisensorial

Santuario Multisensorial

En tiempos de reflexión, surge un deseo creciente de bajar el ritmo, respirar con intención y reconectarnos con lo que realmente importa. En este momento de mayor conciencia, muchas personas están volviendo la mirada hacia adentro, buscando espacios que las arraiguen, que les ofrezcan algo más allá de lo visual. Lugares que se sientan verdaderos, que acompañen y nutran. Espacios que se sientan como un suspiro, como volver a casa, no sólo físicamente, sino también emocional y sensorialmente.


El están a esta necesidad de forma profundamente personal. Los interiores ya no se se convir tiendo en santuarios. para nutrir, para sanar y para restaurar el una elemento : la luz , el aroma, el sonido, la textura, no s afecta en del diseño evoluciona y se en un Multisensorial conec tar
también conectar con nuestras necesidades internas y nu estras sensaciones.
El interiorismo y la arquitectura están respondiendo a esta necesidad de forma profundamente personal. Los interiores ya no se tratan sólo de verse bien, se están convirtiendo en santuarios. Espacios pensados para nutrir, para sanar y para restaurar el equilibrio. Hay una sensibilidad cada vez más aguda sobre cómo cada elemento: la luz, el aroma, el sonido, la textura, nos afecta en los sentidos a un nivel profundo. La estética del diseño evoluciona y se transforma en un lenguaje de cuidado. Santuario Multisensorial habla de conectar con todos nuestros sentidos permitiéndonos también conectar con nuestras necesidades internas y nuestras sensaciones.
«El ejercicio del Pronóstico CMF, fue una gran oportunidad para nosotros de experimentar y poder visualizar las nuevas tendencias que queremos proponer desde un punto disitinto y colaborativo haciendo equipo con grandes colegas, y generando propuestas atrevidas y divertidas. Sin duda, una experiencia también de aprendizaje.»
José y Bernardo lew arco arquiTecTura conTeMporánea


Los materiales y acabados
Este movimiento de interiorismo se siente especialmente en los materiales. Hay un cambio claro hacia lo táctil: superficies que invitan al tacto, telas que envuelven en lugar de deslumbrar, maderas que aún guardan el aroma de los árboles, piedras que laten al ritmo de la tierra. Estas elecciones no son casuales ya son herramientas conscientes de sanación, formas de suavizar el ruido del mundo y reactivar los sentidos. No se trata sólo de confort, sino de conexión. Cada elemento, desde el peso de un textil hasta la veta de una madera recuperada está diseñado para detonar una emoción, una sensación de calma o quizás revitalización. Hay una inteligencia emocional en la forma en que se seleccionan y combinan los materiales: fibras naturales que respiran, superficies texturizadas que capturan la luz de forma delicada, tonos terrosos que calman sin apagar el alma. Estos detalles se unen para crear un estado de vida.



“Es un valioso, enriquecedor, necesario ejercicio de intercambio de visiones y experiencias entre profesionales del diseño. Es de gran utilidad para condensar el espíritu estético de nuestro presente mirando al futuro.”
JoseFina larraín salVador reyes ríos reyes ríos + larraín arquiTecTos
El aroma también cumple un papel sutil pero poderoso. La presencia del cedro, la humedad de la tierra tras la lluvia, el perfume suave de plantas nativas. Son más que detalles ambientales porque llegan a lugares donde las palabras no alcanzan. Nos enraízan. Nos transportan. La memoria y la emoción están íntimamente ligadas al olfato y los espacios que lo despiertan se sienten al instante más vivos, más personales, más conectados con algo significativo.
El sonido, o su ausencia, también se ha vuelto central. Hoy se piensa el diseño en términos de resonancia, acústica y la belleza del silencio. El silencio se ha convertido en un nuevo lujo; no siempre está disponible, ni en nuestras casas ni en nuestras mentes. Hay una nueva apreciación por materiales que suavizan los ecos porque silencian sin apagar el alma del espacio. Incluso las texturas se eligen por


La luz, por su parte, ya no es un brillo artificial y agresivo, sino una iluminación natural y matizada. Luz que cambia con las horas del día. Que se mueve por el espacio y transforma nuestro estado de ánimo. Hay un arte en este tipo de iluminación, uno que celebra el reflejo, la sombra y la suave dramaturgia de la variación.
Los textiles reciclados cobran protagonismo como envoltura táctil de los espacios. Elegidos no sólo por su origen consciente, sino por la riqueza de sus texturas, aportan una sensación de abrigo y cercanía. Al tacto, ofrecen una calidez suave, una textura que invita al contacto y a la pausa. Se eligen por su apariencia y por cómo interactúan con la luz, el aire y la temperatura. Las transparencias suaves filtran la luz solar, mientras que los tejidos más toscos aportan textura y peso visual. Suele buscarse un equilibrio entre lo rústico y lo duradero, integrando a veces materiales como el poliéster, que alarga la vida útil sin restar autenticidad.

La piedra natural, mezclada con mármoles de vetas amplias, es otro constante elemental: fresca al tacto, visualmente sólida y rica en variaciones naturales. No se utiliza para impresionar, sino para conectar con el paisaje, con la tradición, con el cuerpo. Algunas piedras se dejan sin pulir para preservar sus cualidades acústicas; otras se valoran por sus vetas, su peso silencioso, o su capacidad de transformarse con la luz. La intención es la presencia, y nada más.


La madera con su calidez y aroma, se convierte en un hilo conductor de arraigo y continuidad. Suaviza los espacios y guarda memoria. A veces densa y oscura evocando refugio y profundidad; a veces blanqueada por el sol o reciclada, marcada por el tiempo. Su aroma flota en el aire, recordando paisajes, historias y sanación. Más allá de su estética, la madera regula la temperatura y el sonido, convirtiéndose en un material de consuelo y calma. Es tanto táctil como olfativa, una invitación a tocar, a respirar, a sentir.
«Súper interesante actividad para conocer diferentes perspectivas de otras personas con las que comparto la misma profesión.»
MarianGeles MarTín ciudad en coMún
El piso de pasta, ese mosaico artesanal de cemento tan vinculado al tacto y la personalización, regresa con fuerza silenciosa. No únicamente como decoración, sino como un marcador emocional y cultural. Sus patrones, geométricos o botánicos cargan el paso del tiempo. Su frescura bajo los pies descalzos es una experiencia sensorial en sí misma. Hace que el espacio se sienta vivido, no montado: sus uniones personalizadas, su pátina, su capacidad de envejecer con dignidad son parte de su encanto. No solamente sostiene el paso, forma parte del ritual de habitar.
Los porcelánicos y cerámicos se integran como elementos silenciosos, pero profundamente expresivos dentro del espacio. Su presencia aporta equilibrio entre lo funcional y lo emocional. La porcelana, con su delicadeza estructural y acabado suave, transmite pureza y refinamiento sin rigidez. La cerámica, más porosa y con variaciones naturales, invita al tacto con sus superficies rugosas y su calidez visual. Su durabilidad contrasta con su apariencia frágil, recordándonos que lo esencial no siempre es lo más evidente.



Las superficies de barro, ya sea terracota, mortero aplanado o acabados con pigmentos minerales, introducen un diálogo sutil con el tiempo. Enfrían el aire. Cuentan historias en su crudeza. Evocan el aroma de la lluvia sobre tierra seca. A veces se combinan con materiales locales o se diseñan para envejecer visiblemente, abrazando la idea de que la belleza se profundiza con el cambio. Incluso el microcemento, comúnmente visto como frío, se re imagina como una piel viva. Se vacía para envejecer, para mancharse, para atrapar luz en sus poros. A veces se aclara con sascab yucateco, su textura capaz de registrar el paso del sol o las marcas sutiles de la vida diaria. Cuando se pigmenta con minerales o se mezcla con agregados naturales, se suaviza, volviéndose emocionalmente resonante, no sólo estructuralmente sólido.
«La excelente metodología utilizada en el taller nos ayudó a concentrar las diferentes percepciones, ideas y visiones de cada firma en estas tres grandes tendencias.»
daVid MarTíneZ-soTo Trendo arquiTecTura inTerior
El vidrio, con sus infinitas posibilidades de reciclaje, también se está tratando con más sensibilidad. No se usa solamente por su transparencia, sino por su capacidad de filtrar luz, de borrar límites, de guardar misterio. En lugar de revelar todo, el vidrio texturizado o semi opaco promueve una relación más poética con el espacio, como mirar el mar entre niebla o percibir movimiento detrás de un velo. Refracta. Silencia mientras invita a la curiosidad.
Y poco a poco, los metales regresan. No brillantes y fríos, sino cálidos, vivos y en transformación constante. El cobre y el latón aportan una radiancia suave y una imperfección orgánica. Una llave de latón se vuelve una narrativa contada con el tacto. Su brillo tenue, su pátina cambiante, su temperatura bajo la mano, todo se convierte en notas sensoriales dentro del hogar. El vidrio texturizado, la piedra cruda y el microcemento se convierten en escenarios donde la luz baila y los ambientes evolucionan con nosotros.

Hablemos de colores
Esta riqueza táctil se refleja en las paletas de color que emergen de este movimiento. No son estridentes, son profundas y superpuestas. Al centro de esta tendencia, Caimito simboliza la adaptación: un tono versátil que fluctúa entre gris, púrpura y rosa, como el fruto tropical del mismo nombre. Sus cambios sutiles responden a la luz y al entorno, reflejando nuestra propia capacidad de transformación. Tierra, un terracota desaturado y rojizo, representa el espíritu del Santuario
Multisensorial: un tono suave pero resiliente, inspirado en el cuero natural, el barro y los textiles crudos. Habla de vitalidad enraizada, de serenidad que nace de la textura. Lo complementa el amarillo radiante de la miel, Melipona, color que ilumina la paleta con su conexión a la sanación, el calor y el bienestar. Un guiño sensorial a la naturaleza curativa de la miel y el gozo de sentirse cuidado.


Holístico introduce una profundidad tranquila: un azul sereno que evoca armonía completa. Se equilibra con fibras naturales, generando una atmósfera de quietud y claridad sensorial. Verde Ceiba llamado así por la savia de las plantas, llena la paleta de frescura y renovación. Pulsa con energía curativa, recordándonos que somos parte de sistemas vivos. Luz de Oliva evoca la suavidad de la luz filtrada entre hojas de olivo y es un verde suave con matices terrosos y dorados, que sugiere tanto frescura como calma. Su sutileza lo convierte en un color que acompaña más que impone, creando ambientes serenos, táctiles y profundamente humanos. Estas tonalidades componen una paleta y también un ecosistema emocional y sensorial. Cada color, desde el camaleónico Caimito hasta la fuerza terrenal de Tierra, invita a una experiencia plena, donde el diseño, la naturaleza y el bienestar convergen.


De qué nos habla Santuario
Multisensorial
Debajo de todo esto hay un amor por los materiales que cambian, evolucionan y guardan emociones. Superficies que invitan se ser tocadas. Colores que provocan energía y al mismo tiempo, calma. Texturas que se suavizan al tacto o que se expresan más con el uso. Los espacios creados desde Santuario Multisensorial no son estáticos: están vivos. Invitan a la presencia, no a la actuación. Dan lugar al silencio, al sentir, al simplemente ser.
En este nuevo lenguaje de diseño, lo que importa no es la novedad, sino la resonancia.
Cómo suena el espacio al caminarlo.
Cómo huele por la mañana. Cómo cae la luz sobre un muro texturizado al atardecer. Estos espacios albergan vida y la mejoran. Fomentan el descanso, la reflexión y la reconexión con la naturaleza, con sus necesidades profundas y con uno mismo.



Y en todo esto hay un hilo común: el deseo de crear espacios que no únicamente se vean bien en una foto, sino que se sientan bien en el cuerpo. Lugares que invitan a quedarse. A hacer una pausa, a sentirse contenido. Es una respuesta a un mundo que muchas veces se siente demasiado rápido, demasiado ruidoso, demasiado desconectado. El diseño se vuelve un bálsamo, un acto de cuidado, no sólo para los ojos, sino también para el alma. En un mundo acelerado, estos son espacios lentos. En un mundo ruidoso, estos son susurros de calma. Nos recuerdan que el diseño puede hacer más que decorar, puede sanar, contener y humanizar.

Hay humildad en este enfoque, una disposición a escuchar, al entorno, al usuario, al ritmo de la vida. En última instancia, lo que estamos viendo es una conciencia más profunda del espacio como experiencia viva. Un lugar para habitar y para sentir. Para sanar. Para reconectar con nosotros mismos, con la naturaleza y con lo que verdaderamente importa. En un mundo que nos exige tanto, Santuario Multisensorial responde con suavidad: “Pasa. Descansa. Estás en casa.”


Créditos de fotografía
Página 32-33
Proyecto: Casa Palma
Autor: Boué Arquitectos
Fotografía: Marcos Betanzos
Página 38
Proyecto: Corporativo P8
Autor: ARCO
Arquitectura Contemporánea
Fotografía: Jaime Navarro
Página 39
Proyecto: Lagalá
Autor: FMT Estudio
Fotografía: Pedro Castro
Página 41
Proyecto: Mar Rojo
Autor: RCH Arquitectos
Fotografía: The Raws
Página 42
Proyecto: Salt House
Autor: vgzarquitectura
Fotografía: Rafael Gamo
Página 43
Proyecto: Cooper
Autor: Spaces by Momo
Fotografía:
Idea Cúbica, Jorge Taboada
Página 45
Proyecto: Casa El tamarindo
Autor: Taller Estilo Arquitectura
Fotografía: Manolo Solís
Página 46-47
Proyecto: Departamento OZ
Autor: López Duplan Arquitectos
Fotografía: Héctor Armando Herrera
Página 48
Proyecto: Perú 87
Autor: Boué Arquitectos
Fotografía: Marcos Betanzos
Página 49
Proyecto: Casa Vagantes Montejo
Autor: Vagantes
Fotografía: Cesar Béjar
Página 52
Proyecto: Oficinas ND Arquitectura
Autor: Narda Dávila Arquitectura
Fotografía: Daniela Chávez
Página 53
Proyecto: McCain 202
Autor: USO Arquitectura
Fotografía: Jorge Guadarrama
Página 55
Proyecto: Corporativo R
Autor: ARCO
Arquitectura Contemporánea
Fotografía: Jaime Navarro
Página 56
Proyecto: Comedor Cholula
Autor: Mariangel Coghlan
Fotografía: José Bracho
Página 57
Proyecto: Casa Jardón
Autor: CO2 Taller
Fotografía: Paco Álvarez
Página 58
Inspiración: Domo MAM
Pedro Ramírez Vázquez
Autor: TRENDO Arquitectura Interior
Fotografía: Sofía Montserrat
Palacios Chavarría
Página 59
Proyecto: CME
Autor: Reyes Ríos + Larraín arquitectos
Fotografía: Edmund Sumner
Página 62
Proyecto: Chipinque
Autor: RDLP Arquitectos
Página 63
Proyecto: Arriaga
Autor: DIN interiorismo
Fotografía: Arturo Arriaga
Página 64-65
Proyecto: Al Modar
Autor: TACO Taller de Arquitectura
Contextual
Fotografía: Leo Espinosa
Página 70-71
Proyecto: TEC Mentores 2023
Autor: USO Arquitectura
Fotografía: Jorge Guadarrama
Página 74
Proyecto: Departamento
Parque Reforma
Autor: López Duplan Arquitectos
Fotografía: Héctor Armando Herrera
Página 76
Proyecto: Casa Cordillera
Autor: CO2 Taller
Fotografía: Paco Álvarez
Página 77
Proyecto: Casa A.P
Autor: DIN interiorismo
Fotografía: Arturo Arriaga
Página 77
Proyecto: Social Working Club
Autor: ARCO
Arquitectura Contemporánea
Fotografía: Jaime Navarro
Página 78
Proyecto: La Vista
Autor: Narda Dávila Arquitectos
Fotografía: José Aguirre
Grupo 3 Studio
Créditos de fotografía
Página 79
Proyecto: MSLRDF
Autor: RCH Arquitectos
Fotografía: Recording.Architecture
Página 82
Proyecto: Casa Palma
Autor: Boué Arquitectos
Fotografía: Marcos Betanzos
Página 83
Proyecto: Mediterráneo
Autor: RDLP Arquitectos
Fotografía: Jorge Taboada
Página 84
Proyecto: Te extraño, te extraño
Autor: FMT Estudio
Fotografía: Russell Andrade
Página 85
Proyecto: Habitáculo
Autor: Vagantes
Fotografía: Jasson Rodriguez
Página 86-87
Proyecto: Laureles
Autor: Spaces by Momo
Fotografía: Gabriela Guajardo
Página 88
Proyecto: P Valle
Autor: vgzarquitectura
Fotografía: Rafael Gamo
Página 89
Proyecto: Tacogalopina
Autor: TACO Taller de Arquitectura
Contextual
Fotografía: jasson
Página 91
Proyecto: Casa Orgánica
Autor: Vales + Espejo Arquitectos
Página 92
Proyecto: HCG
Autor: Reyes Ríos + Larraín
Arquitectos
Página 94
Proyecto: MSRLDF
Autor: RCH Arquitectos
Fotografía: Recording.Architecture
Página 95
Proyecto: Pirul
Autor: Mariangel Coghlan
Fotografía: Hector Velasco
Página 96
Proyecto: Casa Miranda
Autor: TACO Taller de Arquitectura
Contextual
Fotografía: jasson
Página 97
Proyecto: Casa Yucatán Jay
Autor: Taller Estilo Arquitectura
Fotografía: Manolo Solís
Página 100
Inspiración: Plafón de fibras naturales
Autor: TRENDO Arquitectura Interior
Fotografía: Sofía Montserrat
Palacios Chavarría
Página 104-105
Proyecto: The SQ
Autor: USO Arquitectura
Fotografía: Jorge Guadarrama
Página 108-109
Proyecto: Casa D’Co
Autor: Taller Estilo Arquitectura
Fotografía: Manolo Solís
Página 112
Proyecto: Casa X2
Autor: vgzarquitectura
Fotografía: Rafael Gamo
Página 114-115
Proyecto: Mucané, Cancún
Autor: ARCO Arquitectura
Contemporánea
Página 118
Proyecto: MSRLDF
Autor: RCH Arquitectos
Fotografía: Recording.Architecture
Página 120
Proyecto: Casa CSF
Autor: López Duplan Arquitectos
Fotografía: Hector Armando Herrera
Página 121
Inspiración: Cañón del Sumidero
Autor: TRENDO Arquitectura Interior
Fotografía: Sofía Montserrat
Palacios Chavarría
Página 122
Proyecto: Cooper
Autor: Spaces by Momo
Fotografía: Idea Cúbica, Jorge Taboada
Página 123
Proyecto: Hotel Tik
Autor: Mariangel Coghlan
Fotografía: Mariangel Coghlan
Página 125
Proyecto: Pedregal
Autor: RDLP Arquitectos
Fotografía: Jorge Taboada
Página 126
Proyecto: Kanché
Autor: Vagantes
Fotografía: Cesar Béjar
Página 127
Proyecto: Junco
Autor: Narda Dávila Arquitectos
Fotografía: Daniela Chávez
Créditos de fotografía
Página 129
Proyecto: CAI
Autor: Reyes Ríos + Larraín Arquitectos
Fotografía: Edmund Sumner
Página 132
Proyecto: Palmeto
Autor: TACO Taller de Arquitectura
Contextual
Fotografía: Leo Espinosa
Página 133
Proyecto: El Tirón
Autor: FMT Estudio
Fotografía: Zaickz Moz
Página 134-135
Proyecto: Essity
Autor: USO Arquitectura
Fotografía: Jorge Guadarrama
Página 138
Proyecto: Casa 1-2-3
Autor: Vales + Espejo Arquitectos
Página 139
Proyecto: C57-4
Autor: Boué Arquitectos
Página 140
Proyecto: Casa Reticular
Autor: Taller Estilo Arquitectura
Fotografía: Tamara Uribe
Página 141
Proyecto: Hotel Natura
Autor: DIN interiorismo
Fotografía: Arturo Arriaga
Página 142-143
Proyecto: Salón Juárez
Autor: CO2 Taller
Fotografía: Paco Alvarez
Pronóstico
CMF Obra Blanca 2027
El Pronóstico CMF Obra Blanca 2027 es una iniciativa de Obra Blanca. Es el reporte del trabajo interdisciplinario que se realizó —en alianza con The Color Authority y 20 firmas de arquitectura e interiorismo de diferentes regiones de México— para establecer líneas de inspiración nacionales que sirvan como estándar para enriquecer a la industria y apoyar en el desarrollo de mejores proyectos, haciendo tangibles conceptos y necesidades en la arquitectura y el interiorismo mediante colores, materiales y acabados relevantes para México en el 2027.
Dirección
Fernando Lozano Assad Presidente de Obra Blanca
Martha Salazar Vicepresidenta de Obra Blanca
Metodología y concepto
The Color Authority
Judith van Vliet
Coordinación y ejecución
Eugenia González
Directora de Relaciones Públicas de Obra Blanca
Lorenzo Díaz
Director de Experiencias de Obra Blanca
Propuesta conceptual VxLab
Diseño editorial Círculo Cuadrado
Ma. Teresa Limón y Rodrigo Pohlenz
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Créditos de fotografía