CELOSA: UNA HISTORIA DE AMOR CON UN SIGLO DE VIDA Texto: RAÚL MALDONADO MENDOZA DEDICATORIA: PROFR. MELESIO ORTEGA MARTÍNEZ, PALABRA EN EL TIEMPO.
¡P
IDO LA PALABRA! Desde esta tribuna periodística para exclamar ¡viva Margarito M. Guzmán! Sí amigas y amigos, viva el creador de “Celosa”, vals emblemático de la cintura ístmica. Máximo Ramón Ortiz con “La Sandunga”, Carlos Iribarren Sierra con “Tanguyú”, Margarito M. Guzmán con “Celosa”, son tres de los músicos de Tehuantepec que le han dado honor y gloria a la tierra que los vio nacer. Habitó en sus corazones un pentagrama que los inmortalizó en sus canciones. Este 15 de agosto, en Tehuantepec, se le brindará un homenaje al fundador de la Banda Princesa Donaji y prolífico compositor Margarito M. Guzmán, en el marco del primer siglo de su hija musical “Celosa”. Leonardo Villalobos Celaya, le puso letra: Tú, la de candor de flor, ternura virginal, celosa de mi amor, eres cáliz invernal, fragancia tropical, que calma mi dolor, oye sin celos mi vals mujer angelical, a quien amo yo, eres diosa estelar, encanto sin igual, donde reina el sol.
Un estudioso de la historia de su terruño querido Mario Mecot Francisco,
me platicó que fue la letra de Leonardo Villalobos Celaya la que satisfizo al Maestro Margarito M. Guzmán para la música de Celosa, inspirada en Juana. Ella, Juana, la musa que como toda istmeña le dio a su amado la inspiración que lo cubre de gloria. Las istmeñas aman con pasión, el amor en ellas es total, muchas veces posesivo, exigente, absoluto. En estos elementos se inspiró Margarito, de 20 años, para entregarle con su melodía el corazón entero. Los celos tienen dos destinos: uno, es el infierno, el otro la gloria. El Maestro se fue a la gloria del honor, posee la memoria fraternal de los paisanos y es dueño de cascada de aplausos. Gracias a Juana, musa de tan bello vals, hoy con “Celosa” se identifican las parejas en el istmo. Ellas significan la “diosa estelar, encanto sin igual, donde reina el sol”. Ellos son admiradores, que adoran con devoción a la “ternura virginal”, “fragancia tropical, que calma mi dolor”. El legado del insigne tehuano comprende 64 obras, incluidas vals, zapateados, marchas, polkas y sones regionales, así como marchas fúnebres y religiosas. La delegación de la tierra de la inmortal sandunga en la Octava de la Guelaguetza, le brindó un homenaje al ilus-
tre enamorado del pentagrama; días antes, la representante de Tehuantepec a Diosa Centéotl 2016 Lizzet Martínez, recordó el artículo periodístico del presbítero Nicolás Vichido Rito titulado “Celosa nació en una cantina”. Canto para este istmo bello y mar azul, brisa fresca que te vio a ti nacer, tus ojos, tan llenos de esta luz, desclávame esta cruz, que pongo a tus pies.
Nuestro inolvidable compositor fue el primer director de la Banda Princesa Donají en 1964; hasta la fecha, fieles a la esencia que los vio nacer no utilizan nada eléctrico, sus instrumentos son de viento, el objetivo superior es preservar la música istmeña. La cintura ístmica baila y canta “Celosa”, emblema musical de sus mujeres y de sus hombres; ella los acompaña en las fiestas y en los momentos de dolor, con ella se aplaude y se llora. Nació en la cantina de Catalina Carballo el 22 de mayo de 1916, presentándose el 15 de agosto del mismo año, nació para no morir jamás. LA FRASE A REFLEXIONAR: “LOS MÚSICOS NO TOCAN MÚSICA, ELLA LOS TOCA A ELLOS, SU OTRO NOMBRE ES AMOR”.
Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos que las de la cara. Michel de Montaigne (1533-1592) Escritor y filósofo francés. OAXACA PROFUNDO PAG. 28
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