El 6 de marzo 2020, la Alta Comisionada de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos,
Michelle Bachelet, declaró que es esencial que
los gobiernos tomen medidas para detener la
propagación del coronavirus COVID19 y también
que emprendan otras iniciativas para reducir la
posible repercusión negativa que esas medidas
podrían tener sobre la vida de las personas.