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Reconocerán en EU labor de Ebrard vs. covid

La organización internacional Patient Safety Movement entregará este viernes un reconocimiento al canciller, Marcelo Ebrard, en nombre del gobierno de México, por las labores para conseguir vacunas contra covid-19 para este país. En un mensaje a medios, Javier Dávila Torres, director general de Políticas de Cooperación de la Agencia Mexicana de Cooperación

Internacional para el Desarrollo (Amexcid), señaló que este galardón fue otorgado por las negociaciones encabezadas por la Secretaría de Relaciones Exteriores.

“México es reconocido, en la persona del canciller Marcelo Ebrard, por su negociación en salvar vidas por la obtención de vacunas”, señaló.

En este sentido, Dávila Torres in- sistió en que este reconocimiento se da porque, gracias a la obtención de las inyecciones, se pudo preservar la salud de los mexicanos.

El día de ayer, Enrique Quintana nos decía que no hay que preocuparse por una inminente crisis en las finanzas públicas. Esta columna, sin embargo, ha afirmado que ya estamos en esa crisis. Veamos. En su texto, Quintana se concentra en la deuda pública, que ronda 50% del PIB, que se compara muy favorablemente con la deuda del gobierno estadounidense, que supera 120%. Por ello nos dice que hay margen de maniobra para Hacienda, y que no hay razón para alarmarse. Déjeme empezar por una broma común entre microeconomistas, que son quienes estudian la economía desde el punto de vista de los individuos y las empresas, y se concentran en mercados específicos. Para ellos, la macroeconomía se inventó para que la astrología fuese respetable. Obviamente exageran, pero es verdad que entendemos poco de la economía desde un punto de vista agregado. Yo prefiero imaginar la macroeconomía como la alquimia, es decir, estudios que se encaminan a convertirse en una ciencia, pero todavía no llegan. En eso, no se diferencia mucho de la mayoría de las ciencias sociales. Cuando se estudia algo desde el punto de vista del individuo, o de una pequeña comunidad, las conclusiones son importantes. Cuando se intenta extenderlas a grandes sociedades, esos mismos resultados se vuelven nebulosos.

Parte de la alquimia de la macroeconomía es la existencia de una piedra filosofal, que transmuta el plomo en oro. Se trata del número tres. Cada vez que usted no sepa una respuesta en macroeconomía, intente con el número tres, y muy frecuentemente estará en lo correcto. Hay tres determinantes de la oferta, y tres de la demanda. La meta de la inflación es 3% anual. El déficit fiscal razonable es 3% del PIB. En los viejos tiempos del tipo de cambio fijo, las reservas internacionales debían ser suficientes para cubrir tres meses de importaciones.

México ronda 14 puntos del PIB, las cuotas de seguridad social (IMSS) están en 2, y del petróleo se obtienen 3, pues hay 19 puntos de ingresos. Si multiplicamos por tres, quedamos cerca de 60, y ése es el número. La deuda del gobierno mexicano no puede superar 60% del PIB, porque estaremos en problemas. Es decir que hay margen, pero no crea que tanto. Si el gobierno mantuviese el gasto programado para este año, con la caída de ingresos que ya reporta, el déficit estaría cerca del 5% del PIB. Con crecimiento escaso, en dos años estaríamos en 60% del PIB de deuda. Es por eso que el gobierno está recortando gasto, que se suma a los recortes brutales de los cuatro años previos. Hoy, no hay medicinas (cada vez es mayor la escasez), no pueden aplicar exámenes médicos a los pilotos aviadores, no pueden emitir certificados a tiempo, nada. Más allá de pagar los sueldos, la gran mayoría de las dependencias ha dejado de funcionar.

Asimismo, resaltó que México logró conseguir el medicamento en un momento en el que era muy escaso, por lo que resaltó el mérito de haber obtenido el mismo y a gran escala.

—Pedro Hiriart

Bueno, pues así es como las agencias calificadoras determinan el nivel razonable de la deuda de un país: los ingresos del gobierno multiplicados por tres. Seguramente le dirán a usted que hay un modelo matemático detrás, o que sólo la experiencia permite definir la cifra, pero en realidad es más simple: es la piedra filosofal. Si la recaudación en

A eso es a lo que esta columna llama crisis fiscal: a la incapacidad de cubrir las obligaciones y compromisos del gobierno. Eso no es una crisis fiscal en el sentido de incapacidad para pagar la deuda, como ocurrió en 1976, en 1982 y en 1995, y tiene razón en ello Quintana. Tenemos un margen de 10 puntos, que pueden agotarse en dos, tres o cuatro años. Dependerá del afán electoral de 2024, del reclamo de grupos, y de otros imponderables. Ya veremos.

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