4 minute read

Envuélvete en el cambio y sé transformada

Envuélvete en el cambio y sé transformada Por Virginia Rivera

Es muy probable que alguna de ustedes al toparse con este escrito esté en un proceso en su vida donde estás sintiendo, percibiendo o en busca de cambios. Te invito a que permitas que obre en ti. Algo que puede ser tan positivo, usualmente nos produce mucha ansiedad y malestar. La gran mayoría de nosotras aceptamos muy mal los cambios. Nos sentimos seguras en nuestra área de confort, tal y cómo están las cosas en nuestra vida, estén bien o no estén tan bien. Así que cuando se nos presenta un cambio nos revelamos y nos trancamos sin siquiera darle una oportunidad, y esto puede ser tan sencillo como un cambio de programa de computadora o algo tan impactante como un divorcio o la partida de un ser querido.

Advertisement

Nos aterra no controlar la situación nueva que se presenta

ante nosotros; nos da miedo de que esta situación sea más grande que nuestra capacidad de manejarla; miedo de darnos cuenta de que fuimos nosotras mismas las que lo causamos; miedo de que las cosas empeoren más de lo que están; miedo del que dirán nuestras preocupaciones ante un cambio son casi infinitas.

Pero, al fin y al cabo, con los cambios todo se reduce a ese único sentimiento: MIEDO. El miedo desaparece cuando anulamos el tiempo, y ¿cómo anulamos el tiempo? Pensando en que lo único seguro es la muerte, es con esa visión que todo aterriza y nuestra mente se expande y vuela. Estudios demuestran que las personas que saben que van a morir en un tiempo determinado, deciden arriesgarse, lanzarse y no le temen a nada. Realizan el famoso bucket list porque pierden el temor a vivir. Es en ese momento que se dan cuenta de que solo una cosa las limitaba, el tan conocido miedo.

Claro, es de humanos sentir miedo, sobre todo en una sociedad que nos ha indoctrinado que todo se debe hacer de una manera tal, donde nos dan las métricas perfectas de cómo debemos vivir, estudiar, trabajar, hasta cuantos hijos tener, etc. Obviamente cuando te ves alejándote de ese molde o patrón definido a lo que tu vida supuestamente tiene que ajustarse, te sientes sola, desprotegida y vulnerable ante lo que el “destino” tiene guardado para ti.

En primer lugar, recuerda que como SOLApreneurs, SOLA tú decides tu destino y SOLA tú llevas las riendas de tu vida. Eso de ir donde te arrastre la corriente, no es aceptar tu “destino”, es CONFORMARTE. Y no hay nada más limitante que el conformismo. Claro que has escuchado una y otra vez las limitaciones que existen, y te lo recuerdan siempre, tu familia, tu entorno, hasta tu trabajo, ¡pero recuerda...! ¡Somos ilimitadas! El libre albedrío es tan maravilloso que te permite crear la vida que tú quieras o siempre has querido vivir.

En segundo lugar, el cambio es un regalo. Es un “wake up call” que la vida te da y que viene a decirte que llevas demasiado tiempo estancada en una situación que no te deja evolucionar. Cuando salimos de nuestra área de comodidad es cuando crecemos, es cuando descubrimos nuestro propósito, para aquello para lo que vinimos a este mundo. Es en la incomodidad que provocamos nuevos límites, vencemos los obstáculos o mejor aún, los pensamientos limitantes que viven en nuestra propia cabeza. Nos obliga a conocernos, tal cual somos y a aceptarnos.

Uno no llega a conocerse de un día para otro, es un camino que dura toda la vida, que se hace poco a poco, pero que es maravilloso. Cuando sabes quién eres vas abandonando el miedo, o vas incorporándolo a tu repertorio de superpoderes, usándolo a tu favor para prepararte mejor porque empiezas a ver las cosas más claramente, le das importancia a lo que lo amerita, y no das importancia a lo que los demás te han dicho que debes hacer, porque lo importante es lo que pienses tú, la opinión que tú tengas de ti mismo, el amor que tú sientas hacia ti mismo.

La verdad es que no todos los cambios serán lindos ni todos van a terminar con final feliz. Acepta que en tu vida tendrás que pasar por cambios buenos, como por cambios no tan buenos, pero si tenemos confianza, si nos envolvemos en el cambio, el proceso será fluido y aprenderemos mucho de él. Solo tenemos una vida con esta cara y este cuerpo, un espacio divino para vivir esta experiencia humana.

Así que la próxima vez que se presente un cambio en tu vida no le huyas. Acéptalo. Tómate tu tiempo, fluye, tenemos que entender por qué asimilaremos este cambio en nuestra vida porque si entras en un proceso de cambio con rebeldía, entonces no vas a poder entender lo que te está tratando de enseñar, sobre ti y tu propia vida. Debes reconocer el cambio como tu mejor aliado, te ayudara a emprender con dirección para que en el momento de la reinvención y/o evolución estés completamente abierta a recibirlo.

Y recuerda: Debemos ser como la oruga, que no se plantea si su transformación es buena o mala. Simplemente crea su crisálida (se envuelve en el cambio) y se mete en él para salir transformada en una hermosa mariposa. Te prometo, lo mejor está por venir.