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Liberar a la UAS

ARTURO SANTAMARÍA santamar24@hotmail.com

Liberar a la UAS del PAS es defender su autonomía. Utilizar el pretexto de defensa de la autonomía de la casa de estudios para que el PAS la siga usufructuando es una mentira y una traición a Sinaloa de Lesa Patria. A estas alturas ni los miembros más encumbrados del Partido Sinaloense creen que están defendiendo la autonomía universitaria una vez que ha sido aprobada la Ley General de Educación Superior por parte del Congreso local. Ellos saben muy bien que lo que defienden son sus intereses particulares y la sobrevivencia del PAS, porque este depende totalmente del control absoluto que tienen sobre la universidad. Si en base a la ley aprobada se reforma la Ley Orgánica de la UAS para que el nombramiento de autoridades de la institución ya no sea decidido por mecanismos controlados totalmente por el PAS, se abren las posibilidades para que la casa rosalina recupere su autonomía y desplaye con toda libertad su vida académica. Una interpretación diferente a esta, expresada incluso por columnistas de Noroeste, es que lo único que buscan los legisladores de Morena y el Gobernador Rocha Moya es que su partido releve al PAS en el usufructo político de la institución. Para varios columnistas, de este medio y muchos más, lo cual no deja de asombrarme, la ley que propone el Congreso atenta contra la autonomía universitaria y solo tiene intenciones políticas aviesas.

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También no deja de sorprender que se piense que los estudiantes y el conjunto de la universidad se levantarán como una sola persona, enhiestos y heroicos, para “defender a la autonomía universitaria”, respaldando lo que dice el Rector Jesús Madueña Molina. Nos recuerdan que en los años 70 y 80 así sucedió.

No hay duda alguna que el PAS va a movilizar a sus militantes dentro y fuera de la Universidad, y muy probablemente la paralicen por unos días para intentar echar abajo cualquier intento de reforma legal que los minimice políticamente al seno de la institución educativa; pero la inmensa mayoría de sus estudiantes, sin ninguna identificación con la UAS, no

El llamado ciudadano

Más allá de los coros en defensa del INE y del voto, tema central de la convocatoria, que retumbaron en el pletórico Zócalo Rosa y en decenas de plazas en todo el País, la histórica concentración ciudadana del domingo tiene a las claras un mensaje contundente.

Me parece que no solo ratificó la determinación de cientos de miles de mexicanos de hacer sentir su voz y acompañarla con su movilización multitudinaria, manifestada ya en la marcha del 13 de noviembre anterior, sino que envió un mensaje opositor de cara a las elecciones presidenciales de 2024.

En este sentido, la exigencia de respeto a una institución construida por los mexicanos a lo largo de los últimos 30 años, garante probada de la democracia electoral, se revierte de manera natural en contra de quien desde el poder presidencial pretende socavarla, con intenciones evidentes de control y manipulación del proceso comicial, crucial, que se avecina.

Luego de la concentración en el Zócalo capitalino, Amado Avendaño, integrante del Frente Cívico Nacional, una de las organizaciones convocantes al evento, la interpretó como un claro mensaje a los partidos políticos: “Les estamos haciendo ver a los partidos que se tienen que abrir. Si quieren tener el voto del Zócalo, tienen que ser sensibles: no pueden comportarse como el señor de Palacio ni con la cerrazón de otros”.

Así lo vio también Emilio Álvarez Icaza, Senador del Grupo Plural. “Tienen (los partidos políticos) una oportunidad de recuperar el carácter de entidad de interés público: hoy los partidos tienen que estar a la altura de esta ciudadanía y eso quiere decir que entiendan el mensaje de unidad, de corregir sus excesos y errores y que recuperen la confianza, porque sí hay ciudadanía dispuesta a dar la batalla”.

Germán Martínez Cázares, a su vez, le dio una interpretación quizá más trascendente: “Yo vi una multitud en busca de un líder opositor, una multitud sedienta de un líder con vergüenza, con coraje, capaz de sacar a la mediocridad de Palacio Nacional”, dijo el también Senador independiente en una entrevista.

Coincido con la apreciación de estos tres observadores, a mi juicio calificados y respetables. Precisaría que lo que yo constaté fue algo más que una multitud, una ciudadanía ansiosa de participar. Ahí había miles de hombres y mujeres, ancianos, familias enteras, de diversos estratos sociales. No eran podría ser manipulada por mucho tiempo. La realidad actual en la Universidad y fuera de ella es muy diferente a la de las décadas mencionadas. Tanto estudiantes, como maestros y empleados, en cientos o quizá en miles, creían fervientemente en una universidad que debía defenderse frente al Gobierno y a la vez comprometerse con las luchas populares anti sistema. Por lo mismo marchaban incansablemente en las calles y carreteras de Sinaloa, cerraban las escuelas e incluso se ponían en huelga de hambre. Eso ya no existe más. Si acaso, el PAS forzará a los estudiantes de las casas de asistencia a que se movilicen, pero ni estos se van a sacrificar por algo que no creen. Y a pesar de que el PAS ha afiliado corporativamente a una gran cantidad de profesores, quizá a una mayoría, según lo indica la muestra que dio a conocer Noroeste el martes 28 de febrero, donde de 650 maestros de asignatura el 78 por ciento son parte de sus filas y representan el 79 por ciento de la nómina, su convicción es defender la plaza laboral y solo salen forzadamente a las calles para hacer las campañas del PAS. Este es una camisa de fuerza que afecta profundamente la vida académica y las libertades civiles de los universitarios por lo que nadie saldrá a contingentes, ni grupos organizados. Si bien la mayoría de los asistentes pertenecían por su apariencia a las clases medias, es inexacto y doloso, ofensivo, calificar a esa concurrencia con el epíteto de “conservador”, en sentido peyorativo, manipulado por quienes lo único que buscan es recuperar sus privilegios y seguir robando. Por el contrario, yo lo que vi fue una sociedad libre, digna, actuante, dispuesta a defender sus logros democráticos, tan caros.

Harto significativo es en ese sentido el hecho de que a pesar de los intentos del propio Presidente de la República desde el púlpito de Palacio Nacional -con todos los recursos públicos de difusión a su disposición- por descalificar a la movilización y a sus promotores mediante mentiras, insultos, difamaciones y hasta amenazas, la gente se volcó en tropel. Colmó el Zócalo y desbordó el ámbito de la Plaza de la Constitución hacia las calles aledañas, hasta saturar todos sus accesos, como pude personalmente constatarlo.

Ahora toca el turno a los dirigentes y partidos políticos para escuchar esas voces ciudadanas. Me parece que a pesar de sus graves errores del pasado, los partidos son útiles y necesarios, indispensables para lograr un triunfo opositor en las próximas elecciones. Y no tenemos otros.

Son ellos los que tienen los registros legales, los recursos, la estructura y la experiencia necesarios para una participación electoral eficaz. Lo que habría de esperar de ellos, en esta hora de emergencia nacional, es que por fin escuchen el clamor de esa ciudadanía que se expresó en las plazas públicas del país.

Comparto la apreciación de Amado Avendaño de que tienen los partidos, sus dirigentes, ser sensibles ante ese reclamo de la sociedad y abrirse. Esto implica por supuesto dejar a un lado los intereses partidistas y personales para poner a disposición de la ciudadanía la mayor cantidad posible de candidaturas, incluida y sobre todo, la presidencial.

Eso es lo que claman esos gritos ciudadanos: apertura, generosidad, patriotismo.

Y es que ese líder que necesita la sociedad movilizada, ese líder “con vergüenza, con coraje, capaz de sacar a la mediocridad de Palacio Nacional”, no está en las filas de los partidos ni de las organizaciones tradicionales. Eso está claro. Estamos a escasos sacrificarse por él. Ahora bien, creer que Morena tiene la capacidad de relevar al PAS en el control corporativo de la UAS -ese es el objetivo que los pasistas y sus simpatizantes dicen que tiene Rubén Rocha- es desconocer al partido de López Obrador. Morena no se controla ni a sí mismo, carece de vida orgánica, no tiene homogeneidad ideológica ni política, ni tiene la capacidad de convertir a la Universidad en un partido corporativo como lo ha hecho el PAS, vamos, no hay ninguna posibilidad de que Morena se convierta en una nueva versión del PAS en la Universidad. Es más, no es creíble que Rubén Rocha lo pretenda porque él desligó la influencia política de la izquierda partidaria en la Universidad y mantuvo respetuosas relaciones con el Gobernador Renato Vega Alvarado, hecho por el que fue criticado por algunos militantes del socialismo universitario porque lo veían como una decisión entreguista. Ahora bien, no es posible ocultar que el objetivo de quitarle al PAS el control que tiene sobre la UAS se da en una coyuntura en la que ese partido le quiere arrebatar a Morena -de la mano de Adán Augusto- el poder de decidir candidaturas claves en 2024, empezando por las que apuntan al Senado, y que si el

Partido Sinaloense pierde el dominio corporativo sobre la Universidad prácticamente quedaría liquidado para las elecciones del próximo año. Es decir, no se puede desconocer que la Ley General de Educación y la reforma a la Ley Orgánica de la Universidad, si bien regresarían la autonomía a la UAS, también tiene la intención de quitar al PAS su control político porque éste anula aquélla. El PAS, a través de sus voceros en las estructuras de la casa de estudios, ya está haciendo retumbar los tambores y amenaza con sacar a los universitarios a las calles. Está jugando con fuego porque Adán Augusto se está debilitando cada vez más al interior de Morena, según muestran todas las encuestas, y porque, seguramente, Rubén Rocha cuenta con la aquiescencia de López Obrador para liberar a la UAS del PAS. No obstante, éste, como una fiera acorralada, empezará a tirar zarpazos por todos lados porque quiere preservar el hábitat de su fuerza política.

Posdata

En efecto, hay que defender al INE, pero me gustaría ver a todos aquellos que dicen defender la democracia defender también a la UAS de la manipulación política del PAS.

Ciza As De Cece A

Contra el PUAS... ¡puas!

RAFAEL MORGAN cp_rafaelmorgan@hotmail.com

Una política de austeridad en cualquier institución, gobierno o empresa, requiere necesariamente de un estudio previo y a fondo para poder determinar con seguridad lo que sobra, lo superfluo, los excesos y los privilegios de directivos y funcionarios, pues si no se hace así, se corre el riesgo de que, en el caso de un gobierno, disminuir la calidad o eliminar servicios públicos, se corre el riesgo, por las prisas o por “ceguera de taller”, reducir el servicio de mantenimiento en equipos e instalaciones delicadas o peligrosas. No se puede poner en riesgo a los ciudadanos en salud, en seguridad física o en todo aquello que demerite el futuro de la sociedad, en educación, en el cuidado del medio ambiente y en no perjudicar el buen desempeño de los servidores públicos.

Precisamente en México se están sufriendo las consecuencias de una política de austeridad implantada sin estudios previos, sin cuidado, “al troche moche”, insensata y grosera, con serias y hasta fatales consecuencias en instalaciones y servicios públicos como en el Metro en Ciudad de México, con sus múltiples accidentes; en Pemex con sus incendios y percances; en CFE con sus apagones, y en las carreteras, en las escuelas, en el medio ambiente, en los penales, etc. Sin ir muy lejos, El Universal reporta el 20 de enero que 26 estaciones del Metro tienen más fallas en las escaleras, pues “en tres años el presupuesto para mantenimiento disminuyó casi 100 millones de pesos”. Según José meses del inicio del proceso electoral y no hay una sola figura capaz de asumir ese liderazgo. Deberá surgir, ya, de la propia ciudadanía. Por lo demás, pienso, esa es la única posibilidad de victoria. Válgame.

De la Libre-TA CONGRUENCIA. Bien, como prometió el Presidente, que se castigue ejemplarmente a los militares que ejecutaron a cinco jóvenes en Nuevo Laredo hace una semana.

Luis Luege Tamargo, citado por Jorge A. Meléndez en su columna Bench Mark del 17 de enero en Reforma, “100 trenes están fuera de operación por mal mantenimiento y falta de refacciones. Hay 23 mil averías por año y la mayoría de los 384 trenes rebasan su vida útil de 30 años”. La información anterior se confirma en la nota de El Universal que, en respuesta a una solicitud de información pública, el Sistema de Transporte Colectivo Metro reconoce que “se tienen 40 trenes fuera de circulación por falta de refacciones” y que “de 2019 a 2022 se registraron 3 mil 156 fallas en trenes por problemas de energía, en el sistema de puertas, pilotaje automático y en tracción-frenado”. Todavía el 7 de enero se registró un accidente grave por alcance que provocó la muerte de una joven y lesiones a 106 usuarios. El problema es que a las causas de esta situación se les llama “accidentes estadísticamente raros” y no se quiere reconocer el principal problema de falta de un adecuado y oportuno mantenimiento, no solo correctivo sino necesariamente preventivo, por falta de presupuesto y atención de las autoridades. Igualmente están ocurriendo constantes accidentes en Pemex. Según nota del Periódico Noroeste del 25 de febrero, “suma Pemex tres incendios en sus instalaciones en un día”, “que dejaron al menos cinco personas desaparecidas y tres hospitalizadas en el Centro de Almacenamiento Estratégico” en Veracruz. Hubo otro incendio en la Refinería de Minatitlán, también en Veracruz y además otro incendio se registró el mismo día en la Refinería Deer Park en Texas, planta propiedad y administrada por Pemex. Un día después de estos accidentes, Pemex confirmó la muerte de dos trabajadores en el incendio en la Refinería de Minatitlán y otros tres trabajadores siguen hospitalizados. La Comisión Reguladora de Energía en su Reporte recién publicado de Confiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional, en 2021 “se registraron 123 estados de emergencia”, más del doble de los registrados en 2020 y “2 mil 170 estados de alerta”, todo ello por

Mal, que ocurran hechos tan graves como ese, a pesar de que el propio Andrés Manuel ofreció que en su gobierno no habría masacres “como en el pasado”. No es la primera: hace justo un año fueron fusiladas 17 personas en la población de San José de Gracia, en Michoacán. Y según registros de la Sedena, las quejas contra la actuación del Ejército en México se han incrementado en los últimos tres años de 347 a 421, un alza del 21 por ciento.

“fallas de infraestructura de la red nacional de transmisión…”, según se publicó en Reforma del 23 de enero. Héctor Beltrán, director de CIGRE México, “el incremento en las emergencias y estados de alerta, exponen la debilidad de la red… y en los últimos años no ha habido grandes proyectos de transmisión a pesar de que México tiene crecientes necesidades de energía”. Según análisis de la Auditoría Superior de la Federación, las líneas “de transmisión en Mexicali, Guadalajara, el Valle de México y Monterrey han operado al límite de su capacidad”, y sin embargo, prácticamente no se invierte en nuevos proyectos de generación, según reporta Reforma el día 23 de febrero, pero además se han detenido inversiones en nuevas empresas en Querétaro, Ciudad Juárez y Apodaca por falta de capacidad eléctrica, según el Consejo Coordinador Empresarial.

Este es nuestro panorama, recortes en el gasto necesario, poca inversión y servicios públicos deficientes e instalaciones saturadas.

LEOPOLDO MALDONADO Director Regional de ARTICLE 19 Oficina para México y Centroamérica @article19mex SinEmbargo.MX

En la primera semana de febrero, la comunidad maya de Sitilpech fue notificada de la determinación judicial que permitió el reinicio de operaciones de la granja porcícola propiedad de la empresa Kekén que se encuentra instalada en su territorio

Ante esta determinación, la comunidad decidió instalar un campamento de bloqueo a la entrada de la granja porcícola, haciendo uso de su derecho legítimo a la protesta pacífica.[1]

¿Cuáles fueron las razones por las que la comunidad decidió emprender esta lucha?

Todo deriva de los graves impactos que ha generado la presencia de mega granjas porcícolas en el estado de Yucatán. En un estudio realizado en 2019 por Greenpeace y la Universidad Auto noma de Campeche, se concluyó que dichas granjas eran una fuente de contaminación acuífera. Las muestras tomadas excedían los límites recomendados de amonio, nitritos y nitratos según lo estipulado en la NOM-127-SSA1.[2] Cabe señalar que, en el estado de Yucatán, se estima que, a pesar de existir un registro de 257 granjas porcícolas, hay alrededor de 410. De éstas, sólo 18 cuentan con Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIAS), de acuerdo a datos de la Secretaría de Agricultura estatal.

Fitnesscamp en una granja Para el caso de la comunidad de Sitilpech, se ha denunciado que tanto las autoridades como la empresa no proveyeron de información previa sobre los impactos y alcances de instalar granjas en la comunidad. Tampoco se les consultó si querían o no tener una granja cerca; mucho menos se difundió información sobre los impactos ambientales a corto y largo plazo, ni de la contaminación que se provocaría alrededor. Además, refieren que no recibieron por parte de las autoridades o la empresa la Manifestación de Impacto ambiental (MIA) del proyecto. En el presente caso, es evidente que el derecho a recibir información ambiental previa, accesible y en formatos cultural- mente adecuados en lengua maya sobre la instalación de la granja y sus posibles consecuencias no fue respetado ni garantizado por las autoridades y la empresa, a pesar de que este proyecto podría traer consecuencias directamente la entidad.

La comunidad fue motivo de atención debido a las protestas registradas en días pasados. Como ya se dijo, las manifestaciones se desataron por el fallo de un Tribunal Colegiado en Yucatán, para el que no fue importante todos los datos arriba esbozados. En la madrugada del 18 de febrero de 2023, un grupo de aproximadamente 70 elementos de la policía Estatal antimotines y policía municipal de Izamal, ingresaron a la comunidad de Sitilpech haciendo uso de la fuerza pública con el fin de desmantelar el campamento instalado por la comunidad y permitir la entrada de un camión de la empresa Kekén. De acuerdo con testimonios de los habitantes que se encontraban en ese momento en el campamento, los elementos policiacos portaban escudos y toletes que fueron utilizados para agredir físicamente a quienes permanecían en el lugar.

Cabe señalar que, en el momento de la represión, se encontraban en su mayoría personas adultas mayores, así como mujeres con sus hijas e hijos menores de edad. De acuerdo con testimonios, elementos de la policía despojaron de sus teléfonos celulares a algunas personas que permanecían en el campamento, así como dinero que habían recaudado para la compra de alimentos para el campamento. Además, señalan que como resultado de la agresión policial, resultaron daños a motocicletas y vehículos.[3]

Debido a este acto de represión, habitantes de Sitilpech con la representación legal de Kanan Derechos Humanos A.C., promovieron un amparo para proteger su derecho a la libre protesta y la libre determinación como pueblo maya. El Juez Federal otorgó la medida cautelar otorgando suspensión de plano para no

Movilizar la democracia

SALVADOR GUERRERO CHIPRÉS @guerrerochipres / SinEmbargo.MX

Como movilización ciudadana, la manifestación del domingo pasado en el Zócalo de la CdMx y otras ciudades revela el valor ciudadano en la participación de instrumentos democráticos, pero reclama atención ante las posibles pretensiones de apropiarse de nociones que no le pertenecen a nadie.

Las ideas de pueblo, sociedad civil, ciudadanía o democracia no son exclusivas de ningún grupo o partido político.

Las expresiones de ese fin de semana, que según la prensa extranjera reunieron a unas 100 mil personas en la plaza central de la capital nacional, forman parte de la interpretación y valoración que un sector de la sociedad hace de la vida política del País.

Más allá de que a juzgar por el contenido de los discursos pronunciados desde el templete el motivo no parece ser la defensa del INE, sino “la construcción de un gran frente ciudadano

Ciudadano

MARÍA RIVERA

SinEmbargo.MX

“ Fanáticos” “hambreados” “comprados” “oficialistas” “mantenidos” “mediocres”, “esta sí fue una manifestación de gente trabajadora”, y más palabras les han dedicado los nuevos manifestantes de la oposición “ciudadana” a los otros ciudadanos (que no son “ciudadanos”) porque no coinciden con ellos, apoyan al Presidente o no comparten su proyecto político. Es importante, querido lector, que vaya entendiendo lo siguiente: la Oposición partidista ahora se traviste de “ciudadana”. Es la narrativa que a partir de ahora usarán sistemáticamente, hasta simular la elección de un candidato “ciudadano” para las elecciones presidenciales. Es probable, también, que echen mano de sus expertos en marketing político para buscar una narrativa neutral que esconda sus odios y su clasismo y que los desmarque de su oscuro pasado: ya lo hacen. Grupos que se presentan como “ciudadanos”, pero que son formados, pensados y encabezados por políticos o simpatizantes partidistas. Se presentarán como plurales, diversos, conciliadores (contra la narrativa polarizadora del Presidente) para tratar de atraer futuros votantes indecisos o decepcionados de este gobierno. No importa que sean panistas, perredistas y priistas, o quienes apoyaron a los gobiernos anteriores, corruptos y asesinos. Entendieron ya que sus partidos para ganar el 24”, en palabras de la priista Beatriz Pagés, hay que celebrar las posibilidades reales de que las personas expresen sus diferencias.

Fue una congregación del desacuerdo, de la defensa de lo que una parte del pueblo, la ciudadanía y la sociedad civil percibe y que coincide con la construcción de su identidad política, que enriquece las posibilidades de expresión en un régimen que no está ni cerca de ser autoritario, dictatorial o represor como algunos de los convocantes partidistas insisten en calificarlo.

En este diálogo democrático que toma las calles, se anticipa ya otra manifestación, programada para el 18 de marzo, en la cual saldrá el sector de la sociedad que, de acuerdo con diferentes estudios de opinión, representa las preferencias mayoritarias. Hay una oportunidad de modificar esa tendencia, y eso forma parte de la democracia. No son dos pueblos -entendido como perdieron cualquier rastro de decencia o incluso viabilidad, pero ansían regresar al poder, para reinstaurar el viejo orden que le permitió a esa élite beneficiarse a costa de todos. Son, en efecto, reaccionarios. El motivo es inocultable: la colusión criminal del PAN y la corrupción del PRI no es algo que puedan obviar, y lo saben. Pero no son solo los políticos, sino esa masa social que los apoyó y que no tiene rastro de vergüenza: esos que, durante la manifestación, retiraron indignados los carteles de García Luna, un ex funcionario-narcotraficante, como si se tratara de su amigo mancillado. Es irónico, pero seguramente son los mismos que hoy gritan en redes sociales indignados por las víctimas, que este gobierno desprecia, usan la violencia como arma política, en un acto de cínica hipocresía. A ellos no les indigna el legado monstruoso de la Presidencia de Calderón que dejó miles de muertos, sus policías y funcionarios corruptos, no solo García Luna, que cometieron horrores. Horrores: funcionarios del Instituto Nacional de Migración entregando mujeres migrantes a criminales para que las violaran y destazaran frente a otros secuestrados, tras haberse escapado. Crímenes sin nombre, pero con responsables que no han sido juzgados por la política incomunicar al pueblo y para que las autoridades estatales y municipales cesaran los actos de agresión ejercidos contra la comunidad. No obstante, días posteriores a la agresión policial en el campamento, la comunidad así como sus representantes legales han sido víctimas de estigmatización en medios de comunicación locales así como acciones legales en su contra. La empresa Kekén -la cual instala estas granjas por el estado- mueve sus tentáculos en el poder público y en las empresas de medios, tratando de diluir la digna resistencia de las comunidades. De acuerdo con el “Informe sobre la situación de las personas y comunidades defensoras de los derechos humanos ambientales en México, 2021” del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), en el año 2021 se registraron 108 evento de agresión, siendo 25 las agresiones letales (muertes) de personas defensoras de medio ambiente y territorio. El estado Yucatán registró 10 eventos de agresión, siendo la segunda entidad del país (después de Oaxaca con 24) con más ataques.

En un contexto tan hostil para el medio ambiente y para las personas que la defienden, es importante prestar atención a lo que ocurre en Sitilpech y visibilizar los graves impactos medioambientales de megaproyectos como las granjas porcícolas, que pueden traer consecuencias negativas para la salud de la población a través de la contaminación del agua, del medio ambiente y el entorno.

Con la colaboración y redacción de Mayra López Pineda

[1] Diario de Yucatán, Bloquean camión con 300 cerditos que iba a granja en Sitilpech, 11 de febrero de 2023. Ver en: https://www.yucatan.com.mx/yucatan/2023/2/11/bloquean-camion-con-300-cerditos-que-iba-granja-en-sitilpech-382026.html

[2] Greenpeace, ¿Qué hay detrás de la industria porcícola en la península de Yucatán? La carne que está consumiendo en el planeta, año 2020. Disponible en: https://www.greenpeace.org/static/planet4mexico-stateless/2020/05/188dc911-reporte_granjas_webok3.pdf Para su realización se tomaron muestras de agua de cinco pozos y un cenote de cuatro municipios Kinchil, Maxcanú, Opichén y Chochol.

[3] Kanan Derechos Humanos, A.C., Comunicado Urgente: Comunidad Maya de Sitilpech. Yuc. violentada y amenazada por defender su territorio, 18 de febrero de 2023. Ver en: https://www.facebook.com/KananDDHH/photos/pcb.760631955491299/760631295491365/ rfonseca@noroeste.com rodifo54@hotmail.com

El vacío de la ausencia

El silencio de la ausencia continúa horadando la lóbrega oquedad del corazón. Con la llegada de marzo se reblandeció el árido e insustancial desierto de los afectos y emociones. ¿Cómo puede florecer el tallo que no ha nacido o la semilla que no ha germinado?

L os ojos semejan torrenciales cascadas que humedecen la insomne noche y el vacío lecho. El cuerpo se resiste a reposar y se revuelve agitado sin conciliar el sueño. Ya son mil y una noches sin cuentos, sin risas, sin besos, sin palabras suaves y acogedoras como el terciopelo.

E l cauce de la esperanza se ha secado; el arco iris se tornó blanco y negro; la nostalgia nubló el firmamento; la melancolía es la única y homogénea melodía que tocan los instrumentos.

N o es que el dolor haya regresado, es que nunca se ha ido. Tampoco ha bajado su intensidad; si se percibe más distante, o a lo largo, es porque se prolonga en el tiempo y la inmensidad.

E l vacío no se llena ni mitiga con el transcurrir del tiempo. Es común decir que el tiempo lo cura todo, pero el dolor sigue latente y agazapado. Los relámpagos de la tristeza pueden desencadenar el sufrimiento en cualquier instante.

S abiamente dijo Homero Aridjis, en su poema La forma de tu ausencia: “Ni un momento he dejado de ver en este cuerpo la forma de tu ausencia, como una esfera que ya no te contiene”.

el sujeto colectivo organizado políticamente- antagónicos ni opositores en un sentido irreconciliable; es uno mismo conformado por ciudadanos con concepciones diferentes, integrantes de la sociedad civil.

En esta noción amplia de colectividad civil encuentran espacio las agrupaciones o partidos políticos que buscan hacerse de la representación de la ciudadanía en el terreno electoral, pero sin que pueda ser exclusiva de ellos. Aún está por verse si en la oposición al partido gobernante en el país, la CdMx y 21 entidades más hay la capacidad de liderazgo y voluntad de representar a quienes salieron a la calle este 26 de febrero.

Al final, como bien lo señaló esta semana la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, la decisión se expresará en las urnas y quedará claro así el crecimiento de cada partido político. Por lo pronto, desde la ciudadanía es tiempo de celebrar la energía democrática de todos los sectores en nuestro País.

imperdonable de López Obrador de no llevar ante la justicia a quienes ensangrentaron, robaron, convirtieron este país en una fosa clandestina. Es grosero, pero hay que recordarlo: cuando brillaba el imperio de García Luna, y la guerra del cártel estatal se encontraba en pleno, ellos estaban ahí, legitimando ejecuciones y masacres: “se matan entre ellos”, o escribían columnas sobre los hermosos paseos dominicales en el centro de la Ciudad de México, libre de violencia. Algunos de esos que rebosaban de sonrisas en la marcha, estuvieron sentados al lado del capo, con sus organizaciones de la “sociedad civil”, recibiendo contratos o puestos para sus familiares en la Secretaría de Seguridad Pública, se beneficiaban del narcoestado que el presidente Calderón instauró en México.

Algunos de los convocantes, “preocupados por la democracia” son los mismos que cometieron acciones antidemocráticas para que López Obrador no llegara al poder, en 2006, cuando violaron flagrantemente las leyes electorales: en ese momento les importaba más salvar al país de “un peligro para México” que a la democracia que dicen defender con tanto ahínco (las urgencias de la patria son caprichosas, se sabe). Y es que sabían, como lo saben ahora los lopezobradoristas, que podían mayoritear, imponer, definir, y decidir sobre las instituciones e incluso la Constitución, que cambiaron a su gusto, avalados por sus mayo- rías y acuerdos legislativos, democráticos, por cierto. No son otros y claro, son ciudadanos, quienes compartían las pulsiones neofascistas de ese gobierno: tenían apoyo social, cómo no. No son otros, son los mismos, convertidos en oposición porque fueron desplazados del poder: ya no ocupan sus curules, o sus escritorios o portan sus togas. Ahora, han descubierto la plaza, la calle, desde donde hablan inflamados. No les pasarán las desgracias que juzgaron en la Suprema Corte, muy avezados, cuando votaron para que Peña Nieto y Medina Mora no fueran responsabilizados por la violencia de Atenco, cuando sus policías violaron mujeres en asientos de camiones, con los ojos vendados. Ellos no son pueblo, son “ciudadanos libres”, flamantes oradores de la manifestación donde no hay claro, machetes, ni golpizas, como cuando ellos gobernaban, sino camisas rosas. Es una desgracia, hay que decirlo, querido lector, con todas sus letras, que esa clase política esté prácticamente impune, gracias al gobierno de López Obrador. No importa el latrocinio de Peña y socios, ni las miles de vidas que se perdieron bajo la responsabilidad criminal del narcogobierno de Calderón; ellos pueden ahora esconderse tras el membrete “ciudadano” para intentar regresar al poder, dándoles a la gente que los apoya una coartada de respetabilidad: no es lo mismo marchar “para defender la democracia de un tirano” que marchar para que “el orden corrupto y criminal anterior se reinstaure completamente”. Las señoras no rentarían camiones para asistir a la marcha con sus amigas (claro, ellas no se consideran acarreadas por viajar en camiones: ese adjetivo se lo reservan a los pobres que necesitan llevar una torta y un frutsi, no terminan comiendo en El Cardenal), ni presumirían sus fotos en el Centro Histórico, tan bonito.

J orge Luis Borges precisó el rigor de la ausencia: “¿En qué hondonada esconderé mi alma para que no vea tu ausencia que como un sol terrible, sin ocaso, brilla definitiva y despiadada? Tu ausencia me rodea como la cuerda a la garganta, el mar al que se hunde”. ¿ Asimilo el vacío de la cruel ausencia?

Han convertido, pues, “lo ciudadano” en una forma de demagogia que busca combatir a la otra demagogia, la presidencial, su hermana. Es parte de la narrativa maniquea en la que estamos inmersos. Fíjese si no, en esta línea discursiva: los manifestantes que acudieron este domingo al zócalo son, en primer término, “libres”. Sí, libres, como si el resto de los ciudadanos no lo fuera. Claro, intentan implicar que los millones de ciudadanos que apoyan a López Obrador son unos cooptados, los desprecian con desdén clasista: van por el frutsi, van por la “bequita”, van porque los llevan. Es más, no van. No existen. Ellos son los únicos “ciudadanos” capaces de ser tomados en cuenta como tales. Son una minoría, pero vea, son moralmente superiores a cualquier hijo de vecino, o usted o yo, porque ellos son, escúchelo, querido lector, “una parte sustantiva de la sociedad” (sustentada quién sabe en qué), “pueblo real, no retórico”, “ciudadanos contantes y sonantes”, “pueblo enorme, plural, diverso, democrático, multitudinario” y… ¡“de carne y hueso”!. Habrase visto.

MÉXICO (Animal Político)._ Por cada árbol talado por la construcción del Tren Maya será sembrado otro, promete Fonatur luego de que Animal Político reportara que con esta obra han sido removidos al menos 3.4 millones de árboles, de acuerdo con datos obtenidos del propio organismo gubernamental a través de una solicitud de información.

Esto, mientras ambientalistas señalan que esa cifra reconocida por el Gobierno federal se queda corta, pues estiman que en realidad son hasta 10 millones de árboles los que tuvieron que removerse desde 2019 para concretar este megaproyecto en el sur del país.

El vocero del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, Fernando Vázquez, dijo en entrevista que desde la planeación de la obra y al tramitar permisos se contempló una reforestación de “uno a uno”, de plantar un árbol por cada removido, aunque de momento no dio datos del nivel de cumplimiento de ese objetivo, señalando que es una labor que no es inmediata, sino sujeta a procesos biológicos.

“No todos los árboles que han sido afectados han sido destruidos, alrededor de millón y medio de individuos fueron rescatados (reubicados), y muchos de ellos son especies que están catalogadas como en peligro por la Norma Oficial 59”, detalló.

Cuando los árboles son reubicados en viveros, aseguró, se está logrando una tasa de sobrevivencia del 70 por ciento. Esto es que del millón y medio se habrían perdido 450 mil, además de los otros 2 millones talados o triturados para usarse como abono orgánico, según las cifras oficiales.

El vocero mencionó que, además de la reforestación “uno a uno”, en el sureste se tendrá la reforestación del programa Sembrando Vida, que implica la siembra de 500 millones de árboles en la región. Y a eso se sumaría el plan de reforestar toda la ruta de los mil 554 kilómetros que implica la ruta del Tren, con 150 millones de árboles más.

En cuanto a fauna, mencionó que se han “rescatado más de 34 mil individuos” de más de 165 especies, como reptiles, anfibios y mamíferos, que son reubicados en zonas cercanas de las que tuvieron que ser removidas para dar paso al tren.

“La obra está prevista que se inaugure en diciembre, aunque en agosto iniciarían las pruebas de rodamiento. El primer tren llega a la zona de la Península en julio, y a partir de agosto se llevarán a cabo las pruebas, son alrededor de tres meses que tienen que hacerse pruebas”, indicó.

Ambientalistas calculan que son mucho más árboles perdidos Ante la información de Fonatur, Pepe Urbina, ambientalista, especialista en tiburones y buzo de cuevas, señaló que la cifra de 3.4 millones de árboles talados no es acorde con la realidad. En el colectivo Sélvame del Tren, al que pertenece, tienen calculados al menos 10 millones de árboles talados o removidos por el Tren Maya. “La cifra que nosotros manejábamos desde un principio era entre 8 y 10 millones de árboles. Es la cifra que calculamos que se ha cortado, pero hay que incluir en esto todo tipo de vegetación”, dijo en entrevista.

Además, consideró necesario conocer el tipo de árbol que Fonatur está contabilizando, pues probablemente deje fuera lianas, hongos u otro tipo de vegetación.

“Nos ha costado millones de años tener este poquito de tierra y en el momento en que arrasa con la vegetación y con los árboles, a la primera lluvia, ese suelo se convierte en algo árido. Es yelmo y esto, por supuesto, tiene un impacto en el resto de la vida y en el ciclo del agua. Arrasar con árboles es quedarse prácticamente sin agua”, insistió.

El impacto ambiental Para Urbina, el que se hayan talado árboles implica un impacto general en el ecosistema.

“Todo está conectado en Quintana Roo. Al ser suelo poroso, lo que se derrame en este suelo va a filtrarse al manto acuífero y va a llegar

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