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Don Manuel, 105 años llenos de historias y de dinastía
from CULIACÁN 180623
by Noroeste

La familia, el campo, la música y las aventuras coleccionadas en más de un siglo de edad, es lo que mantiene a Don Manuel con una gran entereza y ganas de vivir
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“Gracias a Dios y a la Providencia nunca nos faltó nada, todos trabajabamos, yo era el más chico de todos y me gustaba trabajar, dije ‘yo también voy’, dijo ‘pa’ qué sirves, estas muy chiquillo’, no le hace le dije. algo agarro, ya hablamos con el americano y le dije ‘dame chanza en el tomate’, trabajaba yo en el tomate y el dinero, ahí le va, para mi papá”.
Don Manuel Garza Milian
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LOS HIJOS QUE TUVO
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SON LOS NIETOS
MANUEL GARZA MILIAN n Tiene 105 años de edad y nació en Matamoros, Tamaulipas n El 13 de junio de 1918 es su fecha de nacimiento n Sus padres fueron Faustino Garza y Francisca Milian n Fue el menor entre los seis hijos de la pareja n Contrajo matrimonio de sus hermanos y al cabo del tiempo se llevó a los demás incluyendo a su papá, platicó que todo lo que ganaba pizcando y regando se lo daba a su papá, quien al inició no creía que fuera capaz de emprender este viaje por ser el menor de todos.
“Gracias a Dios y a la Providencia nunca nos faltó nada, todos trabajábamos, yo era el más chico de todos y me gustaba trabajar, dije ‘yo también voy’, dijo ‘pa’ qué sirves, estas muy chiquillo’, no le hace le dije, algo agarro, ya hablamos con el americano y le dije ‘dame chanza en el tomate’, trabajaba yo en el tomate y el dinero, ahí le va, para mi papá”, contó.
Don Manuel, cuando llegó a Mazatlán, ya era un hombre de edad avanzada, sin embargo, eso no le impidió disfrutar de sus visitas al Mercado Pino Suárez, ir a Playa Norte por los tradicionales pajaritos, salir de su casa a arreglar los jardines de los alrededores, sembrar cilantro, mangos y cualquier otro árbol o planta que diera alimentos, hasta contó cómo sembrar un mango. El hombre de más de un siglo de vida ha vivido en diferentes lugares, nació en Matamoros, Tamaulipas, por 6 años vivió en Estados Unidos, regresó y después vivió en Monterrey, Nuevo León, y al final, hace 20 años que la vida lo trajo a este “pueblo salado” como le dice él al puerto.

Con su dentadura ya desgastada por la edad, su alimentación ya no incluye carne, pero con alegría recuerda su amor por el cabrito y cómo su mamá acostumbraba a llevar dos o tres chivitas a su casa para cocinarlas. Bromeó con el hecho de que su papá era un hombre mujeriego y por esa razón sus hermanos también salieron mujeriegos, todos menos él,
38 BISNIETOS
11 TATARANIETOS dice, y siempre le fue fiel a Socorro, su compañera de vida, presumiendo sus fotos juntos.
Las memorias de un hombre de esta edad no siempre son gratas, a Don Manuel le tocó vivir pérdidas importantes, él ya enterró a sus padres, a todos sus hermanos, a cuatro de sus hijos y a su esposa.
Ver pasar el tiempo que no perdona y estar en un cuerpo que cada día va perdiendo su agilidad es algo difícil que le ha tocado vivir, por eso a diario da la batalla, todavía se baña solo, ve televisión, tiene largas pláticas y se mueve por toda su casa con libertad.
“Ya no sirve uno pa’ nada, sordo, loco, celoso, de las chivas”, dice entre risas.
En todo momento su familia está al pendiente de él y Don Manuel vive gustoso en el Centro de Mazatlán. Este Día del Padre se la pasará rodeado de su familia.
Complementan los valores que se viven desde la familia