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¿Qué le puede complicar el 2024 a AMLO?
from MAZATLÁN 130523
by Noroeste
Muchas cosas y ninguna... Hasta el momento ningún tema problemáticoy vaya que ha habido muchosha serruchado significativamente la aceptación del gobierno del inquilino de Palacio Nacional.
De repente baja hasta rozar el 50 por ciento -nunca menos- y después por algún arte de prestidigitación política o a base de mañanazos y la entrega puntual de las ayudas en pesos sonantes se vuelve a elevar casi hasta el 60 por ciento. Suficiente para ganar, si esa aceptación se traslada mecánicamente en votos a su corcholata favorita para el próximo año.
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Hasta el momento no ha aparecido el hito que lo derrumbe y con él a Morena, y a la o al que vaya a ser su candidato en la madre de todas las batallas, diría Husein. Sin embargo, hay desafíos crecientes.
Uno inmediato que está recibiendo una masiva atención mediática, incluso mundial, es la que puede ser la más grande crisis migratoria en la frontera de México con Estados Unidos y de México con Guatemala. En el espacio geográfico MEX-USA se concentran diversas crisis nacionales de alrededor de 52 países. Ya sean guerras, crisis políticas, ambientales, económicas, laborales, sociales (sobre todo crimen y violencia), ausencia de libertades civiles, etc., de países latinoamericanos, asiáticos, europeos y africanos, han creado la que podría ser la ola migratoria indocumentada más diversa, continua, masiva y riesgosa de la historia mundial. Ni las enormes corrientes migratorias de Europa a América, Australia y Nueva Zelanda de la segunda mitad del Siglo 19 al primer cuarto del 20 fueron tan diversas ni corrieron tantos riesgos como la que hoy contemplamos en los corredores fronterizos mexicanos, particularmente en el norteño. A corto plazo, es decir, seis
DUEÑEZ* EMPRESARIA
c_dumois@cedem.com.mx http://www.cedem.com.mx
Problemas de la dueñez empresaria
No podemos poner la Creación de Valor en el asiento de atrás.
Después de más de 40 años de trabajar con empresarios de España y Latinoamérica, ahora vemos lo que pesan las características de las empresas manejadas por sus dueños, si no son abordadas con oportunidad y eficacia.
Ayudamos ahora a una familia del norte de México que ha trabajado durante muchos años con consultores especializados en procesos de institucionalización y profesionalización de empresas. El esquema de la mayoría de estos consultores se centra en aplicar las prácticas de las grandes corporaciones a compañías en crecimiento.
Las organizaciones que siguen este esquema evolucionan en algunos mecanismos de gestión, a veces a destiempo, y corren el riesgo de perder de vista los aspectos más relevantes de cualquier negocio: enfocarse en el mercado para construir caminos de liderazgo en cada segmento o categoría, orquestar un equipo humano sinérgico que complemente sus talentos para sustentar su enfoque de mercado, y alinear sus recursos para que fluyan con agilidad hacia los requerimientos de los segmentos elegidos.
Los sistemas de control de gestión, las estructuras organizacionales, los procesos operativos, los hábitos de planeación y control y muchos otros instrumentos de administración que utilizan las grandes corporaciones pueden llegar a ser muy valiosos, pero de nada sirven si seguimos atendiendo negocios irrelevantes, si seguimos dispersos en esfuerzos de diversificación infecundos, si las decisiones las sigue tomando el patrón sin escuchar a su equipo, si no hay realismo en la flexibilidad para concentrar y abandonar productos y mercados.
¿Cuáles son los problemas actuales para ejercer la Dueñez de manera compartida en estos casos? Les comparto los que vemos con mayor frecuencia.
meses, un año -justo el periodo electoral mexicano- AMLO puede utilizar políticamente la crisis migratoria para presionar a Biden para que su gobierno no exija más eficacia a la 4T en el combate a los cárteles mayores y particularmente en el tráfico de fentanilo; no apoye iniciativas políticas de la Oposición, no insista en una política energética distinta, etc. Biden tendrá que ceder porque, en gran parte, su reelección depende del manejo de la crisis migratoria. Si no contiene en la frontera con México a los ríos de gente que llegan de todo el mundo, habrá perdido con cualquier candidato que le ponga enfrente el Partido Republicano. Pero esa infame tarea la está haciendo fundamentalmente el gobierno mexicano y por eso se la va a cobrar. Sin embargo, esa ingrata faena contensora e incluso persecutoria puede generarle un costo muy alto al gobierno de AMLO, no tan solo en términos económicos sino fundamentalmente políticos porque la represión en muchos momentos será inevitable. Organismos humanitarios de la sociedad civil mexicana y defensores internacionales de los migrantes, e incluso la ONU, protestarían enérgicamente. Pero, sobre todo, los medios de comunicación de
Estados Unidos y México le darían una difusión permanente y extendida que sería aprovechada inevitablemente por la oposición política. Y amplias capas de la población mexicana, sobre todo de la franja fronteriza, se quejarían con amargura de “la invasión migrante”, desatándose la xenofobia. Movimientos regionales como el de los productores de maíz y trigo en el noroeste pudieran no desbordarse a otros estados, pero sí, en caso de no resolverse pronto, contagiar a otros sectores sociales y, en términos políticos, alejarlos de Morena en la coyuntura electoral de 2024. Si bien los agricultores no son socialmente homogéneos, su malestar sí lo es. La elección del Estado de México el mes próximo va a ser el mejor termómetro para ver hasta dónde Morena ha perdido fuerza o la ha mantenido. Cómo van las cosas, Delfina Gómez va a ganar la apuesta electoral, pero si se precipita la caída en las intenciones del voto, Morena estaría en serio riesgo, sobre todo si el cinturón de votantes clasemedieros de la zona conurbada a la Ciudad de México le vuelve a negar el voto como lo hizo en 2021, porque sería un fuerte indicador de las preferencias electorales en el Valle de México.
Junio será clave para ver las tendencias electorales de 2024 y porque va a ser el inicio de la lucha abierta por la candidatura presidencial de Morena.
Entre junio y septiembre podrá verse con más claridad si Morena mantiene su unidad partidaria o se rompe. Como se observan las cosas hasta el momento, solo Marcelo Ebrard podría escindirse, aunque está dando señales de que no lo hará. Solo partiría si la oposición trinitaria lo invita como abanderado, escenario casi imposible de ver.
Al margen de lo anterior, es altamente probable que las elecciones de 2024 serán intensamente reñidas, y por lo mismo, no bastará una campaña que gire alrededor de AMLO, halagándolo y denostándolo. Tanto Morena como opositores tendrán que proponer a candidatos con sólida base electoral, con fuerza propia. Si los líderes partidarios oficialistas u opositores proponen a sus amigotes, improvisados, oportunistas, burócratas de partido o afamados corruptos le estarán ayudando a los contrincantes.
Sin embargo, en la política mexicana todo es posible. Posdata
“¡Cuenta los tacos, joven!”, diría Cantinflas.
Ciza As De Cece A
Las diferencias en la visión y los objetivos, partiendo de que los miembros del equipo de Dueñez puedan mirar de forma diversa hacia el futuro, no se aprovechan para dialogar con profundidad escuchándose seriamente y construyendo con las ideas de los demás. Generalmente esto termina con imposiciones del líder máximo o con indefiniciones y vaguedades que a nada conducen.
El exceso en la orientación emprendedora y la carencia de calidad de diálogo suelen conducir a la dispersión en todos los ámbitos del quehacer organizacional: en mercados, productos y servicios, en el cuidado de recursos y procesos estratégicos, en el aprovechamiento de talentos, en el manejo de la información.
Por otro lado, la falta de claridad en los roles que ha de desempeñar cada uno de los líderes en la organización, frecuentemente genera confusión y retraso en la toma de decisiones y falta de agilidad en el aprovechamiento de oportunidades y en la solución de problemas. Muchos temas se abordan por varias personas a la vez o se manejan a medias sin estipular quién va a responder por cada uno.
También percibimos que la falta de acuerdos que precisen los términos de las relaciones entre socios y sus familias, y de ellos con la compañía, puede provocar conflictos y roces innecesarios que debilitan el espíritu de cuerpo y la unidad.
Finalmente la definición del futuro más allá de la actual generación, demanda una planificación de la sucesión que ha de implicar a los líderes actuales, a los que vayan surgiendo de la siguiente generación, a terceros que ayuden a objetivizar y profesionalizar el proceso y todos los elementos clave de la organización que puedan lubricar la transición.
Este proceso de sucesión conviene trabajarlo con seriedad desde temprana edad de los posibles sucesores. Es un tema que no puede manejarse improvisadamente en unos cuantos años. Una vez que inicia tiene que convertirse en tarea constante