Acompañar. Curso 2019-2020.

ACOMPAÑAR Curso 2019-2020

Norka Carmela Risso Espinoza http://norkarisso.blogspot.com/

CURSO 2019-2020

Contenido Curso 2019-2020

INTRODUCCION ................................................................................. 2 ACOMPAÑAR ...................................................................................... 4 EL ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL ....................................................... 5 RESPONSABILIDAD Final del Ciclo C (oct y nov 2019) ............................. 7 CALIDAD Adviento Ciclo A ................................................................... 12 HOSPITALIDAD Navidad Ciclo A ........................................................... 15 AMOR T. Ordinario I Ciclo A (Ene, Feb 2020) ......................................... 18 RESPETO Cuaresma Ciclo A ................................................................. 21 CELEBRACIÓN Semana Santa Ciclo A ................................................... 24 CARIÑO Pascua Ciclo A ....................................................................... 26 ESPIRITUALIDAD T. Ordinario II Ciclo A (Jun 2020) ............................... 29 APERTURA Verano 2020 Ciclo A ........................................................... 31

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INTRODUCCION El tema que queremos trabajar este año litúrgico 2019-2020, ciclo A, es el de ACOMPAÑAR. Creemos que el acompañamiento comienza desde la cruz, que es donde se ha experimentado la mayor capacidad de amor, allí estaba María, acompañando a su hijo en el momento de gran sufrimiento, de incomprensión, y de tantos sentimientos y emociones encontrados. Todo lo que acontece en nuestra vida, la diferentes realidades, la pasamos por el corazón, el único capaz de soportar tanto sufrimiento y a la vez tanto amor. Por eso en la imagen nos encontramos dentro del corazón (desde la C hasta la R) con caminos, piedras, tiritas… pero también momentos de fiesta, de hospitalidad, de comunión y en el centro en forma de P el báculo pastoral (cayado que llevan los obispos como signo de su función pastoral), porque la pastoral está para acompañar en medio de toda esa realidad, esa es la misión para la que nos sentimos llamados. La Iglesia se hace presente en el mundo a través de la función pastoral, no podemos permitir que los portales se cierren ante las realidades de la vida. Tenemos que estar y acompañar, y no de cualquier forma, no valen sólo las palabras, también son importantes las obras, el cómo de esas obras; por ello, para acompañar vamos a ir empapándonos de 9 “gestos/palabras” para acompañar.

Es importante tener presente que siempre tenemos a alguien al lado haciéndonos compañía; incluso en la soledad hay alguien a nuestro lado que nos tiende la mano, que nos mima, que

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CURSO 2019-2020 nos cuida, que nos acurruca con delicadeza, alguien que nos ama con infinito amor misericordioso y que constantemente nos invita a salir de nosotros mismos para salir al encuentro del otro. Vivir, en definitiva, es acompañar y ser acompañado, y por la tanto siempre tenemos que hacer todo lo posible por mantener las puertas abiertas, por no permitir que los portales se cierren ante nadie y mucho manos ante los más desfavorecidos, como veis acompañar al final es disponibilidad, preparados para lo que se necesite, con actitud positiva.

Hemos dividido el curso en 9 “etapas” en las que iremos trabajando el acompañar desde diferentes prismas, y como siempre fundamentándonos en la palabra de Dios, en los evangelios dominicales. Las actitudes para el acompañamiento que nos gustaría trabajar son responsabilidad, calidad, hospitalidad, amor, respeto, celebración, cariño, espiritualidad y apertura. Estoy segura que saldrían muchísimas más actitudes para estar al lado de otras personas.

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ACOMPAÑAR El acompañamiento es un servicio de mediación a la persona que busca el sentido de su vida desde la coherencia interna, la interiorización de significados y las propuestas de futuro.

Significa disponerse a entrar en tierra sagrada “descalzos” libres de algunas tendencias más o menos arraigadas como:     

las de moralizar sobre lo que el otro dice, siente, ha hecho… la de responder con frases hechas y consuelos baratos… la tendencia a investigar o a llenar la visita de preguntas la tendencia a decir al otro lo que tiene que hacer, sentir o pensar la tendencia a decir aquello que uno mismo no se cree

Es “hacerse cargo” de la experiencia ajena, dar hospedaje en uno mismo al sufrimiento del prójimo, así como disponerse a recorrer el incierto camino espiritual de cada persona, con la confianza de que la compañía sana ayude a superar la soledad, genere comunión y salud en el sentido holístico.

Es generar salud. Quien acompaña, con una discreta presencia, genera mayor confort físico, mayor estabilidad emocional, una compañía para compartir las preguntas por el sentido, las inquietudes y los malos momentos que conlleva la vulnerabilidad.

Es caminar al lado. Quien acompaña no dirige, sino que camina al lado, no impone sino que insinúa, no aconseja sino que discierne en común, es hacer un camino con el que sufre, yendo a su ritmo, acompasando las notas musicales del mundo interior.

Simbólicamente es “comer el pan juntos”, es sentarse a la mesa emocional y espiritual del prójimo e intercambiar cuanto hay en ella: sentimientos, deseos, preocupaciones, esperanzas…

Es decir, dando unas pinceladas podríamos decir que el acompañamiento es          

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Asumir la experiencia ajena.

Acoger el sufrimiento del prójimo.

Preocuparse por todo sin preocupar.

Conmoverse sin compadecer.

Comprender sus “rarezas” sin incomodarse.

No crear dependencias.

Infundir ánimo, fuerza y esperanza.

Estar disponible sin disponer.

Recorrer el incierto camino espiritual con la confianza de que la compañía sana.

Celebrar y orar en los sacramentos.

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EL ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL Últimamente hay un creciente interés por el tema del «acompañamiento espiritual»; pero, ¿estamos siendo acompañados?, ¿cuál es nuestra experiencia de acompañamiento?

«Conócete a ti mismo», principio de la sabiduría antigua, que parece fue grabado en la fachada del templo de Apolo, en Delfos, por los siete sabios de Grecia. Esta expresión refleja la necesidad de llegar al centro, al corazón de nuestro propio ser. ¿Qué es eso? Sencillamente llegar a la fuente donde nace nuestro pensar, sentir y actuar.

Acompañar es facilitar el camino hacia la interioridad. Interioridad es la capacidad de hacer mío, de personalizar todo lo que vivo: mi familia, mi vida profesional, mis relaciones sociales, mi ocio, los valores, las propuestas de sentido que encuentro alrededor…

Para vivir desde el corazón, necesitamos llegar a él y ser conscientes de ello. Una prioridad en nuestras vidas hoy, es educar para, sencillamente, ser persona y aprender a entrar en el santuario del propio ser: el «corazón». Nos lamentamos a diario de la incapacidad que percibimos en la gente para hacer silencio, reflexionar, suscitar preguntas, orar. En definitiva, palpamos la dificultad de encontrar personas que expresen sus vivencias y que estén dispuestos a adentrarse en la maravilla del misterio que son.

Si nos paramos y realizamos una relectura de nuestro proceso espiritual, probablemente nos percatemos de que en el camino de nuestra vida los momentos más significativos son aquellos en los que hemos tenido una presencia amiga, unas palabras de ánimo, alguien con quien compartir instantes de desahogos, soplos de alegrías y de tristezas… Y es que, en cualquier camino de fe, sea cual sea nuestra religión, lo maravilloso es vivirlo en comunión, porque es en una relación interpersonal en la que se puede transmitir la experiencia del amor.

Es un verdadero regalo reconocer que caminamos juntos en la apasionante aventura de la vida, es gozoso reconocer que nuestra fe se ha ido alimentando de tantos testigos que con su testimonio han hecho que nos cuestionemos nuestros propios itinerarios; sin embargo, como estamos enfrascados en un mundo de prisas, solemos ser conscientes de todo esto cuando el horizonte de nuestro camino se tambalea por las diferentes heridas en nuestra vida, ya sea por enfermedad, por sufrimiento, por soledad, por abandono, por incomprensión… Y es precisamente en estas circunstancias cuando volvemos nuestra mirada hacia atrás.

Pues bien, ya sabéis que “nunca es tarde si la dicha es buena”, en estas circunstancias lo que necesitamos es sobreponernos a nuestros sufrimientos e incluso resultar fortalecidos por los mismos; estos son los beneficios del acompañamiento. Pero, para ello, necesitamos poder contar con otra persona o personas que nos ayuden a poner las pilas a nuestras linternas, que nos respeten y refuercen en nuestros pequeños-grandes logros, y que nos sostengan en los momentos de falta de luz; es decir, que nos acompañen espiritualmente en las heridas para despertar lo mejor de nosotros mismos, para sacar ese enorme potencial que guardamos en nuestro interior y convertirnos en buscadores de la estrella que alumbre nuestra oscuridad.

Hemos escuchado en varios contextos que el acompañamiento tiene una relación simbólica con lo que podría ser ‘comer pan juntos’. Pues vamos a ponernos manos a la obra y vamos a utilizar cuatro pasos para cocinar un ‘acompañamiento sabroso’ (imaginaos una ensalada, que

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CURSO 2019-2020 es de lo más fácil. Aunque el ejemplo sea un poco burdo, puede servir como analogía para que resulte catequético): 

Conocer los ingredientes: el acompañante y el acompañado (ambos somos Iglesia). En este paso, se da como un tanteo, nos saludamos, intercambiamos las primeras palabras… pero a la vez hay que estar atentos a lo que “el otro” es, cómo está, qué hace. Si nos guiamos por la metodología de Jesús, consistiría en el “ver”, un ver que no es superficial, ver también lo hondo del corazón. Que las personas a las que acompañamos sientan el interés que tenemos en querer empezar el camino, y que no queremos huir, por dura que parezca la situación; es decir, aproximarnos.



Mezclar los ingredientes, que se dé un encuentro verdadero, que el otro, el prójimo, se sienta acogido en toda su vulnerabilidad, se trata de conocernos un poco más, sería como compartir lo emocional y espiritual, aquí ya habría colaboración, los dos estamos por la labor de seguir el camino juntos. Ya podemos dar un paso más en la metodología de Jesús, poner al prójimo en el centro, como protagonista de su vida, y preguntar, desde el respeto, aunque sepamos la respuesta, para que el enfermo pueda compartir desde la libertad lo que se mueve por dentro. Que vayan sintiendo que el encuentro afectivo se convierte en efectivo; el acompañado siente una mirada amiga.

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Salpimentar al gusto: Es ahora cuando empieza la relación de ayuda pastoral, conocemos los sentimientos, preocupaciones, esperanzas; es ahora cuando se puede dar la confrontación, cuando realmente se hace camino con el acompañado; ya podemos sentarnos a la mesa emocional y espiritual, pero, eso sí, teniendo presente que es él quien salpimienta a su gusto, es decir, que vamos a su ritmo, el que acompaña es sólo un invitado. Jesús lo hacía muy bien, Jesús operaba transformación; este paso lo daba desde la escucha y el acompañamiento de los sentimientos y las heridas. Tras conocer al acompañado, tal vez nos encontremos expectativas frustradas, proyectos o sueños rotos, muchas noches en vela, terapias agotadoras, cansancio; y nosotros no podemos curar el dolor, pero sí dialogar, orar, acompañar para confortar, poder transmitir un mensaje de esperanza, guiar en las decisiones éticas, pero siempre intentando ser espejo, ya que no transformamos nosotros, sino que se transforman ellos, son ellos los que van restaurando su vida.

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Presentar en plato bonito, este último paso es acompañar al hermano en esa apertura al Misterio, si él así lo ha decidido, confirmar y celebrar su vida, hacerle sentir la gracia del Espíritu y proponerle vivir su fe desde Aquel en el que puede encontrar la plenitud.

Jesús lo expresaba con pocas palabras: “decid Padre nuestro”.

Ahora bien, no todos pasan necesariamente por estos cuatro pasos, depende de la apertura que tenga el acompañado a la gracia del espíritu; desde la Pastoral y nuestra opción por Dios, se trata de dejarnos hacer por Él, y siguiendo el itinerario de Jesús nos aproximamos, luego acogemos, acompañamos, escuchamos, abrazamos, lloramos… y después de un proceso, si lo vemos oportuno, invitamos a compartir la mesa juntos; para que el acompañado pueda crecer en fe, amor y esperanza, con ocasión de su situación personal.

Como habéis visto el acompañar es un proceso y para el mismo se necesita responsabilidad, calidad, hospitalidad, amor, respeto, celebración, cariño, espiritualidad, apertura,…

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RESPONSABILIDAD Final del Ciclo C (oct y nov 2019)

«Actuar con responsabilidad es procurar hacer el bien a los demás, sobre todo en los contextos más vulnerables.

En los centros de San Juan de Dios he aprendido que trabajar desde la responsabilidad es intentar imitar a Juan de Dios que quiso vivir la actitud de Jesús en su entrega a los pobres "hacerse uno de tantos". Él se puso a la altura de sus hermanos y prójimos para entablar un dialogo de amor que se explicitó en el servicio y la entrega personal para remediar las necesidades, para buscar el bien en todo.

Todos deberíamos tener, más o menos claro, que es preferible vivir en una sociedad donde todos se preocupen de todos, que no en otra que se rija por el “sálvese quien pueda”, por ello, en la relación con los enfermos nos preocupa trabajar en fidelidad a los ideales de san Juan de Dios y de la Orden, en la ética de la vida, la ética social, la ética de gestión.

Hablar de responsabilidad no es quedarnos en las reflexiones teóricas que nos indican lo que debemos hacer, sino llegar al corazón, y hablar desde el sentimiento, desde lo que nos toca por dentro (desde la práctica directa): creo que es aquí donde la Orden Hospitalaria hace hincapié, en trabajar nuestra “humanidad”, desde el corazón, desde el amor, desde la ternura...

Hablar de responsabilidad tiene sentido si desde el encuentro, desde la comunión entre todos los seres humanos, vivimos desde: una existencia proyectada fuera de nosotros para ofrecer a la persona vulnerable esa cercanía afectuosa, esa ayuda concreta y todos esos servicios cotidianos de los que tiene necesidad, en una misión acompañada de la caridad, logrando una humanidad en la que reinen la verdad, la justicia, la libertad y el amor, pilares fundamentales e insustituibles de una verdadera convivencia.

Hablar de responsabilidad es hablar de dignidad y la dignidad se pone a prueba diariamente en nuestra relación entre profesionales y pacientes, por ejemplo, al no cumplirse las expectativas que las personas enfermas tienen en dicha relación. Nos están diciendo que tienen derechos, pero también que tenemos que ser sensibles a sus necesidades, es decir, que les cuidemos respetando su dignidad y su autonomía, que se cuente con ellos, que se respeten sus decisiones y su intimidad, pero además, que mejoremos la comunicación y que les tratemos con afecto, con una asistencia menos despersonalizada y más humana. Como profesionales estamos obligados a dar respuesta a las peticiones que nos están haciendo, y para que esta

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CURSO 2019-2020 respuesta sea moralmente adecuada y responsable, no debe quedarse únicamente en el respeto estricto de sus derechos, sino que debe atender sus necesidades tal y como ellos las sienten.»1 Con todo lo dicho, mi forma personal de entender la responsabilidad, es ‘responder al amor de quien nos amó primero’ y es de esta forma que podemos abrir las puertas de corazón para acoger y acompañar en este momento del año litúrgico, que va desde el Domingo 27 del T. Ordinario a la solemnidad de Cristo Rey.

XXVII Domingo Ordinario (06 oct 19)

Empezamos la dinámica de acompañamiento con la palabra responsabilidad, y está muy en línea con el evangelio de este domingo. En una ocasión escuché a un sacerdote que decía «no es cuestión de hablar de tener fe, sino que tenemos que hablar de ser creyentes»; y es que en el ser creyente va implícito el tener fe, ya que la fe es muy activa, y el actuar brota del propio ser. Efectivamente Jesús nos invita a cuidar nuestra fe, a ser responsables con el don que hemos recibido y así, posteriormente poder acoger en el acompañamiento a todo el que lo necesite.

XXVIII Domingo Ordinario (13 oct 19)

Parece que Jesús se queja por la falta de agradecimiento de los leprosos curados, y en ocasiones esta queja también puede ir dirigida a nosotros, estamos tan centrados en nosotros mismos y nuestras preocupaciones que en ocasiones no percibimos los pequeños regalos que recibimos de Dios, ya que estamos muy distraídos. Forma parte de nuestra responsabilidad ser agradecidos, por ejemplo ante tantas situaciones de acompañamiento en las que acogemos la vida del otro, ellos nos comparten su mayor tesoro, su vida.

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Norka Risso. Novena San Juan de Dios 2013

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CURSO 2019-2020 XXIX Domingo Ordinario (20 oct 19)

En el evangelio de este Domingo se nos invita a ser responsables en medio de la adversidad, a mantenernos en la oración a pesar de las dificultades; porque el tener fe es esperar con una actitud de confianza en que Dios no se olvida de nosotros. Tenemos la certeza de que Dios escucha nuestras peticiones, y no para que le dejemos en paz, sino porque su misericordia no tiene límites, siempre nos da pruebas de su amor. Seamos responsables en el acompañamiento orando por las personas a las que acompañamos en sus dificultades.

XXX Domingo Ordinario (27 oct 19)

En el evangelio de este Domingo se nos invita a mirar en el interior de nuestro corazón para descubrir cómo somos. Ciertamente creer en Dios implica un cambio de actitud en nuestra vida, implica ser responsables, vivir desde la humildad y el agradecimiento, sabiendo que no estamos en posesión exclusiva de la verdad, que podemos equivocarnos, y por tanto que no debemos juzgar a los demás. Esta es una premisa en el acompañamiento, y que empieza desde la acogida, no juzgar, y esa es la actitud más responsable que podemos tener para con el otro.

Todos los santos (01 nov 19)

Forma parte de nuestra responsabilidad como creyentes saber que hay una felicidad diferente a la que nos ofrece el mundo, una felicidad que nos hace ir a contracorriente, una felicidad que consiste en amar incluso sufriendo; como lo han hecho a lo largo del tiempo todos los santos, desde la sencillez e incluso desde el anonimato. La festividad que hoy celebramos nos recuerda

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CURSO 2019-2020 no sólo nuestro destino, sino principalmente que nuestra felicidad comienza aquí aunque alcance su plenitud en el encuentro final con Dios, y que eta felicidad se vive en comunión, por lo tanto es necesario acoger la realidad del otro y acompañarlo aquí y ahora, aunque la plenitud no la veamos nosotros.

XXXI Domingo Ordinario (03 nov 19)

A nosotros muchas veces nos pasa lo mismo que a Zaqueo, estamos rodeados de ruidos externos: móvil, ordenador, mp3,… pero en el fondo sentimos un gran vacío, tenemos muchos medios de comunicación, pero pocos o ninguno nos ayuda a comunicarnos con Dios, por ello, día a día, el Señor sale a nuestro encuentro por si queremos llenar el vacío interior con lo verdaderamente importante, tal vez forme parte de nuestra responsabilidad estar atentos y también salir para acoger y acompañar a nuestros hermanos.

XXXII Domingo Ordinario (10 nov 19)

Creer en la Resurrección de Jesús nos cambia totalmente, porque supone reconocer a un Dios Padre misericordioso, apasionado por la vida, que nos acompaña en cada momento de nuestra vida, capaz de transmitirnos alegría y esperanza en nuestra existencia. Pero también implica que nosotros debemos actuar responsablemente y tenemos que tomar partido por la vida, evitando la muerte que esté a nuestro alcance, esa sería nuestra forma de acompañar a los hermanos, para que se sientan acogidos.

XXXIII Domingo Ordinario (17 nov 19)

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CURSO 2019-2020 Este Domingo Jesús nos invita a ser responsables, nos invita a ser personas constantes a pesar de las pruebas de la vida, a perseverar en la entrega y el amor, ciertamente el camino no siempre es fácil, pero su Palabra nos ayuda a afrontar las dificultades. Lo cierto es que en ocasiones nos toca acoger y acompañar realidades muy duras, que incluso nos zarandean a nosotros mismos, no obstante confiemos en Dios.

Cristo Rey (24 nov 19)

Jesús no ha creído nunca en la violencia para transmitir su mensaje, todo lo contrario, Jesús no puede pasar de largo ante el dolor y el sufrimiento humano, es más lo vive en sus propias carnes, ofreciendo el perdón y la salvación ante cualquier tipo de injusticia o violencia. Ese es el testigo que nos toca coger a nosotros para ser responsables en la transmisión del mensaje del amor de Dios a tantas personas que acogemos y acompañamos.

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CALIDAD Adviento Ciclo A «La calidad, que se acuña hoy en día como un concepto de excelencia, como un sello de garantía, debe ser en nosotros un sello de auténtico cristiano, que bajo el Carisma de la Hospitalidad ofrecemos a nuestros enfermos y residentes la mejor atención, una atención integral e integradora.

“La humildad de reconocer que aún podemos mejorar” pues la calidad como auténtico valor exige de un permanente deseo de mejora y actualización. Así, debemos ser capaces de reconocer a los nuevos necesitados y a las nuevas necesidades y saber dar respuesta a los mismos.

La auténtica excelencia la encontramos en la mejor calidad humana, pues solo quién quiere dar lo mejor de sí mismo a los demás se cuida de hacerlo de la mejor manera, con el mayor conocimiento y con todo el corazón. Calidad, calidez y conocimiento.

“La calidad es mezcla de iniciativa, creatividad, motivación, valor, decisión, ética, aprendizaje, inteligencia y pasión.”

En definitiva, creo que hablamos de calidad humana y este es el auténtico valor que debemos cuidar si queremos garantizar la excelencia. Una excelencia desde nuestras propias señas de identidad como cristianos y seguidores de San Juan de Dios que es lo que nos hará diferentes.

Ni mejores ni peores, pero sí con un sello propio. El sello del que se entregó por amor, del que fue pionero de la enfermería moderna, del que todo lo hacía por amor a Dios. El sello del que nos debemos sentir plenamente orgullosos. El sello de calidad que otorga el Carisma de la Hospitalidad y que será validado por nuestros necesitados en la tierra y por Dios en el Cielo.»2 En este tiempo de adviento queremos vivir ese acompañamiento desde la excelencia, con calidad humana, nos preparamos con ilusión para recibir al Mesías y a nuestros hermanos.

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Luis Alberto Catalán. Novena San Juan de Dios 2013

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CURSO 2019-2020 I Domingo Adviento (01 dic 19)

Si nos fijamos en el evangelio de este Domingo, nos damos cuenta que Jesús nos hace ver que hay que estar atentos a lo que pasa, porque Él que está presente en nuestras vidas, en cada uno de nosotros, en los pobres, en los enfermos, en los que están solos,… en sus predilectos, quiere que estemos atentos, que no nos olvidemos de él. Una mirada con calidad humana es esa mirada llena de ilusión que tenemos cuando estamos al lado dela persona a la que acompañamos.

II Domingo Adviento (08 dic 19)

Recordamos que Dios nos amó tanto que envió a su único hijo Jesús para personar nuestros pecados y para traer la salvación a todos. Señor, que esta invitación a la conversión la vivamos con ilusión. Son muchas las personas a las que acompañamos que pasan por situaciones de sufrimiento y dolor, que en etas situaciones podamos ser instrumentos de amor como medio de calidad humana y asistencial.

III Domingo Adviento (15 dic 19)

Nos regocijamos en la llegada del Mesías, quien sigue viniendo a nuestros corazones en el día de hoy. El mejor signo de la presencia de Dios es hacer que las personas que sufren dejen de sufrir; por eso Jesús nos invita también a nosotros a ser signos de salvación ayudando a los otros y a anunciarles lo que somos y tenemos, este sería nuestro signo de calidad. El Señor viene a nosotros y nosotros hacemos también camino hacia él, necesitamos anunciar con ilusión que vamos al encuentro del Señor.

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CURSO 2019-2020 IV Domingo Adviento (22 dic 19)

Al lado de María está José, su esposo. Un joven humilde trabajador del pueblo que nos da ejemplo de cómo debemos escuchar a Dios y sus planes. Jesús nació en el seno de esta familia.

Recordarlos durante esta semana nos ayudará a que la fiesta de Navidad no sea una fiesta vacía, una fiesta sin Jesús, sino una Navidad en la que celebremos con ilusión que Jesús se ha hecho de nuestra familia. Nuestro signo de calidad es ese acompañamiento preparándonos para vivir estas fiestas como familia hospitalaria.

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HOSPITALIDAD Navidad Ciclo A «Por encima de las limitaciones y desafíos que encontramos, contamos con el don precioso de la hospitalidad que hemos recibido del Señor según el espíritu y el estilo de San Juan de Dios, nuestro Fundador. Un carisma que Dios nos sigue dando con una misión a la que nos continua enviando, la hospitalidad. Esta es la base de nuestra esperanza y el fundamento de nuestro proyecto y de su futuro.

La inició San Juan de Dios en un contexto muy concreto y particular. Su identificación con el Cristo de la hospitalidad y su dedicación a los que sufren fue tal, que impresionó a todos y contagió a muchos para que lo siguieran. De la nada y por amor de Dios abrió un camino de esperanza y de vida para los enfermos, pobres y necesitados de Granada primero y luego del mundo entero.

Con los altibajos lógicos de la historia, este movimiento de hospitalidad ha sido recreado a lo largo del tiempo con la fuerza y la pasión de los Hermanos y también de los Colaboradores, respondiendo a las necesidades de los enfermos y necesitados en cualquier lugar, tiempo y contexto, renovando de esta manera el sueño de San Juan de Dios de asistir a los pobres enfermos como yo quiero.

El carisma de la hospitalidad es lo que nos hace fuertes. Es la fuente de donde hemos de beber para sostener nuestra vida, nuestra Orden y nuestra Familia. Parte de Dios, que nos hace sentir y vivir su amor misericordioso con cada uno de nosotros y nos envía a testimoniarlo y hacerlo visible y real a los demás, especialmente a los enfermos y más necesitados. El documento “Camino de Hospitalidad al estilo de San Juan de Dios. Espiritualidad de la Orden” y otros muchos, recoge de manera muy hermosa los orígenes, el sentido y la actualidad de nuestro patrimonio carismático de la hospitalidad.

La hospitalidad es nuestro tesoro, es nuestro relato. Un tesoro vivo y de plena actualidad en el mundo y en la Iglesia. Esto nos viene confirmado en nuestros días por muchos teólogos, filósofos, eticistas y del campo de las ciencias sociales. En nuestro mundo, sea cual sea el lugar, la cultura o el contexto social, político, económico y religioso, la hospitalidad se convierte en una categoría humana, ética, social, religiosa y por supuesto evangélica de primer orden, una alternativa ante la desigualdad, el rechazo de los excluidos, emigrantes y refugiados, ante quienes son descartados porque no pueden seguir el ritmo de la competitividad, ante quienes son abandonados a su suerte por la falta de medios, por su raza, color o creencias, ante quienes sufren la enfermedad, especialmente aquellas más estigmatizadas socialmente y un sin fin de cosas que podríamos añadir. Delante de todo ello se alza la hospitalidad como una llamada a acoger a todos, a los más desfavorecidos, a respetarles y tratarles dignamente como hermanos nuestros, como hijos de Dios.»3 Este tiempo de navidad es propicio para vivir al máximo la hospitalidad, y con mucha ilusión abrir las puertas al Verbo que se hace carne y que habita entre nosotros.

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Hno. Jesús Etayo. Discurso de apertura del LXIX Capítulo General de la OHSJD (2019)

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CURSO 2019-2020 Natividad del Señor (25 dic 19)

El mesías llega a habitar esta casa común, la tierra de toda la humanidad. También queremos que venga a nuestra casa, a nuestros corazones, para eso nos hemos estado preparando. Para nosotros la navidad es alegría, ilusión, amor, gran noticia. Hoy queremos acoger a Dios.

Ayúdanos a extender las manos, para acariciarte, abrazarte, para vivir la Hospitalidad y hacer fiesta acompañados y contigo.

Sagrada Familia (29 dic 19)

La familia es el mejor espejo de Dios, es su icono, su imagen. En la Familia y en Dios hay una “comunidad” de vida entre varias personas, que se acompañan, que viven animados por la hospitalidad, que sirve de vínculo de comunión y genera vida y amor entregado. Por ello en toda Familia que pone en común su misión y la vive con ilusión, hay una misteriosa presencia de Dios. Jesús así lo vivió durante el mayor tiempo de su vida, incluso en los momentos más complicados.

María, Madre de Dios (01 ene 20)

Hoy es un día de muchas celebraciones, un día de agradecimiento, por la “buena madre”, por el año nuevo que empezamos, por la jornada mundial de la paz. Ojalá este año 2020 seamos capaces de acompañarnos y de cuidar entre todos y con mucha ilusión la casa común que habitamos. De la mano de la Virgen queremos ser hospitalarios y acoger a Dios. Ayúdanos a salir corriendo para encontrarnos con Él y después llevar su amor a todos los rincones.

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CURSO 2019-2020 II Domingo Navidad (05 ene 20)

En el evangelio de hoy nuevamente se nos recuerda que ‘el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros’, efectivamente vivimos la hospitalidad con mucha ilusión, podemos estar alegres y esperanzados porque celebramos que Dios se ha hecho hombre, se ha hecho débil, pobre, necesitado y al margen. Se ha acercado a nosotros tanto que se ha hecho uno de los nuestros.

Esa es la forma que tiene de acompañaros.

Epifanía del Señor (06 ene 20)

Hoy se nos recuerda la manifestación de Jesús a toda la humanidad de esta casa común, en el rostro de un niño. Se nos anima también a seguir la luz que nos lleva a Jesús en los momentos de enfermedad o vulnerabilidad, para que nos sintamos acompañados por él. Queremos pedir como regalo, saber ser hospitalarios en el día a día, ser capaces de acoger a Dios en el otro y en nuestra vulnerabilidad, siempre con ilusión.

Bautismo del Seños (12 ene 20)

Con el bautismo se abre la puerta al cambio, por ejemplo, a querer hacer un trabajo en común por el cuidado de nuestra tierra. Trabajar juntos para que nuestras semillas den muchos frutos: frutos de amistad, de acogida, de estar pendientes los unos por los otros, y acompañarnos como hijos de Dios. Para ser hospitalarios y acoger a Dios con ilusión nos ponernos bajo la acción del Espíritu Santo, le dejamos hacer, y todos, desde la #hospitalidad, cuidamos los unos de los otros.

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AMOR T. Ordinario I Ciclo A (Ene, Feb 2020) Qué mejor forma de compartir sobre el amor que la expresada por el apóstol san Pablo a los corintios: «Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, SI NO TENGO AMOR, NO SOY NADA. Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.

El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.

EL AMOR TODO LO DISCULPA, TODO LO CREE, TODO LO ESPERA, TODO LO SOPORTA.»4 Que estas palabras de San Pablo, sean el motor que nos ayude a vivir esta etapa del tiempo ordinario, desde el 2º domingo hasta el 7º domingo del tiempo ordinario, porque si no tengo amor, nada soy; esto nos dará mucha paz para acercarnos e iniciar cualquier proceso de acompañamiento. Nosotros que somos acompañados por Dios en nuestros respectivos procesos, desde la experiencia del sentirnos acompañados, podemos acompañar a otros.

II Domingo Ordinario (19 ene 20)

No nos gusta hablar de pecado, de culpa… parece que son palabras que no están de moda; sin embargo Jesús quiere hacer nuevas todas las cosas, y nos hace ver que estas palabras no están relacionadas con tristeza, sino más bien todo lo contrario, están relacionadas con llevarnos a la alegría, quitar el pecado, es salir de la oscuridad para acogernos en la luz, es sentirnos acompañados y quitar desesperanzas, malentendidos, inhospitalidad, para vivir en el verdadero amor, en la verdadera vida; una vida que nos da paz espiritual.

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CURSO 2019-2020 III Domingo Ordinario (26 ene 20)

Nos volvemos a encontrar con otra de esas palabras que no gustan, ‘conversión’; pero es que hay que vivirlo para comprenderlo, se trata de un proceso, de cambio, de pasar de la inhospitalidad al amor, es acogernos por dentro, barrer aquello que no nos permite vivir alegres. Y en ese proceso de ir convirtiéndonos poder encontrarnos con el reino, que ya está pero todavía no. Jesús sabe que somos muy despistados para estos cambios, por ello está tocando constantemente a la muerta e invitando a la conversión, depende de nosotros el querer seguirle en esta aventura; de alguna forma es una invitación a convivir los unos con los otros, acompañándonos y transmitiéndonos paz.

IV Domingo Ordinario (02 feb 20)

Muchas veces estamos como perdidos, buscando la felicidad en lugares que no son adecuados, creo que Jesús debió percatarse de nuestro despiste y por eso nos habló de las bienaventuranzas. No se trata –como nos hacen creer- de tener poder, fama, riquezas,… se trata de saber amar y ser amado. La felicidad no se consigue con la mejor casa, coche, y cualquier cosa material, sino con amor (si no tengo amor nada soy), y cuando hay amor, incluso el sufrimiento se vive de otra forma, se vive con paz; el amor no nos quita el sufrimiento, en todo caso nos ayuda a vivirlo. Y sabemos que no estamos solos, él siempre nos acompaña.

V Domingo Ordinario (09 feb 20)

Ser sal, ser luz, no es tarea fácil, más que nada porque efectivamente se puede volver sosa o se puede ocultar; no es cuestión de ser unos especialistas de la vida de Jesús, o ser unos

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CURSO 2019-2020 magníficos teólogos, creo que para ser sal y/o luz, lo primero es dejarnos salar e iluminar por el amor de Dios, para luego poder dar testimonio y ser testigos de ese amor de Dios, de lo contrario hablaríamos de pura teoría, y para alumbrar con nuestra luz (que lógicamente no es nuestra) tenemos que vivirlo con mucha paz e ir a la experiencia de vida, poder decir ‘sé de quién me he fiado’. Podremos acompañar y dar luz a todo el que venga hacia nuestra casa si previamente hemos encendido nosotros esa luz en nuestra casa; cunado una casa está a oscuras es difícil que alguien se acerque porque pensará que no hay nadie, sin embargo si está iluminada, por lo menos se acercarán para ver, ya luego podrán dar más pasos hasta llegar a iluminar.

VI Domingo Ordinario (16 feb 20)

El evangelio no se trata de cumplir las leyes, sino de dar un paso más, se trata de ser éticos. No podemos conformarnos con el cumplimiento (cumplo y miento) sino que hay que ir a lo más íntimo de nosotros, buscar en nuestra espiritualidad lo que nos mueve a actuar, lo que nos mueve a ser y a estar, lo que nos mueve a acompañarnos. Es lo que tiene ser cristiano, que se nos pide un plus en nuestras actuaciones, el plus del amor, el plus de sentirnos hermanos, el plus de poner en el centro de nuestras vidas al otro por ser otro. Creo que por aquí va la paz espiritual, acoger al otro desde el amor y no porque me lo impongan.

VII Domingo Ordinario (23 feb 20)

Difícil tarea esta de amar a los enemigos ¿verdad? Pero… no deberíamos plantearnos primero por qué tenemos enemigos, no será tal vez porque nos centramos en las diferencias en lugar de en aquello que nos asemeja. Si fuésemos capaces de acompañarnos, de mirar a todos como si fuesen nuestros hermanos (por eso decimos Padre nuestro) no tendríamos problemas de pensar en un enemigo, es más si lo pensamos como hermano y lo amamos es difícil que sea nuestro enemigo, por tanto más que amad a vuestro enemigos, es simplemente amad a vuestros hermanos, personas como tú y como yo. Esta es una de las formas de vivir la paz espiritual, acoger al extranjero, pero no como a un intruso del que no me fio, sino como a un hermano al que amo por ser también hijo de Dios.

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RESPETO Cuaresma Ciclo A La palabra respeto proviene del latín respectus y significa “atención” o “consideración”. De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), el respeto está relacionado con la veneración o el acatamiento que se hace a alguien. El respeto incluye miramiento, consideración y deferencia. El respeto o reconocimiento es la consideración de que alguien o incluso algo tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidad: respeto mutuo, reconocimiento mutuo.

Para nosotros es el reconocimiento de la dignidad de la persona y sus derechos: a la vida, a la intimidad, confidencialidad, autonomía, libertad, creencias y pluralidad así como el reconocimiento y asunción de la Identidad de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Es el respeto por todas las personas que acuden a nuestros servicios y a nuestros Centros. En nuestra Provincia se traduce en respeto por el prójimo, humanización, dimensión humana, responsabilidad reciproca para los colaboradores y hermanos, comprensión, visión holística, promoción de la justicia social, derechos civiles y humanos, implicación de los familiares…

El respeto comienza en el individuo, en el reconocimiento del mismo como entidad única que necesita que se comprenda al otro. Consiste en saber valorar los intereses, sentimientos y necesidades del otro en una relación. No es simplemente la consideración o deferencia, sino que implica un verdadero interés no egoísta por el otro más allá de las obligaciones explícitas que puedan existir.

El respeto es aceptar y comprender tal y como son los demás, aceptar y comprender su forma de ser y pensar aunque no sea igual que la nuestra. Exige no causar daño al otro y tratarlo con la dignidad y humanidad que se merece, y en ocasiones personar aquello que nos ofende y eso es lo que nos gustaría vivir en el acompañamiento a lo largo de este tiempo de Cuaresma.

Miércoles de Ceniza (26 feb 20)

El evangelio para iniciar el tiempo de Cuaresma es una invitación a entrar dentro de nosotros mismos, a la interiorización, para reconocer lo que verdaderamente es importante en nuestras vidas. Es una llamada a hacer las cosas bien hechas, y siempre desde el perdón y el respeto. Es una llamada a transformarnos en hombres nuevos, a cambiar nuestras actitudes a mejor, a acompañar y sentirnos acompañados, y nuestro Padre que ve en lo escondido nos lo recompensará.

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CURSO 2019-2020 I Domingo Cuaresma (01 mar 20)

El camino por la naturaleza supone también encontrarnos con lugares áridos, en los que podemos ser tentados, pero para no vacilar, tenemos un arma poderosa que es la oración, aquella que se hace desde el corazón, desde la gratuidad y con el sumo respeto al Creador, y a sus creaturas. Señor, danos un corazón lleno de tu espíritu, para superar las tentaciones, y ser felices, para acompañarnos e irradiar respeto, amor, perdón.

II Domingo Cuaresma (08 mar 20)

Jesús está siempre con nosotros, acompañándonos, pero a veces no somos capaces de descubrirlo, y necesitamos subir al Tabor para verlo mejor, para hacer silencio dentro de nosotros y en esos momentos poder contemplar su rostro resplandeciente. Señor, que siempre estemos dispuestos a vivir desde la gratuidad, desde el respeto y el perdón, para encontrarnos contigo y con nuestros hermanos tanto en el Tabor como en cualquier otro lugar.

III Domingo Cuaresma (15 mar 20)

En nuestro camino por la naturaleza que nos ofrece Dios, también tenemos momentos de sed, en los que pedimos, como la samaritana, de esa agua que da vida. Pero no se trata sólo de pedir, sino también de dar, de usar con respeto y responsabilidad el agua que se nos ha donado, para saciar la sed de otros cuando los estamos acompañando. Señor, nosotros también necesitamos de ese agua, que actuemos desde el amor y el perdón, siendo humildes para pedirla y sencillos para recibirla.

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CURSO 2019-2020 San José (19 mar 20)

San José, el hombre que se dejó acompañar y guiar por el Espíritu Santo de Dios. No siempre es fácil acoger desde el amor y el respeto palabras que pueden ser incomprensible; sin embargo en medio de la Cuaresma, la solemnidad de san José es na invitación a vivir perdonándolo todo y amándolo todo, con la confianza puesta en Dios.

IV Domingo Cuaresma (22 mar 20)

El ciego de nacimiento vio por la fe que había puesto en Jesús, su gran respeto ante lo que acontecía, le llevó a confiar plenamente en él, y fue capaz de aceptar su Luz. Este ciego era un marginado en la sociedad, ojalá nosotros, en nuestros caminos, seamos capaces de acompañar e integrar a todos en esta gran familia humana. Señor, que con profunda misericordia nos dejemos iluminar por tu luz para ver claro, y no nos dejemos deslumbrar por luces engañosas, que seamos capaces de vivir desde el perdón para poder amar.

V Domingo Cuaresma (29 mar 20)

El verdadero fruto es el de la vida, pero vivida con respeto y dignidad, aquella en la que la atención es integral; por eso Jesús nos enseña que, tenemos que acompañar en su sufrimiento a todas aquellas personas que nos encontramos en el camino. Sabemos que como el grano de trigo, hay que morir para dar frutos. Señor, tú nos dijiste que la muerte no es final, por eso deseamos vivir hasta el final, con amor y perdón, hasta que resucitemos contigo.

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CELEBRACIÓN Semana Santa Ciclo A Apreciar los pequeños placeres de la vida cotidiana es la clave de la sabiduría y de la felicidad. Sin embargo, todos dejamos escapar cada día multitud de oportunidades para percibir las maravillas de nuestra existencia. Por suerte, hay una forma de atrapar estos prodigios que se escurren como arena entre los dedos: celebrándolos5.

Gracias a una mezcla apasionante de rituales comunitarios y estrategias individuales aumentaremos nuestra capacidad para descubrir la belleza en el día a día. Tendremos nuevas ideas para pasar más y mejores momentos con la familia y los amigos. Tomaremos conciencia de que, por muy dura que sea nuestra vida, siempre hay algo que celebrar. Y recordaremos que el simple hecho de estar vivos, aquí y ahora, es ya una auténtica fiesta. Disfrutémosla.

En estos días la Iglesia católica celebrará el acontecimiento que marcó la historia de los inicios de su evangelización: la Pascua de Cristo, es decir, la Crucifixión, Muerte y Resurrección del Señor. Tales hechos los resumimos en una semana que solemos llamar Semana Santa y en la que hacemos un recorrido de los últimos acontecimientos vividos por Jesús antes de morir en la cruz y resucitar para nuestra salvación.

En esta semana, e alguna forma se vive, lo que poníamos en la introducción: “Todo lo que acontece en nuestra vida, la diferentes realidades, la pasamos por el corazón, el único capaz de soportar tanto sufrimiento y a la vez tanto amor.” Por eso en esta semana acompañamos a nuestros hermanos “celebrando la vida” con sus alegrías y tristezas..

Domingo Ramos (05 abr 20)

Como los discípulos, como los niños y niñas de Jerusalén, en nuestra celebración de hoy nosotros aclamamos a Jesús. Y queremos acompañarle en su camino de amor hasta la muerte, porque creemos que este es el camino de la vida y la esperanza para siempre. Señor, quiero estar esperando tu venida, aguardando tu llegada, pero siempre, y no únicamente el Domingo de Ramos

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Sería interesante leer el libro de Lola Mayenco “Algo que celebrar”

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CURSO 2019-2020 Jueves Santo (09 abr 20)

Las autoridades han decidido eliminar a Jesús. Él, sentado a la mesa con sus discípulos, les enseña que la verdadera vida es entregarse totalmente por los demás. Y les deja el gran signo: en el pan y el vino de la Eucaristía lo tendrán con ellos para siempre, con toda su fuerza, con todo su amor. Señor, hoy Jueves Santo, un día cargado de amor y entrega, celebramos que no nos puede faltar el servicio, la generosidad, la sencillez, la hospitalidad, el acompañarnos los unos a los oros.

Viernes Santo (10 abr 20)

“Todo está cumplido”, dice Jesús. La cruz de Jesús es la culminación, el cumplimiento definitivo, de su amor sin reservas. Nosotros, hoy, con fe y agradecimiento, escuchamos el relato emocionante de su pasión, rezamos para que la fuerza de su amor renueve a la humanidad entera, y adoramos su cruz, que es salvación y vida para todos. Señor, hoy Viernes Santo, todo parece acabar; pero, celebramos que en tu muerte, hay espacio para la confianza, que sepamos vivirlo acompañándonos y sintiéndonos acompañados por ti.

Domingo Resurrección (12 abr 20)

En esta noche santa escucharemos el gran mensaje: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. ¡Ha resucitado!”. Por eso nos reunimos, a oscuras, y encendemos el cirio que, como Jesús, nos guía y nos contagia su luz. Porque él es el camino, él es la verdad, él es la vida. Celebramos que es Pascua, ¡Cristo ha Resucitado! Señor desde el amor queremos vivir acompañándonos, estar preparados para recibir la luz con la que iluminar a otros.

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CARIÑO Pascua Ciclo A Tratar con cariño es sinónimo de bondad, de amabilidad, de respeto, de amor,… el problema es que en ocasiones pasamos de largo ante situaciones concretas como tratar con delicadeza, posar nuestras manos emocionales sobre los demás y dedicar actos y palabras de cariño en el día a día.

Una palabra, una pregunta, un gesto, una mirada, un roce… Cualquier expresión de cariño constituye un intento de conexión emocional con el que venimos a decir “Quiero sentirme conectado a ti”.

Y que mejor momento para vivir desde el cariño que el tiempo de pascua, en ete tiempo de luz, tiempo de amor; ante la gran noticia y la alegría de saber que Cristo está vivo acompañamos con cariño a todos los que Jesús pone en nuestro camino, aunque algunas vece también tengamos que hacernos los encontradizos.

II Domingo Pascua (19 abr 20)

Cristo resucitado da la paz. Para los primeros discípulos la fe en la resurrección era un don gratuito, que se experimentaba en las sucesivas apariciones del Resucitado y se afianzaba en sus corazones. Señor, que el amor y el cariño que encontré en ti sepa llevarlo a mi prójimo, acompañando las diferentes realidades de la vida.

III Domingo Pascua (26 abr 20)

Jesús se aparece a los dos discípulos que iban a Emaús. Se hace presente en medio de ellos, les explica las Escrituras y sentado a la mesa parte el pan. ¡Qué alegría!, Cristo permanece para siempre entre nosotros, nos acompaña con cariño y amor como realidad liberadora de toda esclavitud. Señor, que en la alegría de saberte en medio de nuestras vidas y que siempre te

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CURSO 2019-2020 haces el encontradizo en nuestro Emaús seamos capaces de acompañar a otros en sus caminos hacia Emaús.

IV Domingo Pascua (03 may 20)

La imagen del buen Pastor. Jesús se presenta como el verdadero guía, el que salva al hombre, a diferencia de los otros pastores. Da libertad a su rebaño, lo defiende con cariño y amor, y da su vida por él. Él conoce a sus ovejas y ellas conocen su voz. Señor, en ti encontramos la libertad, es tiempo de optar por el acompañamiento a tantas ovejas perdidas, que seas nuestro motor en esta tarea.

V Domingo Pascua (10 may 20)

Cristo es la ley fundamental de la vida cristiana que se fundamenta en una triple imagen: él es el camino, la verdad y la vida. Él es también la piedra angular del nuevo templo y los cristianos somos piedras vivas en su construcción y la tercera imagen la fuerza ministerial dela Iglesia. En la comunidad existen variedad de funciones en el culto y en el amor. Tú, el camino, la verdad y la vida eres quien nos invitas a vivir desde el acompañamiento, que sepamos imitarte cada día con cariño y amor.

VI Domingo Pascua (17 may 20)

Cristo vuelto al Padre no deja huérfanos a los suyos. Permanecerá entre ellos por medio del Espíritu, que él mismo comunicará a la Iglesia mediante el ministerio de los apóstoles, para que cada cristiano sepa dar razón de su fe, amor y esperanza y pueda soportar la cruz que

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CURSO 2019-2020 conlleva el ser fiel a la vocación. Señor, tanto nos amas que no quieres dejarnos solos, que sepamos imitarte y ser compañía para los demás, como signo de cariño y amor Ascensión del Señor (24 may 20)

Jesús ha cumplido su misión; se vuelve al Padre y permanece entre nosotros. Esa es nuestra fe, ausencia y presencia. Se trata de una forma nueva de estar presente. En las últimas recomendaciones de Cristo a sus discípulos los envía a ser testigos y anunciadores del evangelio. Señor, asciendes, y sin embargo estás siempre con nosotros, en la fe entusiasta y en la vacilante. Que siempre estemos dispuestos a acompañar a nuestros hermanos en su camino de fe. Que con cariño y amor sepamos ser testigos y dar testimonio.

Pentecostés (31 may 20)

En Pentecostés. Jesús entrega a los suyos su Espíritu, el que le ha dado fuerza para anunciar el Reino de Dios y hacer los signos y prodigios de la presencia de Dios en medio de su pueblo.

Desde ahora, su Iglesia, somos los portadores y depositarios de cuanto el Padre puso en sus manos. Señor, que mi acompañamiento esté colmado por los dones del Espíritu Santo, y que siempre esté abierto con cariño y amor para acogerte a ti y a mis hermanos.

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ESPIRITUALIDAD T. Ordinario II Ciclo A (Jun 2020) El término "espiritualidad" está caracterizado por una cierta elasticidad. Mientras en el ámbito católico por espiritualidad se entiende la doctrina de la vida religiosa-espiritual , es decir, una vida en el espíritu de Dios, la integración armoniosa del hombre en la historia relacional entre el creador y su creación, que se realiza cultivando las prácticas espirituales en la vida cotidiana (oración, culto divino, meditación...), y también se realiza a través del servicio al prójimo, es decir, "la suma de todos los esfuerzos para cultivar una relación viva con Dios, hasta convertirse en la actitud de fondo de nuestra vida"

En el mundo secularizado el término tiene una connotación mucho más amplia. En este contexto, el concepto de espiritualidad está desvinculado de cualquier confesión o religión; es más, a menudo con este término se desea señalar nuestro desapego de una práctica cristiana institucionalizada, para poner en primer plano la individualidad y la subjetividad. La espiritualidad es, por tanto, una palabra compleja que se presta a muchas interpretaciones.

Que esta nueva etapa de tiempo ordinario seamos capaces de cultivar una vida en el espíritu, una vida de fe y poder acompañar al otro en su mismidad.

Santísima Trinidad (07 jun 20)

En el evangelio Jesús nos revela el misterio más grande que existe, es un dogma de fe, es decir, una verdad que debemos creer, si nos llamamos cristianos; y forma parte de neutra espiritualidad. Cada vez que rezamos el Credo, decimos creer en un solo y único Dios, que es Padre Creador, que es Hijo Redentor y que es Espíritu Santo, Señor y Dador de Vida y Santificador. Que Al rezar el Credo nos sintamos acompañados por la Santísima Trinidad.

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CURSO 2019-2020 Corpus Christi (14 jun 20)

Espiritualidad es acogida, es querer compartir juntos el pan. Jesús se ofrece como alimento para cada uno de nosotros, para regalarnos con su fuerza salvadora, como el maná que se dio a los israelitas en el desierto. Cuando nos acompañamos y celebramos juntos la Eucaristía, estamos actualizando lo que Jesús hizo en su vida. Que en nuestro corazón se encienda un nuevo ardor junto a la Eucaristía y a la Hospitalidad de nuestro Dios. Caigamos en la cuenta que la Eucaristía nos habla de presencia y de amor, de acoger, de ser y estar. De tener fe.

XII Domingo Ordinario (21 jun 20)

Se nos dice ‘no tengáis miedo’, forma parte de nuestra fe, pero no únicamente de los malos o del mal, tampoco hay que tener miedo de hacer el bien, independientemente de lo que piensen los demás, probablemente no siempre es fácil, pero estas vacaciones tenemos tiempo para generar momentos de hacer el bien, momentos de practicar la hospitalidad con todos los valores que incluye, es decir, tenemos momentos para acompañarnos desde el respeto, desde la responsabilidad, desde la calidad, desde la espiritualidad.

XIII Domingo Ordinario (28 jun 20)

Nos encontramos en el evangelio de hoy ‘el que os recibe a vosotros me recibe a mi’ es una forma de vivir nuestra espiritualidad en el acompañamiento, empezar por acoger, por recibir, por abrir los brazos,… sólo así estaremos recibiendo al mismo Cristo cada día, aquí se fundamenta nuestra fe, el encuentro con el hermano nos lleva al encuentro con Cristo.

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APERTURA Verano 2020 Ciclo A El acompañamiento saludable debe caracterizarse por una apertura total a cualquier necesitado. Las puertas de una Iglesia marcan el límite entre lo sacro y lo profano. Abriéndolas de par en par se está subrayando el deseo de abrir de par en par las puertas de la fe al mundo.

“Abrir las puertas de las iglesias significa abrirlas asimismo en el mundo digital, tanto para que la gente entre, en cualquier condición de vida en la que se encuentre, como para que el Evangelio pueda cruzar el umbral del templo y salir al encuentro de todos”6 El Papa Francisco escribió en “Evangelii Gaudium” que “uno de los signos concretos de esa apertura es tener templos con las puertas abiertas en todas partes. De ese modo, si alguien quiere seguir una moción del Espíritu y se acerca buscando a Dios, no se encontrará con la frialdad de unas puertas cerradas” (n. 47). Y en una de la audiencias dijo que “las iglesias, parroquias e instituciones con las puertas cerradas, no se deben llamar iglesias, se deben llamar museos” (9-9-2015).

Pues que no seamos museos, sino una IGLESIA CON LAS PUERTAS ABIERTAS PARA ACOMPAÑAR, PARA QUE LOS PORTALES NO SE CIERREN; y que esta apertura sea para todos, es lo que nos gustaría vivir este verano.

Para este tiempo NO hay reflexiones, ya que en este tiempo no tenemos grupos; sin embargo, sí compartimos el calendario litúrgico dominical con la imagen por si nos resulta iluminador.

Acompañemos con las puertas del corazón abiertas como simbología de tener las puertas de la iglesia abiertas, no olvides que tú y yo también somos iglesia.

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Papa Francisco en su Comunicaciones Sociales

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XIV Domingo Ordinario (05 jul 20)

XV Domingo Ordinario (12 jul 20)

XVI Domingo Ordinario (19 jul 20)

Santiago Apóstol (25 jul 20)

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XVII Domingo Ordinario (26 jul 20)

XVIII Domingo Ordinario (02 ago 20)

XIX Domingo Ordinario (09 ago 20)

Asunción de Ntra. Sra. (15 ago 20)

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XX Domingo Ordinario (16 ago 20)

XXI Domingo Ordinario (23 ago 20)

XXII Domingo Ordinario (30 ago 20)

XXIII Domingo Ordinario (06 sep 20)

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XXIV Domingo Ordinario (13 sep 20)

XXV Domingo Ordinario (20 sep 20)

XXVI Domingo Ordinario (27 sep 20)

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